Tras nueve meses de vida en un entorno acuoso y tranquilo, nuestro hijo pasa a vivir en un entorno seco y lleno de estímulos extraños para él. A partir del momento de nacer, está expuesto a numerosas sensaciones que su cerebro va ir registrando y asimilando poco a poco, con el único fin de poder entender este nuevo lugar y conseguir sobrevivir en él. Para ello, existen numerosos reflejos; por un lado, el bebé cuenta con una serie de reflejos que le ayudan a adaptarse en este nuevo entorno y obtener de él, lo que necesita. Otros reflejos, son el resultado de la evolución natural y aparecen en situaciones de posible riesgo. Y en otros casos, los reflejos presentes aparecen como base neurológica de movimientos, que tras la estimulación y el desarrollo del niño darán lugar a capacidades futuras. Desde Nubalia siempre hacemos hincapié en la importancia que tienen las experiencias del bebé en sus 3 primeros años de vida, pero sobre todo, en el primero. Es en estos primeros 12 meses cuando todo lo que vive, lo vive por primera vez, y es esta la información la que construirá la base del desarrollo posterior. De ahí su relevancia. Por eso, en nuestros talleres de Semana 30 os damos a conocer los principales reflejos de vuestro bebé. Aprenderéis cómo observarlos, saber qué función tienen, y en qué momento se deben integrar tras cumplir su función. De esa manera, entraréis a formar parte del desarrollo de vuestro hijo, con un papel protagonista y activo. Esperamos os sea de utilidad y disfrute.