El documento describe el modelo de policía comunitaria, sus características y ejemplos exitosos en Estados Unidos, Chile y Colombia. Propone que la nueva policía de proximidad en Santa Fe y Rosario debería tener un plan estratégico que defina su misión, objetivos y estrategias para pasar de un modelo policial tradicional a uno comunitario.
Ampliación de denuncia del Fiscal Federal por medicamentos en La Rioja
Documento Policía comunitaria
1. El Grupo Sumar es un espacio para
pensar y proponer las políticas públicas de
la ciudad de Santa Fe que acompaña el
proyecto político que encabeza
Diego Degano. Está integrado por un
equipo de técnicos que tienen diferentes
orígenes partidarios y muchos ciudadanos
independientes. Creemos que los desafíos
que enfrenta la gestión pública necesitan
soluciones multidisciplinarias y por eso
formamos un equipo de personas que
pueda pensar las mejores soluciones para
los problemas de la ciudad.
Documento elaborado por el
Área Seguridad Ciudadana del
Grupo Sumar:
Policía Comunitaria
2. Marzo 2013
2
Introducción
La policía comunitaria es un reciente modelo policial
orientado a la búsqueda de resultados, con un impor-
tante grado de descentralización, que trabaja en estre-
cha relación con la comunidad y que, desde el punto
de vista operacional, planifica y actúa en pequeñas
unidades geográficas (cuadrantes).
En este nuevo paradigma, la asociación con la comu-
nidad es fundamental: ésta es vista como un “socio”
(Citizen Partnership) que coopera con la Policía.
La búsqueda de resultados consiste en la disminución
de la tasa de delito que termina convirtiéndose en el
indicador por excelencia para medir la eficacia del ac-
cionar de este modelo de policía, que está sujeta a
una evaluación permanente.
Antecedentes
Este reciente paradigma de la Policía Comunitaria sur-
ge como superación del modelo policial tradicional.
Hacia fines de la década del ochenta en las princi-
pales ciudades de los países desarrollados, principal-
mente Estados Unidos, los niveles crecientes e insos-
tenibles de violencia y delito plantearon una serie de
reformas en el campo penal y policial, lo cual produjo
el reemplazo del modelo policial tradicional por un
modelo llamado “policía comunitaria” (a falta de una
denominación precisa) orientado a la obtención de re-
sultados. En América Latina, este modelo irrumpe en
los años noventa.
En realidad, no es un concepto nuevo: se recuperó
el modelo elaborado por Sir Robert Peel, hace más
de 150 años, aplicado a la policía metropolitana de
Documento elaborado por la Comisión de
Seguridad del Grupo SUMAR frente
al anuncio del Ministerio de Seguridad
de la Provincia de Santa Fe sobre
la ejecución de la prueba piloto de una
nueva policía de “proximidad o comunitaria”
en la ciudades de Santa Fe y Rosario,
durante el año 2013.
Londres y que se sintetiza en uno de sus célebres
principios: “La policía es la ciudadanía y el ciudadano
es el policía”; con ésto, además, quiso decir que los
agentes no pueden hacer solos el trabajo porque para
tener éxito se tiene que contar con la comunidad, que
constituye los ojos y oídos de la policía
Características
El modelo de policía Comunitaria se rige por estrate-
gias, tácticas y resultados consensuados con la comu-
nidad, y por eso es tan importante la transparencia de
esta policía, como más adelante se desarrollará, para
establecer una relación de confianza con la misma
comunidad.
Mientras que la policía tradicional se circunscri-
be principalmente en combatir a la delincuencia, la
policía comunitaria toma en cuenta las demandas y
necesidades de la comunidad local: la prevención y
el control del crimen continuan siendo objetivos im-
portantes, pero las estrategias de la policía comunita-
ria van más allá ampliando sus objetivos sobre otras
variables: la sensación de inseguridad, la calidad de
vida de los vecinos, el nivel de satisfacción de la co-
munidad con respecto a la intervención policial (bus-
ca incrementarlo), incorporación de los ciudadanos en
la producción de seguridad (participación cmunitaria
en la prevención del delito) y mejorar el control social
sobre la actuación policial.
Esta estrategia es una síntesis de tres componentes:
primero, tener a la comunidad como “socio” (Citizen
Partnership), segundo, lograr la solución de proble-
mas en forma coordinada con la sociedad; y tercero,
el compromiso de la policía de un determinado sector
o jurisdicción ante la comunidad.
Otra característica importante de la Policía Comuni-
taria es que se trata de un modelo proactivo, más
que reactivo, ya que se anticipa al accionar delictivo
(Problem Solving Policing) buscando identificar los
problemas que originan el delito e intentando alcanzar
la resolución temprana de los problemas que puedan
degenerar en conflicto social (por el contrario, no se
pone el acento en la investigación criminal restrospec-
tiva una vez que se produjo el delito).
A nivel de la estructura organizativa, el modelo co-
munitario requiere importantes grados de descentra-
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lización con el objeto de procurar un mayor acerca-
miento de la institución a la ciudadanía; la tradicional
estructura de mando vertical va transformándose en
una organización más horizontal, con un importante
traslado de poder en la toma de decisiones hacia las
unidades de base.
En materia operacional, se privilegia el diseño de es-
trategias a nivel local: la unidad geográfica más pe-
queña (cuadrantes) pasa a constituirse en el espacio
en donde se analiza el problema de la inseguridad y
se planifica las estrategias para enfrentarlo.
Se procura una presencia más visible de la policía
en las calles y un contacto más directo de ésta con
la ciudadanía. La unidad policial grande y diseñada
“hacia adentro” abre paso a unidades pequeñas, es-
tratégicamente ubicadas; el patrullaje motorizado se
complementa con el patrullaje a pie o en bicicleta, y
se acrecienta el contacto con la ciudadanía mediante
visitas a sectores de la comunidad, reuniones períódi-
cas con representantes de la misma, etc.
Los efectivos pasan a ser responsables de pequeñas
áreas (cuadrantes) y se refuerza así la figura del poli-
cía de cuadra que está en contacto directo con el veci-
no y que conoce las problemáticas de su área asigna-
da. Los problemas comunitarios tienen el mismo nivel
de prioridad que los delitos mayores. Se configura así
una intervención selectiva en materia delictiva, dando
prioridad a ciertos delitos seleccionados por su grave-
dad y frecuencia, y a partir de un minucioso levanta-
miento de información de la situación criminal en la
zona respectiva.
La Policía Comunitaria no trabaja sola en la preven-
ción del delito: promueve el establecimiento de me-
canismos de asociación y cooperación con las autori-
dades políticas, los servicios públicos y privados, los
medios de comunicación y la comunidad en general.
La policía deja de ser un ente aislado trabajando solo
contra la delincuencia y se convierte en un ente di-
namizador de iniciativas ciudadanas que procuran
prevenir la comisión de delitos y mejorar el espacio
público.
Pero el mayor acercamiento a la comunidad aumen-
ta la obligación de rendir cuentas a los ciudadanos
y a los responsables políticos del nivel territorial co-
rrespondiente; situación ésta que presiona hacia una
mayor transparencia institucional y hacia un fortaleci-
miento de los mecanismos de control externos sobre
la actuación policial y de rendición de cuentas hacia
la comunidad. Una policía más transparente es una
policía más confiable.
Policía Comunitaria en Estados Unidos,
Chile y Colombia.
El Departamento de Policía de Nueva York, el de
Chicago y el de Los Angeles son los tres cuerpos de
policía local más grande los Estados Unidos y claros
ejemplos de Policía Comunitaria. Todas publican en
su sitio web oficial estadísticas permanentemente ac-
tualizadas de los diferentes tipos de delitos que ocu-
rren y en qué áreas (cuadrante) de la ciudad. Es decir,
brindan información georeferenciada del delito lo cual
permite elaborar el mapa del delito que se actuali-
za permanentemente gracias al sistema Compstat
(abreviación de computer statistics o comparative
statistics). CompStat es una herramienta de gestión
organizacional creada para los departamentos de po-
licía, que emplea Sistemas de Información Geográfica
y traza mapas del delito e identifica problemas. Sirve
para que los altos cargos de las Policías se reúnan pe-
riódicamente, ideen estrategias y tácticas para redu-
cir el delito, solucionar problemas y mejorar la calidad
de vida en su área asignada.
Toda esta información sirve para medir el grado de
eficiencia del accionar policial lo cual contribuye a su
transparencia institucional. Pero además se transfor-
ma en un recurso de la comunidad para la prevención
del delito ya que permite a la comunidad saber con
exactitud los lugares donde ocurrieron los delitos.
Así, por ejemplo, la Policía de los Angeles además de
publicar en su sitio web el “Mapa del Delito” (Crime
Mapping), cuenta con otro servicio para la comunidad
(en el mismo sitio web oficial) que consiste en una
suscripción on line para recibir un alerta en la casilla
de email personal con un reporte detallado sobre un
delito producido y en qué lugar. Además, implementa
su programa “E-Policing” que acerca vía Internet a la
Policía con la Comunidad para que ésta última cola-
bore con la primera suministrando información crimi-
nal; y al mismo tiempo, recibe noticias del Departa-
mento de Policía de los Angeles. Del mismo modo
que las Policías de Nueva York y Chicago, también
cuenta con plataformas tecnlógicas para recibir infor-
mación sobre un delito cometido, un asunto urgente o
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una denuncia anónima (“Crimen Stoppers”) ya sea vía
telefónica, por mensaje de texto o vía internet.
En definitiva, los Departamentos de Policía de Nueva
York, de Chicago y de Los Angeles se basan en tres
pilares: dividir la comunidad de policías en cuadran-
tes, el uso de tecnología de mapeo y la rendición de
cuentas. Así, se divide a la ciudad en secciones y se
asigna permanentemente el personal a un cuadrante:
ésto ayuda a que la comunidad tenga un contacto
más cercano con el policía, se familiarice con la apli-
cación de la ley en el área y se fomente la participa-
ción de los civiles para que reporten crímenes. Parte
de la estrategia está diseñada para hacer crecer la
relación con la comunidad porque hay determina-
das cuestiones que los ciudadanos conocen que la
policía no, y si ésta toma conocimiento sobre estas
cuestiones se podrá prevenir y combatir el delito en
forma mucho más eficaz.
La información recabada de civiles y patrullas y las
estadísticas se ingresan al software Compstat: éste
toma la información de los reportes y forma mapas
digitales de dónde y cuándo suceden los crímenes,
y hace posible monitorear los delitos diarios y pre-
venirlos al tomar una acción preventiva e inmediata.
Y es este mismo software el que permite analizar la
eficacia del accionar policial a través de las estadís-
ticas que genera que fundamentalmente se traduce
en la reducción de la tasa del delito y en el aumento
de la imagen positiva de la policía.
En Latinoamérica, Chile es considerado el país más
seguro de la región. Carabineros de Chile es una
policía uniformada de larga tradición de servicio en
materias de orden y seguridad pública que ha sido
capaz de modernizar su organización desarrollando
tres iniciativas: el establecimiento de un modelo de
acercamiento policía-comunidad, la incorporación
de la violencia intrafamiliar como tarea prioritaria
y la utilización de indicadores de disminución de
delitos.
El Gobierno, a través del Ministerio del Interior y
Seguridad Pública, y Carabineros de Chile, éxito-
samente desarrolló con similares características el
programa implementado por el Departamento de
Policía de Nueva York en la década de los noventa
(más conocido como el programa Tolerancia Cero) y
así comenzó a aplicar el Plan Cuadrante de Seguri-
dad Preventiva (para el fortalecimiento de lazos con
la comunidad) y en 2011 inicia la réplica del siste-
ma Compstat que pasa a llamarse Sistema Táctico
de Análisis Delictual (STAD): también se basa en
reuniones de análisis de patrones delictuales con el
apoyo de las unidades tácticas y las investigativas;
su metodología consiste en un adecuado análisis
de los problemas delictivos y el despliegue de es-
trategias y tácticas efectivas en los lugares y horas
precisas.
El proceso STAD es una herramienta central para el
seguimiento y evaluación del accionar de Carabi-
neros, porque permite a sus altos mandos ver los
resultados semanales que están produciendo las
medidas implementadas y evaluar la posibilidad
de cambios en las tácticas y despliegue de fuerzas
policiales.
En la actualidad, Carabineros de Chile es un claro
ejemplo en Latinoamérica de Policia Comunitaria
y su inversión en tecnología, estadísticas y mapas
de delitos facilita la participación comunitaria en la
prevención del delito y permite la evaluación perma-
nente del accionar policial (rendición de cuentas).
La Policía Nacional de Colombia también ha evo-
lucionado hacia un modelo de Policía Comunitaria
implementando el Plan Nacional de Vigilancia por
Cuadrantes, basándose en el modelo chileno y de
ciudades norteamericanas.
Los Cuadrantes se determinan por sectores geográ-
ficos, características demográficas y sociales; cum-
plen una función preventiva, disuasiva y de control
de delitos y contravenciones. Pero lo fundamental es
que la Policía genere confianza. Por eso, el Director
de la actual Policía Nacional de Colombia ha defi-
nido con cinco condiciones al Policía del siglo XXI:
amigo, solidario, cercano, trasparente y efectivo al
requerimiento del ciudadano
La implementación del Plan Nacional de Vigilan-
cia por Cuadrantes junto a una alianza estratégica
y efectiva entre policía, comunidad y autoridades
locales ha constituído una fórmula de éxito en la re-
ducción de los indices delictivos en Bogotá y Mede-
llín, las dos ciudades más importantes de Colombia.
El Plantaemiento Estrátegico en la Ciudad
de Santa Fe
Recientemente, el Ministerio de Seguridad de la Pro-
vincia de Santa Fe ha anunciado que en la ciudades de
Rosario y Santa Fe se llevará a cabo una prueba piloto
de una nueva policía de “proximidad o comunitaria”.
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Como cualquier organización o empresa, en prime-
ra instancia la Policía Comunitaria requiere un plan
estratégico que defina la misión como organización
policial, junto a los objetivos y las metas a cumplir
y diseñar las estrategias organizativas y de gestión
para pasar del modelo de policía tradicional al mo-
delo comunitario; todo ello, partir de un análisis de-
tallado del entorno y de los factores que intervienen
en el mismo, debiéndose contar con información fi-
dedigna como un mapa del delito real y actualizado,
junto con estudios de victimización, que el mismo
Municipio tuvo que haber sido capaz de generar.
Queda claro que la Policía Comunitaria no actúa sola
sino que necesita de la comunidad y es esa relación
la que puede ser facilitada por la autoridad local,
es decir, el Municipio: es él mejor que nadie quien
conoce la realidad de la situación de su comunidad,
sus necesidades, sus problemas, las condiciones de
su espacio público y de su infraestructura en general
(calles y veredas mal iluminadas con poda de árbo-
les y desmalezamiento insuficientes). Negar la rea-
lidad y no actuar al respecto es contribuir al fracaso
de cualquier prueba piloto de Policía Comunitaria.
Por último, es importante que el modelo de Policía
Comunitaria que estratégicamente se pretenda im-
plementar sea participado, consensuado y legitima-
do en su acción pública. Para ello, en este proceso
de planificación estratégica deberán participar los
actores críticos (como los son los responsables polí-
ticos), los ciudadanos y los mismos policías.
Conclusiones
El eje rector y fin último de la Policía Comunitaria
es la reducción de la tasa de delito transformándo-
se éste en el principal indicador para medir el des-
empeño policial (en contraposición a la cantidad de
arrestos del modelo tradicional).
La Policía Comunitaria se ocupa de los problemas
puntuales de la comunidad buscando mejorar la ca-
lidad de vida de los vecinos y por eso necesariamen-
te trabaja con ellos junto a organizaciones sociales,
el sector privado y con agencias estatales de distin-
to nivel de gobierno pero principalmente las locales
(Municipio) que tienen competencia sobre determi-
nada materia. De ello se desprenden dos aspectos
importantes:
1.- La Policía no es la única agencia estatal respon-
sable de implementar políticas de seguridad y de
prevención de delitos;
2.- La institución policial debe gozar de legitimidad,
confianza y respeto por parte de la comunidad y
para ello debe ser transparente: por eso, es necesa-
rio implementar mecanismos de control de gestión
y auditoría alternativos, complementarios y mutua-
mente competitivos (externos e internos, verticales y
horizontales, encuestas y estudios de victimización,
etc.) que también apunten contra los actos de co-
rrupción de la misma Policía.
La Policía es la “piedra angular”de la política de
seguridad (Burzaco, Gorgal, Garavano; 2004) pero
no es la única agencia estatal responsable de imple-
mentarla. Y todo programa de prevención del delito
implementado al margen de la Policía está destin-
do al fracaso. Por eso es necesaria la participación
de agencias estatales locales (Municipio) en forma
coordinada con otras de distinto nivel de gobierno
(Provincia, Nación, Fuerzas Federales), asociacio-
nes, ONG´s y de la comunidad en su conjunto.