Las enfermedades alérgicas se han convertido en un problema sanitario de gran magnitud debido a su alta prevalencia mundial. La rinitis alérgica es la primera causa de rinitis no infecciosa, además de perturbar la calidad de vida del individuo, representa un alto gasto sanitario. Se define como una patología multifactorial que consta de un componente genético, inmunitario y ambiental, que afecta a la mucosa nasal. En la rinitis alérgica, ante un alérgeno, la mucosa nasal reacciona de un modo alérgico, a través de una hipersensibilidad de tipo I, es decir a través de la IgE lo cual induce a la liberación de diversos mediadores químicos como la histamina y los leucotrienos, con funciones proinflamatorias responsables de la sintomatología de la rinitis alérgica gracias a una serie de procesos inmunitarios tanto innatos como adaptativos. Haciendo énfasis en los leucotrienos, especialmente a los cisteinil LTs, estos causan inflamación a nivel de la vía aérea participando en la patogenia y sintomatología de la rinitis alérgica, además de que algunos actúan como quimioatrayentes perpetuando el estado de inflamación. He aquí el motivo por el cual los antileucotrienos o también llamados inhibidores de los leucotrienos sean usados como una vía terapéutica para esta patología, también se encuentran medicamentos como antihistamínicos y corticoesteroides.
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Rinitis alérgica y leucotrienos
1. RINITIS ALÉRGICA Y LEUCOTRIENOS
Antonella Alcívar Kuffó*. Dr. Jorge Cañarte Alcívar**
*Estudiante de Medicina de la Universidad Técnica de Manabí. ** Docente de la
catedra de infección inmunología, virología y micología de la Universidad
Técnica de Manabí.
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades alérgicas se han convertido en un problema sanitario de gran
magnitud debido a su alta prevalencia mundial. La rinitis alérgica es la primera
causa de rinitis no infecciosa, además de perturbar la calidad de vida del
individuo, representa un alto gasto sanitario. Se define como una patología
multifactorial que consta de un componente genético, inmunitario y ambiental,
que afecta a la mucosa nasal. En la rinitis alérgica, ante un alérgeno, la mucosa
nasal reacciona de un modo alérgico, a través de una hipersensibilidad de tipo I,
es decir a través de la IgE lo cual induce a la liberación de diversos mediadores
químicos como la histamina y los leucotrienos, con funciones proinflamatorias
responsables de la sintomatología de la rinitis alérgica gracias a una serie de
procesos inmunitarios tanto innatos como adaptativos. Haciendo énfasis en los
leucotrienos, especialmente a los cisteinil LTs, estos causan inflamación a nivel
de la vía aérea participando en la patogenia y sintomatología de la rinitis alérgica,
además de que algunos actúan como quimioatrayentes perpetuando el estado
de inflamación. He aquí el motivo por el cual los antileucotrienos o también
llamados inhibidores de los leucotrienos sean usados como una vía terapéutica
para esta patología, también se encuentran medicamentos como
antihistamínicos y corticoesteroides.
La rinitis alérgica actualmente se
sitúa como un problema global de
salud pública. Gracias a sus
numerosos factores asociados,
como su elevada prevalencia, la
alteración de la calidad de vida del
paciente y los altos gastos que
acarrea la han transformado en una
de las patologías con un importante
impacto sanitario.1
De acuerdo a la OMS (organización
Mundial de la Salud) esta patología
2. se encuentra latente a nivel mundial,
volviéndose muy frecuente en todo el
mundo. La prevalencia de la
población mundial oscila entre un
10% a un 25%.2
La W.A.O (World Allergy
Organization) define a la rinitis
alérgica de la siguiente manera: “la
expresión de rinitis alérgica se debe
utilizar para referirse a los cuadros
que cursan con síntomas nasales
de hipersensibilidad (prurito,
rinorrea, obstrucción, estornudos) a
causa del accionar del sistema
inmunitario; como en la mayoría de
los casos los anticuerpos implicados
son del tipo Ig E.2
El investigador Hansel, en el año
1929, define a la rinitis alérgica como
un desorden nasal sintomático cuyo
origen se da por la exposición a
alérgenos causando cambios en la
mucosa nasal.3
Existen diversas formas de clasificar
la rinitis alérgica: teniendo en
consideración el tiempo de
exposición, tomando de referencia la
permanencia y frecuencia de los
síntomas. Pero esto no representa
que en un mismo individuo no
puedan convivir diferentes
fenotipos.4
Según el tiempo o lapso de
exposición ante el alérgeno, la rinitis
alérgica se clasifica en ocupaciones,
estacional y perenne. La rinitis
alérgica estacional se precisa como
aquella cuyos síntomas se muestran
durante una estación determinada,
estando los diversos alérgenos
presentes a nivel atmosférico,
mientras que la perenne es aquella
donde los alérgenos se encuentran
en la atmósfera durante todo el año.5
Se habla de una rinitis alérgica
ocupacional cuando el alérgeno se
encuentre en el lugar de trabajo.
Pero se debe considerar que la
exposición ante un alérgeno perenne
puede darse de forma intermitente,
lo cual puede provocar confusión. 4
Para evitar estas discrepancias y
desconciertos el consenso ARIA (
Allergic Rhinitis and its Impact on
Asthma) propuso una clasificación
basándose en el lapso y frecuencia
de los síntomas, clasificando así en
rinitis intermitente y persistente,
rinitis leve y moderada-grave, de
acuerdo a la intensidad de las
sintomatología y la influencia sobre
el nivel de bienestar en la vida del
paciente. 6
Valero y colaboradores formularon
una clasificación de la rinitis
3. moderada, en la que existe
afectación de uno a tres parámetros,
reservando el término de grave
cuando los cuatro parámetros están
afectados. Una reciente clasificación
divide a la rinitis alérgica en clásica y
local, teniendo en cuenta diferencias
tanto patogénicas como
diagnósticas. 4
La aparición de este cuadro es
multifactorial, depende de factores
genéticos, inmunológicos y de la
exposición ambiental
principalmente. 2
El mecanismo inmunológico de la
rinitis alérgica se basa en la
liberación de mediadores químicos
(histamina y leucotrienos, entre
otros) gracias a la activación del
mastocito, sensibilizado con IgE
específica de alérgeno, la
responsable de los síntomas del
paciente.1
El mecanismo inflamatorio tanto en
asma como en rinitis resulta, con una
respuesta inflamatoria desmedida y
extensa debido a la liberación de
distintos mediadores químicos, que
intervienen en la primera y segunda
fase de esta respuesta. 7
En la primera etapa de esta
patología, hay una predisposición
por parte del individuo a producir una
respuesta inmunitaria ante
determinados alérgenos, esto es
necesario para que se produzca la
IgE, que sensibilizará a la célula, en
este caso al mastocito. En la
segunda etapa, esta unión
anticuerpo – mastocito, activa
diversos tipos celulares que dan
paso a un proceso inflamatorio en
dos fases: Una fase inmediata, que
depende de mediadores químicos e
interleucinas y como su nombre
indica se desarrolla a los pocos
minutos del contacto. También
encontramos la fase tardía, en la
cual hay infiltrado de diversos tipos
celulares como los eosinófilos,
neutrófilos, mastocitos. Es
justamente esta activación, tanto por
interacciones vasculares como
neurogénicas, la que genera los
síntomas. Por ende, en la mucosa
nasal, desde un punto microscópico
estos pacientes se logra visualizar
un infiltrado de células inflamatorias,
como los mastocitos, basófilos,
eosinófilos, neutrófilos y linfocitos T
CD4+.1
Para considerar a una proteína como
alérgeno, esta debe presentar
epítopos para células B a los cuales
se pueda ensamblar la IgE, y
4. epítopos para células T, capacitados
de provocar una respuesta de
linfocitos Th2, en la que las IL-4, IL-
5 y IL-13 aportan de de forma
importante en su fisiopatología.4
En la respuesta alérgica de la rinitis
se dan dos pasos claves: la
sensibilización y la reacción
alérgica.8
La sensibilización tiene lugar cuando
el antígeno es presentado por las
APC al linfocito T CD4+ virgen que
se diferencia a Th2 con intervención
de la IL-4 estimulando la síntesis de
IgE por parte de los linfocitos B. El
linfocito T reconoce el antígeno
presentado por la célula B gracias a
receptores propios del linfocito T
pero, para ello el linfocito B necesita
de una segunda señal estimuladora,
que le es proporcionada por
interacción entre CD40 en el linfocito
B y su ligando, el CD40 L en el
linfocito T. La IgE segregada se fija
por el receptor de membrana (FceR)
presente en la superficie celular de
los mastocitos y otras células. 9
La reacción alérgica se presenta si
hay un nuevo contacto con el
alérgeno, los anticuerpos IgE se
unirán a este, lo que provoca la
activación celular, con liberación de
diversos mediadores y participación
de otras células inflamatorias. Entre
los principales mediadores químicos
que intervienen en la sintomatología
de la rinitis alérgica, encontramos: 10
Histamina: Es el principal mediador
en la fase inmediata de la reacción
alérgica ante la estimulación
antigénica. Su almacenamiento se
da en los gránulos del basófilo y del
mastocito. La histamina actúa sobre
los receptores H1 de varias células y
causa los principales síntomas de
rinitis. 10
Leucotrienos: Son formados desde
el ácido araquidónico por la vía de la
lipooxigenasa, en la fase temprana
son liberados principalmente por el
mastocito, en la fase tardía por
eosinófilos y neutrófilos. Los
leucotrienos producen bloqueo e
incremento de la secreción. 10
Citoquinas: Son liberadas tanto por
los linfocitos T y por el mastocito
durante la reacción de fase tardía, su
función es el mantenimiento de la
inflamación crónica. 10
Los mediadores que son liberados
gracias a la desgranulación de los
mastocitos durante la fase temprana
incluyen histamina, heparina,
proteasas, entre otros. También se
liberan productos del metabolismo
5. del ácido araquidónico tales como
los leucotrienos, prostaglandinas y
tromboxanos. Es así que la
fosfolipasa A2, ejerce su función
sobre los fosfolípidos en la
membrana celular, liberando ácido
araquidónico que en este punto
puede dar lugar a la formación de
prostaglandinas y tromboxanos por
vía de la ciclooxigenasa o dar origen
a los leucotrienos LT LTB4, LTC4,
LTD4 y LTE4, (conocidos los tres
últimos como cisteinil LTs) por vía de
la 5-lipooxigenasa.11
Los leucotrienos actúan gracias a la
unión a receptores específicos de
alta afinidad, que se encuentran en
el músculo liso bronquial. Los
antagonistas de los receptores para
LTD4 también bloquean los efectos
broncoconstrictores del LTC4. El
LTB4 ejerce como un
quimioatrayente para los neutrófilos,
y en menor medida para monocitos y
eosinófilos. Los cisteinil LTs que son
producidos fundamentalmente por
las células cebadas y los eosinófilos,
muestran una elevada presencia en
material de lavado broncoalveolar
así como en el fluido nasal de
pacientes con rinitis. estos elevan
sus acciones en los bronquios y
mucosa nasal ante una crisis de
rinitis. Los leucotrienos, de manera
especial los cisteinil LTs, son
potentes constrictores de los
bronquios, asimismo aumentan la
secreción de moco, edema
bronquial, empeorando de esta
forma la inflamación temprana y
tardía que ocurre en la patología.12
En la sintomatología de la rinitis
alérgica interviene una fase precoz y
otra tardía en la mucosa nasal. A
grandes rasgos la fase precoz
implica la activación aguda de las
células efectoras que intervienen en
la reacción alérgica mediante la
interacción alérgeno-IgE específica
dando paso a toda la sintomatología
clásica de la rinitis alérgica, mientras
que en la fase tardía hay tanto
reclutamiento como activación de
células inflamatorias y el desarrollo
de una hiperrespuesta nasal con
síntomas más indolentes. 13
La fase precoz sucede en los
primeros minutos de la exposición y
perdura durante 2-3 horas. En esta
fase los mastocitos y basófilos
desgranulan gracias a moléculas de
IgE específica que se encuentran en
la superficie de dichas células,
liberando componentes preformados
proinflamatorios como la histamina.
Gracias a ello se produce la
6. excitación de las fibras nerviosas
sensoriales amielínicas tipo C,
suscitando estornudos y prurito, así
como vasodilatación, aumento de la
permeabilidad vascular y un
aumento en la secreción de moco.
Además, existe síntesis de otros
mediadores, incluyendo leucotrienos
(LTC4, LTD4, LTE4), y
prostaglandinas (fundamentalmente
PDG2), que ejercen funciones sobre
vasos sanguíneos y glándulas,
originando congestión nasal y
mucosidad. Igualmente hay
liberación TNF-alfa, cuya función es
incitar a la expresión de moléculas
de adhesión en las células
endoteliales acrecentando el
reclutamiento de nuevas células
inflamatorias.13
La fase tardía aparece a las 4-6
horas de la exposición del alérgeno,
la síntesis de diversos mediadores
que se liberaron o elaboraron en la
fase precoz, prolongan los síntomas
de estornudos y prurito, pero
también producen una obstrucción
que puede durar 18-24 horas. Esta
respuesta es predominantemente
inflamatoria y se suscita gracias a la
atracción y activación de eosinófilos,
linfocitos T, basófilos, neutrófilos y
monocitos a través de una cascada
de citocinas y quimiocinas liberadas
inicialmente por las células efectoras
primarias, es decir mastocitos y
basófilos. Entre las citocinas que
intervienen en el desarrollo de la
inflamación encontramos la IL-5, la
IL-4 y la IL- 13, esta última interviene
en el reclutamiento de basófilos,
eosinófilos y linfocitos T hacia la
mucosa nasal. 13
El diagnóstico de rinitis alérgica se
basa en la coordinación entre una
historia típica de síntomas alérgicos
y pruebas diagnósticas. Las pruebas
in vivo e in vitro utilizadas para
diagnosticar enfermedades alérgicas
están dirigidas hacia la detección de
IgE libre o unida a células14
Entre los diversos medicamentos
usados para tratar la rinitis alérgica
encontramos los antihistamínicos,
los corticoesteroides,
descongestionantes y los inhibidores
de los leucotrienos. A pesar de
muchas opciones de tratamiento
para la rinitis alérgica, los pacientes
reportan falta de control terapéutico
y una calidad de vida reducida.
Algunos individuos, en especial los
niños, pueden superar una alergia
dado que el sistema inmunitario
puede perder la sensibilidad ante el
alérgeno. A pesar de ello
7. determinados alérgenos siguen
afectando a la persona por mucho
tiempo. Por el carácter multifactorial
de la rinitis alérgica su prevención
representa una dificultad para el
sector sanitario.15
CONCLUSIONES
La rinitis alérgica es un cuadro
multifactorial que representa un ato
gasto, y que afecta a la mucosa
nasal causando estornudo, prurito,
congestión nasal e hipersecreción de
moco. Esta patología cuenta con
diversas maneras de clasificación,
siento usada con mayor frecuencia la
A.R.I.A., desglosando a la rinitis
alérgica en intermitente, leve,
persistente y moderada – grave. Su
componente inmunitario consta de
dos partes claves, la sensibilización
y la reacción alérgica, donde
participan diversos constituyentes
inmunitarios tanto innatos como
adaptativos. Si bien la rinitis alérgica
no es curable, algunos individuos
llegan a superarla gracias a la
pérdida o disminución de la
sensibilidad ante determinado
alérgeno. Los cisteinil LTs, actuan
ante crisis de rinitis alérgica en
donde causan inflamación a nivel de
la vía aérea, vasoconstricción a nivel
de bronquios, hipersecreción,
complicando la sintomatología y de
misma forma perpetuándola. Entre
los diversos medicamentos para
controlar la rinitis alérgica se
encuentra los inhibidores de los
leucotrienos, que cumplen con el fin
de impedir la formación de los
leucotrienos, bien sea inhibiendo la
vía de la 5 – lipooxigenasa o
directamente a los cisteinil LTs,
imposibilitando así la presencia de la
sintomatología. Otras opciones
terapéuticas son los
antihistamínicos, corticoesteroides y
descongestivos. Si bien la rinitis
alérgica generalmente no es mortal,
llega a reducir la calidad de vida de
quienes la padecen.
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