El documento resume los principales periodos y géneros de la literatura india, incluyendo la literatura védica, épica (Mahabharata y Ramayana), y budista. Explica que la literatura védica se centraba en la religión hinduista, mientras que la épica presenta poemas como el Mahabharata y el Ramayana. Finalmente, con la llegada del budismo surgió la literatura budista.
2. Periodos de la literatura india
Periodo védico Periodo posvédico Literatura búdica
Sánscrito, hacia el 2500 a. C.
Eje temático: la religión, con seres
sobrenaturales que mueven los destinos
de los hombres.
• Los Samhitas: libros de himnos y
oraciones.
• Brahmanas: exposición de los
principios del universo. El universo
divino (Brahma) y el alma universal (la
que migra de cuerpo en cuerpo) se
encuentran al liberarse esta última.
• Los Sutras: aforismos para divulgar los
principios del brahmanismo.
Poemas épicos de mayor
relevancia universal:
• Mahabharata
• Ramayana (escrito por Valkimi)
También son de este periodo los
Puranas, una especie de
enciclopedia de la religión hindú
con leyendas tradicionales y mitos.
A partir de la fundación por parte de
Siddharta (Buda) en el siglo VI a. C. de una
nueva religión, el budismo.
• Tripitaka: textos morales y también
líricos y narrativos con las enseñanzas
de Buda. Son interesantes los jatakas,
que describen las transmigraciones del
alma o de Buda.
• Lalita-Vistara: Buda cuenta su vida con
notas maravillosas y fantásticas.
Importancia en las literaturas
posteriores occidentales à Barlaam e
Josaphat.
3. Clasificación temática de la literatura india
TEXTOS
RELIGIOSOS
LITERATURA
ÉPICA
LITERATURA
DIDÁCTICA
LÍRICA DRAMA
6. Mahabharata
Como la mantequilla entre todos los productos de la leche, los brahmanes entre los arios, los
aranyakas entre los vedas, el licor de la inmortalidad entre las medicinas y la vaca entre los
cuadrúpedos son lo mejor, así el Mahabharata es el mejor de todos los libros. Al que lo ha oído una
vez no le agrada oír ninguna otra cosa, como al que ha oído el cuco no le gusta la ronca voz de la
corneja. De esta narración, excelente entre todas, salen los pensamientos de los poetas como los tres
mundos, de los cinco elementos. Igual mérito alcanzan el que regala cien vacas de cuernos dorados a
un brahmán sabio, conocedor de los Vedas, que el que oye diariamente las santas narraciones del
Mahabharata. Este es el libro sagrado de la moral, es el mejor manual para la vida práctica y también
como libro de instrucción para la Liberación ha sido compuesto por Vyasa, el inconmensurable sabio.
Cualquier pecado de hecho, palabra o pensamiento, se borra cuando se ha oído este poema. En tres
años el asceta Krishna Dvaipayana ha redactado esta maravillosa narración, concentrándose
espiritualmente cada día. Lo que hay en este libro concerniente a la moral, a la vida práctica, al disfrute
de los sentidos y a la liberación no hay en ninguna parte; lo que aquí no está no lo hay en ningún sitio
en el mundo.
8. Rayamana
Entonces Sita, haciendo un círculo alrededor de Rama, con la vista baja, se aproximó al fuego; con las
manos unidas se detuvo y oró: «En vista de que mi corazón nunca se ha apartado de Rama,
protegedme vos, ¡oh, fuego!, testigo de todos los hombres; dado que Rama me rechaza como
impura, cuando en realidad estoy inmaculada, sed vos mi refugio». Entonces Sita se acercó al fuego y
penetró en las llamas, de modo que todos los reunidos, tanto jóvenes como viejos, fueron
sobrecogidos por la pena, y el ruido de los supremos gemidos y lamentaciones se alzó en todos los
lugares.
Rama se mantuvo inmóvil y ensimismado, pero los dioses bajaron a Lanka en sus carros radiantes y,
uniendo sus manos, rogaron a Rama retractarse: «Vos que protegéis los mundos, ¿por qué renunciáis
a la hija de Janaka, dejándola elegir la muerte por el fuego? ¿Cómo puede ser que vos no supierais lo
que hacíais? Vos erais al principio, y seréis al final. ¿Por qué tratáis a Sita de la misma forma que a una
persona común?, dijeron.
9. A ellos Rama respondió: «Me conozco a mí mismo solo como hombre, Rama, el hijo de Dasharatha; ahora
decidme, gran señor, quién soy y de dónde vengo». Entonces Brahma contestó: «¡Escuchad vos, cuya virtud
descansa en la verdad! Oh señor, vos sois Naravana, con el disco y la maza; vos sois el verraco de un solo
colmillo; vos estáis más allá del presente, el pasado y el futuro; vuestro es el arco del tiempo; vos sois la creación
y la destrucción; vos sois el verdugo de los enemigos, vos el perdón y control de las pasiones, vos sois el refugio
de todos los dioses y ermitaños; vos estáis presentes en todas las criaturas, en vacas y brahmanes, en cada punto
cardinal, en el cielo y el río y los picos de las montañas; y mil miembros, mil ojos, mil cabezas son vuestras; yo
soy vuestro corazón, vuestra lengua Sarasvati; el cierre de vuestros ojos es la noche, su apertura el día: Sita es
Lakshmi, y vos Vishnu y Kirshna. Y, oh Rama, ahora Ravana está muerto, ascended al cielo, vuestro trabajo está
cumplido. Nada faltará a aquellos cuyos corazones están en vos, no fallarán quienes canten vuestra disposición.
Entonces el fuego, oyendo esas felices palabras, se alzó con Sita sobre su regazo, radiante como el sol de una
mañana, con joyas doradas y cabello negro y rizado, y la devolvió a Rama, diciendo: «Oh, Rama, aquí está
vuestra Sita, a quien ninguna mancha ha tocado. Ni con palabras ni con pensamientos ni miradas se ha apartado
Sita de vos. Aunque tentada de todas formas, ella no pensó en Ravana aun en su más íntimo corazón. Dado que
ella está inmaculada, cogedla otra vez». Rama se mantuvo en silencio por un instante, con los ojos brillantes
sopesó el discurso de Agni; entonces contestó: «Dado que esta belleza vivió mucho tiempo en la casa de
Ravana, ella requería reivindicación ante el pueblo reunido. Si la hubiese acogido sin reprobación, la gente
hubise dicho que Rama, hijo del rey Dasharatha, fue movido por el deseo, y no por una ley social. Sé bien que el
corazón de Sita solo está conmigo, y que su propia virtud fue su único refugio de los asaltos de Ravana; ella es
mía como los rayos solares son del sol. Yo no puedo renunciar más a ella, pero me place obedecer vuestras
felices palabras».
Así el glorioso hijo de Dasharatha recuperó a su joven esposa y su corazón estaba feliz.
11. Panchatantra: “La olla rota” à Enlace a comentario resuelto
En cierto lugar vivía un brahmán llamado Svabhakripana, que tenía una olla llena de arroz que le habían dado de limosna y que
le había sobrado de la comida. Colgó esta olla en un clavo en la pared, puso su cama debajo y pasó la noche mirándola sin
quitarle la vista de encima, pensando así:
—Esa olla está completamente llena de harina de arroz. Si sobreviene ahora una época de hambre podré sacarle cien monedas
de plata. Con las monedas compraré un par de cabras. Como estas crían cada seis meses, reuniré todo un rebaño. Después, con
las cabras compraré vacas. Cuando las vacas hayan parido, venderé las terneras. Con las vacas compraré búfalas. Con las
búfalas, yeguas. Cuando las yeguas hayan parido tendré muchos caballos. Con la venta de estos reuniré gran cantidad de oro.
Por el oro me darán una casa de cuatro salas. Entonces vendrá a mi casa un brahmán y me dará en matrimonio a su hija
hermosa y bien dotada. Ella dará a luz un hijo. Al hijo le llamaré Somarsamán. Cuando tenga edad para saltar sobre mis rodillas
cogeré un libro, me iré a las caballerizas y me pondré a estudiar. Entonces me verá Somarsamán y deseoso de mecerse sobre
mis rodillas, dejará el regazo de su madre y vendrá hacia mí, acercándose a los caballos. Yo, enfadado, gritaré a la brahmana:
¡coge al niño! Pero ella, ocupada en las faenas, no oirá mis palabras. Yo me levantaré entonces y le daré un puntapié.
Tan embargado estaba en estos pensamientos, que dio un puntapié y rompió la olla, y él quedó todo blanco con la harina de
arroz que había dentro y que le cayó encima.
Por eso digo yo:
El que hace sobre el porvenir proyectos irrealizables
se queda blanco como el padre de Somarsamán
Ramón Menéndez Pidal, Antología de cuentos de la literatura universal, Labor.
12. Páginas 10-11: “El león y la liebre”
- Resumen del contenido.
- Características de las fábulas que aparecen
en ella.