El documento habla sobre las líneas de trabajo para inventar el futuro a la luz de tres fenómenos que ocurren entre 2000-2025: el envejecimiento de la población, el rápido desarrollo tecnológico y la economía del conocimiento. Plantea preguntas sobre cómo hacer compatible estos cambios y propone usar las nuevas herramientas tecnológicas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de la tecnología social.