2. La Psicología de la salud podría ser definida como “la disciplina o el campo de
especialización de la Psicología que aplica los principios, las técnicas y los conocimientos
científicos desarrollados por ésta a la evaluación, el diagnóstico, la prevención, la
explicación, el tratamiento y/o la modificación de trastornos físicos y/o mentales o
cualquier otro comportamiento relevante para los procesos de la salud y enfermedad, en
los distintos y variados contextos en que éstos puedan tener lugar”, Oblitas, (2006).
Históricamente, las interpretaciones causales sobre la salud y la enfermedad se han
orientado en dos perspectivas: las referidas a la explicación de porqué el hombre
enferma y las que hacen énfasis en el discurso sobre la promoción de la salud y la
prevención de las enfermedades. Situemos los antecedentes en el mundo griego en
donde se reconocen dos corrientes diferenciadas con respecto a la mencionada
interpretación: la escuela platónica, coherente con la interpretación divina que los
primitivos atribuían a la enfermedad, que establecía que tanto la salud como la
enfermedad eran determinadas por un principio no material, el alma divina o pneuma,
que afectaba los órganos.
En la Edad Media, bajo el dominio del discurso de la Iglesia Católica, se desconocieron
los aportes de las escuelas clásicas y prevaleció de nuevo la interpretación mística de
las enfermedades, atribuidas a la ira de Dios o a la acción del demonio.
Simultáneamente, la medicina del mundo árabe avanzó en la sustentación materialista
de la enfermedad y señaló seis principios que incidían en el mantenimiento de la salud o
en la producción de la enfermedad, eran estos: el aire puro, la moderación en el comer
y en el beber, el descanso y el trabajo, la vigilia y el sueño, la evacuación de lo superfluo
y las reacciones emocionales.
El Renacimiento, con el nuevo modo de producción capitalista y con su gran avance
cultural y científico, revalorizó las enseñanzas de la escuela hipocrática y de la medicina
árabe e incentivó la investigación médica ante la necesidad de respuestas prácticas a
los problemas de salud que afectaban a la población.
3. El vínculo entre la biología y la medicina se hizo más fuerte en el siglo XX, lo que permitió
que se ampliaran y profundizaran los conocimientos acerca del sustrato material de las
enfermedades, en las que se propone que ya no tienen efectos sólo los microorganismos
sino una serie de procesos que ocurren en los órganos, tejidos y células, y en los cuales
influyen de forma importante los procesos bioquímicos del organismo. Por su parte, el
siglo XXI se define por el paradigma genético bajo el cual se han producido múltiples
explicaciones y aplicaciones de esta área a la interpretación y tratamiento de las
enfermedades, pero se ha consolidado con más fuerza el esquema unicausal con
respecto a que las causas biológicas son las únicas y las últimas para explicar los
procesos de salud y de enfermedad.
Esta mirada reduccionista de los problemas de salud ha generado como respuesta que
en campos más propios de las disciplinas sociales se haya ido constituyendo una
tendencia que cuestiona la mencionada unicausalidad y propone una perspectiva
multicausal, donde la interacción entre tres componentes -agente, huésped y ambiente-
determinan el mantenimiento de la salud o la génesis de las enfermedades. Este enfoque
advierte sobre la importancia de ingresar en el estudio de los problemas de salud el
carácter activo del sujeto humano, que obliga a superar el esquema simplista de que el
huésped es una entidad pasiva que recibe el influjo de un agente externo patógeno, y
pone en evidencia que múltiples factores, entre ellos los psíquicos y sociales, inciden
tanto en el huésped como en el agente y en el ambiente. Esta nueva perspectiva ha
hecho necesario que nuevas disciplinas contribuyan al estudio de un campo que
tradicionalmente fue exclusivo del discurso médico; particularmente la Psicología, con su
rama específica de la Psicología de la salud, se ha configurado como una disciplina que
se ocupa de los factores psíquicos y sociales que influyen en el mantenimiento de la
salud o inciden en la aparición y evolución de una enfermedad en determinado sujeto.
La preocupación de la disciplina psicológica en relación con los temas de salud se orientó
históricamente al estudio y tratamiento de la salud y las enfermedades mentales. Sin
embargo, desde los años 60 la Psicología empezó a ocuparse del proceso salud-
enfermedad en su dimensión más amplia y comenzó a hacer aportes, como se dijo
anteriormente, a un campo tradicionalmente exclusivo del discurso médico. El área
4. disciplinar que se dedicó a este estudio se consolidó bajo el nombre de Psicología de la
salud y fue construyendo progresivamente un espacio propio como campo aplicado de
la Psicología, orientando su evolución hacia dos enfoques: el clínico (con los
antecedentes de la Psicología clínica, el Psicoanálisis, la Psicología médica y la
Psicología cognitivo-conductual), y el social (fundamentado en la Psicología social
comunitaria).
Entre las principales características, podemos resaltar que; Envuelve las contribuciones
de la psicología a la mejora de la salud, la prevención y tratamiento de enfermedades, la
identificación de factores de riesgo para la salud, la mejora del sistema sanitario y la
influencia de la opinión pública asociada a aspectos sanitarios; Involucra la aplicación de
principios de psicología en áreas relacionadas con la salud física (descenso de la tensión
arterial, control del colesterol, disminución del estrés, alivio del dolor, abandono del
tabaco, moderación de comportamientos de riesgo) y potenciación de conductas
saludables ( ejercicio, chequeos médicos y dentales, y otras conductas “seguras”); En
esta rama de la psicología se ayuda a identificar una variedad de condiciones que afectan
a la salud, al diagnóstico y tratamiento de enfermedades crónicas específicas y a la
modificación de conductas implicadas en la rehabilitación psicológica y fisiológica; y
finalmente está relacionada con la Medicina y Salud Conductual.
Los modelos nos dan un marco referencial para saber por donde empezar, que pasos
seguir, y que técnicas necesitamos para influir un cambio en las conductas de las
personas.
1. Modelo Cognitivo – Social: Asociados a los trabajos de Bandura, da importancia a
los efectos del ambiente social y las cogniciones sobre la conducta y la influencia
recíproca entre ellos. Este modelo ha tenido éxito en la Psicología de la salud,
5. especialmente con los conceptos de "expectativa de autoeficacia", esto es, las creencias
relacionaron la habilidad que uno tiene para ejecutar una conducta determinada, y de
"expectativa de resultado", que se refiere a la creencia que la conducta puede producir
los cambios deseados. Elementos de este modelo forman parte también de otros
modelos y técnicas que se usan en la sicología de la salud.
2. El Modelo de Creencias en Salud: Se originó en intentos de los psicólogos del servicio
de salud Pública de los EEUU por entender por qué tan pocas personas usaban
programas y servicios que estaban a su alcance; concretamente por que no participaban
en exámenes para ver si tenían tuberculosis. Se les pregunto a las personas en qué
medida creían que eran susceptibles a la TBC y, en segundo lugar, si creían que podían
obtener algún beneficio por participar en los chequeos. El modelo se basa en la noción
que el cambio hacia conducta saludables está guiado por las creencias del individuo,
específicamente por lo que se denomina la "expectativa de valor", esto es, las personas
van a cambiar su conducta si ésta resulta en algo valorado para ellas y tienen la
expectativa de que pueda alcanzarse ese resultado. Variables adicionales del modelo se
refieren si acaso las personas creen que ellos son susceptibles a enfermarse, si ven
como la enfermedad como sería de grave, o estiman que el comportarse de manera
saludable o preventiva va a resultar más beneficioso que el costo involucrado en adoptar
la conducta.
3. La Teoría de Acción Razonado (planeada): Asociada a los planteamientos de los
psicólogos Ajzen & Fishbein, si bien no nació de un interés específico en salud nos ayuda
a entender como una persona llega a tomar una decisión para realizar cierta acción. Este
modelo nos dice que la mejor forma de predecir la conducta es conocer las intenciones
de una persona. Una intención representa un compromiso de la persona para actuar de
cierta manera y es un fuerte predictor de la conducta manifiesta, provisto que se de en
ciertas condiciones; entre estas, que el tiempo transcurrido entre la declaración de
intención y la ejecución de la conducta no sea muy prolongada y la especificidad de la
acción requerida para materializar la intención de cambio. Las intenciones son
influenciadas por las actitudes, normas subjetivas y las percepciones provenientes de las
6. presiones sociales, por ello no se considera como un modelo que por sí solo puede
explicar conductas preventivas.
4. Modelo de Reducción de Riesgo: Las intervenciones conocidas como de reducción de
factores de riesgo conductual, intentan lograr un cambio de actitudes y motivar a la
persona a desarrollar habilidades conductuales que reduzcan el riesgo, aumentando de
paso la percepción de autoeficacia para iniciar y mantener los cambios
comportamentales deseados. Asimismo, se intenta crear una red de apoyo social que
refuerce las conductas preventivas o de bajo riesgo. Para lograr el cambio se usan
técnicas tanto de la psicología social, como cognitivas-conductuales.
5. El Llamado Modelo Transteórico del Cambio Conductual: Llamado también
simplemente el modelo de Prochaska (su principal impulsor), se focaliza en las
condiciones que hacen posible el cambio. La observación de individuos que están
tratando de cambiar por si solos, sin ayuda profesional, nos enseña que las personas
progresen de manera de una manera gradual, continúa y a través de un proceso
dinámico de 5 etapas a medida que tratan de reducir o eliminar conductas riesgosas. El
modelo nos sugiere que hay que diseñar estrategias de cambio que estén de acuerdo a
las características de los sujetos a los cuales están dirigidas. El modelo evalúa la etapa
o el estadio en el cual se encuentra la persona en términos de su intención hacia el
cambio", examina las ventajas y las desventajas del cambio, y la habilidad dela persona
para ejecutar el comportamiento necesario que lo lleve a mantener un cambio duradero
de la conducta deseada. La prevención de la recaída se ve como parte de la última etapa
de mantenimiento.
6. El Modelo Integrativo: Está basado en las ideas de Bandura y del conductismo
skinneriano e intenta integrar la psicología de la salud con la salud pública. Es un modelo
que pretende enfocarse hacia la comunidad y no hacia problemas individuales. Define el
problema usando indicadores epidemiológicos y de psicología. Su forma de aproximarse
a los problemas es multidisciplinario y multinivel, lo crítico, según este enfoque, es
comprender el estilo de vida y los factores conductuales dentro del entorno en el cual se
dan. Las primeras fases del análisis incluyen tanto el nivel personal como el nivel
interpersonal. Hayun tercer nivel donde se considera el ambiente social más inmediato.
7. Un cuarto nivel considera los aspectos institucionales, sociales, culturales, políticos y
económicos, como clases de factores que afectan la conducta. Finalmente hay un nivel
que implica la evaluación del impacto de las intervenciones, esta fase de evaluación del
programa es importante pero generalmente se hace de manera poco sistemática, si es
que se hace a pesar que se centra en metas específicas, Este modelo es Complejo y se
considera como un modelo de planeación.
Abordando un poco el tema de salud mental, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
la define como un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias
aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y
fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La promoción de la salud es el proceso que facilita instrumentos a la gente para ganar el
control sobre su salud y mejorarla. Por lo tanto, está más vinculada con el mejoramiento
de la calidad de vida y el potencial para ganar una mejor salud, que sólo con una
disminución de síntomas. Los factores psicosociales que influyen en un número de
conductas de la salud (v.g. dieta adecuada, ejercicio físico, no fumar, evitar el uso
excesivo de alcohol y prácticas sexuales de riesgo) tienen un amplio espectro de efectos
en la salud (OMS, 2002). Un creciente conjunto de evidencias transculturales señala que
varios factores psicológicos, sociales y conductuales pueden proteger la salud y dar
apoyo a una salud mental positiva. Dicha protección facilita la resistencia a las
enfermedades, minimiza y retarda la aparición de discapacidades y promueve un
restablecimiento más rápido de las enfermedades (OMS, 2002). Los estudios siguientes
son una ilustración de ello. El amamantamiento mejora el vínculo y el apego entre los
infantes y sus madres, y contribuye de manera significativa a un mejor desarrollo.
Las intervenciones de promoción en las escuelas aumentan la autoestima, las
habilidades de la vida, la conducta pro-social, el rendimiento escolar y el ambiente social.
Entre otros factores psicosociales ligados a la protección de la salud y la promoción en
adultos figuran el vínculo seguro y firme, una visión optimista de la vida y un sentido de
8. propósito y dirección, estrategias efectivas para hacer frente a los desafíos, un control
consciente de los acontecimientos de la vida, relaciones emocionales gratificadoras,
expresión de emociones positivas e integración social.
Ahora como reflexión hoy en día sabemos que una enfermedad física no sólo afecta a
los órganos perjudicados, también a la parte psicológica de las personas que lo padecen,
podría destacar su comportamiento, autoestima, manera de ver la vida y percibir su
entorno. Estos aspectos influyen en el desarrollo de la enfermedad y en la calidad de
vida de las personas afectadas. Por lo tanto, es bien sabido que los problemas de la
salud, ya no solo son de índole medico sino que muchos factores de la enfermedad son
de índole psicológicos. La importancia del estudio de la psicología de la salud en la
actualidad, radica en lo que implica bien sea una enfermedad, o la salud; cuando esta es
dañada, la mayoría del tiempo no estamos preparados para ello, ni tenemos las
herramientas necesarias para salir adelante, el profesional de la salud (médico) en
conjunto con el psicólogo y otros profesionales, deberán ayudar al paciente a sobrellevar
su enfermedad o condicion.
La labor del psicólogo siempre será distinta, depende de cada especialización o la rama
de estudio en la que el profesional se esté desarrollando, el ámbito de la psicología de la
salud también es importante resaltarlo, porque si bien una parte de la psicología a
grandes rasgos busca el bienestar de las personas, la salud también juega un papel muy
importante.
Son pocas las personas que gozan de una salud plena, tanto física como emocional…
así que mayor hincapié se debe hacer en cultivar nuestra mente, pues al igual que
cualquier otro órgano del cuerpo, puede enfermarse y resultar dañada.
9. Referencias
Oblitas, L. (2008). Psicología de la salud: Una ciencia del bienestar y la felicidad.
Health psychology: A well being and happiness science. Universidad Nacional
Autónoma de México.
Diaz, V. (2010) La psicología de la salud: Antecedentes, definición y perspectiva.
Revista de psicología, Universidad de Antioquia.
Alonso, A. (2014) Definición de la semana: Psicología de la Salud. Psyciencia.
Andía, J. Psicología de la salud. Monografias.com
Organización mundial de la salud (2014) Promoción de salud mental.
Organización mundial de la salud (2014) Invertir en salud mental.