3. BOSQUEJO DE LA LECCION
1 El ángel fuerte y el librito
a El ángel fuerte
b Juan es comisionado para profetizar
2 Visiones parentéticas previas a la séptima
trompeta
a El acto de medir el templo
b Los dos testigos
3 Al sonar la séptima trompeta
4 La mujer y el dragón
a La mujer vestida del sol
b El Hijo de la mujer: Gobernante eterno
c La preservación de la mujer y su descendencia
4. El ángel fuerte y el librito
Acabamos de ver los resultados de la quinta y
la sexta trompeta de juicio
y el primer ay en el capítulo 9. Sin embargo,
los cuatro capítulos siguientes
de Apocalipsis (10—13), consisten
mayormente en paréntesis proféticos. En
esta lección comentaremos los tres primeros
capítulos de esta serie. El primer
paréntesis profético tiene que ver con el ángel
fuerte y el librito.
5. El ángel fuerte
Apocalipsis 10:1-7
Antes de un desarrollo mayor de juicio, Juan ve a otro ángel
poderoso
que viene del cielo. Ya hemos visto anteriormente el término “otro
ángel” en
Apocalipsis 7:2 y 8:3. En cada caso se emplea para establecer una
diferencia
entre los ángeles comúnmente considerados y uno con otra función
o actividad
a cumplir. En el capítulo 7 otro ángeltenía el sello del Dios viviente.
El capítulo
8 revela a otro ángelcon un incensario de oro que ofrece incienso
junto con
las oraciones de los justos. Ahora vemos otro ángel, uno fuerte,
glorioso en
apariencia, con una función especial a cumplir.
6. Una vez más surge la pregunta: “¿Quién es este ángel fuerte?” Primero
consideraremos la identidad de este ángel. Luego comentaremos la
importancia
de su actividad.
La razón de preguntarnos quién es este poderoso ángel reside en que si
es un
ángel en sentido literal, o si es una representación simbólica de nuestro
Señor. Tal
como veremos, los principales eruditos bíblicos difieren a este respecto.
Algunos
de ellos ven puntos de semejanza entre la descripción que aparece en este
pasaje
y la descripción de Jesús en Apocalipsis 1:13-15. Ambas descripciones
parecen ser semejantes a la del mensajero celestial de Daniel 10:3-5.
Algunos eruditos
no creen que este mensajero con el librito sea Jesús, pues aquél señala en
el
versículo seis que es inferior a Dios
7. El autor de este texto cree que este ángel fuerte simboliza al Señor Jesucristo.
Según su punto de vista, el ángel fuerte aquí retrata el acto a través del cual
nuestro Señor reclama posesión de la tierra como nuestro pariente cercano. Esto
se simboliza por su acción de colocar un pie sobre la tierra y el otro sobre el mar
(v. 2). En lenguaje figurado, Dios está a punto de poner todas las cosas bajo su
autoridad (Hebreos 2:8). El plan de salvación de Dios está llegando a su punto
culminante, y este momento de consumación está llegando con rapidez y finalidad.
En este momento (v. 6), el ángel, en su postura altamente significativa sobre la
tierra y el mar, formula un anuncio: “Ya no habrá más demora.” Este anuncio se
conoce como una afirmación proléptica.Una declaración proléptica es una
afirmación sobre el futuro, como si éste ya hubiese ocurrido. Isaías 9:6 es un
ejemplo
de una declaración proléptica. Habla como si Jesús hubiera nacido alrededor de 750
años antes de su nacimiento. La declaración del ángel en el versículo 10:6 es un
anuncio del fin. El texto griego expresa literalmente “que el tiempo ya no será más”.
8. Esta declaración parece indicar un final inmediato del tiempo. Sin embargo,
considerando que en el resto del libro de Apocalipsis se mencionan días,
meses y
años, sabemos que ése no es el verdadero sentido. Aquí el anuncio
expresa que no
habrá más demora en el proceso que conduce al triunfo sobre el mal. El
tiempo de
Satanás para actuar como príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2) y
para alejar a
los hombres del propósito de Dios para sus vidas y destino eterno está
llegando a su
fin. Además, el siervo de Satanás, el Anticristo, a quien consideramos
detalladamente
en la lección 9, está viendo el fin de su intento *abortivo de dominio
mundial.
Hemos procurado determinar quién es el ángel y su propósito en esta
escena.
9. Hay varios puntos más que destacar respecto al librito que tiene en su
mano, y
la reacción a su llamado inicial (vv. 2-4). Juan vio que este ángel fuerte
tenía
“en su mano un librito abierto” (v. 2). Algunos eruditos ven este “librito” de
manera diferente al rollo con los siete sellos, pues se denomina en el
diminutivo.
Creemos que es descrito como pequeño debido a su relación con el
tamaño
del libro con que se toma posesión de la heredad de un hombre. El librito
se
encuentra abierto y los eventos registrados en él están a punto de ocurrir.
El punto
central es que este librito es significativo en la progresión del ministerio del
profeta, como veremos en los versículos 8 al 11
Juan observó que cuando el ángel fuerte tomó su posición en la tierra y en
el mar y habló a gran voz, siete truenos dejaron oír sus voces.
Desconocemos el
contenido de este mensaje, pues al profeta le fue prohibido registrarlo (v.
10. Juan es comisionado para profetizar
Apocalipsis 10:8-11
Nuevamente Juan escucha una voz del cielo que lo instruye a que tome el
rollo de la mano del ángel. En obediencia, él se aproxima al ángel y le pide el
librito. El ángel lo entrega al profeta y le ordena que lo coma. El ángel agrega:
“Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca te será dulce como
la miel” (v. 9). Juan procede como le es ordenado y constata que el ángel había
descrito con bastante exactitud lo que sucedería. El librito sabía tan dulce como
la miel, pero le provocó una sensación de amargura en el estómago.
Para entender el significado de este acto simbólico, volvamos al libro de
Ezequiel. En los capítulos 2 y 3 de su profecía, Ezequiel registra una experiencia
similar a la que Juan experimentó. Allí, Ezequiel recibió un rollo que contenía
palabras de lamento, advertencia y aflicción (2:9-10). Le fue ordenado que
comiera el rollo, el cual encontró dulce como la miel en su boca (3:1-3).
Inmediatamente después, el profeta recibió orden de ir a la casa de Israel y
hablar las palabras de Dios para su pueblo (3:4). Parece obvio que esta actividad
representa una forma simbólica de la comisión profética de Ezequiel. Esta
explicación se adapta bastante bien al contexto de Apocalipsis 10.
11. El símbolo de comer el librito sugiere que el profeta debe absorber
completamente el mensaje profético. Vimos que el rollo con los siete sellos
incluía las condiciones para la realización del propósito de Dios al redimir al
hombre. El librito aquí parece recalcar la consumación del propósito divino. Juan
debe absorber totalmente el mensaje profético. Al hacerlo, encontrará que este
produce sentimientos conflictivos en él. Al saber que Dios va a completar su plan
para este mundo, restaurando las cosas de acuerdo a su deseo, se produce una
dulce experiencia de gozo en todos los creyentes. Por otro parte, resulta amargo
para todos los creyentes digerir el hecho de que aquellos que están sin Cristo —
incluyendo los seres queridos— enfrentarán la maldición eterna. Ciertamente,
esta seria realidad debe dar a cada creyente suficiente motivación para hacer todo
lo posible por ganar a los perdidos, dondequiera que se encuentren.
Una vez que recibe una comisión profética renovada, el profeta recibe una
orden: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones,
lenguas y reyes” (v. 11). Pese a que Juan se encuentra en los últimos días de su
vida, esta declaración anticipa el impacto que esta profecía tendrá cuando, junto
con el resto de la palabra inspirada de Dios, sea proclamada en todo el mundo
como un testimonio a todas las naciones (Mateo 24:14).
12. Visiones parentéticas previas a la séptima trompeta
Apocalipsis 11:1-14
Cuando enfocamos nuestra atención en la primera parte del
capítulo
11, vemos más visiones parentéticas. Algunos eruditos bíblicos
tratan de
espiritualizar este pasaje, diciendo que los eventos descritos no son
reales. En
su opinión, el contenido presenta solamente verdades espirituales.
Sin embargo,
nosotros no estamos de acuerdo con esta noción. Creemos que las
descripciones
proporcionadas aquí se refieren a eventos y acciones reales, que
son partes
esenciales en la consumación del plan de Dios para la salvación
del hombre.
Ahora pasemos a la primera de estas visiones parentéticas del
capítulo 11.
13. El acto de medir el templo
Apocalipsis 11:1, 2
En los versículos 1 y 2, Juan recibe orden de medir el templo y el altar y
contar los que adoran en él. Pero se le pide que excluya el patio exterior porque
es dado a los gentiles. También se le explica por qué debe excluir el patio
exterior: “Ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa
cuarenta y dos meses” (v. 2). ¿Qué debemos hacer respecto a estas instrucciones?
En estos versículos es posible ver una profecía de la preservación y final
salvación del pueblo judío. Poco antes de la devastadora guerra judeo-romana (66
d.C.), los judíos cristianos huyeron de la escena del conflicto. Naturalmente, esta
acción puso en tela de juicio su lealtad al estado y dañó aun más las relaciones
con la comunidad judía ortodoxa. Después, cuando la guerra alcanzó su clímax y
llegó a su crítico fin en el año 70 d.C., la ciudad de Jerusalén y el templo fueron
destruidos. En este punto, los judíos cristianos formularon la pregunta que Pablo
había planteado anteriormente respecto a la *terquedadde los judíos para
reconocer a Jesús como su Mesías: “¿Ha desechado Dios a su pueblo?”
(Romanos 11:1). A esta pregunta Pablo respondió: “En ninguna manera.”
14. Luego, en el transcurso de los capítulos 9 al 11 de
Romanos, él trató el asunto con
profundidad y concluyó que la caída de Israel no era
permanente. Antes bien, la
nación sería restablecida como parte del pueblo de
Dios (Romanos 11:26). Esta
es la enseñanza clara de estos tres capítulos. Las
palabras de Jesús en
Lucas 21:24 concuerdan con este punto de vista:
“Jerusalén será hollada por los gentiles, hastaque los
tiempos de los gentiles se cumplan.” Por
consiguiente,
Apocalipsis 11 nos entrega una profecía que predice
la preservación y final salvación del pueblo judío.
15. En Apocalipsis 11:1 y 2, Juan llega a ser un participante de la visión que
está
recibiendo (antes, en el capítulo 10:8-11, ya había participado). Recibe
orden de
medir el templo de Dios y el altar; sin embargo, debe excluir el atrio exterior
que
ha sido entregado a los gentiles. ¿Qué debemos hacer con esta *medición
*metafóricadel templo? Primero examinemos los aspectos físicos del
sistema del
templo y después consideremos su significado.
El templo mismo (el lugar santo y el lugar santísimo) se encontraba
rodeado
por tres atrios. El primero de ellos, o el más cercano al templo, el “atrio de
los sacerdotes”, contenía el altar del holocausto y la fuente de bronce.
Estaba
reservado solamente para los sacerdotes. Próximo a éste se encontraba el
“atrio de los israelitas”, que se dividía en dos partes, una para los hombres
y la
otra para las mujeres. El pueblo de Israel que estaba ceremonialmente
16. En la presente visión, todos los atrios interiores y el santuario, junto con los
adoradores, están separados del atrio exterior, el atrio de los gentiles. Al meditar
en esta medición metafórica, reconocemos que el significado de “medir una
ciudad” es mucho más que simplemente averiguar sus dimensiones. Más bien,
una comparación del presente simbolismo con su uso en cualquier otra parte de
la Escritura nos conduce a la conclusión de que el acto de medir simboliza poner
una ciudad aparte, ya sea para salvación o para destrucción. También creemos
que, en algunos contextos bíblicos, la acción de medir implica el señorío de Dios.
(Véase 2 Reyes 21:13, Isaías 34:11 y Lamentaciones 2:8) En el caso presente
vemos un contraste: el santuario y sus atrios son preservados, mientras que el
atrio exterior y la ciudad santa no son preservados.
Aquí queda claro que, tanto el atrio exterior como la ciudad de Jerusalén,
están marcados para la destrucción a manos de los gentiles. A base de la
referencia de Jesús en Lucas 21:24 a la destrucción de Jerusalén por los gentiles,
inferimos que la ciudad, en este caso, representaba al pueblo judío. Puesto
que la ciudad es contrastada con el templo y sus adoradores que son salvos,
el significado parece ser que la nación en su totalidad es contrastada con una
pequeña parte o remanente, constituido por verdaderos adoradores de Dios.
17. Parece claro que el templo y sus adoradores no representan a todo Israel,
pues ellos son contrastados con el atrio exterior y toda la ciudad de
Jerusalén,
que representa a la nación. Esto sugiere un contraste entre un remanente
fiel
de israelitas creyentes quienes, comparados con la ciudad en su totalidad,
son
verdaderos adoradores de Dios. La nación de Israel será hollada por las
naciones,
y el pueblo judío caerá bajo el juicio divino porque se han transformado en
apóstatas espirituales. Este hecho recibe apoyo en el versículo 8, donde
Jerusalén,
en forma figurada, es llamada Sodoma y Egipto, donde el Señor fue
crucificado.
Otros lugares en la Escritura donde Jerusalén representa a toda la nación
son:
Salmo 137:5, 6; Isaías 40:1, 2; y Mateo 23:37.
18. El versículo 2, donde dice que “ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos
meses” nos lleva a Daniel 9:27, donde se dice que el gobernante que ha de venir
hará un pacto de siete años con los judíos. Sin embargo, es evidente que en la
primera mitad del período de tribulación les será permitido a los judíos adorar en su
templo, y ellos sentirán que deben estar en Jerusalén. Sin embargo, este paréntesis
profético en el capítulo 11:1, 2 parece hacer referencia al punto medio de los
siete años de tribulación, un momento en que la política tolerante del Anticristo
comienza a llegar a su fin. Entonces, hacia la mitad del período de pacto, es decir,
después de 42 meses o 3 años y medio, El Anticristo abrogará las condiciones de
su pacto con los judíos, anulará las libertades religiosas y civiles (para los fieles) y
colocará su imagen en el templo para que sea adorada. Este acto es la abominación
desoladora (Mateo 24:15). El fin de estos últimos tres años y medio marca el fin
del tiempo de los gentiles (Lucas 21:20-24). Daniel 7:25 dice que él “hablará
palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará... hasta tiempo,
y tiempos, y medio tiempo”. Sin embargo, el remanente de fieles será preservado
en forma divina en este tiempo de tribulación.
19. Los dos testigos
Apocalipsis 11:3-14
Los versículos 3 al 14 nos dan detalles del ministerio de dos poderosos
testigos que profetizarán a un pueblo afligido durante 42 meses de padecimiento
en el período de tribulación. Aunque algunos eruditos ven a estos dos testigos
como símbolos de la iglesia en su testimonio, la detallada descripción nos lleva
a verlos, realmente, como dos individuos de los últimos tiempos que serán
enviados al pueblo de Israel para iniciar el arrepentimiento de éste. En esta
sección consideraremos su propósito, quiénes son, su tiempo de ministerio, una
descripción detallada y su muerte.
Primero señalaremos su propósito. Ellos son testigos especialmente
comisionados, que cumplirán su labor específica de ministerio durante 1,260 días
o 42 meses (v. 3). Un erudito bíblico observa que su única identidad como
profetas de juicio es simbolizada por las ropas de cilicio que visten. El cilicio era
una tela cruda y rala, hecha de pelo de cabra, usada para hacer sacos y las
prendas ásperas que vestían las personas que guardaban luto (Génesis 37:34; Apocalipsis
6:12). Las prendas ásperas hechas de cilicio también se usaban en
tiempo de gran *calamidady en tiempos de arrepentimiento, para expresar dolor
por el pecado (2 Samuel 3:31, 32; 1 Reyes 20:31; Mateo 11:21)
20. Los dos testigos son denominados “los dos olivos, y los dos candeleros que
están en pie delante del Dios de la tierra” (v. 4). Quizás usted recuerde que Josué
el sumo sacerdote y Zorobabel fueron levantados para ser testigos en el tiempo
de Zacarías. Ellos ministraban en el poder del Espíritu Santo, simbolizado en
el aceite de olivo usado en el candelabro (Zacarías 4:1-6). En aquellos días de
peligro Dios recordó a su pueblo que no es “con ejército, ni con fuerza, sino con
mi Espíritu” que se cumple su propósito. De igual modo, estos dos testigos del
tiempo final ejecutarán su oficio profético a través del poder del Espíritu Santo.
Además de un ministerio profético ungido, estos dos personajes tienen un amplio
ámbito de poder (vv. 5, 6). Ellos cuentan con la protección divina contra los asaltos
de los enemigos y el poder sobre los elementos naturales, incluyendo la habilidad
para prevenir la lluvia, y el poder de afligir la tierra con toda clase de plagas cuantas
veces quieran. Un erudito en profecía bíblica señala que estos dos profetas tendrán
los mayores poderes jamás dados a profetas terrenales. Esto explica su habilidad de
sobrevivir a todos los intentos de destruirlos durante 42 meses.
21. No se encuentra claro el asunto de cuándoen el período de siete años los
dos
testigos realizarán su ministerio. Algunos eruditos creen que ellos
ministrarán
durante la primera mitad de la tribulación. Ellos creen que su ministerio
será
esencial para llevar a los 144.000 a la salvación. También insisten en que,
puesto
que los gentiles oprimirán a Jerusalén durante la segunda mitad, no habría
necesidad aparente de que ellos testificaran. Otros eruditos bíblicos creen
que
durante la segunda mitad de la tribulación el ministerio de los testigos será
especialmente necesario, cuando el Anticristo se declare a sí mismo y deje
caer
toda la fuerza de su poder sobre el pueblo judío. Estos eruditos también
señalan
que la segunda mitad es un tiempo de juicio más específico y, por
consiguiente,
concuerda con el propósito del ministerio de los testigos.
22. En nuestra opinión, el hecho de que tantas personas se vuelvan al
Señor
durante la primera mitad de la tribulación, es evidencia del
ministerio de los
dos testigos. No está establecido claramente si esta acción de Dios
es resultado
del ministerio de ellos, de los 144.000, de ambos, o si simplemente
es una
acción soberana del Espíritu de Dios. Lo que sí sabemos es que los
dos testigos
tienen un mensaje dramático, dinámico y poderoso, que será
acompañado por
señales milagrosas (vv. 3-6). Una comparación de Éxodo, capítulos
7 al 11, y
1 Reyes 17:1-7 con Apocalipsis 11:6 señala que ellos tendrán el
mismo poder
respecto a la sangre, las plagas y la lluvia que tuvieron Moisés y
Elías.
23. Aun cuando los poderes mencionados en el versículo 6 parecen sugerir la
identidad de los dos testigos, la Escritura no los identifica de manera
específica.
Algunos eruditos insisten que ellos son Enoc y Elías, que deben volver a la
tierra
y experimentar la muerte, puesto que está establecido que el hombre
muera una
vez (Hebreos 9:27). Obviamente, sólo estos dos hombres de todos los que
han
vivido están en esta condición. Tal vez estos eruditos pasan por alto el
hecho de
que toda una generación de creyentes que serán arrebatados, de igual
modo no
experimentarán la muerte.
Otros eruditos insisten en que los dos personajes son Moisés y Elías, ya
que ellos tendrán ministerios similares al de los primeros profetas. La
segunda
opinión también se basa en el hecho de que Moisés y Elías aparecieron
con Jesús
24. es un símbolo del ministerio profético ejercido en forma dinámica y poderosa
(Lucas 1:17). Creemos que Moisés y Elías estuvieron con Jesús en el monte,
por cuanto ellos representan la Ley y los profetas respectivamente. Aunque no
conocemos con seguridad la identidad precisa de estos dos testigos, creemos que
ellos serán dos profetas al estilo del Antiguo Testamento, pues ministrarán en un
momento cuando un segmento de Israel se volverá a Dios.
Puesto que los profetas hablan el mensaje de Dios, indudablemente se
enfrentarán con oposición de parte de los incrédulos. Con todo, los probables
asesinos no tendrán éxito al intentar herirlos. Efectivamente, cuando lo intenten
serán destruidos inmediatamente (v. 5). Debemos recordar que la vida del pueblo
de Dios se encuentra en sus manos. Nosotros podemos servir a Dios sin temor,
porque Él nos guardará hasta que nuestra tarea esté finalizada. Cuando el momento
de la muerte esté cerca, cada uno de nosotros, gracias a su poder guardador, podrá
decir con el apóstol Pablo: “He guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Sin embargo,
cuando ellos hayan cumplido su misión, la bestia del abismo los atacará y derrotará,
y les dará muerte (v. 7). Por primera vez en Apocalipsis tenemos una visión previa
del Anticristo que ha de venir, la bestia de Apocalipsis 13.
25. Los versículos 8 al 10 revelan la actitud indolente de los impíos hacia la
muerte de los dos testigos. Contrario a las leyes de la decencia y humanidad
razonable, los cuerpos de ambos no serán sepultados, sino que serán expuestos
a la más grande indignidad durante tres días y medio en las calles de Jerusalén.
Figurativamente, Jerusalén es denominada Sodomay Egipto. Sodoma sugiere la
degradación moral y Egipto simboliza la opresión, la esclavitud y la idolatría; sin
embargo, la verdadera identidad de la ciudad se da a conocer en el versículo 8.
La muerte de los testigos causará una celebración mundial, pues la gente
creerá que las plagas, la sequía y el juicio provienen de ellos antes que de Dios a
través de ellos (compare v. 12 con 4:1). Sin embargo, cuando las comunicaciones
modernas propaguen las noticias y muestren el *espeluznante panorama de los
restos de los profetas, y cuando la celebración alcance su cúspide, los testigos
resucitarán ante la vista de sus enemigos. Este dramático cambio de eventos
azotará con terror los corazones de la gente, cuando escuchen una voz que viene
del cielo y que ordena: “Subid acá” (v. 12). Después, ante la mirada de sus
enemigos, los profetas serán transportados al cielo. Sin embargo, antes de que sus
enemigos puedan volver a sus actividades impías, la ciudad será estremecida por
un fuerte terremoto que destruirá la décima parte de la ciudad. Los sobrevivientes
se aterrorizarán y glorificarán al Dios del cielo (v. 13). El segundo ayse habrá
cumplido y el tercero estará a la puerta (v. 14).
26. Al sonar la séptima trompeta
Apocalipsis 11:15-19
El interludio entre la sexta y la séptima trompeta llega ahora a su fin. La
comisión profética de Juan ha sido renovada, el templo ha sido medido y los dos
testigos han venido y se han ido. Ahora puede sonar la séptima trompeta, la cual
introduce el último período del fin (10:7). Sin embargo, está claro que es una
declaración proléptica, es decir, mira a la culminación del conflicto del capítulo
19, hablando como si fuera un hecho ya consumado. Pero como veremos, este
último período involucra un prolongado espacio de tiempo.
Cuando suena la séptima trompeta, no hay maldición como consecuencia.
Antes bien, se anuncia que el reino del Señor, esperado por tanto tiempo, viene
y será eterno. Esto quiere decir que el tiempo del inicuo, Satanás, y de aquellos
a quienes controla, está llegando a su fin. En respuesta a este anuncio, los
veinticuatro ancianos se regocijan en la bendición anticipada que fluirá del Reino.
Ellos señalan el triunfo de nuestro Señor cuando combata el poder de las fuerzas
que se oponen al establecimiento de su reino. Note los elementos asociados con
su ascenso al poder.
27. 1. Las naciones se airaron (v. 18). De modo que
el fin no resulta en una *utopía
pacífica, sino en una confrontación entre un Dios
santo y un hombre rebelde.
2. La ira de Dios es revelada (v. 18). Hasta este
momento se ha enfatizado su
conformidad y paciencia.
3. El desenlace final trae consigo la necesidad de
juicio (v. 18). Lo primero
que tenemos ante nosotros es la resurrección de
los justos, quienes serán
recompensados. También es tiempo de que los
destructores sean destruidos.
28. Cuando concluye esta escena, la atención se sitúa en el templo de Dios en
el
cielo, que al ser abierto, revela el arca del pacto. En la sección anterior,
vimos
que los justos tuvieron que huir del templo en Jerusalén, pero no tendrán
que
huir del templo de Dios en el cielo (v. 19). La escena del templo con el arca
del pacto en el cielo nos recuerda que, del mismo modo que Dios guardó
su pacto en
el Antiguo Testamento, siempre guardará su Palabra. Los pueblos, lo
mismo que
Israel en el pasado, pueden quebrantar su parte del contrato, pero Dios es
fiel a
su Palabra. En los tiempos de dolor que quedan por delante, es posible
depender
de Dios para que lleve seguro a su pueblo a la recepción de su
recompensa. Un
erudito observa que la apertura del templo en el cielo señala y anticipa
nuestra
posibilidad de entrar directamente a la presencia de Dios en una comunión
29. La mujer y el dragón
Apocalipsis 12:1-6, 13-16
En la última sección de esta lección examinamos
el capítulo 12. Aquí
tenemos otra visión intercalada. Mientras
ponemos atención a todo el capítulo,
examinaremos los versículos 1 al 6 y 13 al 17
principalmente, y dejaremos
el asunto del gran dragón escarlata (vv. 7-12)
para la lección 12. Ahora
examinamos a la mujer vestida del sol, su hijo y el
resto de su descendencia.
30. La mujer vestida del sol
Apocalipsis 12:1-6, 13-16
Juan señala la aparición de una gran señal en el cielo (v. 1). Esta señal
que
aparece en el cielo apunta a una realidad en la tierra. Juan ve a una
misteriosa
mujer encinta, vestida del sol, que lleva en su cabeza una corona de doce
estrellas
y con la luna bajo sus pies. Ella se encuentra en la agonía del parto, casi
lista
para dar a luz, mientras que un gran dragón escarlata está de pie frente a
ella,
aguardando para devorar a su hijo tan pronto como nazca (vv. 2-4). Sin
embargo,
la mujer da a luz a su hijo a salvo, un varón, que inmediatamente es
arrebatado
para Dios. Mientras tanto, la mujer huye a un lugar seguro, que Dios
preparó para
que ella estuviera 1.260 días. Este es el meollo de la visión inicial del
31. Muchos eruditos bíblicos creen que la mujer representa a Israel. Un
comentarista bíblico dice que ella simboliza a Israel como la matriz de donde
vino Jesús. En Apocalipsis se menciona a otras mujeres, como Jezabel (2:20),
que representa la religión como un sistema falso; la prostituta (17:1-7, 15-18),
que representa la iglesia apóstata del futuro; y la novia, la esposa del Cordero
(19:7), que representa la Iglesia unida a Cristo en gloria. Es interesante notar que
el único otro lugar en la Escritura donde aparece este símbolo es en relación con
Israel (Génesis 37:9).
En el Antiguo Testamento, en una ocasión, Israel es mencionada como una
mujer casada, la esposa de Jehová (Isaías 54:1; Jeremías 3:1-14; Oseas 2:14-23).
De hecho, Israel es el único grupo de entre el pueblo de Dios en la Escritura que se compara a
una mujer casada. La iglesia, en cambio, es tratada como una virgen
(2 Corintios 11:2), nunca como una madre encinta. Israel también es mencionada
en el Antiguo Testamento como una mujer con dolores de parto (Isaías 26:7 y
66:7; Miqueas 4:10, 5:3). Concluimos, pues, que la mujer representa a Israel. Y
así como los dolores del parto indican la proximidad del nacimiento, los dolores
de la mujer pueden representar las señales que Jesús dijo que conducirían al fin
del siglo (Marcos 13:8).
32. Antes de considerar la identidad del pequeño, debemos prestar atención al
destino y futuro de la mujer. Los versículos 6 y 14 establecen que ella huirá del
gran dragón (al que consideraremos en la lección 12). Estos dos versículos indican
algo sobre el lugar donde huirá la mujer, cómo ella logra llegar hasta allí a salvo;
también indica que ella será cuidada y el tiempo que será protegida del dragón.
Como hemos notado anteriormente, en la mitad de la tribulación el
Anticristo violará su pacto con Israel. Su tiempo de convenio con ella terminará
abruptamente, y ella será forzada a huir a un “lugar preparado”. Muchos eruditos
bíblicos creen que ella buscará refugio en un lugar llamado Petra, ubicado en
la moderna Jordania. En los tiempos bíblicos era llamado Sela, que quiere decir
“roca” (2 Reyes 14:7; Isaías 16:1). Daniel 11:41 señala que el Anticristo invadirá
varios países del Medio Oriente, incluyendo Israel, pero por alguna razón Edom,
Moab y Amón serán librados de su poder. Es significativo que Petra, en la
moderna Jordania, esté ubicada en una parte de la región de estas tres antiguas
naciones. Además, a través del profeta Oseas, Dios dice que llevará a Israel al
desierto y tratará tiernamente con ella (Oseas 2:14).
33. Petra se levanta como una larga cadena montañosa en el desierto de Jordania.
Originalmente era un territorio edomita, pero alrededor del año 30 a.C. los
nabateos la convirtieron en la sorprendente ciudad labrada en la roca llamada
Petra. Para entrar a Petra es necesario caminar o cabalgar a través de un estrecho
pasillo llamado “el sik”, como de un kilómetro y medio de largo. Ningún vehículo
grande podría pasar a través de aquel estrecho pasaje, y considerando que Petra es
relativamente inaccesible, esto aumenta su aislamiento. En el interior hay una zona
de 35 kilómetros cuadrados, rodeada por abruptos acantilados. Petra tiene templos,
casas y otros lugares habitables, labrados en la roca. Algunos eruditos estiman que
alrededor de un millón y medio de personas habitaban en Petra. Dados los hechos
recientemente mencionados, no sería injusto llamarlo un lugar preparado.
No sabemos con precisión de qué forma la mujer evitará ser reconocida al
escapar; sin embargo, el versículo 14 indica que ella recibirá asistencia divina.
Tal vez algunas repentinas amenazas externas al poder del Anticristo distraerán
su atención por un tiempo suficiente, a fin de que la mujer pueda escapar en
medio de esta crisis. A pesar de todo, ella llegará a salvo al lugar preparado,
donde Dios la sustentará por 1.260 días (v. 6) o “un tiempo, tiempos, y la mitad
de un tiempo” (v. 14). (El período de tiempo es el mismo, ya sea que digamos 42
meses, 1.260 días o tres años y medio.) De este modo, durante la última mitad del
período la mujer será preservada en el desierto remoto.
34. El Hijo de la mujer: Gobernante eterno
Apocalipsis 12:5, 6
Apocalipsis 12 presenta a una mujer simbólica que da a luz a un niño
simbólico, un varón que está destinado a gobernar las naciones con vara de
hierro. Lo mismo que con cualquier otra figura simbólica, hay opiniones
diferentes sobre quién es este niño. Algunos expositores bíblicos razonan que,
puesto que la mujer representa a la nación de Israel, ella producirá su propio
género, específicamente una compañía de israelitas. Ellos creen que el niño
representa a los 144.000 de Apocalipsis 7 que fueron sellados en la tierra y que
reaparecen en el capítulo 14:1-5 en el cielo. Existen además otras opiniones, pero
creemos que ellas carecen de credibilidad respecto a la siguiente consideración.
La declaración “y ella dio a luz un hijo varón, que gobernará con vara de
hierro a todas las naciones” (v. 5) claramente identifica al niño: Él es el ungido
de Dios que está destinado a gobernar sobre toda la tierra. Este versículo bíblico
es una referencia obvia del Salmo 2, que predice que el hijo mesiánico recibirá
las naciones como heredad y gobernará sobre ellas con una vara de hierro
(Salmo 2:6-9).
35. Durante el Milenio, Cristo realmente gobernará las naciones de
este modo. Note que Juan no menciona ningún evento que intervenga
entre el
nacimiento de Cristo y su ascenso. Sabemos que se hicieron esfuerzos
para matar
a Jesús en su nacimiento, pero éstos no tuvieron éxito. El punto principal
es que,
por la eficacia de su obra salvadora, nuestro Señor frustró los designios
malvados
de Satanás. Por otra parte, el ministerio de Jesús culminó en su ascenso y
exaltación (Filipenses 2:5-11). Juan señaló que el resultado del fracaso del
dragón
en destruir el hijo varón fue que el dragón desvió su atención hacia la
mujer y
su otra descendencia. Con una visión del futuro, esto significa que el
Anticristo
volcará su ira sobre Israel y especialmente sobre aquellos fieles que
siguen al
Señor Jesucristo.
36. La preservación de la mujer y su descendencia
Apocalipsis 12:17
En la última sección de esta lección, centraremos nuestra atención en el
versículo 17. Cuando el dragón fracasa en su intento por destruir al hijo
varón
y a la mujer, él intentará destruir “el resto de la descendencia de ella” (v.
17).
Un destacado erudito bíblico observa que la nación de Israel es odiada por
el
maligno, no por sus cualidades sino porque es escogida por Dios y es de
vital
importancia en su propósito general para el tiempo y la eternidad. Algunos
eruditos bíblicos creen que como la comunidad cristiana palestina escapó
de las inminentes devastaciones de la Guerra Judía (66-70 d.C.), así el
remanente judío
huirá a la ciudad de Petra buscando seguridad. Sin embargo,
aparentemente parte
de este remanente, descrito como “los que guardan los mandamientos de
Dios y
37. En resumen, al parecer la mujerresponderá al
mandato que Jesús dio y
huirá a su “lugar preparado” (Mateo 24:16). Sin
embargo, estarán aquellos que
pertenecen al remanente de los fieles de Israel
que no les será posible huir al
lugar preparado. Este remanente disperso, por
consiguiente, es denominado “el
resto de la descendencia de ella”. El dragón
atacará a estos fieles de Israel en
cualquier lugar donde estén, intentando
destruirlos completamente.