Este documento presenta las bases teológicas y prácticas de la Pastoral de la Comunicación en Paraguay. Explica que la comunicación tiene su origen en Dios mismo y es esencial para la vida de la Iglesia. Luego describe las fortalezas y debilidades de la labor comunicativa de la Iglesia en Paraguay actualmente. Finalmente, destaca que la Pastoral de la Comunicación busca incorporar la comunicación en todas las áreas pastorales para responder a los nuevos desafíos de una manera creativa y testimonial.
Subsidio de la Pastoral de Comunicación "Evangenlizar es comunicar"
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Subsidio
Pastoral de la Comunicación
“EVANGELIZAR ES COMUNICAR”
"Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis
en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con
su Hijo Jesucristo" (1 Jn 1,3)
Elaborado por la Pastoral de la Comunicación de la
Conferencia Episcopal Paraguaya.
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Página
Presentación
Introducción
1 - La Comunicación
1.1. Teología de la comunicación
1.2. La comunicación, vital en la vida de la Iglesia
2 - Nuestra realidad a nivel de la Pastoral de la Comunicación en Paraguay
2.1. Debilidades
2.2. Fortalezas
3 – La Pastoral de la Comunicación
3.1. Misión de la Pastoral de la Comunicación
3.2. Implicancias de la Pastoral de la Comunicación
3.3. La Pastoral de la Comunicación es mucho más que una oficina o un medio
4 - Los Documentos Eclesiales iluminan nuestra realidad
4.1. Concilio Vaticano II
4.2. Communio et Progressio
4.3. Puebla
4.4. Santo Domingo
4.5. JMCS 42
4.6. Aparecida
5 - Objetivo General
6 – Modelo de objetivos Específicos para la Pastoral de la Comunicación en cada
Diócesis.
7 – Propuestas para las Líneas Operativas
8- Recursos y Estrategias
9 - Formación del Equipo Diocesano
10 - Conclusión
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INTRODUCCIÓN
El presente material es sólo un recurso, un medio para ayudar a implementar y
animar la Pastoral de la Comunicación en toda su justa medida, y a partir de ahí ir
adaptándolo de acuerdo a la realidad de cada Diócesis. "Evangelizar es
comunicar". (Doc. de Puebla), y el Documento de Aparecida es todo un impulso a
la comunicación misionera.
“El ser humano es para la comunicación y para la comunión”, dice el Documento
de Aparecida (Nº 130). La comunicación es esencial en el ser humano, no somos
seres aislados, necesitamos estar en comunicación con nuestro entorno.
“Afirmamos que la clave está en los procesos de comunicación y no en los
medios. De cómo se entienda y se viva la comunicación, nacerá la reconciliación
y de la reconciliación nacerá la comunión y la comunión posibilitará el logro de
mejores condiciones de vida para nuestros pueblos y, por consiguiente, se podrá
aspirar a una sociedad que acceda a una paz verdadera y estable”. Declaración
de comunicadores del Cono Sur, Buenos Aires, setiembre, 2010.
1. La comunicación
Etimológicamente viene del latin Communis que significa comunidad, por lo tanto
tiene que ser un camino para la construcción de comunidad. Cfr. Comunicación a
la Luz de Aparecida, pg. 20.
Entendemos la comunicación como un proceso de transmisión y percepción de un
mensaje que supone una elaboración o codificación y una comprensión o
decodificación. Este proceso debe llevar a la interacción, aún cuando sea a través
de medios masivos o de los que ahora conocemos como virtuales, de modo que
propicie la comunión entre las personas. En esta perspectiva, el hecho
comunicativo más consumado es el que se da en el amor.
Como Iglesia asumimos el desafío que presenta la comunicación en la actualidad.
No se trata simplemente de utilizar más los medios de comunicación o tener una
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mayor presencia en ellos con programas de evangelización, sino por sobre todo
plantearnos como comunicamos el mensaje de nuestra fe, la forma en que se
interrelacionan las personas, las familias, las comunidades de base. En síntesis,
asumir que la comunicación debe permear el ser y quehacer de toda la Iglesia.
1.1. Teología de la comunicación
La comunicación tiene su origen en Dios mismo. Dios es comunidad, comunión y
comunicación en el misterio de la Trinidad. Él se comunica en Jesucristo, Palabra
que se hizo hombre para anunciar el Reino de Dios a los seres humanos.
Jesucristo es el contenido y la fuente de lo que la Iglesia comunica cuando
proclama el Evangelio. Esta es la buena noticia que tenemos que actualizarla
permanentemente.
Uno de los errores más frecuentes es asociar la comunicación simplemente a los
medios de comunicación o las nuevas tecnologías. La comunicación permite la
expresión libre de las personas, sobre los hechos de su interés. (Cfr. Felicísimo
Martínez, Teología de la comunicación, pg. 13)
Necesitamos reconocer que la comunicación en la vida de la Iglesia no se termina
en la utilización de los medios modernos de comunicación. Sino desde la misma
comunicación trinitaria, que nos invita a vivir la comunión, debemos caminar hacia
esa comunicación plena, en libertad, que nos una al otro como hijos de un solo
padre.
El mismo Martínez dice que la trinidad es la fuente, el origen, el prototipo de toda
comunicación para la comunidad cristiana. Esta es una tesis central de la teología
de la comunicación en su estadio actual. Es preciso remontarse hasta las alturas
o las honduras del misterio trinitario para comprender teológicamente la
comunicación. (Cfr. Teología de la comunicación, pg. 15)
La Trinidad es comunicación y comunión eterna. El Hijo, enviado por el Padre es
la Palabra, el Mensaje, la decodificación fundamental de la existencia humana. La
Iglesia, identificada con su fundador, tiene como identidad y misión el hecho
comunicativo para la comunión no sólo al interno de la misma sino para
promoverla entre todos los hombres. El proceso vivo de comunicación y comunión
se garantiza con la acción del Espíritu Santo, Él mismo fruto y signo fundamental
del amor de Dios.
Jesucristo es el modelo de comunicador porque sale a nuestro encuentro y
espera nuestra respuesta libre. Somos llamados a presentar a la sociedad de hoy
la experiencia vital de la entrega de Dios al hombre con convicción, creatividad y
de manera testimonial.
La respuesta al anuncio del evangelio implica una nueva manera de vivir, de
pensar y de actuar en la sociedad. Para cada comunicador, esta tarea pastoral
específica es la manera de asumir su compromiso bautismal de anunciar la Buena
Noticia de Dios y vivirla.
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1.2. La comunicación, vital en la vida de la Iglesia
El P. Carlos Quinteros en su libro La Comunicación a la luz de Aparecida, plantea
que aunque en la Iglesia, la comunicación se entiende como algo vital, como
realidad imprescindible en sus procesos de evangelización y fundamental en la
acción pastoral, con facilidad, su concepto se reduce a una visión mediática,
hasta el punto de considerar que, en una diócesis o parroquia si se tiene una
emisora o un canal de televisión ya se está incursionando en el mundo de la
comunicación. (Cfr. La comunicación a la Luz de Aparecida, pg. 10)
2. NUESTRA REALIDAD A NIVEL DE LA PASTORAL DE LA COMUNICACIÓN
COMO IGLESIA EN EL PARAGUAY
En nuestras Diócesis hace falta impulsar una verdadera pastoral de la
comunicación. No hemos aprovechado los buenos recursos humanos y todos los
medios de comunicación que hoy tenemos a nuestro alcance. Hace falta motivar y
concienciar al clero, religiosos, religiosas y laicos de esta área de la
comunicación.
Comenzar a cuestionar y adquirir un sentido critico y reflexivo sobre nuestra
manera de comunicar desde las distintas pastorales, es un enorme paso para
reconocer nuestra realidad como Iglesia en materia comunicativa, teniendo en
cuenta además el contexto global en el que estamos situados:
- Sociedad de la información y comunicación.
- Abundancia de medios.
- Acceso ágil e ilimitado.
- Tecnología al alcance de muchos.
- Redes sociales
- Sociedad posmoderna.
- Relativismo imperante.
- Individualismo.
- Crisis en los ámbitos políticos, sociales, económicos, culturales y religiosos.
Tenemos acceso a una abundante cantidad de visiones del mundo a través de los
medios. Sin embargo, estas visiones no presentan muchas veces modelos de
comportamiento en valores que alumbren el actuar social.
Nuestra realidad común esta marcada por:
2.1. DEBILIDADES
Poco conocimiento y comprensión de la pastoral de la comunicación por
parte de algunos obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos/as,
Movimientos Eclesiales y laicos.
Falta de motivación personal para emprender proyectos comunicativos.
Evidente falta de capacitación profesional.
No hay recursos suficientes y deseos de invertir en esta área.
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Falta de promoción por desconocimiento o por miedo a lo novedoso.
Supremacía de la comunicación verbal en detrimento de otros lenguajes.
Comunicación no inculturada y que no afecta a los destinatarios.
Programas en medios de comunicación que priorizan sólo el contenido,
dejando de lado la forma.
Existen deficiencias a nivel país en cuanto al acceso a Internet.
No hemos aprovechado los medios de comunicación – Radios, TV, que
en nuestras Diócesis tenemos a nuestro alcance.
La improvisación en la elaboración de programas y proyecto que
favorezcan en la comunicación.
No obstante existen también aspectos positivos que mencionar como ser:
2.2. FORTALEZAS
En algunas diócesis existen departamentos o secretarías responsables de
comunicación. Varios sacerdotes y el Seminario aprovechan los espacios
ofrecidos por emisoras radiofónicas y periódicos. Algunas parroquias tienen
sus propios boletines.
Algunos sacerdotes, Diáconos, laicos, movimientos eclesiales y
congregaciones religiosas editan materiales de desarrollo humano,
reflexión bíblica y catequesis, entre otras iniciativas.
Interés por las nuevas tecnologías e inversión en las mismas al servicio de
la pastoral. Es de destacar en este punto el esfuerzo desinteresado de
muchos laicos que ofrecen sus recursos propios y su tiempo, para una
mejor comunicación de la pastoral en que se encuentran. Así también de
muchos de ellos trabajan “ad honorem” en radios comunitarias,
manteniendo la edición de boletines o manteniendo sitios en Internet entre
otros.
Se evidencia un ligero aumento de presencia pastoral en Internet
principalmente a través de los Blogs y redes sociales, lo cual se debe
también a la paulatina reducción de costos en el servicio.
PRESENCIA EN TV y Radioemisoras Católicas AM y FM
3. La Pastoral de la Comunicación
La Pastoral de la Comunicación: Es la acción evangelizadora de la Iglesia que
ofrece y facilita espacios de comunicación para la comunión. Anuncia a
Jesucristo, comunica el ser y el quehacer de toda la Iglesia.
3.1. Misión de la Pastoral de la Comunicación
Su misión es incorporar la comunicación en todas las áreas pastorales a fin de
que estas respondan a los nuevos desafíos, promoviendo con convicción,
creatividad y de manera testimonial la comunicación intra y extra eclesial que
lleva a la comunión y participación en la Iglesia y en la sociedad.
Si hablamos de la Pastoral de la comunicación, podemos hablar también de una
comunicación para la pastoral, que integra, dinamiza, unifica, da armonía y
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equilibrio a las relaciones sociales y en la Iglesia. Cfr. La comunicación a la Luz
de Aparecida, pg. 27.
3.2. Implicancias de la Pastoral de la Comunicación
Una pastoral de la comunicación no sólo implica la comunicación de las verdades
de fe, sino también de las verdades acerca del ser y quehacer humanos según la
especial dignidad con la que le ha dotado su Creador.
Muchas veces ignoramos, en la práctica, que el diálogo del obispo con su
presbítero, las celebraciones litúrgicas, homilías…, son espacios y momentos de
comunicación y en todos estos procesos de relaciones, se contempla la
comunicación. De hecho el Documento de Puebla nos recuerda que “evangelizar
es comunicar”. (Cfr. La comunicación a la Luz de aparecida, Carlos A. Quinteros,
pg. 22)
La riqueza de una Pastoral de la Comunicación está basada precisamente en este
tejido de relaciones y en la armonía que puede darse entre lo que significa la
comunicación como proceso y el uso de los medios para que las relaciones
humanas se fortalezcan y las comunidades se consoliden.
“Hablar de una Pastoral de la comunicación es pensar que la Iglesia se construye
con el aporte de todos, poner al servicio de los otros, los ministerios, dones y
carismas, una pastoral que pone en ejercicio, la triple dimensión bautismal:
sacerdocio, profetismo y realeza”.
3.3. La pastoral de la comunicación no es una oficina, ni son los medios de
comunicación que se poseen en la Iglesia.
Una pastoral de la comunicación debe estar atenta a los comunicadores sociales,
periodistas, locutores, artistas, pintores, publicistas, fotógrafos, etc., a quienes
debe brindarse un acompañamiento permanente, ofreciendo posibilidades de
afianzar su espiritualidad para que, convencidos de su misión, se esfuercen por
dar testimonio del amor de Dios en el mundo, a través de la actividad que
desempeñan.
Una pastoral de la comunicación debe estar anclada en la dignidad y la promoción
de los seres humanos, en la inclusión de los marginados y desfavorecidos, en la
misión de la Iglesia universal, en el compromiso de todos los bautizados y en el
servicio a la comunidad. La pastoral de la comunicación se transforma entonces,
en un servicio para la misma Iglesia y para la sociedad.
Si hablamos de una Pastoral de la comunicación, podemos hablar de una
comunicación para la pastoral, que integra, dinamiza, unifica, da armonía y
equilibrio a las relaciones sociales y en la Iglesia. Así la comunicación es la savia
que nutre la pastoral y conduce hacia la comunión.
Todo ello de manera a hacer nuestras las palabras del apóstol: “lo que existía
desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo
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que hemos contemplado y hemos tocado con nuestras manos acerca de la
Palabra de Vida, es lo que les anunciamos.” (1 Jn 1,1)
4. LOS DOCUMENTOS ECLESIALES ILUMINAN NUESTRA REALIDAD
Varios documentos hablan sobre la importancia de la comunicación, de los
medios y de la ética a tener en cuenta en los mismos. Así también la importancia
de considerar los nuevos lenguajes en la pastoral, entre otros aspectos.
Mencionamos seguidamente párrafos de algunos de estos documentos:
4.1. El Concilio Vaticano II declaró: “Para el recto empleo de estos medios es
totalmente necesario que todos los que los usan conozcan y lleven a la práctica
fielmente en este campo las normas del orden moral” (Inter mirifica, 4).
«La Iglesia sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra
misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para
salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido. (...) Para cumplir esta
misión es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los
tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a
cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la
humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la
mutua relación de ambas.» (Gaudium et spes, 3 y 4).
4.2. Communio et Progressio
Ya en la década del 70, el Papa Pablo VI en Communio et Progressio ofrecía
elementos fundamentales para una Pastoral de Comunicación, que se
mantuvieron vigentes y fueron recogidos por el Pontificio Consejo para las
Comunicaciones Sociales en Aetatis Novae: “La Iglesia ve los medios de
Comunicación Social como dones de Dios...Recomendamos particularmente que
las Diócesis procuren que la problemática de los medios de comunicación social
sea abordada en todos sus planes pastorales...conviene que se redacten planes
pastorales dirigidos especialmente a los medios de comunicación social, o que se
examinen y actualicen los planes ya existentes, para que se mantenga un proceso
permanente de revisión y puesta al día”. (AN 21)
El mismo Pablo VI, en la Evangeli Nuntiandi, afirmaba que la finalidad de toda
comunicación es “el mensaje evangélico que... lleva consigo una sabiduría que no
es de este mundo, y es capaz de suscitar por sí mismo la fe” (cfr. EN 5)
4.3. Puebla
Los Obispos de América Latina, por su parte, expresaban ya en el Documento de
Puebla que urge que la Jerarquía y los agentes pastorales en general
conozcamos, comprendamos y experimentemos más profundamente el fenómeno
de la Comunicación Social, a fin de que se adapten las respuestas pastorales a
esta nueva realidad e integremos la comunicación en la Pastoral de Conjunto.
(Cfr. Doc. Puebla 1083). Una Pastoral de la Comunicación supone una tarea en
dos direcciones: realizar propuestas comunicacionales atrayentes y dignas en su
calidad estética, así como dialogar con los diversos sectores de los medios y la
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cultura; y animar en el interior de la propia Iglesia procesos comunitarios vitales
que demuestren un potencial evangelizador. (Cfr. Doc. Puebla 1085)
4.4. Santo Domingo
Esta misma línea de acción se continúa en Santo Domingo: “Se da una relación
muy íntima entre evangelización, promoción humana y cultura, fundada en la
comunicación, lo que impone a la Iglesia tareas y desafíos concretos en el campo
de la comunicación social. Lo dijo el Papa en el discurso inaugural de esta
Conferencia: Intensificar la presencia de la Iglesia en el mundo de la
Comunicación ha de ser ciertamente una de vuestras prioridades” (CELAM, Santo
Domingo, 279).
La Evangelización, anuncio del Reino, es comunicación, para que vivamos en
comunión (cf. DP 1063): "Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que
también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en
comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo" (1 Jn 1,3). Cada persona y cada
grupo humano desarrollan su identidad en el encuentro con otros (alteridad). Esta
comunicación es camino necesario para llegar a la comunión (comunidad). La
razón es que el hombre ha sido hecho a la imagen de Dios Uno y Trino, y en el
corazón de la Revelación encontramos su misterio trinitario como la comunicación
eternamente interpersonal, cuya Palabra se hace diálogo, entra en la historia por
obra del Espíritu e inaugura así un mundo de nuevos encuentros, intercambios,
comunicación y comunión. Esta comunicación es importante no sólo con el mundo
sino en el interior de la Iglesia.
“Sabemos que nos encontramos en la nueva cultura de la imagen y que el
mensaje Evangélico debe inculturarse en esta cultura y llegar así a hacerla
expresiva de Cristo, la máxima comunicación…” (Sto. Dgo. 280). Entre las líneas
pastorales de este documento se menciona:
-En Seminarios y Casas de Formación Sacerdotal enseñar los lenguajes y
técnicas de la Comunicación.
- Usar la informática para optimizar nuestros recursos evangelizadores.
4.5. Jornada Mundial de las comunicaciones 42
“Los nuevos medios, en particular la telefonía e Internet, están modificando el
rostro mismo de la comunicación y tal vez ésta es una maravillosa ocasión para
rediseñarlo y hacer más visibles, como decía mi venerado predecesor Juan Pablo
II, las líneas esenciales e irrenunciables de la verdad sobre la persona humana”
(Benedicto XVI, 42° MJMCS).
4.6. Aparecida
El Documento de Aparecida dedica parte del capítulo diez para hablar de la
Pastoral de la Comunicación Social. El capítulo se titula: “Nuestros pueblos y la
cultura”. Tiene nueve apartados y dos de ellos son destinados a la iluminación
sobre los medios de comunicación social.
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Primero los Obispos reconocen que el mundo actual está configurado como una
gran cultura mediática, que podría ayudar a una mayor humanización global, pues
“La revolución tecnológica y los procesos de globalización conforman el mundo
actual como una gran cultura mediática. Esto implica una capacidad para
reconocer los nuevos lenguajes, que pueden ayudar a una mayor humanización
global. Estos nuevos lenguajes configuran un elemento articulador de los cambios
en la sociedad.
En segundo lugar, los Obispos afirman que no se puede prescindir de estos
medios en la evangelización… “En nuestro siglo tan influenciado por los medios
de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior
ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos medios”. Puestos al servicio
del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de
audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de
personas.
La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios,
que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con ellos la Iglesia
„proclama desde las azoteas‟ (cf. Mt 10, 27; Lc 12, 3) el mensaje del que es
depositaria. En ellos encuentra una versión moderna y eficaz del „púlpito‟. Gracias
a ellos puede hablar a las multitudes.
En tercer lugar aparecen nueve compromisos tanto de parte de la Iglesia como de
parte de los comunicadores. A fin de formar discípulos y misioneros en este
campo, nosotros, los obispos reunidos en la V Conferencia, nos comprometemos
a acompañar a los comunicadores, procurando:
a) Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación.
b) Promover la formación profesional en la cultura de la comunicación de todos
los agentes y creyentes.
c) Formar comunicadores profesionales competentes y comprometidos con los
valores humanos y cristianos en la transformación evangélica de la sociedad, con
particular atención a los propietarios, directores, programadores, periodistas y
locutores.
d) Apoyar y optimizar, por parte de la Iglesia, la creación de medios de
comunicación social propios, tanto en los sectores televisivo y radial, como en los
sitios de Internet y en los medios impresos.
e) Estar presente en los medios de comunicación social: prensa, radio y TV, cine
digital, sitios de Internet, foros y tantos otros sistemas para introducir en ellos el
misterio de Cristo.
f) Educar la formación crítica en el uso de los medios de comunicación desde la
primera edad.
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g) Animar las iniciativas existentes o por crear en este campo, con espíritu de
comunión.
h) Suscitar leyes para promover una nueva cultura que proteja a los niños,
jóvenes y a las personas más vulnerables, para que la comunicación no
quebrante los valores y, en cambio, cree criterios válidos de discernimiento.
i) Desarrollar una política de comunicación capaz de ayudar, tanto las pastorales
de comunicación como los medios de comunicación de inspiración católica, a
encontrar su lugar en la misión evangelizadora de la Iglesia.
A continuación los Obispos hacen varias valoraciones de gran importancia sobre
los adelantos de la ciencia y de la técnica en el ámbito de las comunicaciones,
sobre todo en Internet:
Internet, una de las maravillosas invenciones de la técnica y un desafío
para la evangelización (DA 487).
Un acercamiento realista: internet es un medio, no es un fin en sí mismo
(DA 488).
Los medios de comunicación no deben sustituir las relaciones personales
ni la vida comunitaria (DA 489).
Los padres deben acompañar a sus hijos para introducirlos en un uso
responsable de Internet (DA 489).
Exhortación a las parroquias e instituciones para la utilización de este
medio (Internet) en la pastoral (DA 490).
“La Pastoral en general y la catequesis en particular son actos de comunicación
pública. Los Pastores, Evangelizadores y Catequistas son comunicadores
públicos como los Profetas, como los Apóstoles y como Jesús. Necesitan, por
tanto, ser expertos en el difícil arte de la comunicación” (Pág. N° 50).
5. ORGANIZACIÓN DE UN PLAN DE COMUNICACIÓN
5.1. OBJETIVO GENERAL
Animar y potenciar la Pastoral de la Comunicación, desarrollando la formación y
evangelización con políticas y estrategias adecuadas que respondan a los signos
de los tiempos y que incida en las distintas pastorales.
5.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
5.2.1. Fortalecer las coordinaciones diocesanas de la pastoral de la comunicación.
5.2.2. Conformar una red de comunicación que favorezca la comunión eclesial.
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5.2.3. Concienciar sobre el valor de los medios de comunicación social como
espacios privilegiados para la nueva evangelización.
5.2.4. Formar a los agentes pastorales en el uso crítico y adecuado de los medios
de comunicación social.
5.2.5. Acompañar a todas las pastorales diocesanas en su acción cotidiana para
una adecuada comunicación.
5.2.6. Propiciar foros y encuentros sobre la comunicación para la comunión.
6. LÍNEAS DE ACCIÓN DE LA PASTORAL DE LA COMUNICACIÓN
6.1. Ponerse al servicio y a disposición de todas las pastorales diocesanas.
6.2. Llegar a todos los lugares, especialmente a los más alejados, con recursos
de comunicación para la evangelización (radio, revista, internet).
6.3. Articular y fomentar la presencia de la Iglesia particular, en los medios de
comunicación social.
6.4. Animar, asesorar y acompañar en la formación a quienes están vinculados a
los medios de comunicación social.
6.5. Apoyar las tareas de la Oficina de Prensa de la Iglesia Diocesana, en caso
que la organización de la diócesis considere conveniente hacerlo en coordinación
con ésta Pastoral.
6.6. Propiciar cursos y talleres para los laicos, religiosas y presbíteros que estén
interesados en trabajar en la pastoral de la comunicación.
6.7. Impulsar la creación de medios de comunicación católicos y apoyar a los
medios existentes: Boletines, radios, revistas, etc.
6.8. Organizar congresos, encuentros, foros para debatir sobre los temas de
comunicación.
6.9. Crear e impulsar la implementación de los nuevos medios de comunicación
como los sitios webs, Blogs o comunidades sociales y otros recursos para
favorecer la comunicación para la comunión.
7. RECURSOS Y ESTRATEGIAS:
7.1. Sumar los esfuerzos parroquiales y de cada comunidad convirtiéndolos en
una red comunicacional diocesana, a través de todos los medios que se disponen
en el lugar (boletines, programas radiales, correo electrónicos, celulares, web,
redes sociales, etc.).
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7.2. Optimizar el uso de los medios y los espacios comunicacionales que
disponemos en radio, tv, internet, prensa escrita, teatro, música, artes plásticas,
etc., utilizando un lenguaje adecuado.
7.3. Crear un banco de datos de las producciones comunicacionales realizadas en
las Diócesis y Vicariatos.
7.4. Alentar la producción de programas que puedan difundirse fácilmente en
cualquiera de los medios de comunicación de la diócesis.
7.5. Concientizar a todos los miembros de la comunidad eclesial sobre la
importancia de la autogestión, para solventar las producciones de materiales de
comunicación.
7.6. Motivar la participación en debates o actividades que promuevan la lectura
crítica de los mensajes mediáticos.
7.7. Utilización del arte en las diferentes pastorales (DA 499).
7.8. Evaluar periódicamente el plan de pastoral de la comunicación.
8. FORMACIÓN DEL EQUIPO DIOCESANO
Puede conformarse con un Coordinador, nombrado por el Obispo. Puede ser
acompañado por otros miembros asignados según el criterio de las Diócesis.
Las responsabilidades del equipo serán:
8.1. Mantener una fluida comunicación con los respectivos párrocos y áreas
pastorales de cada comunidad.
8.2. Dar a conocer, evaluar e impulsar el plan diocesano.
8.3. Elaborar subsidios de formación.
8.4. Se reunirán, al menos, una vez al mes o como consideren adecuado acorde a
la realidad de cada Diócesis.
8.5. Realizar un relevamiento de todas las iniciativas y actividades de los MCS
que se realizan en la Diócesis.
8.6. Participar de los encuentros nacionales y regionales de esta área de pastoral.
9. CONCLUSIÓN
El ser humano necesita comunicarse, dialogar cuidadosamente y vivir en
comunión con toda su realidad. Por ello concluimos que la comunicación debe
ser parte integrante de toda la acción pastoral de la Iglesia, es transversal y
trascendental para cumplir con su misión evangelizadora. Es decir, reconocer que
en cualquier actividad pastoral, la comunicación cumple una función específica,
por lo mismo no se debería disociarla de la acción pastoral.
Los agentes pastorales deberían considerar el rol integrador que tiene la
comunicación, para facilitar las tareas desde sus inicios, en lugar de considerarla
como un elemento aparte de la acción pastoral.
14. 14
De acuerdo a experiencias concretas en el desarrollo de proyectos de
comunicación en la Iglesia, se ha podido también constatar que la comunicación
puede llegar a ser un elemento perturbador del trabajo pastoral, cuando este se
considera como el objetivo mismo del proyecto.
Una de las tareas urgentes que nos propuso claramente el Papa Juan Pablo II, es
la Nueva Evangelización, tarea que compete tanto a los pastores como a los
laicos que conforman la Iglesia en su conjunto. Todos debemos colaborar
activamente en esta nueva forma de anunciar a Cristo, con alegría, esperanza y
fe viva.
Es de interés y urgencia de la Iglesia ocuparse de esta Nueva Evangelización, de
ahí la importancia que deberíamos conceder a la educación de los medios en sus
diversos enfoques y metodologías, fomentando principalmente el análisis crítico
de los mensajes, pero también el uso creativo y activo de los medios modernos de
Comunicación.
Es ésta también una tarea pastoral que no se puede eludir ni postergar y en la
cual las organizaciones católicas de Comunicación, tienen también un importante
rol que cumplir, coordinando así los esfuerzos para crear la cultura de la vida y de
los valores cristianos que nos enseña el Evangelio.
Necesitamos una nueva forma de comunicación, el anuncio que sigue con el
mismo contenido, Jesucristo vivo y resucitado, pero la época nos exige renovar
los medios y las formas, para lograr la nueva evangelización que se propone la
Iglesia en el Paraguay.
Bibliografía
Sagradas Escrituras.
Documento de Aparecida.
“La Pastoral de la comunicación desde el Documento de Aparecida” - Documento
publicado por el Pbro. Agustín Beltrán Flores - Parroquia de Santa Prisca y San
Sebastián Taxco, Gro.- Comisión Diocesana para la Pastoral de la Comunicación
– México.
Proyecto diocesano de pastoral de comunicación social - Diócesis de Río
Gallegos (argentina).
LA IGLESIA COMUNICA - Video Conferencia desde el CELAM
Departamento de COMUNICACIÓN SOCIAL Y PRENSA – CELAM.
http://comunicacioncelam.blogspot.com/
Comunicación y Pastoral por Roberto Tapia, VIDEOCOOP, Santiago, Chile.
Documento de Puebla
Documento de Santo Domingo
Concilio Vaticano II
Inter mirifica
15. 15
Mensaje del Papa Benedicto XVI por la 42º Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales
Pablo VI
Communio et Progressio
Aetatis Novae
Evangelii Nuntiandi
Juan Pablo II
Redemptoris Missio