El documento presenta dos opiniones diferentes sobre el grupo feminista Femen y su reciente protesta en el Congreso de los Diputados contra la propuesta de ley del aborto del ministro Gallardón. Por un lado, algunos ven con simpatía la acción de Femen por haber puesto la atención en los intentos de limitar el derecho de las mujeres sobre su cuerpo. Por otro lado, otros critican los métodos de Femen de protestar semidesnudas y creen que sus acciones no conducen a un debate constructivo.
Informe Estudio de Opinión en Zapopan Jalisco - ABRIL
Con ellas llego el escandalo. Diario Noticias Navarra
1. Diario de Noticias Jueves, 21 de noviembre de 2013 OPINIÓN 5
Colaboración
P O R J E S Ú S U R R A , J O S E T X O A R B I Z U Y T X E M A M A U L E Ó N ( * )
A Floren Aoiz, más argumentos
y menos insultos
L
LAMAR la atención de los
medios de comunicación
es una ardua tarea, casi
misión imposible, espe-
cialmente para los movimientos
sociales y de Derechos Humanos.
Para que la denuncia de situaciones
injustas tenga un reflejo en la pren-
sa, e impacte así en la sociedad, es
preciso innovar, y mucho. Sin
embargo, esta realidad se complica
mucho más en el caso de que la pro-
testa tenga que ver con la defensa
de los derechos de las mujeres. La
causa de las mujeres sigue estando
al final de la cola.
Han pasado ya unas semanas des-
de que las Femen (mujeres en ucra-
niano) realizaron su primer acto
público de denuncia en España. La
acción en el Congreso de los Dipu-
tados contra el proyecto de ley del
aborto del ministro Gallardón se
produce después de otras muchas
en las que se han servido de sus
cuerpos. Como hicieron en Davos
ante el Foro Económico Mundial,
contra la dominación de la econo-
mía mundial que penaliza espe-
cialmente a la población femenina;
o en los Juegos Olímpicos de Lon-
dres en 2012, contra el apoyo del COI
a los sangrientos regímenes islá-
micos represores de las mujeres.
Más recientemente, en Madrid, cin-
co de sus activistas se han mani-
festado frente a una manifestación
antiabortista y fueron detenidas
por ello.
En sus inicios, solamente actua-
ban en Ucrania contra la explota-
ción sexual de las mujeres dentro
y fuera de su país, convertido de
facto en un enorme prostíbulo don-
de las violaciones con frecuencia
quedan impunes. Defendían su for-
ma de protesta, consistente en apa-
recer o bien ligeras de ropa o bien
en topless, como la única forma de
hacerse visibles. Lo cierto es que,
en eso, su éxito es indiscutible.
Saben conseguir notoriedad de
una forma muy eficaz, en el senti-
do de que los suyos son actos muy
sencillos que consiguen una reper-
cusión mediática considerable. La
réplica vehemente, según la cual
“éstas solo consiguen aparecer en
los medios porque se desnudan”,
se equivoca de blanco, ya que eso,
en realidad, no es una crítica con-
tra las mujeres de Femen, sino
contra un statu quo en que los
medios de comunicación focalizan
en el desnudo, especialmente si
responde a los cánones de belleza
femenina socialmente implanta-
dos por el propio patriarcado con-
tra las que desde Femen parecen
luchar. Está clarísimo que los
medios apenas les habrían dedi-
cado espacio si las manifestantes
hubieran estado convenientemente
vestidas.
El partido que sustenta al Gobier-
no español ha encajado mal el eslo-
gan, escrito en sus torsos desnu-
dos, de que “el aborto es sagrado”.
Y parece que fue algo muy calcu-
lado por Femen, precisamente para
que la reacción del propio PP –que
ha sido tan visceral– les sirviera de
amplificador. Además del escán-
dalo por el uso del calificativo de
sagrado, Gallardón ha calificado la
acción como “manifestación de fal-
ta de respeto a la soberanía popu-
lar”. González Pons supera al
ministro afirmando que es “un
ataque contra la democracia”. Ana
Belén Vázquez Blanco y Beatriz
Escudero, ambas diputadas del PP,
describen la acción como “repug-
nante”, “patética” y acto de “fana-
tismo”. Esta cascada de reacciones
ha conseguido desviar la atención
del verdadero problema, que no es
otro que el desmantelamiento del
Estado del bienestar, con los recor-
tes en educación y sanidad como
puntas de lanza, y ahora con el
recorte de los derechos de las
mujeres.
¿Falta de respeto a la soberanía
popular? ¿Ataque a la democracia?
El proyecto de Ley del Aborto pro-
movido por Gallardón va en la mis-
ma línea de retroceso que la recién
aprobada ley Wert. Sin embargo, no
esperemos ni un debate ni una opo-
sición tan contundente. Entre otras
cosas, porque el aborto es tabú. Pero
hay una razón aún más poderosa:
¿cómo van a ser las mujeres, y solo
las mujeres quienes decidan libre-
mente sobre sus cuerpos?
El feminismo es un movimiento
enormemente plural y en constan-
te debate. Por ejemplo, hay muy
divergentes opiniones sobre la lega-
lización de la prostitución, a lo que
Femen se opone de plano. Otras
opciones feministas asimismo son
críticas con esta organización, por
el hecho de que las mujeres de
Femen que se desnudan respondan
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R
ESULTA curiosa la forma
de dialogar o debatir
puesta en práctica por
Floren Aoiz en el artícu-
lo publicado el 17/11/13 por DIARIO
DE NOTICIAS. Ya estamos acos-
tumbrados a filípicas similares de
lo que parece ser la escuela de la
izquierda abertzale en Tafalla.
En primer lugar, se aplica a raja-
tabla el axioma de que o estás con-
migo o estás contra mí. O estás con
el Gobierno del PP o estás con la
izquierda abertzale. De este modo,
el articulista sataniza y niega legi-
timidad al acuerdo suscrito por
Ezker-Anitza, IUN, Equo y Batzarre
sobre algunos aspectos del final de
ETA. Para él no hay más camino
que el trazado por ellos. Fuera de la
izquierda abertzale no hay salva-
ción para la gente de izquierdas.
En segundo lugar, lo que nos pare-
ce más grave. No se puede sustituir
el argumento racional por el insul-
to o el ataque personal. Y esto es lo
que hace conscientemente Floren
Aoiz al afirmar: “el profeta Eceola-
za”, que no exige “la autocrítica a
los fascistas que llenaron Navarra
de cadáveres” (¿realmente se cree
F. Aoiz sus propias palabras?), o “los
firmantes del acuerdo prefieren dar
oxigeno a las posiciones más inmo-
vilistas” (se supone al Gobierno del
PP), o estas izquierdas (heréticas)
tienen “un discurso coincidente con
el de la derecha” o pretenden “ven-
der gato por liebre en tiempo de
caza de votos del PSOE” o “hacen el
trabajo sucio del régimen”. Ni se
puede incurrir en la descalificación
o en la interpretación falseada de lo
que propone el adversario dialécti-
co. Como lo corrobora, al afirmar
que Batzarre no rechaza categóri-
camente la vulneración de los Dere-
chos Humanos llevada a cabo por el
Estado o por algunos de sus funcio-
narios con muertes incluidas a
manos del GAL; de verdad, ¿has leí-
do la entrevista? ¿No dice textual-
mente que el Estado “en muchísi-
mos casos ha vulnerado gravemen-
te los Derechos Humanos”? O al
equipararnos continuamente con
la derecha, cuando Ioseba plantea
sobre los presos el acercamiento, la
derogación de la doctrina Parot, la
aplicación legal para quienes hayan
cumplido con 2/3 partes o 3/4 par-
tes de la condena, la revisión de las
leyes a la luz de la nueva situación
sin ETA, y añadimos a sus puntos
suspensivos, la libertad de las per-
sonas condenadas por pertenecer a
organizaciones políticas o sociales
ilegalizadas próximas a ETA, la
excarcelación de los presos con gra-
ves enfermedades incurables, aco-
meter un plan general y definitivo
para los presos tras la desaparición
inequívoca de ETA; como se puede
cotejar en un folleto de Batzarre,
que aborda ampliamente el final de
ETA.
Tercero, lo que Floren Aoiz debe-
ría hacer es decirnos si es legítimo
moral y políticamente matar en una
democracia (sin pena de muerte) y
en un autogobierno potente para
obtener beneficios políticos. Si la
izquierda del futuro puede avalar
en sus fundamentos la aseveración
anterior o si puede mirar para otro
lado ante dicha cuestión. Si puede
haber un gobierno de izquierdas en
Navarra que no se pronuncie con
rotundidad y con un rechazo ine-
quívoco ante los asesinatos de ETA
o del GAL, ante las vulneraciones
de los Derechos Humanos las haga
quien las haga. Si ha merecido la
pena todo el sufrimiento ocasiona-
do por ETA a las víctimas, a la socie-
dad y el propio sufrimiento padeci-
do por los miembros de ETA y por
una parte de sus simpatizantes,
teniendo en cuenta los objetivos
propuestos y los logros obtenidos
en la territorialidad (unión de la
al canon de belleza aceptado y defi-
nido por el patriarcado. Sin embar-
go, la acción transgresora de las
Femen suscita simpatías porque, de
un plumazo, situó en la agenda una
inminente reforma legislativa que
limitará al máximo el derecho de
las mujeres a decidir sobre sus
cuerpos, devolviendo a España a
una situación anterior a 1985 y hoy
por hoy casi inédita en nuestro
entorno europeo. Porque, de hecho,
los medios de comunicación no
habían prestado atención a los
esfuerzos, manifestaciones, infor-
mes, debates y reflexiones del femi-
nismo local.
Como activistas de los derechos
humanos, pensamos que ninguna
mujer debe ver amenazada su
salud física o psíquica por no poder
abortar.
Las Femen están acusadas de
escándalo público por haber inte-
rrumpido una sesión parlamenta-
ria. Los tribunales decidirán aun-
que, según lo dispuesto en el artí-
culo 497.2 del Código Penal, parece
difícil catalogar su acto de protesta
como un hecho de perturbación
grave penado como un delito de
alteración de orden público en el
Congreso. Mientras no medie vio-
lencia – y en el caso que nos ocupa
no la hubo– entendemos que no
serían actos punibles. Otra cuestión
muy distinta es que sus reivindica-
ciones, y sus métodos de denuncia,
se compartan o no.
(*) En representación de la Asociación Pro
Derechos Humanos Argituz
Rechazamosdeplanoel
insultoburdopracticado
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artículo,yaqueno
conduceanadapositivo
Tribuna Abierta
P O R A N D R É S K R A K E N B E R G E R , M A R Í A N A R E D O Y B E R T H A G A Z T E L U M E N D I ( * )
Con ellas llegó el escándalo
CAV y Navarra), en el derecho de
autodeterminación o en la inde-
pendencia, en el apoyo electoral (en
1979 HB ya era, como ahora, una de
las fuerzas políticas fundamentales
de la CAV y de Navarra). Y no nos
olvidemos de que ETA ha practica-
do la violencia mortal durante 35
años en democracia sobre sus 54
años de existencia y de que más del
90% de las 829 muertes infligidas
por ETA lo han sido en democracia.
Y, finalmente, ya nos gustaría que
se resuelva tan fácilmente, como
apunta con arrogante desdén Flo-
ren Aoiz, la compleja y dificilísima
relación entre la ética y la política;
la presión constante entre la
supuesta eficacia, invocada por la
política, y la moral; o la voluntad
por conseguir la necesaria cohe-
rencia entre fines y medios.
Sobre estas y otras cuestiones en
estos momentos seguramente nos
encontramos en las antípodas de lo
que piensa F. Aoiz. No obstante,
nuestra mano sigue tendida para el
diálogo, el debate y para vivir con
normalidad estas profundas dife-
rencias. Mas ha de hacerse con
franqueza y con respeto. Por eso
rechazamos de plano el insulto bur-
do practicado por Floren Aoiz en su
artículo, ya que no conduce a nada
positivo. Y nos preocupa que éstas
sean las ideas y los estilos de la nue-
va izquierda abertzale.
(*) En nombre de la Permanente de
Batzarre