1. Piensa en el gorrión...
De Jesús, con cariño
Sigo con la mirada al
gorrión mientras revolotea
buscando alimento y
dónde anidar. Yo lo
conduzco a un lugar de
reposo, y él confía en Mí.
No se preocupa por lo
que no tiene. Se dedica a
lo suyo y confía en que Yo
proveeré para sus
necesidades. Aunque los
gorriones son pequeños y
numerosos, Yo los
conozco a todos y velo
por ellos. Me acuerdo y
cuido de cada uno.