El estudio de la mente humana, el cerebro y la conciencia ha sido un tema que se remonta a más de cuatro mil años, hoy en nuestros días en estos últimos cien años se han logrado avances importantes en la neurofisiología y de esta manera se ha logrado comprender un poco más este objeto de estudio.
1. Estudio de la mente humana y su relación con las enfermedades
Introducción
La mente se define como la capacidad del sistema nervioso central
de ser consciente de cada uno de los actos que realiza el sujeto, es
decir, los procesos y causas de su propia programación ocasionada
por estar en contacto, con un mundo en apariencia física y en el cual,
se llevan a cabo procesos macros y micros de carácter dinámicos.
En el ser humano esta función emergente del sistema nervioso es,
además, consciente de su propia existencia con capaz de decisión y
propósito, en un caso contrario a los animales y plantas.
Como en todos los problemas que existen en el universo y sobre todo
en nuestra sociedad, debemos de demostrar que existe este
problema que pretendemos plantear, en nuestro caso: la estructura y
funciones de la mente humana, y tratar de explicar este fenómeno a
través de ideas, nociones, conceptos, razonamientos, teorías y leyes
científicas, que den razón de su importancia y transcendencia.
Veamos, como aspecto principal: ¿Existe el problema de la mente
humana? Los avances extraordinarios del pensamiento positivista1
del siglo XIX, con las grandes revoluciones en la Física, Biología,
Química, es decir, en las ciencias naturales y sociales, han potenciado
posturas radicales y ortodoxas que intentan explicar este fenómeno.
Por ejemplo, los militantes del primer grupo resumen su postura en la
afirmación, de que los que llamamos “estados y procesos mentales”,
simplemente no existen, y que lo único necesario para explicar
totalmente, el fenómeno humano es la observación simple de su
1
El positivismo es una perspectiva científica que nació en 1840 en Europa propuesto por August Comte, creador
también de la Sociología. Sólo acepta como válidos los conocimientos que proceden de la Experiencia,
rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la única realidad
científica y la experiencia y la inducción, son los métodos exclusivos de la ciencia. El positivismo niega lo ideal.
2. comportamiento (actos de su conducta), este grupo es conocido
como los conductistas primitivos, e inician sus estudios en 1906.
El argumento principal del conductismo, que se inicia con Watson en
los años 20, es que la “conducta de un organismo” no tiene causas
mentales, sino que es la consecuencia de o la respuesta a los
estímulos que recibe tanto del interior como del exterior el sujeto.
Sin embargo, sabemos que existen estímulos externos producto de la
luz solar, del calor, del frío, es decir, del medio ambiente (aspectos
ambientales de temperatura), así también otros, que son internos,
que provienen de las necesidades del cuerpo humano como un
organismo vivo, y estos son de carácter fisiológico y endocrino.
Desde el punto de vista de la investigación experimental, gracias a los
estudios emprendidos en la psicología a partir de 1870 al estudiar el
comportamiento de los animales y del hombre mismo, se logró
identificar y formular leyes, que regulan las relaciones causales entre
estímulos y respuestas.
Posteriormente, esto dio lugar al desarrollo de técnicas psicológicas
tan importantes, que han permitido estudiar la conducta animal y del
hombre a través del condicionamiento operante o instrumental.
La gente normal acepta la existencia de la mente como dato obvio de
la realidad cotidiana, debido a que ellos saben, que piensan, sienten
y tienen emociones y sentimientos sobre las demás personas y por los
objetos o situaciones, que se encuentran en el medio ambiente.
Por lo tanto, algunas personas comunes consideran, que estas
funciones y procesos, es decir, estados o manifestaciones mentales
(pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes) se dan en todos
los seres humanos, no obstante, algunos de ellos se dan cuenta y una
gran mayoría, ni saben que esto ocurre o sucede.
3. Como podemos apreciar, esta teoría (conductismo) adscribe toda la
conducta humana al circuito estímulo-respuesta, sin contar con la
intervención de procesos selectivos intermedios modificadores y
organizadores, que permiten tomar decisiones acertadas a las
personas y además, les ayuda a adaptarse a su medio ambiente.
En particular, funciones tales como el pensamiento creativo, crítico,
innovador, la deliberación previa a la toma de decisiones, la fantasía y
el sentido del humor, no han encontrado una explicación convincente
con la sola ayuda del “conductismo radical2”.
Si bien es cierto, que en los últimos años las teorías conductistas, se
han sofisticado lo bastante como para ser capaces de conceder un
estatus limitado a la realidad mental.
Por ejemplo, por otra parte, el llamado “conductismo lógico”,
considera que algunos estados mentales pueden definirse como
predisposiciones a actuar de manera determinada, y así aceptarse
como un condicionante de la conducta, no realmente independiente
de la misma.
La utilización por Skinner del término “operante” frente al tradicional
de “instrumental” empleado por Thorndike (1898), que sugiere el uso
de instrumentos como medio para alcanzar una meta o conseguir un
fin, elimina los matices propositivos de la conducta que implica el
segundo término de Skinner (1963).
Según sugiere el término “instrumental”, un organismo se comporta
de una determinada forma, empleando instrumentos porque
pretende lograr una meta o espera obtener un determinado efecto o
2
Su precursor fue B. F. Skinner (1943) y su propósito se centró en estudiar el comportamiento humano y animal
a través del análisis experimental. Esta perspectiva dejó a un lado la introspección y el mentalismo, es decir, la
autoobservación y el autoconocimiento no son variables consideradas dentro de esta perspectiva científica.
4. consecuencia; ello en definitiva nos acerca a causas interiores
mentales como origen del comportamiento observable.
Otra postura, que estudia el fenómeno de la mente humana, que ha
logrado posicionarse en nuestros días, gracias a la tecnología de la
resonancia magnética y el uso de los Tacs ha sido la neurociencias.
Los neurocientíficos, hoy en nuestros días se apoyan de manera
exclusiva en la bioquímica y la actividad bioeléctrica y el dinamismo
anatómico del cerebro humano para estudiar la conducta humana.
El estudio del sistema nervioso, ha logrado resultados
revolucionarios, desde la localización anatómica de las funciones
motoras y sensoriales más complejas, hasta la identificación de
procesos bioquímicos moleculares responsables de las variaciones del
humor, pasando por la observación directa de la actividad cerebral en
distintos estados normales y patológicos.
Neurocientíficos como el premio Nobel Sir Jhon Eccles3 (1963), y el
neurocirujano Wildred Graves Penfield4 (1945), han contribuido de
manera importante al estudio de los fenómenos mentales.
El primero de ellos, centró sus estudios en la fisiología del sistema
nervioso, desde los fenómenos iónicos de la sinapsis hasta el
cableado del cerebelo.
El análisis de la conducta humana a través de las neurociencias se
mueve a la luz de la observación objetiva de fenómenos externos.
¿Pero estamos seguros de que es allí donde se encuentra la solución?
3
Científico australiano quien ganó el premio Nobel de Medicina en 1963 y dirigió un laboratorio de
neurofisiología en Canberra, Australia. Fue alumno de Charles Scott Sherrington en la Universidad de Oxford,
autor del libro titulado: The Integrative Action of the Nervous System (1906). Vivió de 1903 a 1997.
4
Fue un neurocirujano estadounidense nació en Montreal el 26 de enero de 1891 y murió el 5 de abril de 1976.
Contribuyó con importantes avances en el estudio del tejido nervioso, de las enfermedades neurológicas,
especialmente en la epilepsia y en la técnica de la neurocirugía.
5. Si damos una ojeada a la historia de la humanidad, nos podemos
percatar que la preocupación por comprender y explicar, este objeto
de estudio, ha sido de interés no solo de nosotros, sino de aborígenes
australianos, esquimales e indios del Amazonas y Mesoamérica, estos
parecen estar de acuerdo en la existencia de espíritus, que habitan
en el hombre, e incluso en los animales y plantas.
Esta creencia en espíritus, por cierto, no en absoluto desconocida
para el hombre moderno, por absurda que ahora nos parezca, debió
ser en su momento, un descubrimiento revolucionario típicamente
humano. Platón y filósofos de la antigüedad llamaron Pneuma.
Sin embargo, en una epístola del evangelio de Mateo5 en la Santa
Biblia reina Valera 1960, encontramos lo siguiente:
“Cuando llegó a la otra orilla [Jesús el hijo de Jehová Dios], a la tierra
de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados (dos
personas poseídas por una legión) que salían de los sepulcros, feroces
en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino”.
[…], Él les dijo: Id. Y ellos (espíritus inmundos) salieron, y se fueron a
aquel hato (grupo) de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se
precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
Como podemos apreciar en estos últimos párrafos, desde hace 2 mil
años, ya se encontraban personas que daban testimonio de fuerzas
invisibles (espíritus), que podían poseer a personas y provocar en
ellos, comportamientos agresivos y esta conducta los hacia refugiarse
en los lugares más apartados de las comunidades o pueblos.
5
El libro de Mateo, es uno de cuatro libros como Marcos, Lucas y Juan, conocidos como los Evangelios. Inician
en la página 1329 y terminan en la 1512, estos hablan de personas que estaban poseídas por espíritus
inmundos o demonios. Afectaban su conducta y su forma de vida de manera importante, puesto que los
atormentaban de gran manera principalmente en su salud física y mental (psicológica), es decir, no tenían paz
mental. Estos libros fueron escritos por sus autores hace 2000 años a partir de esta fecha.
6. Pasando a otro concepto del cual es muy importante en este tema,
dado que, se relaciona con lo que estamos tratando, la conciencia no
es una cualidad inmaterial que viene al hombre por insuflación
exterior, sino una propiedad producto de la evolución de las especies,
en el proceso de continuo repliegue de la materia sobre sí misma.
La conciencia no es localizable sino un estado de vigilancia (en el
interior del ser humano hay un testigo silencioso que observa todo lo
que acontece a cada instante tanto en el interior como exterior) o
conocimiento sensible del mundo interior y reflejo de mundo
exterior, que día a día, se amplía con la ayuda de la memoria a largo
plazo y la información sensible se convierte en recuerdos.
La actividad cerebral, es decir, las funciones de cada una de las parte
del cerebro: cerebelo, tálamo, hipotálamo, amígdala, encéfalo, los
cuatro lóbulos, etc., es el papel directivo ejercido por la conciencia lo
que le confiere responsabilidad a estas partes sobre la conducta o el
comportamiento del sujeto en los diferentes ámbitos o contextos en
los que se desenvuelva cada día de su vida.
De ahí que un robot, aún dotado con sensores y efectores perfectos,
no pueda ejecutar los mismos actos que un organismo consciente,
sin lugar a dudas, siempre será el hombre el que programe la
conducta del robot; éste no puede decidir ni programarse a sí
mismo, y carece, además, del factor de aprendizaje en la propia
experiencia, que caracteriza a todo ser humano.
La verdadera liberación del hombre de la situación en la que hoy se
encuentra, es a través del conocimiento de sí mismo, es decir, una
vez que acepte que no es todo aquello que hace, sino un ser divino
constituido por un cuerpo-alma-espíritu, y que sin darse cuenta, la
dualidad que ha construido de cuerpo-mente, le hace creer, que es
todo lo que el cuerpo le ordena o indica en cada día de su vida.
7. La vida del hombre no es posible describirla o explicarla como un
mero receptáculo de estados psíquicos, sino el conjunto de
experiencias conscientes en función de un cuerpo, en donde la
conciencia actúa, como presencia del hombre ante sí mismo,
posibilitando el progreso espiritual a través de la oportunidad del
potencial de habilidades y capacidades innatas que poseen el hombre
sin que este se dé cuenta de su existencia.
Si la psicología contemporánea excluye a la conciencia humana esto
supondría prescindir de uno de los más nobles atributos del hombre,
automatizando a éste e igualándolo a las especies inferiores o
simplemente a la semejanza de un robot.
Aristóteles que fue un filósofo heterodoxo y progresista, de quién se
tiene una idea equivocada por las versiones, que de él dieron San
Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino y los antiempiristas
reaccionarios del siglo XVIII, difieren del mentalismo de su maestro.
Este gran filósofo griego, elaboró un sistema de conocimiento que
sitúa el estudio del alma en relación tanto empírica como racional
con el estudio de los organismos vivos.
En su definición de la naturaleza del alma y de sus actividades,
convirtió el alma en una expresión de la criatura viva, y a la criatura
viva en una expresión del alma, eliminando cada rudimento del
dualismo alma/cuerpo tal como estaban planteados entonces.
Hipócrates fue el primer médico serio que promovió la escuela
alejandrina, la cual logró perdurar gracias a Galeno, y podemos
mencionar que, Aristóteles es sin duda, el primer psicólogo, este tuvo
la enorme virtud de describir en detalle, la experiencia humana y el
comportamiento en términos concretos. Años más tarde Rene
Descartes bajo la concepción cartesiana consideró el cuerpo y alma.
8. Aristóteles definió la mente como un proceso, es decir, en términos
de lo que hace y de sus manifestaciones, más que como una esencia.
Este filósofo, además, estudió detenidamente los sentidos, el
aprendizaje, la memoria, la emoción, la imaginación y el
razonamiento, temas de gran importancia aún en nuestros días.
Por tanto, sentó las bases de un monismo inteligente, aplicando el
concepto de “forma” para explicar la mente humana, haciendo una
analogía entre la cera, como material básico, y la forma o troquelado
que adquiere esta cera cuando se aplica sobre ella un sello.
Como podemos apreciar, los griegos crearon una primera
epistemología, con el descubrimiento del principio de causalidad y el
desarrollo de métodos inductivos y deductivos (Sócrates, Platón y
Aristóteles).
Cabe enfatizar, que las creencias animistas primitivas, dejan paso a las
primeras conceptualizaciones racionales y agnósticas del estudio de la
mente humana y sus funciones, así como también su relación con la
conciencia y los mecanismos necesarios para interpretar la realidad.
Por ejemplo, el médico Hipócrates fundador de la medicina discípulo
de Asclepios (padre de la medicina), dejó bien claro en sus estudios
sobre la epilepsia la idea de que la mente es un producto humano,
no sobrenatural, y que sólo podía expresarse a través del cerebro.
Sin embargo, el teórico más influyente sobre la mente humana fue
Platón, quien elaboró el primer sistema filosófico coherente en el que
se incluye un claro dualismo psicofísico.
Este filósofo, introduce el concepto de apriorismo, según el cual es el
Alma Humana, quien posee ya este conocimiento de todas las cosas y
el disfrute de toda la belleza desde antes de morar en el cuerpo y sólo
necesita librarse de él para volver al mismo estado perfecto anterior.
9. Conclusiones
La mente humana es como el agua, cuando está en calma y en paz, es
capaz de reflejar la belleza en el mundo. Sin embargo, cuando esta
agitada (angustiada y desesperada por los problemas cotidianos),
puede tener el paraíso enfrente y no será capaz de reflejarlo.
Por lo tanto, una mente en paz consigo misma tiene grandes
ventajas, por ejemplo, es capaz de proteger y cuidar la salud del
cuerpo del cual forma parte. Esto debido a que existe una dualidad.
De lo contrario, una mente agitada por los muchos problemas
aumenta la vulnerabilidad frente a las enfermedades de todo tipo.
Señala, Arthur Schopenhauer (1836), filósofo alemán:
La Salud no lo es todo en la vida, sin embargo, sin ella todo lo
demás es nada. De esto se da cuenta generalmente, siempre
tarde el paciente.
Según la organización mundial de la salud (OMS), menciona que hay
más de 300 millones de personas en el mundo, que tienen algún tipo
de enfermedad crónico degenerativa, y esto es consecuencia del
estrés, que día a día, sufren en sus hogares, trabajo y sociedad.
Estas personas viven constantemente enfermas, puesto que, no
saben cómo lidiar o gestionar con sus pensamientos, emociones y
sentimientos entonces estos estados cognitivos y emocionales, se
vuelven tóxicos a través de segregaciones bioquímicas en el
organismo y producen patologías, que se manifiestan en
desequilibrios neurofisiológicos a través de enfermedades crónico
degenerativas que afecta la salud del paciente de manera importante.
10. Por su parte, las investigaciones del nuevo campo de la
Psiconeuroinmunología estudian las relaciones biológicas entre la
mente humana, el cerebro y el sistema inmunológico y han ido
descubrimiento una importante vinculación y relación que los focos
emocionales del cerebro humano se hallan estrechamente vinculados
no sólo al Sistema Inmunológico sino que también al Sistema
Cardiovascular.
A continuación, les comparto una noticia impresionante para la
mente humana. Gracias a los avanzados científicos en métodos en
neurocirugía y a la tecnología moderna, al realizarle a un paciente un
implante esta persona recuperó la conciencia.
Un artículo publicado en la revista “Nature” de 2007, describió como
un paciente de 38 años de edad, durante años en estado de “mínima
conciencia” debido a una lesión cerebral, recuperó la capacidad de
hablar (área de broca), de comer, de comunicarse, de estar despierto
[…], y todo gracias a unos “alambres” (diminuto y delgados cables de
material especial) que estimularon el lado profundo del cerebro. Los
especialistas comentaron, maravillados, “ha vuelto a ser una
persona”.
Parece sencillo para algunas personas, sin embargo, entonces
tendríamos que plantearnos las preguntas siguientes:
1).La conciencia es lo que nos hace ser personas?; 2). ¿La
conciencia se puede reemplazar o al menos estimular, con la ayuda
de un implante cerebral?
No obstante, […] las apariencias a simple vista engañan.
Indubitablemente, en las últimas décadas algunos aspectos de la
investigación en el estudio del cerebro humano se han vuelto, sino
sencillos, al menos abordables, es decir: se ha logrado entender cómo
11. funciona una neurona (Ramón Cajal, [1907]; C. S. Sherrington en 1912
estudio la Sinapsis; J. Eccles [1963], Stanistas Dehaene, Dámaso, entre
otros), cómo charla con sus vecinas, cómo se transmite la información
a través de un nervio sensitivo, e incluso cómo de pronto una célula
que no sabe quién es, se convierte en una neurona, y no en un
hepatocito o un espermatozoide.
Sin embargo, lo que sí es seguro es que en ese lugar de preguntas no
entran otras como qué quiere decir sentir que tenemos un cuerpo, o
que estamos vivos, o que si nos pinchamos nos duele, o qué quiere
decir el “rojismo” de un color (cualidades de los objetos).
Como podemos apreciar, nos queda claro, que existen algunas
cuestiones más complicadas, y en un alarde de originalidad, algunos
científicos hoy en día, se regodean en llamarlas el “problema difícil”:
cómo un puñado de neuronas que de pronto, estas al interactuar
como una unidad dan forma a la Conciencia (atención perceptiva).
Nuevamente, es fácil la ilusión, que nos presenta el mundo físico al
hacernos llegar estímulos por todas las direcciones, y de pronto
somos capaces de ver un documental, o jugar un juego de ajedrez.
Pero reflexionemos por un momento, ¿cómo es que esos estímulos
externos de repente se convierten en estados mentales de los cuales
somos capaces de interpretar y decodificar, es decir, cómo poder
sentir y darnos cuenta que algo está pasando a nuestro interior?
Ante estas descripciones y explicaciones, es conveniente
cuestionarnos lo siguiente: qué es exactamente eso que llamamos
conciencia (atención perceptiva), y si nos damos cuenta, actualmente
y desde la antigüedad, son una gran cantidad de investigadores, que
andan tras su búsqueda, desde filósofos, biólogos, neurocientíficos,
informáticos, endocrinólogos, neurocirujanos, entre otros.
12. Como bien sabemos, los científicos en las ciencias duras, utilizan
instrumentos y aparatos (electrodos, cables, tubos de ensayo y
controles) para llevar a cabo sus experimentos y con la ayuda de las
matemáticas, siendo el caso de la estadística llevan a cabo sus análisis
de los datos obtenidos de las evidencias físicas y con esto logran
redactar sus conclusiones y recomendaciones.
Quizás en estos últimos dos mil años, una de las mayores
complicaciones en el problema de la conciencia, como objeto de
estudio, es poder abordarla a través de experimentos y encontrar una
vez por todo la diferencia entre la mente como un hiperfenómeno del
cerebro y su relación con la conciencia.
¿Cómo preguntarle a un sistema nervioso qué significa sentir, doler,
pensar, recordar, imaginar, fantasear, y todos los procesos mentales
y emocionales, que convergen a cada segundo en el interior del
cerebro humano?
Quizás en ciertos momentos, en algún rincón del mundo algún grupo
de científicos, se dieron cuenta que estudiar a la mente, cerebro y la
conciencia, no es una tarea sencilla de acuerdo con la tecnología, que
hasta el momento contamos, tal vez sea necesario, plantear un nuevo
marco teórico y diseñar nuevos dispositivos, que nos permitan poder
medir y encontrar realmente sus funciones y características.
Tal vez en todo este tiempo de estudio, cada vez que estudiábamos
este fenómeno nos alejábamos más de él, sin embargo, de manera
sincera considero que al menos hoy, tenemos más información de
cómo funciona y su relación con la supervivencia de nuestra especie
humana y sus características complejas nos ayuda de gran manera a
guiarnos en el mundo físico y del pensamiento con gran precisión y
admiración en su actuar. Nuestra satisfacción, es que a través de todo
este tiempo, nos hemos hecho consciente de lo maravilloso que es.