1. El Polo pasará la prueba de octubre
Luis I. Sandoval M.*, Caja de Herramientas, Bogotá, septiembre 2 de 2011
Hechos y lecturas
“Crece fractura en el Polo” titulaba hace pocos días un diario capitalino a
propósito de senadores y otros dirigentes que deciden seguir al ex candidato
Gustavo Petro ahora al frente de Ciudadanos y Ciudadanas Progresistas. La
información refleja la tensión que vive el partido de cara a las elecciones
territoriales del 30 de octubre. Pero también es reflejo del impacto de las
encuestas al interior del partido. No hay circunstancias fáciles para el Polo.
Todas las semanas las decisiones que van tomando los órganos de control
sobre las irregularidades en materia de contratación pesan en contra del
partido y a favor de quienes emprendieron la tarea del control político desde el
interior del propio partido. Esa realidad no puede desconocerse.
Curiosamente en la misma página donde está la información sobre el Polo se
informa, con menos despliegue, sobre 283 candidatos cuestionados en las filas
del Partido Cambio Radical, uno de los partidos de la coalición de Gobierno y
que aspira a ser relevo del Polo en el Gobierno de Bogotá. La conmoción, por
razones diversas, se manifiesta, de manera profunda y grave, prácticamente en
todos los partidos. Estamos en una época de cambio del paisaje político, de
muerte, nacimiento o reciclaje de partidos. Pero, más aún, de insuficiencia y
desnaturalización de la política en general. Un rasgo de este proceso quedó
capturado en la nota “caudillismo perennes, partidos desechables”.
Al mismo tiempo, esta realidad indómita por la complejidad del contexto, se
trata de encauzar y poner en cintura, al menos en parte, a través de nuevas
reglas de juego y control que están plasmadas en la más reciente reforma
política sobre partidos.
Todos los partidos están emproblemados de una u otra manera, sin exagerar
puede decirse que la conmoción es general, pero en el caso del Polo las
preguntas que rondan por todas partes son: ¿Cómo le cobrarán los electores al
Polo los supuestos o reales hechos de corrupción de la administración de
Samuel Moreno en las elecciones del 30 de octubre?, ¿Pasará el Polo la
prueba y logrará salvaguardar su proyecto político?
Hay que levantar la vista y mirar un poco más allá de la coyuntura, despegando
los ojos de la pared como decía alguien. Precisamente, en un esfuerzo por
mirar por encima del tejado, Hernando Gómez Buendía en Razón Pública
observaba a mediados de julio: “los partidos de maquinarias tienen éxito
porque llegan al poder, pero fracasan porque llegan corruptos. Y los partidos
de opinión son refrescantes, pero desaparecen sin lograr casi nada”.
No sé si la izquierda se tenga que dar por aludida en la primera o en la
segunda parte de esta aguda observación, o en ambas según los sucesivos
periodos de su ya largo trasegar en la historia política colombiana. Bueno es
volver sobre el sabio texto de Hernando Gómez, ofrece herramientas útiles
para examinar los partidos, en conjunto y cada uno en particular con una
2. mirada extendida en el tiempo.
Optimismo con fundamento
Mi hipótesis, en relación con el Polo, sin entrar en prolijas explicaciones, no hay
tiempo ni espacio, es que este partido va a salir bien librado, una vez más, de
la prueba electoral que se avecina a pesar de las circunstancias adversas y
desafortunadas que ha vivido y de las que sin duda se seguirán presentando.
La hipótesis se soporta en posturas y hechos que van marcando la ruta de la
recuperación partidaria en medio de la gravedad de lo ocurrido (textos
anteriores en Caja de Herramientas, Desde Abajo y Razón Pública).
Aquí voy a mencionar lo que no menciona la prensa que se mueve por el
síndrome de la chiva sobre todo cuando es negativa y escandalosa. El
asombro por lo positivo rara vez produce noticia. Un avance y otros aspectos
de este enfoque se pueden ver en artículo que aparece en próxima publicación
de coyuntura que lanza el Profesor Ricardo García en la Universidad Distrital.
Entre los puntos sobresalientes del giro interno que están conduciendo a un
giro externo en el PDA se encuentran los siguientes:
1. El partido se reafirma en que la corrupción es incompatible con la
izquierda. No es solo un recurso retórico, es una condición de la praxis que se
hace mutuamente exigible entre afiliados y afiliadas, entre grupos, entre el
partido y sus bancadas y sus responsables en el Gobierno; se reaviva en el
Polo un ethos político renovador y transformador que le es propio. Por
inspiración, entre otros dirigentes de primera línea, del maestro Carlos Gaviria
el partido asume el criterio que se sanciona a quien falla, según los Estatutos y
el Código de Ética, siempre respetando el debido proceso (Dirección Nacional,
4 y 5 de febrero de 2011). Así se está haciendo y ya pesa la sanción de
suspensión sobre personas del partido sometidas a procesos disciplinarios o
penales. En otros partidos de aquí y de latitudes cercanas los reflejos políticos
se han activado más rápidamente y ello ha conducido a que se tomen medidas
políticas antes de contar con resultados parciales o definitivos en los procesos
legales. El caso del PT en el Gobierno de Brasil es el ejemplo más conocido.
Este asunto ha generado gran controversia en el seno del PDA cuyos impactos
aún están por evaluarse, pero la incompatibilidad de la corrupción con la
izquierda está plenamente reafirmada y ello debe producir efectos políticos
presentes y futuros.
2. Se gesta al interior del PDA un movimiento por la renovación, la
democratización y el fortalecimiento del partido. El representante a la
Cámara Iván Cepeda, lideró la realización de un encuentro nacional a
mediados de julio para impulsar este movimiento. Otras iniciativas convergen
en esta perspectiva. Hay reflexión, hay deliberación, hay examen de los
hechos, avanza el desarrollo de un pensamiento analítico, crítico y propositivo
al interior del partido. Surgen dentro del partido iniciativas culturales
innovadoras como el diplomado de liderazgo político y la comisión
programática en Bogotá. Hay un incesante bullir de opiniones a través del foro
virtual y la página Web del partido. El reconocimiento de tendencias y de un
creciente número de afiliados y afiliadas no alineados, su libertad de expresión
3. e iniciativa, el respeto mutuo y la demanda de responsabilidad a las mismas
frente al partido, en un marco compartido de reglas de juego, es un elemento
cada vez más sobresaliente. La reglamentación de tendencias y de los comités
de base es una inquietud creciente. No sin limitaciones, esta dinámica reflexiva
y de interlocución interna para el cambio se abre camino.
3. Afianzamiento de lo positivo, rectificación de lo negativo en Bogotá. El
sello que Clara López le está imprimiendo a su gestión transitoria y final en la
Alcaldía Mayor de Bogotá es de afianzamiento en lo positivo y rectificación en
lo negativo. Elemental, pero de gran importancia para el futuro del Polo es el
esfuerzo por dejar la casa en orden. Un triunfo claro de la administración, de la
bancada polista en el Concejo y del partido fue impedir la privatización de la
ETB que era un proyecto firmemente defendido por el Gobierno Nacional
contra la ciudad. La Alcaldesa está tomando decisiones que son bien recibidas
por la ciudadanía. Hay un alivio en la ciudad en materia de seguridad,
movilidad, transparencia y terminación de obras, los índices de favorabilidad
han subido rápida y sensiblemente. La administración ha hecho un solemne
Pacto Ético con la ciudadanía (Plaza de Bolívar 8 de julio) y sin vacilación la
Alcaldesa ha sentado una premisa: “He admitido los serios cuestionamientos
de los cuales ha sido objeto esta administración. Los estoy rectificando. He
repudiado la mano peluda de la corrupción”. La coherencia práctica con esta
declaración sólo traerá una creciente recuperación de confianza en la
administración y en el PDA porque además hoy es mucho más claro para todo
el mundo que el Polo tiene Alcaldesa y la Alcaldesa tiene partido.
4. Candidato de calidad insospechada para la Alcaldía Mayor de Bogotá.
El candidato que el PDA presenta para la Alcaldía de Bogotá, el ingeniero y
economista de la Universidad de Los Andes Aurelio Suárez Montoya,
sorprende por su solvencia y seriedad. Suárez es un destacado cuadro político
del MOIR, muy cercano al senador Jorge Robledo, de amplia y sólida
formación académica, sobre todo en materia económica, entusiasta polista,
candidato al Concejo en las pasadas elecciones con una votación que lo dejó
ad portas de acceder a la curul. Le había ido bien electoralmente al Polo con
candidatos no caracterizadamente de izquierda, pero no había resultado fácil
con ellos el manejo del Gobierno. Ahora el partido decide jugar la carta de una
figura caracterizada de izquierda no muy conocida, pero que asegura una
proyección más fiel y rigurosa de la propuesta política del partido. El hecho
político que se está produciendo con la candidatura de Aurelio Suárez y su
programa de salto adelante en materia social es la reactivación de la vitalidad
partidaria como quedó ampliamente demostrado en el concurrido y entusiasta
acto realizado el jueves 18 de agosto en un céntrico y espacioso teatro de
Bogotá. Los medios comienzan a impactarse con la calidad y solidez del
candidato y así lo están reconociendo. Aurelio está atacando tres
desigualdades: la desigualdad social, la desigualdad ciudad región y la
desigualdad para hacer empresa (TLC). El mensaje aparece cada vez más
claro: construir una ciudad amiga de la gente, amiga de sus vecinos, amiga de
quienes la hacen rica: empresarios productivos y trabajadores.
5. Ruta y horizonte de cambio partidario. El PDA no solo está afirmando lo
positivo y rectificando lo negativo sobre la marcha sino que ya tiene diseñado el
escenario en que someterá sus seis años de vida, es decir, su corta pero
4. intensa experiencia, a un riguroso escrutinio. Tal escenario lo constituyen la
Conferencia Programática e Ideológica y el III Congreso Partidario a los cuales
el Comité Ejecutivo Nacional deberá fijar fecha una vez efectuadas las
elecciones del 30 de octubre según la decisión tomada por la Dirección
Nacional de febrero pasado. En estos escenarios se harán y responderán
preguntas básicas: ¿Cómo gobernamos?, ¿Cómo hacemos oposición?, ¿Cómo
estamos organizados?, ¿Cómo transformar democráticamente a Colombia?,
¿Cómo conquistar la paz?, ¿Cómo contribuir a la integración latinoamericana?,
¿Qué hacer frente a la crisis recurrente del capitalismo? En su Conferencia
Programática y en su Congreso el PDA tendrá muy en cuenta la experiencia de
ascenso político y de Gobierno de partidos hermanos en América Latina. Esos
partidos están interesados en que el PDA salga adelante y cooperarán para
ello. El debate en el Polo será fuerte, pero sin duda fraterno y constructivo
dando juego a la enorme pluralidad que caracteriza al partido: tendencias,
regiones, experiencias, liderazgos, grupos étnicos, opciones sexuales,
hombres, mujeres, jóvenes, el campo, la ciudad, las fronteras, los colombianas
y colombianas residentes en el exterior… El Polo es un partido que no cierra
los ojos a la realidad, acepta la crítica y establece el camino y el punto de
llegada con el aporte de todos y todas.
Recuperación segura con trabajo persistente
Nadie en medio de las dificultades había pensado que el PDA iba a tener tan
pronto una oportunidad de mostrarle al país su verdadero talante. Las
circunstancias favorables enumeradas son una verdadera fortuna. Las
dificultades van teniendo contrapeso.
Los malos momentos en la vida de un partido, como ocurre en la vida de las
personas, no agotan las posibilidades del partido. Quizá estos elementos
ayuden a lectores y lectoras a ampliar su capacidad de análisis de las
informaciones que aparecen sin ningún orden en la prensa diaria. También
para digerir las encuestas hay que estar preparados. Cuerpos vivos como son
los partidos, pueden enfermarse y sufrir accidentes, pero mientras
permanezcan aferrados a su principio de vida que es su proyecto político
tienen posibilidades de superar las crisis y sobrevivir. Casi nunca son los
errores los que matan a los partidos, sino su incapacidad de corregirlos, se ha
dicho hace tiempo.
El Polo es el único partido de oposición que queda en Colombia cuando todos
los demás han sido cooptados por la coalición del establecimiento, la Unidad
Nacional. El PDA es el único partido que mantiene en alto banderas
consistentes, no gatorpadistas, de transformación democrática de la sociedad y
del Estado, por vías de acción civil, conducentes a la dignidad, la justicia y la
paz. El único partido que puede expresar y encauzar en el espacio político de
Colombia la realidad del nuevo sujeto que surge de los enormes cambios en
curso en la economía, la política y la cultura de un mundo globalizado.
Expresión de ese potencial sujeto es el Encuentro de Comunidades Regionales
Campesinas, Indígenas y Afros en Barranca (12-15 de agosto) que se ha
pronunciado en convergencia por un movimiento de sociedad civil y política por
la solución política del conflicto armado. Ahí tiene un papel que jugar un partido
como el Polo Democrático Alternativo.
5. El PDA se prepara para las elecciones de octubre reafirmando y defendiendo
los extraordinarios logros que ha ganado para la ciudadanía y con la
ciudadanía, en particular en favor de los más pobres, en los municipios,
departamentos y capitales donde ha sido Gobierno, planteando al mismo
tiempo que es preciso dar nuevos saltos hacia adelante con movilización y
participación en profundidad para aproximar el Estado Social de Derecho.
En visita que realicé al Frente de Amplio de Uruguay y al PT de Brasil, en
marzo pasado, invitado por ellos, la lección que aprendí fue clara: un partido
acumula experiencia no sólo cuando gana, también cuando pierde, por eso
ellos ganando y perdiendo, avanzando siempre, están hoy gobernando por
segunda y tercera vez sus países. Así es la política, un aprendizaje continuo,
hay que tener paciencia, sabiduría y capacidad de innovación para avanzar en
las buenas y en las malas.
*Autor del Libro Polo Democrático Alternativo: ¿Hacia dónde, con quiénes?,
Bogotá, 2009.