2. ESTUDIA: El derecho se transforma
constantemente, si no sigues sus pasos, serás
cada día menos abogado. El Abogado que no
estudia a diario, que no se renueva, es día a
día, menos Abogado. Pero esto sucede con
todas las profesiones u oficios. De forma que,
todos aquellos que entablamos una actividad,
queremos ser mejores hoy, y esto solo se logra
con el estudio constante y actualizado.
PIENSA: El derecho se aprende estudiando, pero se
ejerce pensando. El Derecho es una ciencia compleja,
cambiante y por eso, la capacidad de razonamiento que
poseemos todos los seres humanos es imprescindible para su
aplicación. A través del pensar, se analizan supuestos, y se
definen estrategias que permitan una aplicación adecuada y
satisfactoria de las normas jurídicas.
3. LUCHA: Tu deber es luchar por el derecho; pero el día en que
encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia. Esta es la
labor por excelencia del Abogado, debe esforzarse por garantizar siempre el
ejercicio de la justicia como garante de los principios del derecho, por defender
las normas, luchar por llegar a una verdad, para velar por la Justicia. Es el deber
continuo de todo Abogado, la lucha diaria en la aplicación correcta de las
normas jurídicas y sus principios
TRABAJA: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la
justicia. numerosas, acompañan el día a día de trabajo del Abogado. Retos
diarios hacen de esta labor, una de las más duras y retadoras. Por eso el
Abogado debe trabajar al servicio de la Justicia, y no perder nunca ese Norte
en su actuar, sin importar las situaciones sociales que se presenten, buscando
cumplir con la expectativas de sus clientes, guiándolos a cumplir las normas.
4. SE LEAL: Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas
que es indigno de ti. Leal con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo. Leal
para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tu le dices; y que, en
cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en lo que tu invocas.
TOLERA: Tolera la verdad ajena en la misma manera en que quieras que sea tolerada
la tuya, en pro de ejercer siempre la equidad guiado siempre en búsqueda de esa
verdad absoluta,´ para que se cumplan cada norma jurídica establecida en cada caso
concreto
TEN PACIENCIA: En el derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboración. Todo juicio, estructuras organizadas de trabajo, con tiempos y pautas
para ejercerla y así producir cada acto en el tiempo establecido, sin dilaciones, para
cumplir con todos los requisitos y poder llevar su verdad al éxito. Un Abogado sin
paciencia, no logrará sus metas, ya que no podrá seguir los procedimientos, etapas
ni normas.
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5. TEN FE: Ten fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz como
sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo ten fe en la libertad, sin la cual
no hay derecho, ni justicia, ni paz. Uno de los mandamientos más difíciles de
aplicar hoy en día, en especial por la sociedad actual, donde el poder y el dinero
suelen definir el curso de muchas cosas, incluyendo la Justicia en muchos casos.
Un Abogado debe comprometerse en su actuar a respetar estos principios de
Justicia, Paz y Libertad acorde a la correcta aplicación del Derecho, o su carrera
perderá el rumbo.
OLVIDA: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando
tu alma de rencor, llegará un día que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tu victoria como tu derrota.
AMA TU PROFESIÓN: Trata de considerar la abogacía de tal manera, que el día en
que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para tí
proponerle que se haga Abogado, considera que si profesión esta llena de honor,
lealtad e integridad y todo aquel que es abogado debe tener siempre como
premisa ayudar a otros y garantizar la justicia , cumpliendo así cada norma
jurídica establecida por el bien de la sociedad.