1. FORO 1
AGRICULTURA ECOLOGICA UNA NECESIDAD SOCIAL
La Agricultura Ecológica ha dejado de ser la actividad de unos pocos visionarios para convertirse en un sector de
gran importancia en el marco de la producción agroalimentaria a escala mundial. La Agricultura Ecológica supera
el marco de la producción agraria como actividad económica y reporta beneficios sociales a niveles más amplios.
Los sistemas agrarios actuales presentan un grado de insostenibilidad alarmante y no podrán seguir dando
respuesta a las demandas de la población por mucho tiempo, precisamente porque han agotado y destruido las
fuentes que sustentan su propia actividad. La Agricultura Ecológica como sistema agrario sostenible ha dejado
de ser una opción para convertirse en una necesidad social.
La sociedad actual se enfrenta a una serie de problemas que necesitan una respuesta urgente y duradera.
Dichos problemas han surgido como fruto del agotamiento de los recursos naturales, dada la concepción errónea
de los sistemas productivistas del siglo pasado y como consecuencia de la evolución de la propia sociedad al
adquirir unas cotas de desarrollo cada vez mayores en las que las necesidades han cambiado.
La inseguridad alimentaria, la contaminación de los recursos hídricos, la destrucción de entornos naturales, el
despoblamiento de las áreas rurales son parte de los problemas a los que se debe dar una respuesta inmediata y
efectiva. Dicha respuesta no debe ser una solución temporal, sino que debe conducirnos a soluciones duraderas
que impidan la repetición de estos mismos problemas. La Agricultura Ecológica es una respuesta necesaria y
efectiva.
By: CARLOS A. GAVIRIA
FORO 2
Grandes Beneficios
El crecimiento del sector de la agricultura ecológica está ofreciendo ya claramente nuevas oportunidades de
empleo en ámbitos tales como la producción, la transformación y los servicios afines. Además de las ventajas de
tipo ambiental, estos sistemas de producción agrícola pueden aportar importantes beneficios en términos
económicos y de cohesión social de las zonas rurales. Las aportaciones financieras y otros incentivos
concedidos a los agricultores para su conversión a la producción ecológica tienen por objeto contribuir a un
desarrollo adicional del sector y apoyar a las empresas conexas lo largo de toda la cadena agroalimentaria.
La agricultura ecológica se convierte también en una elección para los consumidores, pues la manipulación
genética de los alimentos que cada vez es mayor, causa pánico entre la población, lo que conlleva a la búsqueda
de alternativas más sanas a la hora de elegir qué tipo de alimentos queremos consumir.
Hace unos años era difícil obtener productos ecológicos fuera de los comercios especializados o de los
mercados locales, en cambio, hoy en día, dichos productos se encuentran a disposición de los consumidores en
los estantes de las mayores cadenas de supermercados en toda Europa. Aunque estos alimentos tratados
ecológicamente suelen ser más costosos que los habituales, al cabo de los años crece el numero de
consumidores ávidos de calidad y salud a la hora de alimentarse.
Las enmiendas orgánicas son aquellos materiales que primariamente modifican las características fisico-
químicas y/o químicas o la actividad biológica, sin tener en cuenta su valor como aporte de nutrientes. Sin
embargo, normalmente las ventajas de su uso derivan de los dos factores. Además de ser una fuente completa
de nutrientes para las plantas, los fertilizantes orgánicos aportan materia orgánica al suelo, que para suelos
2. arenosos o con arcillas de baja actividad, representa una mejora en las propiedades físicas, químicas y
biológicas, por su efecto acondicionador.
La producción de plantas y animales generan residuos orgánicos que contienen todos los nutrientes de las
plantas. Recientemente, los residuos urbanos comenzaron a recibir atención, ya que también son fuente de
nutrientes para las plantas.
El uso de fertilizantes orgánicos representa una serie de ventajas no solo desde el punto de vista físico, químico
y biológico, sino que también permite un uso más eficiente de recursos que de otra forma podrían contaminar las
aguas. Al mismo tiempo posibilitan un ahorro de recursos naturales minerales sin renovación y de existencia
limitada.
El contenido de nutrientes de los fertilizantes orgánicos es muy bajo en comparación con los fertilizantes
minerales, no obstante son un aporte significativo en micronutrientes.
By: CARLOS A. GAVIRIA
FORO 3
Un agricultor interesado en producir continuamente, en el mismo campo, no debería prestar atención solamente
a los objetivos y metas de su unidad de producción y esperar que con esto puede enfrentarse a los retos de
sostenibilidad a largo plazo. La discusión sobre la agricultura sostenible debe ir más allá de lo que sucede dentro
de los límites de la unidad de producción individual. La producción agrícola es un sistema mucho más vasto, con
muchas partes interactuando entre sí, incluyendo componentes ambientales, económicos y sociales, y los que se
derivan de ellos, como los culturales, tecnológicos y políticos (Gliessman, 2001a,b; Flora, 2001).
Son estas complejas interacciones y el balance entre todas estas partes lo que el enfoque agroecológico nos
invita a discutir. La Agroecología nos proporciona herramientas para determinar cuál es el status actual de
sostenibilidad de un ecosistema agrícola, o agroecosistema, cómo hacer la conversión de producción de
alimentos y fibras hacia la sostenibilidad, y cómo mantener este status (Gliessman, 2001a).
Para aplicar el enfoque agroecológico en el estudio de agroecosistemas, es bastante útil tomar de Odum (1971)
el concepto de ecosistema con sus flujos de energía y ciclos de nutrientes. Tratamos de ser tan cuidadosos como
sea posible en lo que respecta al suelo, en seleccionar qué cultivos plantar, en cómo controlar plagas y
enfermedades, y cómo comercializar la cosecha. La Agroecología nos da las herramientas de análisis para
entender las relaciones e interacciones entre los flujos y las condiciones dentro de un agroecosistema, y entre los
componentes del paisaje en la cual se encuentra el sistema.
En otros tiempos, cuando había muchas menos granjas o fincas, quizá menor población también, seguramente la
producción se enfocaba más en el consumo local. Con menos presiones de mercados externos, y menos
demandas sobre los agricultores y sus tierras de cultivo, era factible mantener las unidades agrícolas en mejores
condiciones. Es decir, encaramos una serie de oportunidades pero también de amenazas. La falta de control
nuestro sobre esos “flujos”, hacen que nuestro sistema sea vulnerable, ya que pueden incentivar prácticas
agrícolas no sostenibles. Los tratados de libre comercio, las presiones de los grandes mercados guiadas por
demanda de consumidores poco informados sobre su papel en el proceso de producción de alimentos, etc., es
decir los “flujos externos, de corriente arriba”, combinados, pueden amenazar la sostenibilidad de mi granja.
También debemos considerar, con mucha atención, que la forma en que atendemos nuestro “estanque” puede
tener efectos “corriente abajo”. Por ejemplo la erosión del suelo, y la reducción del manto freático en mi
propiedad puede afectar negativamente otras parcelas, no necesariamente a la mía, y aún a otras comunidades.
El uso inapropiado o ineficiente de plaguicidas y fertilizantes, puede contaminar el agua el aire así como dejar
3. residuos potencialmente peligrosos en la comida que mi familia y otras familias consumen. Los factores, corriente
arriba y corriente abajo, están ligados en formas complejas, a menudo más allá de nuestro control, e inciden
definitivamente en la sostenibilidad de nuestras parcelas agrícolas. Entones, el manejo y diseño de mi unidad de
producción agrícola refleja la viabilidad de la economía rural y de nuestra propia comunidad, y a la vez refleja las
políticas nacionales e internacionales que impactan mis decisiones como agricultor/a y mi familia. La pérdida de
tierras agrícolas, destinadas para otras actividades, y la pérdida de familias de agricultores en general son
indicadores claves que nos llevan a una búsqueda urgente de soluciones (Kimbrell, 2002). La agroecología ha
demostrado que puede contribuir a generar alternativas de diseño y manejo de agroecosistemas para enfrentar
los retos antes mencionados, y caminar con paso firme hacia el desarrollo sostenible.
By: CARLOS A. GAVIRIA
FORO 4
Las estrategias de diversificación agroecológica tienden a incrementar la biodiversidad funcional de los
agroecosistemas: una colección de organismos que juegan papeles ecológicos claves en el agroecosistema. Las
tecnologías promovidas son multifuncionales en tanto su adopción implica, por lo general, cambios favorables
simultáneos en varios componentes y procesos agroecológicos. Por ejemplo, los cultivos de cobertura funcionan
como un sistema multifuncional al actuar simultáneamente sobre procesos y componentes claves de los huertos
frutales y viñedos: incrementan la entomofauna benéfica, activan la biología del suelo, mejoran el nivel de
materia orgánica y con eso la fertilidad y la capacidad de retención de humedad del suelo, mas allá de reducir la
susceptibilidad a la erosión.
El proceso de conversión de sistemas convencionales caracterizados por monocultivos con alta dependencia de
insumos externos a sistemas diversificados de baja intensidad de manejo es de carácter transicional y se
compone de tres fases (Gliessman, 1998):
1. Eliminación progresiva de insumos agroquímicos mediante la racionalización y mejoramiento de la eficiencia
de los insumos externos a través de estrategias de manejo integrado de plagas, malezas, suelos, etc.
2. Sustitución de insumos sintéticos por otros alternativos u orgánicos.
3. Rediseño de los agroecosistemas con una infraestructura diversificada y funcional que subsidia el
funcionamiento del sistema sin necesidad de insumos externos sintéticos u orgánicos.
A lo largo de las tres fases se guía el manejo con el objetivo de asegurar los siguientes procesos (Altieri, 1991):
1. Aumento de la biodiversidad tanto sobre como debajo del suelo.
2. Aumento de la producción de biomasa y el contenido de materia orgánica del suelo.
3. Disminución de los niveles de residuos de pesticidas y la perdida de nutrientes y agua.
4. Establecimiento de relaciones funcionales y complementarias entre los diversos componentes
del agroecosistema.
5. Optima planificación de secuencias y combinaciones de cultivos y animales, con el
consiguiente aprovechamiento eficiente de recursos locales.
La mayoría de las prácticas que promueven los entusiastas de la agricultura sustentable caen en las fases 2 y 3.
Aunque estas dos fases ofrecen ventajas desde el punto de vista económico al reducir el uso de insumos
4. agroquímicos externos y porque tienen un menor impacto ambiental, estos manejos dejan intacta la estructura
del monocultivo y no conducen a que los agricultores realicen un rediseño productivo de sus sistemas (Power,
1999). En realidad, ambas fases contribuyen poco para que los agricultores evolucionen hacia sistemas
alternativos autorregulados. En la mayoría de los casos el MIP se traduce en “manejo inteligente de pesticidas”,
ya que consiste en un uso mas selectivo de pesticidas de acuerdo a umbrales económicos pre-establecidos, pero
que las plagas usualmente superan bajo condiciones de monocultivo.
Por otra parte la sustitución de insumos, sigue el mismo paradigma de la agricultura convencional en la que el
objetivo es superar el factor limitante, aunque esta vez se realiza con insumos alternativos y no agroquímicos.
Este tipo de manejo ignora el hecho de que el factor limitante (una plaga, una deficiencia nutricional, etc.) no es
más que un síntoma de que un proceso ecológico no funciona correctamente, y que la adición de lo que falta,
hace poco por optimizar el proceso irregular. Es claro que la sustitución de insumos ha perdido su potencial
agroecológico, pues no va a la raíz del problema sino al síntoma.
El rediseño predial, por el contrario, intenta transformar la estructura y función del agroecosistema al promover
diseños diversificados que optimizan los procesos claves. La promoción de la biodiversidad en agroecosistemas
es la estrategia clave en el re-diseño predial, ya que la investigación ha demostrado que (Power, 1999):
1. Una mayor diversidad en el sistema agrícola conlleva a una mayor diversidad de biota
asociada.
2. La biodiversidad asegura una mejor polinización y una mayor regulación de plagas,
enfermedades y malezas.
3. La biodiversidad mejora el reciclaje de nutrientes y energía.
4. Sistemas complejos y multiespecíficos tienden a tener mayor productividad total.
En la medida que más información sobre las relaciones entre biodiversidad, procesos ecosistémicos y
productividad derivados de estudios en una variedad de agroecosistemas emerja, mayores elementos para el
diseño agroecológico serán disponibles para mejorara la sustentabilidad de los agroecosistemas y la
conservación de recursos.
By: CARLOS A. GAVIRIA