1. ALFREDO ESPINO
1. El Nido
Es porque un pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un árbol, su nido matinal,
que el árbol amanece con música en el pecho,
como que si tuviera corazón musical.
Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,
para beber rocío, para beber aroma,
el árbol de la sierra me da la sensación
de que se le ha salido, cantando, el corazón.
2. Árbol De Fuego
Son tan vivos los rubores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo:
"Corazones hechos flores".
Y a pensar a veces llego:
Si este árbol labios se hiciera...
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego...!
Amigo: qué lindos trajes
te ha regalado el Señor;
te prefirió con su amor
vistiendo de celajes...
Qué bueno el cielo contigo,
árbol de la tierra mía...
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía...
Bajo un jardín de celajes,
al verte estuve creyendo
que ya el sol se estaba hundiendo
adentro de tus ramajes.
2. 3. Los ojos de los bueyes
¡Los he visto tan tristes, que me cuesta pensar
cómo siendo tan tristes, nunca puedan llorar! …
Y siempre son así: ya sea que la tarde
los bese con sus besos de suaves arreboles,
o que la noche clara los mire con sus soles,
o que la fronda alegre con su sombra los guardo. .
Ya ascendiendo la cuesta que lleva al caserío.
entre glaucas hileras de cafetos en flor…
o mirando las aguas de algún murmurador
arroyuelo que corre bajo un bosquesombrío.
¿Qué tendrán esos ojos que siempre están soñando
y siempre están abiertos?…
¡Siempre húmedos y vagos y sombríos e inciertos,
cual si siempre estuviesen en silencio implorando!
Una vez, en la senda de una gruta florida
yo vi un buey solitario que miraba los suelos
con insistencia larga, como si en sus anhelos
fuera buscando, ansioso, la libertad perdida…
Y otra vez bajo un árbol y junto a la carreta
cargada de manojos, y más tarde en la hondura
de una limpia quebrada, y en la inmensa llanura,
y a la luz de un ocaso de púrpura y violeta
¡Siempre tristes y vagos los ojos de esos reyes
que ahora son esclavos! Yo no puedo pensar
cómo, siendo tan tristes, nunca puedan llorar
los ojos de los bueyes…
4. Ascensión
¡Dos alas!... ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo!...
Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores...
¡Que pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube:
3. ésta cumbre es el reino del pájaro y la nube...
Aquí he visto una cosa muy dulce y extraña,
como es la de haber visto llorando una montaña...
el agua brota lenta, y en su remanso brilla la luz;
un ternerito viene, y luego se arrodilla
al borde del estanque, y al doblar la testuz,
por beber agua limpia, bebe agua y bebe luz...
Y luego se oye un ruido por lomas y floresta,
como si una tormenta rodara por la cuesta:
animales que vienen con una fiebre extraña
a beberse las lágrimas que llora la montaña.
Va llegando la noche. Ya no se mira el mar.
Y que asco y que tristeza comenzar a bajar...
(¡Quién tuviera dos alas, dos alas para un vuelo!
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido,
con el loco deseo de haberlas extendido
¡Sobre aquél mar dormido que parecía un cielo!)
Un río entre verdores se pierde a mis espaldas,
como un hilo de plata que enhebrara esmeraldas...
5. Cañal en flor
Eran mares los cañales
que yo contemplaba un día
(mi barca de fantasía
bogaba sobre esos mares).
El cañal no se enguirnalda
como los mares, de espumas;
sus flores más bien son plumas
sobre espadas de esmeralda...
Los vientos-niños perversos-
bajan desde las montañas,
y se oyen entre las cañas
como deshojando versos...
Mientras el hombre es infiel,
tan buenos son los cañales,
4. porque teniendo puñales,
se dejan robar la miel...
Y que triste la molienda
aunque vuela por la hacienda
de la alegría el tropel,
porque destrozan entrañas
los trapiches y las cañas...
¡Vierten lagrimas de miel!
5. ESCRITORES SALVADOREÑOS
Claudia Lars
Carmen Brannon Vega (verdadero nombre), nació en
Armenia, Sonsonate, El Salvador, el 20 de diciembre
de 1989. Es la escritora salvadoreña que ha alcanzado
un mayor reconocimiento nacional por su alta calidad
y depurado lirismo. Publicó en Repertorio Americano,
dirigido por aquellos años por el escritor
costarricense Joaquín García Monge y en Zig-zag, de
Chile. Siempre se le ha situado a la par de Gabriela
Mistral, con quien mantuvo estrecha amistad, y Juana
de Ibarborou. Fue por largos años directora de la
Revista Cultura del Ministerio de Educación. Obtuvo
diversos premios, entre ellos cabe destacar: el del Cuarto Centenario de la Ciudad
de San Salvador, Certamen nacional de Cultura y los Juegos Florales de
Quezaltenango.
Obra publicada: Estrellas en el pozo, 1934; Canción redonda, 1937; La casa de
vidrio, 1942; Romances de norte y sur, 1946; Sonetos, 1947; Ciudad bajo mi voz,
1947; Donde llegan los pasos, 1953; Escuela de pájaros, 1955; Fábula de una
verdad, 1959; Tierra de infancia, 1958; Canciones, 1960; Girasol; Presencia en el
tiempo, 1962; Sobre el ángel y el hombre, 1963; Del fino amanecer, 1966; Nuestro
pulsante mundo, 1969; Obras escogidas, (selección de Matilde Elena López), 1973-
1974; Poesía última, 1975; Sus mejores poemas ( selección de David Escobar
Galindo), 1976; Poesía Completa I, II, (Selección de Carmen González
Huguet),1999.
Canción Que Te Hizo Dormir
Claudia Lars
La noche del mundo:
¡qué largos cabellos!…
Los suelta en la torre,
la torre del viento.
Los peina en el valle,
los trenza en el cerro,
los abre en las ramas
frías del almendro.
¡La noche del mundo:
qué oscuro su cuerpo!…
En él transforman
las cosas del suelo:
el lirio descalzo
se calza de acero;
el loro se vuelve
piedra de silencio;
la errante neblina,
ángel medio ciego;
y el naranjo en flor,
un oso de hielo.
La noche del mundo:
¡qué nombre de sueño,
qué barca volante,
qué tiempo sin tiempo!
6. Hugo Lindo
Hugo Lindo nación en La Unión en 1917 y murió en San
Salvador en 1985. Fue diplomático, abogado, cuentista,
novelista y poeta. Ocupó el cargo de director del
Departamento Editorial del Ministerio de Educación y
luego el de Ministro de Educación.
También representó al país en puestos diplomáticos en
Chile, Colombia y España. Fue miembro de número de la
Academia Salvadoreña de la Lengua y correspondient e
de la Chilena y Colombiana. Asimismo se desempeñó
como decano de la facultad de Cultura general y Bellas
Artes de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”.
Su obra le hizo merecedor de varios premios. El
poemario Libro de horas obtuvo el Primer Premio del Certamen Permanente “15
de septiembre”, en Guatemala, 1947. Navegante río obtuvo el Primer Premio
Centroamerican o en los Juegos Florales de Quezaltenango, 1962. A su novela Cada
día tiene su afán se le concedió el Segundo Premio República de El Salvador en el
Certamen Nacional de Cultura, 1964. Además de su obra premiada, destaca por sus
ensayos jurídicos; cabe mencionar su tesis doctoral El divorcio en El Salvador,
1948, la cual obtuvo una medalla de oro, y el ensayo Movimiento unionista
centroamerican o, 1958. En narrativa destacan los siguientes libros: Guaro y
champaña (cuento, 1947); Aquí se cuentan cuentos (cuento, 1959); Espejos
paralelos (cuento, 1974); El anzuelo de Dios (novela, 1956); ¡Justicia, señor
Gobernador! (novela, 1960); Yo soy la memoria (novela, 1985); y Antología del
Cuento centroamerican o (antología, 2 volúmenes, 1949-50)
Otros libros del autor son: Desmesura (poesía, 1992); Varia poesía, con prólogo del
poeta colombiano Rafael Maya (Antología poética, 1960); Fácil palabra (poesía,
1985); Recuento (anotaciones literarias e históricas de Centroamérica, 1969); Sólo
la voz (poesía, 1968); Aquí mi tierra (poesía, 1989); Sangre de Hispania fecunda
(poesía, 1972); Maneras de llover (poesía, 1982) y Resonancia de Vivaldi (poesía).
Hugo Lindo
De la poesía
I
Bien: es lo que decíamos ahora.
Encenderse de lámparas sin motivo
aparente.
Alzar copas maduras
y beber los colores de la nieve
como quien bebe alas de paloma
o brinda con angélicas especies.
II
Claro: lo que decíamos ahora.
¿Para qué detener en las palabras
lo que se va por ellas, y revierte
en el propio minuto del encanto
a su silencio tenue?
¿Para qué definir lo que pudiera
relatarse jeroglíficamente?
III
Exactamente: de eso hablábamos.
De no decir el nombre de las cosas
ni aquella calidad de las aprieta,
sino sólo su sombra,
mejor dicho, el milagro
sonoro de su aroma.
Dejar que las palabras
por sí solas,
tomen hacia el prodigio
la ruta aérea de las hojas.
7. Alfredo Espino
Alfredo Espino fue un poeta salvadoreño. Nació en el
Departamento de Ahuachapán, zona occidental de El
Salvador, en el año de 1900. hijo de Enriqueta Najarro,
maestra por vocación, y Alfonso Espino, poeta, creció en un
hogar que respiraba poesía y amor al arte, su hermano Miguel
Ángel Espino también creció para volverse artista de la pluma
pero en la rama de la prosa.
Estudio Jurisprudencia en la Universidad de El Salvador. Se
doctoró en 1927. Murió en San Salvador, el 24 de mayo de
1928.
Su único libro es Jícaras Tristes, recopilación de 96 poemas,
publicada póstumamente gracias a varios amigos y bajo el
visto bueno de Alberto Masferrer, es uno de los libros más editados en su país; su
autor es de los más leídos y comentados pero no estudiado o analizado en su
expresión.
Tiene una poética delicada, buscó plasmar su terruño con una visión lírica; la que
presentó con un estilo sencillo, fácil de captar, por lo tanto, sin complicaciones
formales; escribió sonetos, romances y versos libres.
Árbol de fuego
Son tan vivos los rubores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo:
"Corazones hechos flores".
Y a pensar a veces llego:
Si este árbol labios se hiciera...
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego...!
Amigo: qué lindos trajes
te ha regalado el Señor;
te prefirió con su amor
vistiendo de celajes...
Qué bueno el cielo contigo,
árbol de la tierra mía...
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía...
Bajo un jardín de celajes,
al verte estuve creyendo
que ya el sol se estaba hundiendo
adentro de tus ramajes.
8. El Salvador será
El Salvador será un lindo
y (sin exagerar) serio país
cuando la clase obrera y el campesinado
lo fertilicen lo peinen lo talqueen
le curen la goma histórica
lo adecenten lo reconstituyan
y lo echen a andar.
El problema es que hoy El Salvador
tiene como mil puyas y cien mil desniveles
quinimil callos y algunas postemillas
cánceres cáscaras caspas shuquedades
llagas fracturas tembladeras tufos.
Habrá que darle un poco de machete
lija torno aguarrás penicilina
baños de asiento besos pólvora.
Álvaro Menén Desleal
Arco iris
Hamaca de siete paños
en que se mece la brisa.
Listón que han puesto las nubes
colgando en la lejanía.
Banderola de señales;
semáforo sin esquinas.
Alada cuerda de seda
donde los pájaros brincan.
Alfabeto del color
con que se escriben los días.
Cartelón de propaganda
en que se anuncia anilina.
Viudo párpado del cielo
y divorciada pupila.
Iris, polícroma flor
sin aroma y sin espinas.
¡Siete lazos con que Dios
ata las Siete Cabritas!
9. David Escobar Galindo
DIÁLOGO EN LA TINIEBLA
No busco la verdad, pero persigo
su estela cautivante, su aleteo
que es la réplica infiel de lo que creo
y el huidizo fulgor de lo que digo.
La verdad absoluta es un castigo
que quizás no merezca mi deseo.
Y su ausencia es el último trofeo
que desvela mi angustia de testigo.
Me quedo con la flor de la pregunta,
aspirando el aroma sin respuesta,
dejando que el silencio apenas hable.
Y al sentir que la lágrima despunta,
la verdad, como un grillo, me contesta
desde el jardín del vértigo insondable.
(Cielo escondido)
Me ofreces ese cielo
Que no alcanzo.
Serio me dices
Que te dé la mano.
¡Mucho tendremos que luchar
por ese cielo!
Porque ¡dímelo tú,
Si vendes ese cuadro!
¿Nos podría alcanzar
para ese sueño?
Y si vendo mis libros,
¿tú qué dices?
¿Podrán tus manos
alcanzarme el cielo?
10. El Ojo de Agua
Entre cañas,
entre yerbas,
abrazando furtivo la paloma del cielo...
Escondido,
tembloroso,
ambicioso,
lúbrico...
Agua pechuga;
agua pluma;
agua...
¡Ladrón de luz, niño malo,
devuelve al aire
la mensajera luminosa,
la mensajera de amor,
la cristófora-colomba
que escondes contra el pecho!
Naturaleza muerta
(Sobre un cuadro de Morandi)
La noche me camina.
Un ciprés traza el límite
De un fantasma nocturno
Y parece que todo se adormece en sí mismo.
¡Cuán raro este paisaje!:
busco entre los objetos la más pequeña llama,
un eco, un caracol…pero s en vano.
Quizás todos, a veces, nos sentimos extraños.
Y una tarde cualquiera, al mirar el contorno
De una natura abstracta suspiramos, temblamos:
Y en la flor retorcida,
En la fruta intangible,
En todo lo insinuado, lo peor hacer,
Lo vago, hallamos nuestro espacio.
Después, cuando la noche nos camina,
Cuando nadie nos mira,
Reconstruimos los seres de la tarde
Y entramos, por un sueño, en el cuadro.
Bolonia, enero de 1958.
11. LOCOS
A los locos no nos quedan bien los nombres.
Los demás seres
llevan sus nombres como vestidos nuevos,
los balbucean al fundar amigos,
los hacen imprimir en tarjetitas blancas
que luego van de mano en mano
con la alegría de las cosas simples.
Y qué alegría muestran los Alfredos, los Antonios,
los pobres Juanes y los taciturnos Sergios,
los Alejandros con olor a mar!
Todos extienden, desde la misma garganta con que cantan
sus nombres envidiables como banderas bélicas,
tus nombres que se quedan en la tierra sonando
aunque ellos con sus huesos se vayan a la sombra.
Pero los locos, ay señor, los locos
que de tanto olvidar nos asfixiamos,
los pobres locos que hasta la risa confundimos
y a quienes la alegría se nos llena de lágrimas,
cómo vamos a andar con los nombres a rastras,
cuidándolos,
puliéndolos como mínimos animales de plata,
viendo con estos ojos que ni el sueño somete
que no se pierdan entre el polvo que nos halaga y odia?
Los locos no podemos anhelar que nos nombren
pero también lo olvidaremos
12. Por qué escribimos
Uno hace versos y ama
la extraña risa de los niños,
el subsuelo del hombre
que en las ciudades ácidas disfraza su leyenda,
la instauración de la alegría
que profetiza el humo de las fábricas.
Uno tiene en las manos un pequeño país,
horribles fechas,
muertos como cuchillos exigentes,
obispos venenosos,
inmensos jóvenes de pie
sin más edad que la esperanza,
rebeldes panaderas con más poder que un lirio,
sastres como la vida,
páginas, novias,
esporádico pan , hijos enfermos,
abogados traidores
nietos de la sentencia y lo que fueron,
bodas desperdiciadas de impotente varón,
madre, pupilas, puentes,
rotas fotografías y programas.
Uno se va a morir,
mañana,
un año,
un mes sin pétalos dormidos;
disperso va a quedar bajo la tierra
y vendrán nuevos hombres
pidiendo panoramas.
Preguntarán qué fuimos,
quienes con llamas puras les antecedieron,
a quienes maldecir con el recuerdo.
Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.
13. ANTIVALORES
Angustia: La angustia es un
estado afectivo de carácter
penoso que se caracteriza por
aparecer como reacción ante un
peligro desconocido o impreciso.
Suele estar acompañado por
intenso displacer psíquico y por
pequeñas alteraciones en el
organismo, tales como elevación
del ritmo cardiaco, temblores,
sudoración excesiva, sensación
de opresión en el pecho o de
falta de aire (de hecho,
"angustia" se refiere a
"angostamiento".
Deshonestidad: La
deshonestidad no tendría
ningún papel en un mundo en
que imperara la realidad y
estuviera habitado por seres
humanos plenamente
conscientes. Desgraciadamente,
debemos de convivir con la
deshonestidad. Los humanos,
abrigamos una variedad de
tendencias e impulsos que no
armonizan espontáneamente
con la razón.
14. Arrogancia: La Arrogancia es el estado
de estar convencido del derecho a situarse
por encima de los otros. El arrogante (o
soberbio) pretende ser superior a los
demás, y desdeña la Humildad.
Odio: El odio es un sentimiento
negativo, de profunda antipatía, disgusto,
aversión, enemistad o repulsión hacia una
persona, cosa, situación o fenómeno, así
como el deseo de evitar, limitar o destruir
aquello que se odia.
Irrespeto: Irrespetamos nuestros
sentimientos cuando no los valoramos, para
cumplir con el mandato de no sentir o no
expresar lo que sentimos, empleando muchas
veces el rebusque como mecanismo de
defensa. Entonces en lugar de expresar
nuestras emociones las represamos, por el
miedo a ser juzgados. Esto va a formar parte
del sistema de creencias que incorpora
mensajes en los primeros años de vida del
niño, y que luego éste si los acepta, los
convertirá en mandatos. Y así, obtendremos una gran gama de reprimidos.
15. Irresponsabilidad: El culto a
la irresponsabilidad muy
difundido en nuestro país.
Generando que "Dar la Palabra"
no tenga ningún valor o
significado. Pues el
incumplimiento es casi
tradición. Esto genera molestias
entre personas que la sufren o
compañías que dependen de
proveedores, etc.
Injusticia: La definición sería
algo difícil de establecer, pues
se debe ver el contexto en que se
aplica la definición. Pero en el
mas amplio concepto sería "El
incumplimiento de un pacto".
Las leyes, códigos y/o
reglamentos son pacto entre los
Hombres para poder convivir y
el no cumplimiento de ellos le
llamamos injusticia.
16.
17. Conducta Sexual,drogas y alcohol
Los ambientes recreativos nocturnos son lugares claves de la socialización de
los jóvenes. Entre quienes frecuentan estos lugares, el consumo de alcohol y
drogas provoca cambios en la toma de decisiones sobre relaciones sexuales y
se asocia a una mayor probabilidad de practicar conductas sexuales de riesgo.
Describir a los jóvenes que salen los fines de semana; analizar las relaciones
entre el hecho de ir a dichos lugares y el consumo de alcohol y drogas;
estudiar asociaciones entre consumo de sustancias y conductas sexuales.
Los participantes salen habitualmente de noche, sobre todo los fines de
semana. Las sustancias más consumidas fueron alcohol, cannabis, cocaína y
éxtasis. Los consumidores de alcohol y drogas presentan hábitos recreativos
nocturnos mucho más arraigados que los no consumidores, y el consumo de
drogas aumenta en proporción a las actividades recreativas. El consumo
precoz de alcohol y drogas se asoció, proporcionalmente, a experiencias
sexuales precoces. Los consumidores de alcohol y drogas fueron mucho más
propensos a adoptar conductas sexuales de riesgo que los no consumidores.
Disfrutar de los ambientes recreativos nocturnos expone a los jóvenes
portugueses a factores ambientales, que combinados con el consumo de
sustancias, influyen en el tipo de relaciones entre consumo de alcohol y drogas
y conducta sexual.
Generador de valores: La actividad física y el sano esparcimiento de la
personas,
Generador de antivalores: La violencia y delincuencia.