2. Nietzsche
Para Nietzsche, los valores cristianos, y los de cualquier
religión, son elementos que reprimen los instintos vitales
más puros. En nombre de la vida hay que acabar con
esos elementos, pues lo que promueven los valores de as
religiones es el miedo a crecer como seres humanos. Por
tanto, se deben crear valores nuevos sin ninguna
referencia a Dios, porque Dios ha muero, lo que hace
posible la plena realización de ser humano. Seguir con
las religiones, es ir en contra del ser humano y de la vida.
3. La religión como miedo a crecer
según Dice Nietzsche que la religión nace del miedo y del
horror que el hombre tiene de si mismo. Se trata de la
incapacidad de asumir uno su propio destino.
Cuando al hombre le invade un sentimiento de poder y teme
quedar avasallado por el, mediante un mecanismo de
defensa patológico, lo atribuye a otro ser más poderoso que
es Dios. Y es que la religión nos llevaría a la alienación del
hombre, puesto que el cristianismo sólo fomenta valores
mezquinos como la obediencia, el sacrificio o la humildad,
sentimientos propios del rebaño. El cristianismo sería para el
filósofo una moral vulgar, que se opone a todos los valores
específicos de la virtud.
4.
5.
6. Karl Marx
Karl Marx (1818-1883),
filósofo alemán, creador
junto con Friedrich Engels
del socialismo científico
(comunismo moderno) y
uno de los pensadores
más influyentes de la
historia contemporánea.
7. La religión es el opio del
pueblo
La famosa frase que
afirma que "la religión es
el opio del pueblo" esta
tomada en realidad, como
tantas otras, de Bruno
Bauer (1809-1888),
amigo personal de Marx y
miembro de la izquierdo
hegeliana.
8. La religión es el opio del
pueblo
Esta frase según Marx afirma que la religión nos
mantiene como tontos viviendo en un mundo
manejado por otros.
En Pocas palabras la religión adormece, es como
un tranquilizante para que nadie se queje ni haga
o tome algunas decisiones que deben tomar.
En la política hacen y deshacen y en las iglesias
igual y la gente adormecida por la religión no se
mueve, no habla y los políticos hablan de religión
para que la gente crea en ellos.
Definitivamente es el opio del pueblo.
