Nos obsesionamos con ser más creativos, más productivos, hacer más, todo más, más, más... cuando, simplemente no hacer nada, desconectarnos, nos puede recargar las pilas, atraer a las musas y retomar con nuevos focos... L
La importancia de la desconexión digital y del no-corre-corre ya la conocen nuestros vecinos de Europa, y para ello han utilizado diferentes palabras. ¿Cómo lo llamarías tú?
DINAMICA VEAMOS TEMA 2 Padres y Padrinos, facilitadores del proceso de crecim...
Si quieres más creatividad, ¡niksen!
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L
o de hoy no es una lección o
una experiencia profesional
para que desde este medio
alguien aprenda algo. Puede
ocurrir, pero no aseguro nada. Se trata
más bien de una reflexión.
Hace unas semanas me crucé con
un artículo en un periódico local. Era
bueno, muy bueno. Tanto, que ocupé
“mi escaso tiempo” en leerlo enterito y
me hizo reflexionar algo que se podría
resumir con un: “Pero, ¿por qué demo-
nios nos machacamos tanto?”.
Decía que para ser más productivos,
cuando realmente hay que serlo, y
más creativos, en la vida en general
y en el trabajo en particular, simple-
mente no hay que hacer nada. No
hacer nada es bueno. Imagino gente
escandalizada ahora mismo.
Sí. No hacer absolutamente nada,
señores, porque la tensión, las prisas y
un cerebro saturado no dejan lugar, ni
para la creatividad, ni para la produc-
tividad.
Puede suceder que dando un paseo
por el campo, hojeando una revista,
dejando volar la mente mientras, tum-
bados, adivinamos las formas de las
nubes que van pasando, o disfrutando
de ver el llover o mirando el techo…
¡zas! En el momento menos pensado
llega la idea, la solución, la luz a algo
que nos ronda.
¿CÓMO ES POSIBLE NO HACER
NADA? ]
¬No atiborrar la agenda (de papel,
online o imaginaria) con miles de pla-
nes que no entran en 24 horas de una
persona normal ni con calzador.
acogedores donde las personas se sien-
tan realmente cómodas y todo fluya...”.
Extrapolando lo anterior al plano
laboral-empresarial entenderemos
mucho mejor cómo han cambiado las
oficinas en muchas empresas. Espa-
cios multifuncionales, más abiertos,
puffs para casi-tumbarse, café y té
para todos… Aparte de una moda en
decoración de interiores, esta transfor-
mación de los espacios para trabajar
-que parten de la clásica estructura
de colmena- pretende que la gente
se relaje más y se fomente el trabajo
colaborativo y, por qué no, pescar
alguna idea formidable para mejorar el
negocio. Pero… ¿alguien ha probado a
sentarse y trabajar con un portátil en
un puff de esos? Es lo más incómodo
que hay. Lumbago ipso facto para los
que padecemos de este mal.
Estamos apenas saliendo del presentis-
mo, entendiendo el teletrabajo como
se debe, como para ponernos a degus-
tar una taza de café y algo dulce mien-
tras hablo con Mari Puri y esperamos
a la idea divina en medio del comedor
de empresa. No me visualizo, la verdad.
En su lugar, y lo digo de verdad-verdad
de la buena, nos estamos permitiendo
descansar un poco la cabeza con ayu-
da de la tecnología. Bien entendida.
Bien aplicada y bien recibida.
TECNOLOGÍA DE COMUNICACIÓN Y
TRABAJO COLABORATIVO ]
¬Que nos libera de sentir que se nos
escapan cosas, como que no le hemos
dicho un dato importante a un com-
pañero sobre un proyecto.
¬Que nos recuerda en qué punto está
cada gestión cuando la retomamos.
¬Que absorbe acciones rutinarias,
permitiendo que trabajemos de forma
inteligente, dejándonos más tiempo
para realizar tareas (fika o niksen) que
impulsen de algún modo la creatividad.
¬Y que, además, hace posible la des-
conexión digital, en mi caso, mientras
me dispongo a no hacer nada hasta la
próxima vez que acceda, como no podía
ser de otra forma, a mi sesión de Laycos.
¡Niksen! ]
CULTURA DE COMUNICACIÓN
GUAYARMINA PEÑA SANTANA,
Directora Marketing y Comunicación
Digital en laycos.net y mhp.es.
Si quieres más
creatividad,
¡niksen!
¬Dejar que nos embargue ese deseo de
tirarnos en el sofá en cuanto podemos y
no hacer nada. Lo que viene siendo, de
forma figurada, “dejarse morir”.
¬Superando la culpa de no hacer una
horita de cardio, pesas, correr o lo que
toque, porque no estar “hipermegafit”
va en contra de alguna ley tácitamen-
te aceptada y que, con seguridad,
copiamos a los americanos que se
levantan a las 5 de la mañana.
¬Dejar de obsesionarnos con los
cumpleaños de los compañeros
del cole de los niños, a los que no
quieren ir ni ellos; o con las reuniones
sociales no deseadas, pero con las
que hay que cumplir por un extra-
ño decreto que no terminamos de
encontrar y que consumen un tiempo
precioso para hacer otras cosas, que
sí queremos y que sea para simple-
mente no hacer nada.
¿CÓMO ‘NO HACER NADA EN EL
TRABAJO’? ]
¬Ese corre-corre-mal-estar-tecno-
ansioso porque no llegamos a los
objetivos y puede pasar “algo horrible”.
¬Ese devanamiento de sesos porque
no se nos ocurre una idea mejor con
la que ganar más clientes, cerrar más
ventas, más interés, más diferencia-
ción, más notoriedad, más competiti-
vidad, más, más, más y más y AHORA.
¬Ese solapamiento de agendas, de
horarios, de reuniones y eventos que
amenazan con juntarse, pero a los que
hay que llegar como sea, porque de
eso se trata ser profesional (ironía).
¿NIKSEN? ¿FIKA? ¿HIGGE? ]
Existe una palabra en holandés, “nik-
sen”, que significa “no hacer nada”.
Hace un tiempo también hemos toma-
do prestada “fika”, de origen sueco, que
podría traducirse como “pausa para
tomar un café y algo dulce” en medio
de la jornada para charlar con un com-
pañero o tomar un descanso reparador.
Y una más, “higge”, de origen danés,
que puede interpretarse como “mirar la
vida con ojos de felicidad, crear espacios