Este documento presenta un proceso de aprendizaje sobre la frustración a través de varias etapas: de un "no puedo" a un "todavía no". Incluye una historia sobre un soldado que espera 99 días bajo el balcón de una princesa y varios textos que abordan la frustración desde diferentes perspectivas como la espera, la motivación, la tolerancia y la liberación.
4. La primer palabra que asocio a mi Frustración es espera . La Frustración es, ante todo, un “Todavía NO”, concientes del dolor que puede causarnos ese todavía. La Frustración es un agujero , emparchado con reflexiones inútiles, sobre el sentido de seguir o no luchando. La Frustración es el terror de enfrentar millones de preguntas, cuando quisiéramos una respuesta obvia. El mejor ejemplo, para presentarles el tema, es una historia, incluida en la película “Cinema Paradiso . Una historia conmovedora, trágica y enigmática , fiel al estilo “siciliano”, como también lo son parte de mis raíces. Les comparto la escena, protagonizada por Alfredo y Totó. Al finalizar, les transcribo el texto, por si quieren leerla. Click para conocerla
7. ¿Por qué crees, que justo el último día, a un paso de disfrutar el amor de la princesa, el soldado tomó sus cosas y se marchó? En la nueva versión de la película, pocos años después, un Toto más experimentado en los misterios de la vida, le presenta su interpretación a Alfredo, quien con su respuesta, cambió su vida para siempre. ¿Conocés esa interpretación y la respuesta de Alfredo? ¿Querés hacerlo? Todavía no. Es necesario esperar. Mientras tanto, te propongo una serie de textos desestructurados, sentidos, y a emocionalidad pura, que en forma indirecta aluden al tema. Frustrada pero contenta , es lo que pude hacer con mi frustración en los 99 días de espera. Click para continuar
8. Frus trada per o con tenta. Un enfoque emocional de la frustración
9. Frus -tra(i)ciones S i pariera un hijo lo amamantaría con mis rebeldías. S i fuese su padre, armaría un carrito con mis rencores y lo acompañaría a medianoche a sepultarlas en un basural. S i fuese su abuela, lo bañaría, le prepararía un guiso y le cantaría muy bajito hasta que amanezca. S i fuese su abuelo, le enseñaría a cirujear para reencontrar viejas rebeldías. S i fuese su mujer, prepararía una cama para que descanse a su regreso. S i fuese su amigo, organizaría una gran fiesta para celebrar su liberación. Frus -tra(i)ciones Frus traci on es Ab ort adas Pero me abandonaste estéril… Y ni siquiera tengo fuerzas para revelar mi frustración .
10. El comandante de la Guardia Suiza no llegó a cruzar el umbral del dormitorio. Giró y miró a ambos lados. Una puerta entornada a su derecha , le ofrecía la posibilidad cambiar de opinión. A su izquierda un cortinado azul oscuro ocultaba el ventanal que tantas veces acompañó en sus silencios. El último de ellos, fue el día en que su padre supo de su admisión en el ejército más selecto del mundo. Recordó la neutralidad de su mirada al sentenciarlo: -No es suficiente hijo. Aunque me duela, no dejarás de ser un mediocre- . No pudo responder, prefirió continuar su camino en silencio. Tampoco volvió a verlo, ni se animó a contarle sobre sus progresos. Los dictámenes de su padre, eran inapelables. Volvió a observar el cortinado, fue su único testigo cuando juró regresar triunfante. Supo esperar y la oportunidad llegó. Se imaginó luciendo su colorido uniforme en tapa de los principales diarios del mundo. -“Asesinato frustrado”- sería un titular perfecto, digno de su mediocridad genética. Frus traciones Her eda das
11. Yo me rebelo. Tu deberías rebelarte, pues él se rebela ¿Y nosotros? Rebélense ustedes! No importa que hagan ellos. Hablando o en silencio Gritando o escupiendo. Llorando o tejiendo. Comiendo o siendo comidos. No importa como hacerlo. Ahora, pronto, siempre, alguna vez, ayer, el mes próximo, el pasado año. En el tiempo, con tiempo o sin él. No importa el momento. En el baño, en el subte o en la cama. En Alaska o en la india, en un sueño o en un cuento. En el fondo, en el centro, adentro o afuera. No importa un lugar adecuado. No importa la importancia, la razón, la sinrazón, el sin o el sobre. No importa la carta ni el papel. Con manteles o sábanas, o en sabanas. Nada importa. Ni si quiera frustrarse. Hacelo sin rebelión o religión; ni idea ni ideología. Sin cacerolas o con matafuegos. Re elémonos Rebelémonos V Rebelémonos Rebelémonos Rebelémonos Frus traci on es R e V e ladas Rebelémonos
12. Extrañar / Extrañada Extrañar / Extrañada Extrañar / Extrañada Extrañar / Extrañada Extrañar / Extrañada Siento la frustración, como una sensación más extraña que extrañada. ¿Existirá el sustantivo extrañada, para definir a quien otros extrañan. Si conozco “extrañado de extrañeza” , pues “lo extraño” si existe. Y con sólo agregarle un yo delante, se aclara su sentido: Yo lo extraño., no hay dudas de mi intención Con los otros, no es sencillo comprenderlos. El extrañ (o/ó) nos confunde con su tilde; la extraña genera ambigüedad, al extrañarse: *se extraña en su respuesta “entendida”, que todo lo explica; *se extraña al no entender su extrañamiento. Y además, es extraña…. ¿O lo estará ? Una frustración fortalecida, diferencia ser de estar. “Soy” es un condicionante eterno, ”estar” en cambio, puede reducirse a un instante. Me corrijo, ella no es extraña; simplemente hoy lo está. Y olvidaba el extrañamiento. La psiquiatría lo descubre en tres síndromes: despersonalización, desrealización y trastornos del yo. Un yo , mi yo frustrado, que no se extraña en afirmar: “ Amo lo Extraño” Frustr aciones Extrañadas
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14. “ El club de las Mujeres Muertas” es un cortometraje del cantautor Víctor Manuel sobre la violencia de género, incluido en “ Hay motivo”, una serie de 32 cortometrajes producidos en el 2004 en los que se critican diversos aspectos de la realidad social española y, sobre todo, al gobierno del Partido Popular en distintos temas sociales y políticos. +++ Frus tacio nes Violentadas Difícil comprender su frustración. Un simple golpe la conmovía, casi como acariciándola. Quedaba reducida a sus ojos, mirando fijo aquella mano, única protagonista en la escena. No había llanto, ni gritos ni puteadas, ni ahogos… Sólo una espera eterna, el dolor que no llegaba y una imagen siniestra que la hipnotizaba . Difícil comprender su frustración. Una simple caricia la aterraba, casi como golpeándola. Quedaba reducida a sus ojos, mirando fijo aquella mano, única protagonista en la escena. No había llanto, ni gritos ni puteadas, ni ahogos… Sólo una espera eterna, el amor que no llegaba y una imagen siniestra que la hipnotizaba .
15. Fr u s tr a cion es D ese sp e r a das Desde hace años busco una “palabra” para definir a quien desespera a otro. No me gusta llamarlo “deseperador”, pero no encuentro otra forma de describir la dialéctica desesperador / desesperado. Son tan diferentes! A uno, el miedo lo paraliza; el otro, lo usa como escudo de protección. Aprendí acumulando frustración, que no es posible aliviar la desesperación del otro. No debí creer que era posible enfrentar a un desesperador. Me aterra el poder de los desesperadores! Ojalá no vuelva a caer en su red. No voy a desesperar por no aceptar perder. El riesgo de la soberbia es el descontrol, y ni siquiera el cementerio, se apiada de los omnipotentes
16. Su vida fotografiaba en sepia. Recuerdos esfumados sostenían su deseo, escurridizo a toda explicación. -Quiero hablarte sobre mi deseo– le dijo a Ignacio con una sonrisa, que recreaba un sentimiento de odio desteñido por el paso del tiempo. - Cerrá los ojos – pidió Estela. Imaginame de noche, parada frente a una ciudad desierta. Sólo una luz blanca se impone. Siento asco por esa armonía barata. La alternativa es lo más bajo y obscuro. Ahí inverna mi deseo. Me excita y asusta conocerlo. Un paso más y seré suya, más allá de mi voluntad. Si avanzo, será imposible retroceder. Mis ideas desvanecen y tomo valor. Me entrego a descubrirlo. Entonces vendrán los aplausos… Soy bendecida por la luz blanca, que me distingue como la fetiche de turno, en la perversa parodia del poder. Paradójicamente, mi deseo me convirtió en armonía barata-. Él la miró con ternura, siempre durmió tranquilo.Su único desvelo, era la luz que debía pagar a fin de mes. Él sí se sentía satisfecho a su lado, al punto que quiso contárselo, pero no era el momento adecuado. Temió lastimarla al decirle que el deseo era algo simple; como casarse, tener hijos, buen sexo, un aumento de sueldo a fin de mes y festejar los campeonatos de Boquita . Y si todo eso fallaba, una cervecita y una grande de muzarella fusilaba todo resto de frustración. E l t e nía u na vi d a m u ltic o lor, s ólo l amen t aba n o po d er co m pa r tirla c o n el l a Frus t acio nes Dest eñi idas
17. Aún nos conmueve lo sucedido ese día, sólo conocíamos su frustrado deseo de publicar un libro, basado en esa rara pasión tan divertida. Recorría las tumbas y seleccionaba epitafios originales. Los y transcribía en una sobria libreta que heredó de su padre, junto a un antiguo cortaplumas. Luego las clasificaba usando dos palabras; por ej. “formales-amorosas”, “hipócritas- profesionales”, “ridículas -filosóficas” “amistosas-simples” o “incestuosas-familiares”, sus preferidas. Y finalmente identificaba las breves, su creación, una categoría que requería algunos cálculos, pues surgía de la cantidad de letras utilizadas - nunca mayor a doce- sumando un punto adicional por cada vocal, restando uno por las letras repetidas y excluyendo toda consonante que seguía a la “r” en el alfabeto. Aún nos conmueve lo sucedido ese día, no imaginamos cuanto lo había esperado. Como de costumbre, caminó desde la entrada principal hacia el crematorio. Se detuvo deliberadamente frente a una tumba, en apariencia abandonada. -“A mi gran amor”- decía junto a la foto de su padre. Se sintió feliz, sin proponérselo, clasificaba como breve. Entonces llamó a su hijo, quien en silencio la observaba a cierta distancia. Lo besó, obligándolo a arrodillarse frente a su padre. La lluvia nos ocultó la escena póstuma, quizá verla nos hubiese ayudado a comprender algo más de la historia. Aún nos conmueve lo sucedido ese día, en especial al revisar su libreta y comprobar que había completado su obra. - “Frustración- Breve”- pudo escribir en la última página ,con su sangre aún tibia, como si hubiese imaginado el destino de su deseo. Frus ta cio nes Br eves
18. . Las desventuras de Cupido en la era de la creación. ¿Qué el amor no está en crisis? ¿Quien afirma tremenda estupidez? Seguramente, debe ser ese ridículo arquero, solitario por naturaleza , de sexualidad más que dudosa, opinólogo en los reality shows. Haberse visto, justamente él , que tuvo la oportunidad de flechar a los mismísimos Adán y Eva; y en cambio se enamoró de Dios, por lo cual fue el primer expulsarlo del paraíso. Y como se negó a aprender de la frustración, se emborrachó con vino barato en una cantina de los suburbios de la tierra prometida. F r u s t r a c i o n e s delirantes Fue allí que confundió a m o r con O m a r , O m a r con R o m a ; R o m a con r a m o , r a m o con m o r a y con un r a m o con una m o r a intentó seducirlo al viejo A r o m , quien lo golpeó indignado porque las faltas de ortografía, son las responsables de las crisis amorosas.
19. Una frustración reciente. Supe que el título original del libro “El varón sagrado”, maravilloso por cierto, era “El Varón Posible ”. Ninguno de los títulos me conformaban: “Lo sagrado "es perverso, “lo posible ” frustrante . Qué frustración al oír, la utilización del concepto de “potencia” como una instancia superadora al desencuentro mujer/poder, consecuencia del patriarcado. Creía un retroceso cuestionar la esencia del poder como tal, pues no es su uso sino su abuso, el responsable de las relaciones de dominación. Y justamente esa frustración , alimentó mi “posible rebeldía” . Entonces estudié el concepto de potencia en Espinoza y encontré una palabra “poderosa” que fortalece mi definición de poder y abre “nuevos posibles” Volví a pensar en “El Varón Posible ”. No dudaría en titularlo “El Varón en Potencia ”. Una frustración histórica. ¿ Por qué se definió a la política cómo el arte de lo posible? . Nunca esperé milagros, pero es demasiado frustrante “lo posible” ¿Y si Política fuera un arte en potencia, cambiaría en algo mi sensación? No lo se. La búsqueda continúa. Hoy, de un modo más sereno. ¿Habré transmutado esa antigua rebeldía? Qué bueno fue aceptar “lo posible”, la frustración movilizó mi potencia . Frus traci on es Supe ra das Click para movilizar tu potencia
20. Qué bue no que hayas lleg ado hasta aquí Te espera te permitió avanzar en . Te propongo ahora si, aprender sobre la frustración
21. Bien Como Toleraste tu “Todavía No”, mereces conocer el enigma planteado en el inicio de este recorrido. Click para continuar
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23. Finalmente Totó se fue, aún sin entender por qué lo hacía. Confió en Alfredo, e inició un viaje que todos alguna vez haremos. Se trata de abandonar la comodidad del pueblo, y afrontar la incertidumbre en una gran ciudad. Sea cual fuera nuestro paradero, cuando no haya otros marcando el rumbo, será el momento preciso de volver a casa. Sin buscarlo, el exilio nos posibilitó crecer. A la vuelta, será tiempo de restaurar viejas heridas, censuradas al momento de partir. Sin buscarlo, el hecho de aceptar las pérdidas, como Totó nos devolverá las mejores imágenes de nuestra vida:
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25. Click sobre la imagen del el e-book para Descargar Este e-book, es un PDF, que podes descargar aquí o en el siguiente link http://www.encontradores.com.ar/todavia%20no.pdf Por cualquier dificultad en hacerlo envianos un mail a [email_address] Click Aquí Click ir a las conclusiones finales
26. Quiero contarles que este material, diseñado en un modo sencillo – casi artesanal – tiene como objetivo presentarles un anticipo, del proyecto que encararé este 2012, asociado a generar materiales para el entrenamiento presencial y on line de competencias emocionales: apuntando por un lado a explicar los conceptos, y por otro a promover vivencias que faciliten contactarse al tema. Si bien elegí aquí mostrarlo como dos caminos alternativos, sepan que en un entrenamiento, no existe tal separación. Hay una propuesta única , que promueve vivencias grupales e individuales de fuerte impacto, tanto a nivel racional como emotivo. Llegamos al “final – final” de este recorrido. Sólo me queda agradecerte por acompañarme en una propuesta con dos modalidades de abordaje. Si querés releer alguna, click aquí para elegirla: