Temía hacerme viejo
Hasta que
comprendí que
ganaba sabiduría
día a día.
AvanzaPorMas.com
Temía al pasado
Hasta que comprendí
que ya no existe, que ya
no puede herirme y que
Dios me perdona los
errores cometidos.
AvanzaPorMas.com
Temía a la oscuridad
Hasta que vi la belleza
en el brillo de una
estrella, y comprendí
que siempre hay una
luz de esperanza.
AvanzaPorMas.com
Temía al cambio
Hasta que vi que aún la
mariposa más hermosa
necesitaba pasar por
una metamorfosis antes
de volar.
AvanzaPorMas.com
“Por eso… No se inquieten por nada; más bien,
en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle
gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, cuidará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús”.
La Biblia
(Filipenses 4:6-7)
AvanzaPorMas.com