La obra trata sobre dos hombres, Vor y Rov, que se encuentran presos en una enorme campana. Vor está desesperado por encontrar la salida, mientras que Rov prefiere dormir y comer frutas, sin preocuparse por su encierro. Vor intenta convencer a Rov de ayudarlo a buscar la salida, subiéndose uno sobre los hombros del otro, pero Rov se duerme. Al final, Vor se da cuenta de que está condenado a estar preso mientras Rov sigue durmiendo sin preocupaciones.
1. LA CAMPANA
VOR y ROV visten como presos. El escenario, desnudo, puede hacer ver algunas abstracciones
en un juego de blanco con negro.
VOR— (que pasea inquieto) Presos… Presos en esta enorme campana… presos y sin posibilidad
de… no, no, tiene que haber… en alguna parte tiene que hallarse la entrada… (tropieza con
ROV, que duerme, encogido , al centro de la escena) Y este hombre que no conozco… y que
prefiere seguir durmiendo… Ayer, ha sido ayer que he caminado hacia el oeste… he caminado
mucho… un sudor caliente me envolvía tirando de mi cuerpo hacia la tierra… pero he seguido.
Y el sudor se hizo frío… y mi cuerpo parecía no pertenecerme… pero he seguido… hasta que…
se hizo de noche… y sobre mis propias huellas he debido volver… ¿es que tuve miedo? Debí
seguir… debí esperar aque el nuevo día me encuentre caminando… quizá entonces hubiera
hallado las paredes de nuestra prisión… eso fue ayer… hacia el oeste… (se sienta) y así todo el
tiempo… hace… ya no lo recuerdo pero cada día emprendo la caminata… las paredes de
nuestra prisión… tengo que hallarlas (se pone de pie) debo hallar las paredes… no hay
alternativa… no podemos pasarnos la vida así, presos… voy a desesperar y… pero no, debo
mantenerme calmo… sí, sí, debo dominarme… estamos presos, es un hecho… y tengo que
seguir buscando… en alguna parte… (ROV empieza a despertar)
ROV — Vor, ¿eres tú? ¿Qué pasó? ¿La hallaste, al fin? ¿Verdad que no?...
VOR— Encontré grutas… están allí, come.
ROV — ¡Ah! Al menos, frutas… estás adelantando, querido Vor.(abre un saco y extrae una
manzana, se sienta a comer)
VOR— Pero, ¿es que no comprendes? Estamos presos, te lo he dicho mil veces. Pero no
quieres entenderlo, eso es, no quieres entenderlo.
ROV— (con la boca llena) Claro que me lo has dicho mil veces… y si quieres, lo entiendo.
VOR — Rov, estamos presos. ¡Estamos presos en una campana!
ROV — ¿Y…?
VOR — ¡Y debemos salir de aquí! ¡Debemos fugarnos antes de que pase algo peor!
ROV — ¿Qué puede pasar? No entiendo qué puede pasar.
VOR—Que nos muramos… eso, eso puede pasar.
ROV—¡Oh, no empieces otra vez! No haces sino hablar de eso. ¿Es que no te hartas?
VOR— Quiero que comprendas… quiero que me ayudes.
ROV—¿Yo? ¿Qué puedo hacer?
VOR—Puedes ayudarme. Es más: debes ayudarme.
ROV—No veo cómo.
2. VOR— Caminando, como yo: buscando la salida, como yo; cansándote, ¡como yo! ¿Pretendes
acaso que yo haga todo sólo?
ROV—Para eso no sirvo. Ya ves lo que pasó la última vez que lo intenté. Me quedé dormido
lejos de aquí. Y no me gusta quedarme dormido lejos de aquí.
VOR—Pero es que tienes que hacer algo. No puedes seguir así. Duermes todo el tiempo. Esto
es insoportable.
ROV—¿Qué es insoportable?
VOR—Que no te sientas preso, que comas y duermas, que no te importe morir así. ¡Eso es
insoportable!
ROV—Vamos, Vor, no te agites. Estamos presos y eso es todo. No podemos hacer nada.
Reconócelo.
VOR— ¡Nunca! Estamos presos, sí, pero he de encontrar la entrada. Y ojalá no estés dormido
cuando la encuentre, porque…
ROV—¡Vor! ¿Serías capaz de dejarme?
VOR—¡Claro que te dejaré! (silencio) Creo que no.
ROV—Ya lo sabía. ¿Por qué no comes una manzana? Están deliciosas.
VOR—No, aliméntate tú. Debes estar fuerte para ayudarme.
ROV—Si así lo quieres…(saca otra manzana)
(Pausa)
VOR—Rov, ¿lo sentiste anoche?
ROV—¿Qué?
VOR—La campana.
ROV—No te entiendo.
VOR—Anoche, otra vez, la campana se cerraba sobre nosotros. Tú dormías… pero yo estaba
vigilando… sentí que la campana se estrechaba sobre nosotros, más y más… me parecía
sentirla… creí que nos iba a aplastar… Anoche se acercó más que otras noches…
ROV—Vamos, sueñas…
VOR—¡No sueño! La campana estaba aquí… claro que estaba aquí. Sobre nosotros.
¡Cerrándose sobre nosotros! ¿Entiendes?
ROV—No.
3. VOR—Pero, ¡tienes que entender! T e digo que la campana se estrechaba contra nosotros. Yo
estaba a punto de gritar… La campana nos hacía saber que estábamos presos. Que no
podíamos escapar…
ROV—¡Qué buenas están las manzanas!
VOR—¡Tenemos que hallar la entrada! ¡Estoy seguro que la vamos a hallar! Uno de estos días.
ROV—¿De veras no quieres probar una?
VOR—Si hemos entrado aquí, tuvimos que hacerlo por alguna parte. Por allí mismo
saldremos…
ROV—Empiezo a tener sueño…
VOR—¡Espera! ¡Espera un poco! Mira, Rov, tenemos todavía otra posibilidad. Escucha. He
caminado en todas las direcciones posibles desde que estamos presos… y ha sido en vano, lo
conozco… Pero hacia arriba… Hacia arriba no hemos probado. Escucha: vas a subir sobre mis
hombros y vas a extender las manos… Atiende… la entrada puede estar arriba… Haz un
esfuerzo. Ven aquí.
ROV—Me parece inútil…
VOR—Haz lo que te digo… Ven, súbete a mis espaldas…(ROV empieza a subir) Así, cógete
bien… Ahora sí, voy a caminar todo lo que pueda y tu extiende las manos… ¡Ah, Rov! Ahora sí
la encontraremos. Seremos felices, mi querido Rov. ¡Ya verás!
ROV—Esto es un poco incómodo…
VOR—Alza las manos. Busca… (VOR da unos difíciles pasos con ROV encima)
ROV—No hay nada. Te digo que es inútil.
VOR—Un poco más. Prueba un poco más. Tal vez por aquí… (VOR avanza. Rov empieza a
bostezar) No te desalientes, querido Rov. Prueba un poco
ROV— (que empieza a dormirse) Te digo que no hay nada… esto es… (se queda dormido
encima de VOR)
VOR— Sigue, por favor. Prueba un poco más… Dormido, ¡estás dormido! (lo suelta) ¡Qué
condena! Dormido apenas cuando empezábamos… (empieza a caminar, nervioso) Pero he de
hallarla. Tengo que encontrar la salida… No es posible estar preso sin hacer algo… ¡La campana
tiene que tener fin! (sale)
ROV— (despertando) ¡Vor!... ¡Bah, se marcó otra vez! (Boztesa. Camina un poco) Comeré otra
manzana… están deliciosas. Además, él quiere que me alimente bien. Debo estar bien
alimentado para poderlo ayudar a encontrar la salida… (empieza a comer) Aunque eso de
encontrar la salida… Pobre Vor… Siempre buscando la salida… Si almenos encontrara las
paredes se quedaría tranquilo… pero no encuentra nada… camina y camina, y nada… ¡qu´pe
dulces están las manzanas!... Pero ya le he dicho… No podrá negar que le he dicho que eso es
4. imposible, imposible. No podrá hallar la salida… estamos presos, está bien. Pero eso de
ponerse a buscar la salida… o la entrada… ¡Vor delira! ¡Presos en una campana! ¡Vor delira!
(sigue comiendo. Bostezos)De todos modos, debo estar bien alimentado para halla (bostezos)
la entrada.
(VOR entra, cansado)
ROV—Vor, ¡ya estas aquí!
VOR—¿Dormiste bien?
ROV—Sí, Aunque tú me inquietas… Otra vez nada, ¿eh?
VOR—(desalentado) Nada… (recobrándose) Pero debemos seguir buscando. No es cosa fácil,
claro, Pero debemos seguir …
ROV—Sí, sí, debemos seguir buscando.
VOR—Creo que hacia arriba la encontraremos.
ROV—Encontraremos qué.
VOR—La entrada, claro.
ROV—¡Ah, claro! Creo que tienes razón, Vor. No hemos probado hacia arriba.
VOR—Ya que te hallo dispuesto a ayudar, probemos otra vez.
ROV—¿Otra vez?...
VOR—Sí. Ahora yo me subiré en tus hombros.
ROV—¡Oh! Pero,Vor, ¡tú pesas demasiado!
VOR—Peso menos que tú. Vamos, déjame subir.
ROV—Bueno, si insistes… Pero te digo que es inútil.
(VOR sube a los hombros de ROV)
VOR—Vamos, avanza un poco. Avanza todo lo que puedas.
ROV—Me haces daño, Vor. Me haces daño…
VOR—Avanza, te digo. Tiene que estar por aquí. Vamos, sigue…
ROV—Vor, tu peso… me da sueño.
VOR—Aguanta un poco más. Un poco más…
(ROV empieza a doblarse, somnoliento)
5. VOR—Vamos, despierta. Despierta, hombre. Ayuda un poco… (ROV duerme) Es inútil. No
puedo confiar en él. Tendré que hacerlo yo solo… (piensa) Eso es… puede resultar… (da
grandes saltos con un brazo en alto) Aquí… aquí… aquí… aquí… (salta por toda la escena. Poco
a poco, sus saltos se hacen más lentos. Cae, jadeando) Es imposible… Solo es imposible.
(Silencio)
VOR—(Acercándose) Duerme, amigo, sigue durmiendo. ¡Qué feliz eres, Rov! Estamos presos, y
tu sigues durmiendo. Para ti ni siquiera estamos presos. Yo, yo estoy condenado en una prisión
con un hombre que prefieres seguir durmiendo… Es extraño que vivas, Rov. ¿O será extraño
que viva yo? Acaso vives para que yo siga buscando la entrada, para que yo continúe
buscándola. Porque si no vivieras… Acaso yo también preferiría dormir… Duerme bien, querido
Rov.
(Se hace la penumbra mientras cae el telón)
FIN DE
“LA CAMPANA”