3. 1 Reyes 3:5 Y se le apareció Jehová a Salomón en
Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide
lo que quieras que yo te dé. […] 7 Ahora pues,
Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo
por rey en lugar de David mi padre; y yo soy
joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8 Y tu siervo
está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un
pueblo grande, que no se puede contar ni numerar
por su multitud. 9 Da, pues, a tu siervo corazón
entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir
entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá
gobernar este tu pueblo tan grande? 10 Y agradó
delante del Señor que Salomón pidiese esto.
4. Mateo 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo
aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y
al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay
de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará
una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le
dará una serpiente? 11 Pues si vosotros,
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
que está en los cielos dará buenas cosas a los
que le pidan?
5. Santiago 4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y
ardéis de envidia, y no podéis alcanzar;
combatís y lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no
recibís, porque pedís mal, para gastar en
vuestros deleites.
6. Mateo 8:1 Cuando descendió Jesús del monte,
le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un
leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si
quieres, puedes limpiarme. 3 Jesús extendió
la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio.
Y al instante su lepra desapareció.
7. Mateo 20:29 Al salir ellos de Jericó, le seguía una
gran multitud. 30 Y dos ciegos que estaban
sentados junto al camino, cuando oyeron que
Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo
de David, ten misericordia de nosotros! 31 Y la
gente les reprendió para que callasen; pero ellos
clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David,
ten misericordia de nosotros! 32 Y deteniéndose
Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os
haga? 33 Ellos le dijeron: Señor, que sean
abiertos nuestros ojos. 34 Entonces Jesús,
compadecido, les tocó los ojos, y en seguida
recibieron la vista; y le siguieron.
8. Marcos 10:46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de
Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo
el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino
mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno,
comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David,
ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para
que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de
David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús,
deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego,
diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El
entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te
haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida
recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
9. Mateo 13:36 Entonces, despedida la gente,
entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus
discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola
de la cizaña del campo. 37 Respondiendo él,
les dijo: El que siembra la buena semilla es el
Hijo del Hombre.
10. Mateo 15:22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de
aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten
misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un
demonio. 23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces
acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela,
pues da voces tras nosotros. 24 El respondiendo, dijo: No soy
enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25
Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor,
socórreme! 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan
de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27 Y ella dijo: Sí, Señor;
pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa
de sus amos. 28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer,
grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue
sanada desde aquella hora.
PB Mateo 15:22 Y he aquí una mujer cananea salida de aquellos
términos clamó, diciéndole: Compadécete de mí, Señor, hijo de
David. Mi hija está malamente endemoniada.
11. Mateo 17:14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un
hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15
Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y
padece muchísimo; porque muchas veces cae en el
fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus
discípulos, pero no le han podido sanar. 17
Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y
perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18
Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del
muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora.
Lunático: G4583 seleniazo; azotado por la luna (de
selene, luna)
12. Marcos 5:22 Y vino uno de los principales de la
sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se
postró a sus pies, 23 y le rogaba mucho, diciendo:
Mi hija está agonizando; ven y pon las manos
sobre ella para que sea salva, y vivirá. […] 41 Y
tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi;
que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42
Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía
doce años. Y se espantaron grandemente.
RVG Marcos 5:23 y le rogaba mucho, diciendo:
Mi hija está a punto de morir; ven y pon tus
manos sobre ella para que sea sana, y vivirá.
13. Lucas 8:41 Entonces vino un varón llamado
Jairo, que era principal de la sinagoga, y
postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que
entrase en su casa; 42 porque tenía una hija
única, como de doce años, que se estaba
muriendo. Y mientras iba, la multitud le
oprimía.
14. Marcos 9:17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo:
Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 18
el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa
espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a
tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. […] 22
Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para
matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de
nosotros, y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al
que cree todo le es posible. 24 E inmediatamente el padre
del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba,
reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo
y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. 26
Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con
violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que
muchos decían: Está muerto.
15. Lucas 24:27 Y comenzando desde Moisés, y
siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de él
decían. 28 Llegaron a la aldea adonde iban, y
él hizo como que iba más lejos. 29 Mas ellos le
obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con
nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha
declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
30 Y aconteció que estando sentado con ellos
a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió,
y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los
ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció
de su vista.
16. Lucas 11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que
busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11
¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan,
le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de
pescado, le dará una serpiente? 12 ¿O si le
pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Pues
si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas
dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que
se lo pidan?
17. Santiago 1:5 Y si alguno de vosotros tiene
falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le
será dada. 6 Pero pida con fe, no dudando
nada; porque el que duda es semejante a la
onda del mar, que es arrastrada por el viento
y echada de una parte a otra.
18. Lucas 23:39 Y uno de los malhechores que
estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú
eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
40 Respondiendo el otro, le reprendió,
diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en
la misma condenación? 41 Nosotros, a la
verdad, justamente padecemos, porque
recibimos lo que merecieron nuestros hechos;
mas éste ningún mal hizo. 42 Y dijo a Jesús:
Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo
que hoy estarás conmigo en el paraíso.
19. 1 Juan 5:14 Y esta es la confianza que tenemos
en él, que si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que
él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,
sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho.
20. Mateo 21:22 Y todo lo que pidiereis en
oración, creyendo, lo recibiréis.