2. 9 de Julio de
2014
LAUDES
Ambientación
Hoy, 9 de julio, día en el que
celebramos la fiesta de Jesucristo
Redentor, nos unimos a la Iglesia, a
todas las hermanas de la Congregación,
a los laicos y a las personas que
comparten con nosotras, nuestro carisma y misión.
Nuestra familia mercedaria de la caridad, camina en un
proceso de seguimiento hasta alcanzar la configuración con
Cristo Redentor. Es el legado que nos transmitió el Padre
Zegrí, pues él mismo alcanzó la cumbre de dicho proceso, de
ahí que, a través del carisma, nosotros/as somos llamados/as a
manifestar al mundo la obra redentora realizada por Dios en la
persona de su Hijo. Contemplemos en este día a Cristo
Redentor, única razón de nuestra existencia y verdadero
sentido para nuestras vidas. Ayudemos al mundo de hoy a
descubrir el camino de felicidad trazado por Cristo, pues en Él
encuentran su cumplimiento todas las expectativas del ser
humano, y es la respuesta a nuestros más profundos deseos.
Quizás como mercedarias de la caridad, después de la
celebración del Capítulo general sea necesario descubrir de
manera concreta nuevas posibilidades de seguir hoy a
Jesucristo, que sigue redimiendo a la humanidad, renovando
nuestra entrega gozosa en radicalidad: aceptando la inseguridad
y los riesgos propios de una vida consecuente con la fe
cristiana; aceptando las consecuencias dolorosas de una
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3. defensa clara y firme de la justicia, la verdad y la libertad;
aceptando la inseguridad, la falta de poder y la debilidad del
que quiere actuar con honradez humana y sencillez evangélica;
sabiendo comprender el valor de una vida austera y equilibrada
en medio de nuestra sociedad de consumo y bienestar.
Himno
CRISTO JESUS REDENTOR
Cristo Jesús Redentor toma lo que somos
Transfórmanos desde tu cruz
Con tu fuerza salvadora llegaremos hacia tu luz Camino de fe,
sendero de amor
Sumergidos en tu ser, alimentados de su gracia. Criaturas
renovadas seremos
Nuestra vida testimonio de la pascua dará
Vida nueva resucitada en el Señor.
Purificados con tu sangre, instruidos con tu palabra. Hijos
desde el hijo seremos
Hermanos fraternales tu mensaje llevaremos
Con gestos de entrañable caridad.
Atraídos por tu reino, impulsados con tu Espíritu. Nos haremos
instrumentos de redención
Servidores del evangelio nueva humanidad
Mensajeros de la paz y libertad.
Salmos
Salmo 62
Monición: Hemos sido creados para necesitar a Dios. Por eso,
todo nuestro ser es un grito permanente y clamoroso por él.
Somos como esas tierras arcillosas resecas, que se agrietan,
como bocas que piden agua para calmar su sed. (Cantado)
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4. Ant. 1 El Señor es mi bienhechor y mi refugio, baluarte donde
me pongo a salvo.
Cántico Dn 3,57-88.56
Monición: Nuestra tarea de cada día, como familia mercedaria
de la caridad, consiste en saber encontrarnos y relacionarnos
con Jesucristo, para que nuestra vida tenga ese fondo de
creyente que debe caracterizarnos y se convierta en un canto de
alabanza a nuestro Creador, unido a las criaturas del Universo.
(Cantado).
Ant. 2 Dios recapituló en Cristo todas las cosas: bendigámosle
y ensalcémosle por siempre.
Salmo 149
Monición: Toda vida, vivida en renovación permanente, es un
verdadero encuentro con Jesucristo Redentor y por lo tanto,
una vida marcada por la alegría de ese encuentro. (Cantado)
Ant. 3 El Señor es mi bienhechor y mi refugio, baluarte donde
me pongo a salvo.
Lectura Breve (Col. 1, 12-14)
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de
compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha
sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino
de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la
redención, el perdón de los pecados.
Reflexión de la Palabra:
Seguir al Crucificado no es buscar y amar el
sufrimiento. Jesús no lo ha amado ni para él ni
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5. para los demás. Seguir al Crucificado es continuar su obra,
construir el Reinado de Dios, defender la causa del hombre y
de la mujer, ofrecer gratuitamente el perdón, servir al hermano
y saber que esta actuación nos traerá sufrimiento. La cristología
de nuestro carisma es esencialmente pascual. Nuestra identidad
de mercedarias de la caridad se fundamenta en el seguimiento
de la persona y obra de Jesucristo Redentor.
Jesucristo es el primogénito de toda criatura, en Él todo se
sostiene. Ha venido a superar lo antiguo y a situar en el centro
la novedad que aporta su persona. En Cristo, nuestra vida
adquiere consistencia y se proyecta hacia la adecuada
renovación que el Evangelio nos regala.
Jesucristo Redentor es la epifanía de Dios, la manifestación del
amor de Dios, que desea una humanidad renovada, una
humanidad renacida y resucitada por la obra redentora del Hijo.
Respuesta a la lectura
TESTIMONIO DE AMOR.
El amor es presencia que transforma
El amor es fuego que convierte.
El amor es fuerza que activa.
El amor es don que gesta vida.
PADRE ZEGRÍ LLENO DE ESE AMOR
SE HIZO TESTIMONIO DE RESPUESTA
PARA TODOS. (bis)
Curando llagas, remediando males,
calmando pesares, desterrando necesidades.
No dejando solo al pobre en su desgracia,
sirviendo a todos para su liberación.
Y nosotros debemos seguir las huellas
trazadas por nuestro profeta de amor.
Y nosotros debemos seguir
siendo respuesta de amor en la Iglesia.
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6. Ant. Benedictus: El Señor ha visitado y redimido a su pueblo,
para que le sirvamos en santidad y justicia.
Preces
Invoquemos a Cristo, que nació, murió y resucitó por nosotros,
y digámosle: Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu
sangre.
1- Te bendecimos, Salvador nuestro, que aceptaste por
nosotros el suplicio de la cruz,
mira con bondad a esta familia tuya, redimida con tu
sacrificio.
2- Tú que has sellado con tu sangre una alianza nueva y
eterna,
haz que, obedeciendo siempre a tus mandatos,
permanezcamos fieles a esa alianza.
3- Vuélvete, Señor, hacia nosotros, dígnate abrirnos la
puerta de tu misericordia,
para que nunca nos apartemos del camino que lleva a la
vida.
4- A los enfermos, a los cautivos y a todos los que has
asociado a los sufrimiento de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
5- Ayúdanos a descubrirte en todos nuestros hermanos,
sobre todo en los afligidos, en los pobres y en los
menos estimados a los ojos del mundo..
Agregar algunas peticiones…
Padre Nuestro (a dos coros)
Coro 1
- Padre nuestro, que eres fiel en tu SER y en tu HACER en el
cielo y en la tierra.
Fortalece nuestra fidelidad para santificar siempre tu nombre
en nuestro ser y hacer cotidiano.
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7. Coro 2
- Padre nuestro, que eres fiel en ofrecer a tus hijos los valores
de tu Reino.
Anima nuestra fidelidad para vivir en nuestra vida
comunitaria y en nuestra misión los valores de la caridad, de
la comprensión, del respeto, de la justicia, de la verdad y de la
gracia.
Coro 1
- Padre nuestro, que eres fiel a tu amor a la creación,
vistiendo a los lirios del campo, alimentando a los pájaros del
cielo y sosteniendo al hombre que hiciste a tu imagen.
Arraiga nuestra fidelidad en el amor, como lo hiciste en
nuestro P. fundador para que podamos hacer vida el carisma
de la Congregación.
Coro 2
- Padre nuestro, que eres fiel en el perdón que nos ofreces
cada día.
Inunda nuestra fidelidad de caridad y misericordia para que
podamos perdonar a quienes son para nosotras causa de dolor
y sufrimiento.
Coro 1
- Padre nuestro, que eres fiel en la ayuda que prestas a los
que amas.
Robustece nuestra fidelidad, para que no caigamos en la
tentación de la infidelidad a ti y a los pobres, traicionando
nuestra CONSAGRACIÓN-MISIÓN. Amén
Oración: Dios misericordioso, que enviaste a tu hijo al mundo
para liberar a los hombres y mujeres, cautivos del mal y del
pecado, concede a esta familia, congregada bajo la advocación
de la Virgen María de la Merced, el Espíritu de Cristo
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8. Redentor, para que socorra con activa caridad a todos los
oprimidos, y los guíe a la libertad que Cristo nos mereció con
su sacrificio. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Vísperas
Ambientación
Celebrar la fiesta de Jesucristo Redentor es
redescubrir los aspectos fundamentales de
nuestra espiritualidad, es volver desde
nuestro carisma, a la cercanía con el más
débil, con el que padece, con el explotado.
Es una invitación a descalzarnos ante el misterio de Dios que
se revela día a día en los pobres, los enfermos, los indigentes,
rechazados, excluidos y las mujeres maltratadas que claman
redención.
En esta oración de vísperas, nos disponemos a contemplar la
acción de Jesús en nuestra vida, en nuestra congregación, en la
misión que desempeñamos en su nombre. Jesucristo Redentor
"se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda
maldad.
Por eso, con un corazón lleno de gratitud, nos descalzamos en
el misterio de redención, para que encendidas por su luz
redentora y misericordiosa, nos haga capaces de transformar
nuestro entorno, capaces de sentir la misma compasión que
lleva a entregar la vida, en servicio de caridad y liberación.
Himno
LLAMADAS POR EL CRISTO REDENTOR,
ANUNCIANDO EL EVANGELIO A TODO EL MUNDO.
LOS CAUTIVOS, LOS SEDIENTOS DE JUSTICIA.
LIBERADAS PARA PODER LIBERAR. LA PALABRA
GRATUITA EN NUESTRAS VOCES. MERCEDARIAS
CON MARÍA PARA AMAR.
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9. El clamor de los más pobres y olvidados ha llegado hecho
historias hasta nosotras y nos urge a ser profetas en el mundo,
construyendo así la nueva humanidad, esperanza y utopía de
evangelio, ofreciendo mercedaria, mercedaria libertad.
Tras Jesús que salva, cura, lucha y sirve, que en su cuerpo
sigue obrando redención, disponemos nuestras manos al
servicio, nuestros labios proclamando la verdad, nuestros pies
haciendo paz por los caminos, nuevo mundo de justicia, de
justicia y gratuidad.
Un profeta granadino una mañana, su pasión del evangelio nos
legó y hoy es eco, mercedaria resonancia, prolongando su
mensaje redentor, la palabra de Jesús presencia activa, sin
fronteras, sin cadenas, fuerte y viva, en cualquier lugar del
mundo, ofreciendo salvación.
Salmos
Salmo 114
Monición: Dios es encuentro permanente con todo ser
humano. Pero siempre desde el respeto a nuestra libertad y la
vivencia de valores que facilitan ese encuentro: justicia, respeto
y libertad.
Ant. 1 El Señor arrancó a su pueblo de la muerte, para que
camine en el país de la vida.
Todas: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...
Salmo 129
Monición: El diálogo orante, propio de la alianza entre Dios y
el pueblo, tierno y amistoso muchas veces, se convierte aquí en
un grito: “A ti grito”. La pequeñez del ser humano se abre a la
grandeza de Dios, la fragilidad a la ternura entrañable, la voz
humana al derroche de misericordia. Cuando no parece quedar
casi nada, aparece la voz, se hace presente el grito de la fe; una
voz para el Dios que se hace presente en la hondura y suscita
confianza. (Cantado).
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10. Ant. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Cántico Ap 4, 11; 5, 9-10; 12
Monición: Que nuestra comunidad, que cada uno de nosotros
seamos una sinfonía que cante nuestra gratitud y nuestro amor
hacia Aquel que así nos ha manifestado todo su amor y su
entrega total. (Cantado)
Ant. Llega la victoria, el poder y el Reino de nuestro Dios, y
el mando de su Misión.
Todas: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...
Lectura Breve (Gál. 1, 3-5)
Les deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del
Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados para
arrancarnos de este perverso mundo presente, conforme al
designio de Dios, nuestro Padre. A él la gloria por los siglos de
siglos. Amén.
Respuesta a la lectura
Canto: Misericordia
QUIERO PONER MI CORAZÓN EN TU MISERIA,
COMO UN LLAMADO AL AMOR. QUIERO PONER
MI CORAZÓN MISERICORDIA SER EN NOMBRE
DEL SEÑOR.
Amar a la manera de Dios, servir como lo hizo Él. Amor
gestual, visible en los pobres de la tierra, regalo de Dios en
gratuidad.
Ternura de Dios en libertad, sentir contigo desde el corazón.
Es abrazo del Padre que acoge como a hijos. Regalo de amor y
gratuidad.
Quiero poner mi corazón como un llamado al amor. Quiero
poner mi corazón. Misericordia ser en nombre del Señor.
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11. Ant. Magníficat. Cantamos al Señor, tu grandeza, porque has
desplegado el poder de tu brazo, acordándote de tu
misericordia.
Magnificat meditado y luego cantado
Proclamo Señor tu grandeza,
la grandeza de tu amor,
alabo tu ternura y la infinitud de tu misericordia.
Me siento llena de alegría
porque me has colmado con tu gracia.
Porque has mirado, enamorado,
a tu criatura más pequeña.
Porque miras siempre con predilección
a quienes son humildes y pobres,
desvalidos y excluidos,
las víctimas y perdedoras.
Tu misericordia es energía liberadora
que traspasa la historia
de generación en generación.
Tu amor, manifestado en el mundo,
es fuerza esperanzadora
que trastoca los valores imperantes;
los grandes serán pequeños, a la larga;
los ricos serán despojados, a la larga,
y los pobres serán dichosos.
Tu amor, sembrado en los corazones,
Como lo hizo el beato Zegrí en su tiempo.
El que declara protagonistas a quienes son humildes
y evidencia la vaciedad de quienes se creen algo.
El que aplaude los gestos solidarios de servicio
y entrega, por ocultos y pequeños que sean.
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12. Canto, Señor, tus designios salvadores
para con todos los pueblos.
Canto tu fidelidad y paciencia,
tu amor que no tiene fin.
Quiero ser, Señor, cantora de tu amor,
un canto vivo para siempre.
Preces
Invoquemos al Padre, que envió a su Hijo como Redentor y
modelo de su pueblo, y digámosle: Señor, escúchanos.
1. Padre amoroso, te pedimos por todos los miembros que
sufren,
-acuérdate que por ellos, Cristo, cabeza de la Iglesia, ofreció en
la cruz el verdadero sacrificio vespertino.
2. Ilumina a los que viven en tinieblas, libera a los
encarcelados, protege a las viudas y los huérfanos,
-y haz que todos nos preocupemos de los afligidos.
3. A nuestros hermanos y hermanas, enviados por ti a
continuar la labor redentora de Cristo,
-confórtalos en las dificultades de cada día y hazlos felices en
tu servicio.
4. Escucha los gemidos de los agonizantes,
-y envíales tus ángeles para que los consuelen y conforten.
5. Conduce a los difuntos a la luz en que tú habitas,
-para que puedan contemplarte eternamente.
Agregar algunas peticiones…
Oración
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13. Dios misericordioso, que enviaste a tu hijo al mundo para
liberar a los hombres, cautivos del mal y del pecado, concede a
esta familia, congregada bajo la advocación de la Virgen María
de la Merced, el Espíritu de Cristo Redentor, para que socorra
con activa caridad a todos los oprimidos, y los guíe a la libertad
que Cristo nos mereció con su sacrificio. Por nuestro Señor
Jesucristo.
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