Bosques Naturales S.A. quiere dar a conocer las diferentes etapas de crecimiento de un árbol, para acercar un poco más a sus clientes y posibles nuevos clientes la manera de trabajar de nuestra empresa.
Se puede observar la conformación del árbol
generando desde su edad juvenil un árbol con
un fuste recto y definido, en ocasiones
apoyándose en la guía de un tutor-guía atado
al árbol.
La cubierta vegetal de la
plantación durante los
primeros años se gestiona
mediante pase de grada en
el 100 % de su superficie,
para facilitar la absorción de
agua en estratos profundos,
evitando la competencia
con las malas hierbas por los
nutrientes y el agua.
Se observa como una vez superada su etapa infantil en
los primeros 5 años, se empieza a observar en los
árboles un porte definido, característica de la especie
vegetal en donde no es necesario el apoyo de un tutor
para estabilizar el árbol.
En esta fase vegetativa el árbol se encuentra
podado en un 50 % de su altura, eliminando
cualquier presencia de chupón o rama que
descompense la arquitectura piramidal que
se empieza a intuir.
Comienza a partir de ahora la fase de
“engorde”, para lo que se fomentará la
conformación de una copa con gran cantidad
ramas y follaje que permita la acumulación de
reservas.
Se potencia la aplicación de fertilizante y riego
para formar una copa equilibrada. En la imagen
podemos ver el caso de árboles pintados con
pintura plástica para evitar la aparición de
heridas por insolación.
En esta fase la cubierta vegetal en la línea de plantación
se empieza a naturalizar, cubriéndose de vegetación
espontánea, ya que esta deja de tener competencia con
la absorción de nutrientes y agua en relación al propio
árbol, debido a que las raíces de los árboles se
encuentran a una mayor profundidad que las raíces del
estrato herbáceo.
Se observan todos los
árboles podados a la
misma altura, (4 – 5
metros sobre la rasante
del terreno), que
conformará las dos
trozas de 2-3 metros
que se procesaran
industrialmente.
En su undécimo año de crecimiento, la
aparición de ramas y chupones sobre el fuste
se reduce notablemente, debido a la sombra
proyectada por las copas de los árboles.
En esta fase se
realizan clareos de
ramas para
fomentar la
aireación dentro de
la copa y equilibrar
el árbol para que
este pueda
aprovechar la luz de
manera más
racional.