El documento describe el primer día de un triduo de oración en preparación para la fiesta de Jesucristo Redentor. Incluye lecturas bíblicas, reflexiones, cánticos y oraciones enfocadas en Jesús y su llamada a seguirlo con humildad y entrega al servicio de los demás.

1. Primer día: 6 de julio
JESUCRISTO REDENTOR, PASIÓN DE AMOR PARA
LA HERMANA MERCEDARIA DE LA CARIDAD

2. I. Vísperas del Domingo de la II semana del Tiempo ordinario
Día 6: Primer día del Triduo
Ambientación: colocar signos apropiados a la preparación de la fiesta en honor a
Jesucristo Redentor.
MONICIÓN:
Unidas a la gran familia mercedaria iniciamos en nuestra
oración de Vísperas, con el triduo de oración y preparación
para la gran fiesta de Jesucristo Redentor. Hoy queremos
centrar nuestra reflexión en la llamada de Jesús.
Jesucristo está en el corazón de cada hermana mercedaria que
escucha la llamada y responde con prontitud y generosidad. Lo
encontramos en medio de nosotras y en medio de nuestras
comunidades y llenas de su amor experimentamos un ardiente
deseo que nos une en la pasión por servir y proclamar el Reino
de Dios. Hemos escuchado su llamada a la santidad y queremos responder como respondió
nuestro beato P. Zegrí, a ejemplo de María de la Merced
Nos unimos en oración con todas las hermanas de la Congregación y con aquellas personas
que comparten nuestra misión, en distintos ámbitos y niveles. Pidamos, al Señor, para que
nos ayude a ser fieles al Espíritu, viviendo nuestro carisma de amor y liberación.
Canto: LLAMA DE AMOR
Quema mis pies, me impulsa a caminar senderos de ignorados, empobrecidos y olvidados. Quema
mis pies, me llaman a encontrar a Jesús crucificado en el que espera en su dolor.
QUEMA MIS PIES, MIS MANOS, MI CORAZÓN. ES PASIÓNDE REINO, CARISMA DE
AMOR. QUEMA MIS PIES, MIS MANOS, MI CORAZÓN. CARIDAD REDENTORA
MERCED DE DIOS.
Quema mis manos me invita a ofrecer elbien atesorado en el tabor de mi ser. Quema mis manos me
alivia estrechar a quien necesita calmar su soledad.
Quema mi corazón carisma de amor que me urge salir en servicio y donación. Quema mi corazón
obliga a sentir el clamor de quien implora reclamando Redención.
Salmos y antífonas del día.
Salmo 109
Monición Todos los cristianos participamos del sacerdocio de Cristo. Él confía en cada uno
de nosotros para que, siendo coherentes, vivamos los ideales que mueven nuestra
existencia.
Unidas a toda la Iglesia, especialmente a toda la familia mercedaria, cantemos este salmo,
que se aplica a la victoria de Cristo y de su Reino. (Cantado)

3. Salmo 113
Monición: El salmo que vamos a proclamar en un cántico de gratuidad, de alabanza, y de
bondad, por su cercanía a cada uno de nosotros. Dios comunica su Espíritu y sus dones a
los que viven conscientes la vocación de entrega a Él. (Cantado)
Cántico Ap. 19,1-7
Monición: Dejémonos sorprender, una vez más, por este Cristo que se lo jugó todo por
nosotros. Y que un crucifijo, siempre nos transmita mensajes de amor sin medida, mensajes
de entrega sin reservarse nada. Vivamos con entusiasmo, entrega y generosidad (Cantado)
Evangelio del día: (Mateo 11, 25-30)
"En aquel tiempo, exclamó Jesús: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre,
así te ha parecido mejor.
Todo me lo, ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al
Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo les aliviaré. Cargad con mi yugo y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y encontraréis vuestro descanso. Porque mi
yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Reflexión: (música de fondo)
"TRES LLAMADAS DE JESÚS
El evangelio de Mateo ha recogido tres llamadas de Jesús que hemos de
escuchar con atención sus seguidores, pues pueden transformar el clima de
desaliento, cansancio y aburrimiento que a veces se respira en algunos
sectores de nuestras comunidades.
“Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados. Yo les aliviaré”. Es la primera llamada.
Están dirigidas a todos los que viven su religión como una carga pesada. No son pocos los cristianos
que viven agobiados por su conciencia. No son grandes pecadores. Sencillamente, han sido
educados para tener siempre presente su pecado y no conocen la alegría del perdón continuo de
Dios. Si se encuentran con Jesús, se sentirán aliviados.
Hay también cristianos cansados de vivir su religión como una tradición gastada. Si se encuentran
con Jesús, aprenderán a vivir a gusto con Dios. Descubrirán una alegría interior que hoy no
conocen. Seguirán a Jesús, no por obligación sino por atracción.
“Carguen con mi yugo porque es llevadero y mi carga ligera”. Es la segunda llamada. Jesús no
agobia a nadie. Al contrario, libera lo mejor que hay en nosotros pues nos propone vivir haciendo
la vida más humana, digna y sana. No es fácil encontrar un modo más apasionante de vivir.

4. Jesús libera de miedos y presiones, no los introduce; hace crecer nuestra libertad, no nuestras
servidumbres; despierta en nosotros la confianza, nunca la tristeza; nos atrae hacia el amor, no hacia
las leyes y preceptos. Nos invita a vivir haciendo el bien.
“Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso”. Es la tercera
llamada. Hemos de aprender de Jesús a vivir como él. Jesús no complica nuestra vida. La hace más
clara y más sencilla, más humilde y más sana. Ofrece descanso. No propone nunca a sus
seguidores algo que él no haya vivido. Nos invita a seguirlo por el mismo camino que él ha
recorrido. Por eso puede entender nuestras dificultades y nuestros esfuerzos, puede perdonar
nuestras torpezas y errores, animándonos siempre a levantarnos.
Hemos de centrar nuestros esfuerzos en promover un contacto más vital con Jesús en tantos
hombres y mujeres necesitados de aliento, descanso y paz. Me entristece ver que es precisamente su
modo de entender y de vivir la religión lo que conduce a no pocos, casi inevitablemente, a no
conocer la experiencia de confiar en Jesús. Pienso en tantas personas que, dentro y fuera de la
Iglesia, viven “perdidos”, sin saber a qué puerta llamar. Sé que Jesús podría ser para ellos la gran
noticia."
Cada hermana compartirá, de forma sencilla, algunos de los rasgos de Jesús que haya
logrado interiorizar en el texto bíblico o en la reflexión personal.
Por ejemplo:
 ¿Qué te atrae de la persona de Jesús?
 ¿Qué palabras, gestos o actitudes de Jesús te interpelan con más fuerza?.
Iluminación carismática
Nº 193. Es necesario concebir una tierna devoción a Jesucristo en el leño
de la cruz. (S/3).
Nº 7. La acción salvadora, liberadora de Dios en la historia, es asumida
por Jesucristo y realizada a través de su proyecto de vida, centrado en el
reinado de Dios. El misterio de la muerte y resurrección de Cristo, fuerza
redentora de la vida, asumido por quienes se adhieren a Él, hace que el hombre y la mujer
encuentren en su propia realidad, la dignidad de su condición de hijas e hijos de Dios. La
cristología de nuestro carisma es esencialmente pascual. Nuestra identidad de mercedarias
de la caridad se fundamenta en el seguimiento de la persona y obra de Jesucristo
Redentor. (Constituciones).

5. CANTO: CLAMOR ENAMORADO
Oh Señor eres fiel lo he constatado en momentos cruciales de mi vida. No permitas que el cansancio
del camino aminore mi entrega y compromiso.
Señor, que se cumpla todo en mí; tal cual me dijiste en mi llamado. Ten cuenta cuán pobre y débil
soy necesito de tu gracia y de tu amparo.
JESÚS, SEÑOR, JESÚS. RESPONDE A MI LLAMADO, CLAMOR ENAMORADO. JESÚS,
SEÑOR.
Tengo ganas de alabarte sin parar. Así ahuyentar los temores que me acechan. Como grito de guerra
esperanzado, suba a ti mi clamor enamorado.
Lo espero todo de ti mi salvador. Mis ojos mirándote descansan. Mi corazón sólo encuentra en ti su
paz y mis labios dulzura en tu palabra.
Señor, misericordia quiero ser tu consuelo en el hermano que hoy sufre, úngeme con aceite de ese
don y embriágame con el vino de tu amor.
Testigo vivo quiero ser de redención desde un servicio de amor liberador. Cuento con la fuerza de
tu ser tu palabra, tu gracia y tu poder.
- Oración personal:
- Finalizado el tiempo se continúa con el Oficio: Magníficat - Preces.
- Oración final: