1. METAPLASIA.
La metaplasia es un cambio reversible en el que una célula diferenciada (epitelial
o mesenquimal) se sustituye por otro tipo de célula. Puede ser una situación
adaptiva de las células que son sensibles al estrés por otros tipos de células que
resisten mejor este entorno adverso.
La metaplasia epitelial más frecuentes de la cilíndrica a escamosa, que se
describe en una vía respiratoria en respuesta a la irritación crónica. En los
fumadores habituales, el epitelio cilíndrico ciliado normal de la tráquea y los
bronquios se sustituye por un epitelio escamoso estratificado. Los cálculos de los
conductos excretores de las glándulas salivales, el páncreas a los conductos
biliares pueden determinar también que el epitelio cilíndrico secreto normal se
sustituya por epitelio escamoso estratificado. Una deficiencia de vitamina A (acido
retinoico) induce la metaplasia escamosa del epitelio respiratorio. En todos los
casos el epitelio escamoso estratificado más resistente consigue sobrevivir en
circunstancia en las que el epitelio cilíndrico especializado más frágil podría haber
sucumbido. Sin embargo, el cambio por células escamosas metaplasicas tiene un
coste. En el aparato respiratorio, por ejemplo, aunque el revestimiento epitelial se
vuelve resistente, se pierden importantes mecanismos protectores frente a la
infección: secreción de moco y acción ciliar del epitelio cilíndrico. Por tanto, la
metaplasia epitelial es un arma de doble filo y, en la mayor parte de los casos, se
considera un cambio indeseable. Además, los factores que predisponen a la
metaplasia, cuanto persisten, pueden iniciar la transformación maligna del epitelio
metaplásico. Por eso, un tipo frecuente carcinoma respiratorio está constituido por
células escamosas, que se originan en focos de metaplasia del epitelio cilíndrico
normal en el epitelio escamoso.
La metaplasia de tipo escamoso a cilíndrico también se pueden producir,
como sucede en el esófago de Barrett, en el que el epitelio escamoso del esófago
se sustituye por células cilíndricas de tipo intestinal por la influencia del reflujo de
acido gástrico. Los canceres se pueden originar en estas zonas y son típicamente
adenocarcinomas glandulares.
La metaplasia de tejido conjuntivo es la formación de cartílagos, huesos o
tejido adiposo (tejido mesenquimales) en zonas que normalmente no contienen
estos elementos. Por ejemplo, la formación de huesos dentro del musculo se llama
miositis osificante y se describe en algunos casos tras una hemorragia
intramuscular. Este tipo de metaplasia se puede explicar peor como una respuesta
adaptativa y puede ser secundaria a una lesión celular o tisular.
2. Mecanismos de la metaplasia
La metaplasia no se asocia al cambio de fenotipo de una célula ya diferenciada ,
sino que es resultado de una reprogramación de las célula madre que existen en
los tejidos normales o de células mesenquimales indiferenciadas presentes en el
tejido conjuntivo. En el cambio metaplásico, estas células precursoras se
diferencian por una nueva vía. La diferenciación en las células madre hacia una
estirpe determinada se debe a señales generadas por las citocinas, los factores de
crecimiento y los componentes de la matriz extracelular en el entorno celular.
Estos estímulos externos inducen la expresión de los genes que dirigen a la célula
hacia una vía de diferenciación específica. En situaciones de deficiencia o exceso
de vitamina A, se sabe que el acido retinoico regula la transcripción genética de
forma directa a través de los receptores de retinoides nucleares, que pueden influir
en la diferenciación de los progenitores derivados de las células madres de los
tejidos. Se ignora como otros estímulos externos inducen la metaplasia, pero está
claro que también deben modificar alguna forma la actividad de los factores de
transcripción que regulan la diferenciación.