La gestión pública implica lograr resultados mediante la acción coordinada de funcionarios a los que se les da autonomía para tomar decisiones, administrando adecuadamente los recursos públicos para cumplir las metas institucionales. El valor público se refiere a los cambios y mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos como resultado de los servicios y bienes que el estado implementa a través de políticas, programas y proyectos.