El documento describe las creencias religiosas primitivas. Los primeros humanos buscaban explicaciones para fenómenos naturales como la lluvia y la muerte que no podían controlar. Percibían que fuerzas superiores como el viento y el sol controlaban sus vidas. Adoraban estas fuerzas de la naturaleza y elementos como el cielo creyendo que satisfacer a la divinidad les traería buena suerte. Con el tiempo, llegaron a entender que la divinidad estaba más allá de estas realidades naturales y era algo superior y trascendente.