Un día, la madre de Caperucita Roja enfermó y le pidió a su nieta que llevara una canasta de comida a su casa en el bosque. En el camino, Caperucita se encontró con el lobo feroz, quien la engañó para que tomara un camino más largo mientras él iba directamente a la casa de la abuela. Al llegar, el lobo se había comido a la abuela y estaba disfrazado en su cama, esperando comerse también a Caperucita, pero un cazador que pasaba la rescat