Este documento discute el desarrollo de la identidad y la autoestima durante la adolescencia. Explica que la identidad implica un proceso de reconocimiento y valorización de la propia individualidad. Según Erik Erikson, el mayor desafío del desarrollo adolescente es establecer una identidad a través de la experimentación de roles y la búsqueda de respuestas a preguntas sobre sí mismos. También destaca que la autoestima depende de la aceptación por los demás y la percepción de eficacia personal. La adolescencia es crucial
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Desarrollo de la identidad y autoestima en la adolescencia
1. Por: Akary Ruiz Regalado
Psicología del Adolescente.
2° Semestre.
2. Desarrollo de la identidad y la
autoestima en la adolescencia.
Aunque la identidad tiene algo que ver con lo que se posee, sufrirás una desilusión
tras otra si basas tu identidad en las posesiones materiales. Hay algo mejor.
John Wesley Taylor.
De acuerdo con Erik Erikson, el mayor obstáculo que debe enfrentar el desarrollo
de los adolescentes es el establecimiento de una identidad.
Wolfgang Kraus menciona que la identidad en las épocas anteriores a la pre-
moderna era una función de los roles definidos y de un sistema tradicional de mitos
que ofrecían una orientación y sanciones religiosas. La identidad no constituía un
problema y no era el objeto de reflexión o discusión. Los individuos no
experimentaban ninguna crisis de identidad, y no cambiaban radicalmente su
identidad (1999).
Una etapa del desarrollo socio emocional del estudiante que merece mucha
atención es el de la adolescencia, pues es una etapa crucial en la cual se consolida
la identidad. Hay que tener presente que el joven necesita encontrar en su interior
atributos que merezcan ser valorados por sí mismo y por los demás. Este proceso
incluye el descubrimiento de la valía del propio “Yo”; la diferenciación,
reconocimiento y aceptación por los demás; la asimilación y puesta de manifiesto
de una forma particular de vestir, hablar y bailar para diferenciarse del resto, a lo
cual se denomina cultura adolescente; la integración y relación interpersonal y
grupal con sus pares; y, por supuesto, la diferenciación de sus padres, del mundo
infantil y de la sociedad adulta. Ellos necesitan ser apreciados y aceptados no
como “niños grandes” ni como “adultos chicos”, sino como: adolescentes .La
búsqueda de su identidad conlleva, también, optar por un sistema de valores , elegir
una ocupación dentro del mundo del trabajo ,tener un patrón de conducta sexual o
modelo de relación con las personas e independizarse de la tutela familiar o del
hogar.
¿Qué es la identidad?
La identidad, definida principalmente desde la Psicología, se comprende como
aquel núcleo del cual se conforma el yo. Se trata de un núcleo fijo y coherente que
junto a la razón le permiten al ser humano interactuar con otros individuos presentes
en el medio.
Erikson la concibe no como la suma de las identificaciones pasadas, sino como la
integración de las mismas en una unidad personal. Las identificaciones de la
infancia, que eran independientes unas de otras, se agrupan ahora como las partes
3. de un todo, formando un conjunto integrado. Es más, sostiene que el adolescente,
a diferencia del niño, interpreta y estructura las experiencias personales y sociales
del pasado, las cuales las utiliza para enfrentar los desafíos del presente y el
futuro. Con ello, nos dice que la identidad se define tanto por lo que uno ha sido
y ha hecho, como por lo que uno proyecta ser y hacer.
¿Quién soy? ¿Qué hago en la vida? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué es lo que me hace
diferente? Estas preguntas son muy comunes durante la adolescencia. Los
adolescentes buscan respuesta a estas preguntas que giran en torno al concepto
de identidad. Fue Erikson el primero en señalar lo importantes de estas preguntas
para entender el desarrollo adolescente.
Para Paula Heimann, psicoanalista alemana, el sentimiento de identidad es el
conocimiento de la persona de ser entidad separada y distinta de las otras. Jorge
Larraín, sociólogo Chileno, dice que la identidad no es una esencia innata dada. La
define como un proceso social de construcción o desarrollo.
Al final de la adolescencia, la identidad comienza a actuar como una fuerza
moldeadora que orienta los planes y proyectos de vida. El contenido de la identidad
tiene que ver con los compromisos, las elecciones, la ocupación laboral, los valores,
las ideologías, la conciencia crítica, los roles, la sexualidad
La formación de la identidad implica un proceso de reconocimiento y valorización
de la propia individualidad. La teoría más completa sobre el desarrollo de la
identidad es la de Erikson.
Erik Erikson, psicólogo educativo norteamericano, sostiene que la génesis y el logro
de la identidad es la resultante de un proceso resultante de interacción continua a
lo largo de la vida de tres vínculos de integración: Espacial, Temporal y Social.
El Vínculo de integración espacial tiene su punto de partida con el
descubrimiento del propio cuerpo y los primeros límites espaciales
regulados por vínculos e interacciones familiares. Lo cual luego se proyecta
a su entorno escolar y comunal o vecinal.
El Vínculo de integración temporal es la base de la identidad histórica que
tiene que ver con la apropiación de los hechos y referentes del pasado y del
presente, los hechos, sucesos y referentes de su entorno familiar, comunal,
local, regional, nacional y mundial ; y, por supuesto, con la asimilación de
desempeños que perduran en el tiempo y que se hacen presentes en el
individuo en sus conductas actuales
El Vínculo de integración Social, como su nombre lo indica es la base de la
identidad social que tiene que ver con las relaciones interpersonales y los
afectos, a partir de la convivencia y sus regulaciones próximas con su familia,
sus entornos de amigos y amigas, compañeros y compañeras de clase así
4. como participantes de grupos religiosos, etc. Y naturalmente, tiene que ver
con la apropiación y ubicación de sí mismo respecto a un contexto cultural y
una complejidad social, geográfica, étnica e histórica que es el sustento de
la identidad nacional.
Dos ingredientes fundamentales de la teoría de Erikson son la personalidad y la
experimentación de roles. Se considera que los adolescentes se enfrentan a una
gran cantidad de elecciones y en algún momento de su juventud en el periodo de
moratoria psicológica.
Durante esta moratoria psicológica experimentan con distintos roles y
personalidades hasta que alcanzan un sentido del yo estable. Conforme se van
dando cuenta de que van hacer responsables de sí mismos y de sus vidas, los
adolescentes se plantean en que se van a convertir sus vidas.
Asimismo la mayoría de los adolescentes acaba descartando roles indeseables.
Literalmente hay cientos de roles diferentes que pueden experimentar los
adolescentes:
Cognoscitivas: Gracias al razonamiento lógico sobre cuestiones hipotéticas
son capaces de imaginar y considerar identidades futuras. En consecuencia
tienen mayor probabilidad de plantear y resolver cuestiones de identidad.
Estilos de crianza: Las relaciones que tienen los adolescentes con sus padres
les da la oportunidad de identificarse con alguno de ellos y tomar cualidades
deseables. Así mismo, la forma en la que sean educados será parte
importante en el establecimiento de una identidad.
Escolares: Aquí hay controversia porque ayuda a forjar una identidad pero a
la vez no, lo que se ve es solamente la pertenencia a un grupo en la
adolescencia temprana y una disgregación en la tardía.
Socioculturales: Por último, la formación de la identidad es influida
fuertemente por el contexto social e histórico. El querer ser de alguna forma
ha cambiado por generaciones. Uno de esos cambios propició la extinción
de los “punks”.
El grupo o pandilla: El proceso de “desatelización”, imprescindible para
conseguir una identidad personal, es paralelo al de vinculación al grupo de
iguales, “resatelización”.La labor de apoyo del grupo se hace viable a que
dentro de él hay un ambiente de comprensión, de empatía que permite al
adolescente compartir sus dificultades y conflictos con personas a las que les
está sucediendo lo mismo.
El grupo asegura la autoestima porque encuentra valoración, confianza, seguridad,
medio donde expresar sus sentimientos y en el que construir un ideal compartido.
5. En una sociedad en la que va aumentando la segregación por edades y en la que
se pasa cada vez menos tiempos juntos se agudiza la explotación y la manipulación
comercial a gran escala de los intereses y necesidades de los adolescentes a través
de los medios de comunicación de masas.
Entonces tenemos que los adolescentes adoptan una forma de ser que sólo es una
moda. Son muy pocos los que están bien informados sobre lo que significa alguna
corriente, y es por el saber que deciden ser así: Emos, Darks, Saikos, Rockeros,
Metaleros, Lolitas…En cambio, la mayoría sólo lo usa para encajar en un grupo.
Es así: cuando uno cumple los dieciséis, entonces ya no tiene quince. Es inevitable que te hagas mayor, que tengas tanto
pelo en las axilas como lo vas a tener jamás, y así sucesivamente. Me encontré con estos pensamientos atormentadores
sobre sitenía aspecto de tener dieciséis años, y llegué a la conclusión de tener en algunos aspectos dieciséis, diecisiete o
dieciocho años, pero también una gran cantidad de uno de doce años de edad. Quiero decir que mi idea de todo lo que es
divertido, todavía es la misma que antes cuando era un niño, sólo que se ha vuelto mucho más difícil a entusiasmarse
realmente. Y mientras daba vueltas a todo esto, al mismo tiempo sentía más fuerte que nunca que me encontraba en un
gran lío. Me encontraba en un gran aprieto entre ser un niño y la edad adulta. Lo que hacían los niños en realidad ya no
divertía tanto. Pero lo que hacen los adultos me parecía demasiado difícil, y si he de ser sincero, terriblemente aburrido. […]
Me decía que no era tan importante si uno se encontraba en semejante aprieto. Me decía a mí mismo que la línea entre ser
un niño y la edad adulta es bastante estrecha y que conocía a muchos adultos […] que se comportan como niños
retardados (Homes, 1992: 216-17).
Son estas las reflexiones del protagonista Jack, de la novela homónima de Amy M.
Homes, que revelan de forma convincente que el desarrollo de la personalidad en
esta etapa de la vida de por sí muy compleja se ve afectada por una lucha entre las
condiciones ambientales externas, sociales y físicas y, al mismo tiempo, las facetas
internas, psicológicas y corporales individuales.
Mateo 5:13-16 dice: Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere,
¿con qué será́ salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada
por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,
sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así́ alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
En el Matinal de Jóvenes del Jueves 23- Abril 2015 se menciona lo siguiente: No
permitas que ninguna influencia te robe el tesoro que has hallado al encontrar a
Jesús. Afirma tu identidad de cristiano, viviendo el cristianismo hasta las últimas
consecuencias, y permite que, por medio de tu carácter cristiano, tu conducta
consecuente con tu fe y tu servicio desinteresado, Jesús llene de sabor, de luz, de
valor y esperanza la vida de quienes te rodean.
Por ultimo me gustaría resaltar algo que mencionan John Wesley Taylor: Cuando
reconocemos que Dios es el fundamento de nuestra identidad, no necesitamos
preocuparnos acerca de lo que los demás piensen de nosotros. Nuestra identidad
6. proviene de Dios. Reconciliados por Dios, acabamos de nacer nuevamente en el
reino de Cristo (Juan 3:3-21). Somos nuevas criaturas (2 Corintios 5:17), con una
nueva identidad que nadie podrá destruir.
Nadie tenga un concepto de si más alto que el que debe tener, sino más bien
piense de sí mismo con moderación (Romanos 12: 3).
Una sana autoestima es un valioso ingrediente de la personalidad. Contribuye a la
felicidad y al sentido de realización en la vida. No se debe confundir con el error
contra el cual aconseja el apóstol Pablo.
Félix H. Cortéz
La adolescencia es uno de los periodos más críticos para el desarrollo de la
autoestima; es la etapa en la que la persona necesita hacerse con una firme
IDENTIDAD, es decir, saberse individuo distinto a los demás, conocer sus
posibilidades, su talento y sentirse valioso como persona que avanza hacia un
futuro. Al mismo tiempo que la identidad, se desarrolla la autoestima de la persona.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la evaluación global que uno hace de su valía personal. Los
estudios clásicos defienden que los factores que mejor predicen la valencia de este
juicio son la opinión que los “otros significativos” tienen sobre uno mismo y el grado
de eficacia o desempeño que uno percibe en los distintos dominios de su vida.
La otra parte importante de la autoestima es la auto aceptación. Esto significa
que reconoces y admites todas tus partes, las deseables y las indeseables, las
positivas y las negativas los puntos fuertes y los débiles y aceptas todo eso como
un bloque que te hace un ser humano normal y valioso.
El problema de la autoestima está en la capacidad humana de juicio. Al juzgarse y
rechazarse a sí mismo se pueden dañar grandemente las estructuras psicológicas
que mantienen vivo al ser humano.
El o la adolescente se formula una serie de preguntas sobre sí mismo, por ejemplo
"¿soy atractivo?" "¿soy inteligente?" "¿soy aceptado por mis compañeros?"
Gradualmente empieza a separar lo que cree que es verdad sobre sí mismo/a de lo
que considera erróneo y a formularse sus propios conceptos sobre su persona.
Cuanto mayor sea la aceptación que se siente, tanto en la familia como en los/as
compañeros/ as, mayores serán las posibilidades de éxito. En la adolescencia tanto
el grupo familiar, el de la escuela, los amigos, los medios de comunicación
contribuyen a moldear la autoestima. Pero en esta etapa se conjugan otros
elementos, pues durante la adolescencia la autoestima tiende a debilitarse.
Las amistades juegan un gran papel aquí, ya que del modo que ellos te traten se
forjara cómo te sientes de ti mismo. Siendo la adolescencia uno de los periodos más
críticos para el desarrollo de la autoestima, es necesario que la persona de afirme
7. con una identidad, es decir, que este sepa que es distinto a los demás, conocer sus
posibilidades, su talento y sentirse valioso como persona que avanza hacia un
futuro.
La baja autoestima puede venir de la excesiva crítica de los padres. Algunos padres,
con muy buena intención, utilizan la comparación con otros niños, o la costumbre
de dar etiquetas a los hijos o se olvidan de premiar las buenas acciones y solo se
acuerdan de desaprobar las malas. Esto es una manera de educar que a final logra
efectos contrarios a los deseados y provoca inseguridad en los hijos.
Los adolescentes que carecen de autoestima pueden ser solitarios, torpes en su
trato con otras personas y muy sensibles a las críticas sobre lo que ellos piensan
son sus insuficiencias. Los jovencitos con poca confianza en sí mismos son menos
aptos a participar en actividades con sus compañeros y a formar amistades con
ellos. Esto los aísla todavía más e impide que desarrollen una mejor imagen de sí
mismos. Y cuando entablan amistades, son más vulnerables a la presión negativa
de los amigos.
Algunos adolescentes que no tienen confianza en sí mismos dejan de participar en
clase. Otros actúan escandalosamente para llamar la atención. En su peor
manifestación, la falta de confianza en sí mismos se relaciona con comportamientos
autodestructivos y malos hábitos-como fumar, beber alcohol y tomar drogas.
En la adolescencia tanto la familia como la escuela, los amigos, los medios de
comunicación contribuyen a moldear la autoestima. Una buena autoestima es uno
de los recursos más valiosos que puede tener un adolescente, y aun así es uno de
los recursos más escasos. Un adolescente con una buena autoestima aprende a
desarrollar relaciones gratas, está más capacitado para aprovechar.
Como señala la maestra Diane Crim, "La mejor manera de fomentar la confianza en
sí mismo en alguien es ofreciéndoles oportunidades para tener éxito. Hay que
facilitarles el éxito-dándoles experiencias a través de las cuales puedan ver todo el
poder que tienen. Los muchachos pueden ingeniárselas con estas experiencias.
Parte de lo que crea la confianza es el saber qué hacer cuando uno no sabe qué
hacer".
La capacidad de los jóvenes para confiar en sí mismos proviene del amor
incondicional de sus padres que les ayuda a sentirse seguros mientras que
desarrollan la habilidad para resolver sus propios problemas.
En el matinal de menores 2014 escrito por Kay D. Rizzo se menciona lo siguiente:
Por falsa modestia o ignorancia, muchos cristianos terminan vendiéndose por
mucho menos de su valor. En vez de honrar a su Padre celestial por los talentos
que les ha dado, se rebajan a sí mismos o las cosas que pueden lograr. Los
8. cristianos deben tener su autoestima en alto, no por lo que han hecho, sino por lo
que Dios ha hecho por ellos y a través de ellos.
Dios dio el mayor regalo que pudiera dar por ti: su Hijo Jesús. Piensa en lo valioso
que debes ser para que haya hecho eso. ¿No te anima ese sacrificio a levantarla
cabeza, erguir los hombros y estar orgulloso? En este mundo que celebra las
mentiras, la verdad es ridiculizada y la trampa recompensada, una persona honesta
sobresale entre la multitud. Elena G. de White escribió: «La mayor necesidad del
mundo es la de [personas] […] que se mantengan de parte de la justicia aunque se
desplomen los cielos» (La educación, cap. 7, p. 54). ¡Eso es darse cuenta del
verdadero valor que tenemos! Es negarnos a vendernos barato. Es portarnos
como debemos hacerlo. Es tener la autoestima en alto por Dios.
Por ultimo Elena White, menciona en el libro Mente, carácter y personalidad tomo I
lo siguiente: Los hábitos erróneos destruyen la autoestima, eliminan el dominio
propio. Alguien así no puede razonar correctamente sobre los asuntos que más
íntimamente le conciernen. Es descuidado e irracional en la forma de tratar su
mente y su cuerpo. Por la práctica de estos hábitos, se arruina. No puede obtener
la felicidad; pues su descuido en el cultivo de los principios puros y sanos lo coloca
bajo el dominio de los hábitos que destruyen su paz. Sus años de estudio se
pierden, porque se ha destruido a sí mismo. Ha empleado mal sus facultades
físicas y mentales, y el templo de su cuerpo se encuentra arruinado. Está
arruinado para esta vida y para la venidera. Pensó obtener un tesoro adquiriendo
conocimiento y sabiduría terrenales; pero por dejar a un lado la Biblia sacrificó un
tesoro que vale más que todo.