1. QUE ES LA CIENCIA
La ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos
estructurados sistemáticamente. La ciencia es el conocimiento obtenido
mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de
experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan
preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes
generales y sistemas organizados por medio de un método científico.1
La ciencia considera distintos hechos, que deben ser objetivos y observables.
Estos hechos observados se organizan por medio de diferentes métodos y
técnicas, (modelos y teorías) con el fin de generar nuevos conocimientos. Para
ello hay que establecer previamente unos criterios de verdad y asegurar la
corrección permanente de las observaciones y resultados, estableciendo un
método de investigación. La aplicación de esos métodos y conocimientos
conduce a la generación de nuevos conocimientos objetivos en forma de
predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos
observables pasados, presentes y futuros. Con frecuencia esas predicciones
pueden formularse mediante razonamientos y estructurarse como reglas o
leyes generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen
cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias
QUE ES LA INVESTIGACION
La investigación es considerada una actividad humana orientada a la
obtención de nuevos conocimientos y su aplicación para la solución a
problemas o interrogantes de carácter científico.
Investigación científica es el nombre general que recibe el largo y complejo
proceso en el cual los avances científicos son el resultado de la aplicación del
método científico para resolver problemas o tratar de explicar determinadas
observaciones.1
Existe también la investigación tecnológica, que emplea el conocimiento
científico para el desarrollo de "tecnologías blandas o duras", así como la
investigación cultural, cuyo objeto de estudio es la cultura, además existe a su
vez la investigación técnico-policial y la investigación detectivesca y policial.
Proyecto Integrador
Una estrategia fundamental para permitir el trabajo interdisciplinario y el trabajo
en equipo es el Proyecto Integrador. Éste se desarrolla cada semestre en torno
a una temática que permite desarrollar las competencias investigativas
2. mediante el ejercicio de una actividad práctica enfocada en uno de los ejes
articuladores del programa: iglesia, familia, trabajo o sociedad.
El Proyecto Integrador es una estrategia de indagación colectiva, rigurosa y
sistemática. Entendida así, ella hace posible la consolidación de un marco de
referencia común sobre la manera de entender y abordar
interdisciplinariamente problemas tomados tanto de la reflexión teórica como de
la vida práctica. Por lo tanto, esta estrategia se nutre con los aportes de los
módulos propios de cada semestre, para buscar soluciones a las problemáticas
que se presentan en relación con las mismas y su impacto en la vida personal,
laboral y social del estudiante.
Es hoy plenamente aceptado por las teorías del aprendizaje que el
conocimiento no se produce en el estudiante de afuera hacia adentro -
aprendiendo mecánicamente lo que se le enseña- ni tampoco es el
descubrimiento de las verdades ocultas en la realidad. Éste es fruto de la
interacción entre los significados que cada uno ya posee y las informaciones
nuevas que le llegan del exterior. Este es el fundamento teórico de los
Proyectos Integradores que articulan saberes de las diversas disciplinas que se
estudian en el semestre, con la participación de varios docentes, alrededor de
problemáticas comunes -previamente elegidas- y frente a las cuales las
distintas disciplinas tienen algo que aportar y desde las cuales se plantean
soluciones.
La metodología de aprendizaje es fortalecida a través de los proyectos
integradores, como una estrategia pedagógica y curricular que permite
favorecer el aprendizaje significativo mediante la articulación de conocimientos
-de docentes y estudiantes-; de teoría y práctica, de investigación, extensión y
docencia; y de las propias dimensiones cognitiva, espiritual, afectiva y corporal
del estudiante. La integración hace evidente la complejidad de lo real, más allá
de las simplificaciones teóricas; favorece la confrontación de perspectivas
como condición de la convivencia y de la producción humana, y propicia el
aprendizaje significativo para la construcción de sentido.
A partir de los proyectos integradores la dinámica de formación se centra
alrededor de proyectos interdisciplinarios sobre dilemas éticos específicos, con
visión integradora de las condiciones particulares implicadas en tales dilemas,
con intención creadora y en el marco de una visión socio cultural universal,
particular y singular.
3. Antonio Meucci
Antonio Santi Giuseppe Meucci (Florencia, 13 de abril de 1808 - Nueva York,
18 de octubre de 1889) fue el inventor del teletrófono, posteriormente bautizado
como teléfono, entre otras innovaciones técnicas. Desarrolló un teléfono
neumático (precursor de su teletrófono) que hoy todavía se utiliza en el Teatro
della Pergola de Florencia y que luego perfeccionó en el teatro Tacón de La
Habana. Creó un nuevo sistema de galvanizado, un sistema de filtros para la
depuración del agua e introdujo el uso de la parafina en la fabricación de velas.
También desarrolló un sistema de electroshocks terapeúticos que administraba
en La Habana. El gobierno de Italia lo honra con el título de Inventore ufficiale
del telefono.1
Vida
Estudió ingeniería química e ingeniería industrial en la Academia de Bellas
Artes de Florencia. Encarcelado alrededor de 1833-1834 por participar en el
movimiento de liberación italiano relacionado con el (Risorgimento). Se casó el
7 de agosto de 1834 con Ester Mochi. Luego fue acusado de participar en una
conspiración del Movimiento de Unificación Italiana y fue encarcelado tres
meses.
En octubre de 1835 Meucci y su esposa dejaron Florencia para nunca regresar.
Emigraron al continente americano, parando primero en Cuba donde Meucci
aceptó un trabajo en el Gran Teatro de Tacón en La Habana. Luego en 1850,
Meucci y su esposa emigraron a los Estados Unidos, y llegaron a Clifton (en
Staten Island, cerca de la ciudad de Nueva York) donde Meucci vivió el resto
de su vida.
En su nuevo hogar, Meucci fue siempre respetado como un prohombre de la
comunidad italiana de Nueva York. Había levantado una fábrica de velas y
acogía a cualquier italiano que necesitara un empujón. Garibaldi pasó por casa
de Meucci durante su periplo americano.
Alrededor del año 1854 Meucci construyó un teléfono para conectar su oficina
con su dormitorio ubicado en el segundo piso, debido al reumatismo de su
esposa. Sin embargo carecía del dinero suficiente para patentar su invento, por
4. lo que lo presentó a una empresa que no solo no le prestó atención, sino que
tampoco le devolvió los materiales. Al parecer, y esto no está probado, dichos
materiales cayeron en manos de Alexander Graham Bell quien se sirvió de
ellos para desarrollar su teléfono, que presentó como propio. El 11 de junio de
2002 el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269 por la que
reconoció que el inventor del teléfono había sido Meucci y no Alexander
Graham Bell.
Bell cuenta con otros inventos como la balanza de inducción, un prototipo de
pulmón de acero para la respiración artificial, el fotófono, el radiófono y el
grafófono, pero no el teléfono, del que, sin embargo, fue el mayor beneficiario.
Meucci contra Bell
En 1860 Meucci saca a la luz su invento. En una demostración pública, la voz
de un cantante es reproducida a una considerable distancia. La prensa italiana
de Nueva York publica una descripción del invento y un tal Sr. Bendelari se
lleva a Italia un prototipo y documentación para producirlo allí, pero no se
vuelve a saber de él, como tampoco se materializa ninguna de las ofertas que
surgen tras la demostración.
Meucci, en una situación económica precaria, se ve obligado a vender los
derechos de sus otros inventos para sostenerse y a duras penas puede ir
pagando los gastos de la patente del teléfono. Un accidente, la explosión del
vapor Westfield, del que sale con severas quemaduras, obliga a su esposa a
vender los trabajos de Antonio a un prestamista por 6 $. Cuando, una vez
repuesto, vuelve para recuperarlos la casa de empeño dice haberlos vendido a
un hombre joven al que nunca se pudo identificar.
Meucci trabaja intensamente en la reconstrucción de su mayor invento,
consciente de que alguien puede robarle la patente, pero incapaz de reunir los
250 $ que cuesta la patente definitiva, tiene que conformarse con un trámite
preliminar de presentación de documentación que registra el 28 de diciembre
de 1871 y que puede permitirse renovar sólo en 1872 y 1873.
En cuanto tiene el acuse de recibo de Patentes, vuelve a empeñarse en
demostrar el potencial de su invento. Para ello, ofrece una demostración del
telégrafo parlante a un empresario llamado Edward B. Grant, vicepresidente de
una filial de la Western Union Telegraph Company. Cada vez que Meucci
trataba de avanzar, se le decía que no había hueco para su demostración, así
que a los dos años, Meucci pidió que le devolvieran su material, a lo que le
contestaron que se había perdido.
En 1876, Alexander Graham Bell registró una patente que realmente no
describe el teléfono pero lo refiere como tal. Cuando Meucci se enteró, pidió a
su abogado que reclamara ante la oficina de patentes de los Estados Unidos
en Washington, algo que nunca sucedió. Sin embargo, un amigo que tenía
contactos en Washington, se enteró de que toda la documentación referente al
telégrafo parlante registrada por Meucci se había perdido. Una investigación
posterior puso en evidencia un delito de prevaricación por parte de algunos
5. empleados de la oficina de patentes con la compañía de Bell. En un litigio
posterior entre Bell y Western Union, afloró que existía un acuerdo por el cual
Bell pagaría a la Western Union un 20% de los beneficios derivados de la
comercialización de su invento durante 17 años.
En el proceso legal de 1886 tuvo que lidiar incluso contra sus propios
abogados, presionados por el poderoso Bell. Pero Meucci supo hacer entender
al juez que no cabía duda en cuanto a la autoría del invento registrado. A pesar
de la declaración pública del entonces Secretario de Estado: “existen
suficientes pruebas para dar prioridad a Meucci en la invención del teléfono", el
gobierno de los Estados Unidos inició acciones legales por fraude contra la
patente de Bell y el proceso fue embarrancado en el arenal de los recursos por
sus abogados, hasta cerrarse con la muerte de Meucci en 1889.
El 11 de junio de 2002, el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de
los EE.UU. publica la Resolución Nº269 por la que se honra la vida y el trabajo
de inventor italoestadounidense. En la misma se reconoce que fue más bien
Meucci antes que Graham Bell quien fue el inventor del teléfono. Reconoce
además que demostró y publicó su invento en 1860 y concluye con un
reconocimiento a su realización en dicha invención.