Este documento describe los beneficios y requisitos de trabajar en equipo y planificar pastoral de manera participativa y flexible. Un buen plan pastoral debe ser realista, operativo, gradual, riguroso pero flexible, inclusivo y transformador. Debe basarse en los movimientos del Espíritu Santo y promover la acción solidaria de toda la comunidad.
2. Toda acción pastoral, sea planeada, proyectada o no,
tiene un “pre” indispensable como mínimo-básico
para garantizar su ejecución y desarrollo.
3. Ventajas inapreciables de un equipo.
• Vencer temores, bloqueos, inhibición y prejuicios en interrelación.
• Aprender a ejercitar con madurez la libertad.
• Definir la identidad en confrontación (Dominar los instintos egoístas)
• Potenciar las capacidades.
• La valoración de la vida y riqueza de los demás.
• Educarnos, incentivarnos, complementarnos, corresponsabilizarnos.
• Correr riesgos hasta llegar al límite de la crucifixión.
4. Requisitos o leyes Básicas para asegurar la razón, buen
funcionamiento y existencia de un equipo.
• Objetivos claros.
• Relaciones sanas.
• Estabilidad de sus miembros.
• Reglas de vida interna.
• Movimiento hacia afuera como:
1. Diálogo.
2. Servicio.
3. Solidaridad.
4. Corresponsabilidad (A nivel social)
6. La sociedad y cultura tecnocentrista como artífice de
ambición estructural en torno a la eficacia.
Hoy por hoy, se confía más en la técnica que en la
ciencia, la intuición o la experiencia.
En las nuevas coordenadas ¿Es posible pensar en la
libertad de los movimientos del Espíritu?
7. Por principio teándrico se ha de pensar sobre la
base de los movimientos del Espíritu y el proceso
humano.
Es un ejercicio de apertura y corresponsabilidad
entre Dios y el ser humano (Iglesia)
8. Obstáculos que impiden actuar en equipo y
de manera planificada:
• No hay habito de hacerlo.
• No hay formación para hacerlo.
• Falta de paciencia en el manejo técnico de los instrumentos de planificación.
• Falta de creencia en la utilidad del trabajo planificado.
• No querer realizar la pastoral con disciplina.
• Miedo a que toque los intereses particulares.
• Pensar que la libertad quedará controlada.
• Preferencia por la comodidad de la desorganización.
• No sentir la necesidad de un trabajo participativo.
• No querer cambiar la forma de ser ni de pensar.
• Falta de actualización respecto a la teología sobre la Iglesia.
• Demasiados celos sobre la tarea personal.
• Neurosis por no abrirse a una reconfiguración de la realidad (Falta de aceptación)
9. Frente a ello se puede entender
también que:
Un plan de pastoral es una experiencia de comunión eclesial, incluso una
experiencia comunitaria de Dios que se da a través de lazos humanos, sociales,
espirituales, culturales, geográficos y eclesiales en interrelación e
interdependencia que llevan a la comunidad entera a un destino común.
10. Características imprescindibles para que un plan
pastoral sea coherente a su naturaleza comunitaria.
• Participativo. Cada persona ofrece su aporte singular.
• Realista. Nace de la realidad para volver a ella.
• Operativo. Promueve la acción solidaria.
• Gradual. No quema etapas con precipitaciones.
• Riguroso y flexible. Es una disciplina, pero no una camisa de fuerza.
• Revisable. Ningún plan es definitivo, por que la vida está llena de imprevistos.
• Incluyente. No margina ni discrimina a nadie.
• Transformador. Busca producir cambios significativos.
• Evangélico. La acción de Dios es soberana y puede ir más allá de nuestros planes.
11. Convicciones indispensables en
un plan pastoral.
• Ser consciente de la postura existencial y el sentido que tiene ser pastor
en el marco de la Iglesia y vida social.
• La pastoral es una sola en sus elementos, pero diversa en sus
expresiones.
• Disposición de hacer rupturas necesarias al surgir una iniciativa
auténticamente renovadora.
• La pastoral se desarrolla siempre entre la continuidad y la ruptura.
12. Ejes de una visión eclesiológica en la
planeación pastoral.
1. Un futuro previsible. (La Iglesia que vislumbramos)
2. Un futuro deseable. (La Iglesia que queremos)
3. Un futuro posible. (La Iglesia que podemos construir)
4. Un futuro exigible. (La Iglesia que debemos edificar)