Somos los jóvenes escuchados y valorados canarias 7 19 junio (3177€)
1. tidos tendrán que gestionar
con responsabilidad, generosi-
dad y sentido de Estado en el
día después. Los sondeos anun-
cian más de lo mismo, pero los
ciudadanos ni quieren ni pue-
den recibir por respuesta des-
de la política más de lo mismo.
La salida a la situación no pue-
de ser, otra vez, la repetición
primer paso, pero conseguida
la formación de Gobierno se
abrirá un tiempo de incerti-
dumbres e inestabilidades,
una legislatura corta -como
máximo de dos años- con un
Ejecutivo que no podrá abor-
dar las reformas estructurales
-que requieren de mayorías
cualificadas- para dar el im-
segundo; sobre el tercer parti-
do en número de escaños cae-
rá toda la presión y la respon-
sabilidad de que España tenga
Gobierno y, sobre todo, qué
Gobierno.
Si los datos de las últimas
encuestas se confirman la no-
che del 26-J los socialistas pue-
den verse abocados a tener
suma de Unidos Podemos y el
PSOE puede dejarles a no de-
masiados escaños de la mayo-
ría absoluta.
A Sánchez ya no le vale el
discurso de diciembre y posi-
blemente se encuenttre con
que tampoco tiene discurso
para junio. La posibilidad de
tener que apoyar a Iglesias
una vez que se conozcan los re-
sultados del 26-J. Dado el esca-
so margen en el que se mueven
los bloques de derechas o iz-
quierdas para conformar una
mayoría suficiente, bueno se-
ría conocer cuanto antes a qué
opción respaldarán los posi-
bles representantes canarios
de NC y CC.
¿Somos los jóvenes escuchados y valorados por la sociedad? (II)
✒ NataliaQuintanaSuárez
«Muchas familias se encuentran ahogadas y mermando los sueños de sus hijos por falta de organización del sistema, ¿cómo puede ser
que un Gobierno no procure algo tan básico como la educación?».
E
l Foro Catpe Tránsito de
Canarias Hacia la Socie-
dad del Conocimiento,
una semana más se convierte
en el altavoz de los jóvenes cana-
rios, dándoles la oportunidad de
expresar sus ideas en los temas
que les afectan pero, también y
fundamentalmente, para que
puedan llegar a ser parte de la
solución. El ensayo comienza
así: «Jóvenes haced política,
porque si no lo hacéis se hará
igual y posiblemente en nuestra
contra!» (Ortega y Gasset.
Existe un debate actualmen-
te que discute la pregunta plan-
teada, ¿son atendidas y escucha-
das las necesidades y talentos de
la juventud en nuestra socie-
dad?
He querido empezar con esta
cita porque aunque escrita in-
cluso cuando yo no había nacido
muestra a la perfección el mo-
mento presente. A las puertas
del 26J los jóvenes tendríamos
que tener más voz, o al menos
más presencia activa en ese te-
rreno, para muchos desconoci-
do.
Puedo observar que hay ám-
bitos en los que sí somos valora-
dos o atendidos, pero parecen
más bien de orden natural,
nuestras familias nos protegen,
tenemos las necesidades básicas
(en el mejor de los casos) cubier-
tas, y vamos al colegio; pero en lo
profundo, en lo que tiene que ver
con la participación activa como
ciudadanos, creo que los jóvenes
ni somos escuchados ni atendi-
dos. Me basaré en tres argumen-
tos: uno político, otro basado en
las redes sociales y por último en
la educación.
El argumento principal y con
más peso es el que hace referen-
cia al ámbito político. De los 350
diputados en el Congreso, solo
27, un 8% posee menos de 35
años, 64 tienen más de 60 y solo 4
son veinteañeros. La media de
edad del Congreso en 2014 fue de
53 años, según las fuentes con-
sultadas.
¿Si nuestros jóvenes son valo-
rados, cómo es posible que nun-
ca hayamos tenido un presiden-
te menor de 30 años?No tiene
sentido. Igual que no lo tiene que
nosotros a estas alturas desco-
nozcamos el panorama político.
Es evidente que no podemos par-
ticipar de forma activa en políti-
ca, pero ¿a qué se debe? Conoce-
mos a sus protagonistas por In-
ternet, Televisión y miembros
de la familia ¿acaso podemos te-
ner criterio de esta forma? Si in-
teresara que mi generación pro-
picie un cambio tal vez estaría-
mos investigando sobre el espec-
tro político desde edades tempra-
nas. Sin politizar mi discurso,
¿cuántos memes han surgido a
raíz del aspecto aniñado de Erre-
jón? Se da por hecho que no esta-
mos a la altura, y nadie parece
tener el interés de cambiarlo.
Según las fuentes consulta-
das España es el tercer país en la
Unión Europea con más adultos
sin idiomas. A medida que avan-
za la sociedad los jóvenes son los
habitantes más instruidos e in-
formados. A lo mejor el hecho de
que solo diecinueve diputados
hayan estudiado Ciencias Políti-
cas y un 5% solo tengan bachi-
ller esté relacionado con el bajo
número de jóvenes en el Congre-
so de Diputados. El informe Ge-
neración Z: El último salto gene-
racional, presentado por la con-
sultora Atrevia y por la Deusto
Business School, ha dado a cono-
cer las características de los jó-
venes y cómo podrían influir sus
diferencias en la sociedad. Una
de las características propias de
esta generación es su prepara-
ción en idiomas y su conoci-
miento nativo de lo digital y tec-
nológico.
Mi segundo argumento con-
templa el arma de doble filo que
guardan las redes sociales, a pe-
sar de que mucha gente opine
que los medios de comunicación
sirven como herramienta para
abrirse camino, creo que en el
caso de la televisión es todo lo
contrario. Los programas de ta-
lentos, por ejemplo, son creados
para gusto y disfrute de los adul-
tos, es raro que los jóvenes parti-
cipantes logren grandes carre-
ras después de pasar por alguno
de ellos. Aún sin tener en cuen-
ta el grado de manipulación que
puedan llegar a invadirlos. So-
mos una generación que recibe
mensajes ambiguos, salto a la
fama versus esfuerzo, trabajo y
meritocracia.
Solemos escuchar que las re-
des suponen para los jóvenes
una forma de expresar sus que-
jas y opiniones, puede ser, ¿pero
cuántos jóvenes sufren nomofo-
bia? Según un artículo del ABC
un 29 % de los jóvenes vuelve a
casa a por el móvil si un día lo ol-
vida. ¿Cuántos crean identida-
des falsas? ¿Cuántos hacen un
uso de ellas más allá del cotilleo
y el postureo?
La extendida idea de que te-
nemos una dependencia tecnoló-
gica nos quita atención e impor-
tancia y hace que nuestra voz
sea más débil. Las redes sociales
nos quitan credibilidad y fuerza,
pues hacen creer a los adultos
que solo nos interesa el mundo
virtual y que lo demás no nos lla-
ma la atención. Quizás nuestra
virtud tecnológica se vuelve con-
tra nosotros, edúquennos para
un mejor uso de las tecnologías,
ayúdennos a generarnos un me-
jor concepto de nosotros mis-
mos. Tenemos responsabilidad
personal, sí, pero también esta-
mos creciendo y aprendiendo.
Por otro lado está el ámbito
de la educación.
A los jóvenes se nos exige
cada día más, más idiomas, más
formación, más, más y más pues
nuestra competencia es cada vez
más fuerte. El miedo de los jóve-
nes se encuentra en la cifra de
56% de paro juvenil. ¿Para qué
más entonces?
Nuestras oportunidades de
ser lo que deseamos ser se ven re-
ducidas, el paro no es el único
«La extendida idea de
que tenemos una
dependencia tecnológica
nos quita atención»
Tribuna libre
problema, los precios de las ma-
trículas en España son muy al-
tos, un universitario de la edu-
cación pública gasta de media
1.323 euros según las fuentes
consultadas, incluso teniendo
variación del coste del crédito
según la comunidad autónoma,
un fuerte agravio comparativo
no solo respecto a España, sino
respecto a otras universidades
públicas europeas donde estu-
diar es totalmente gratuito.
Muchas familias, se encuen-
tran ahogadas y mermando los
sueños de sus hijos por falta de
organización del sistema,
¿cómo puede ser que un gobier-
no no procure algo tan básico
como la educación? Sebastián
Mora, presidente de Cáritas, en
El Intermedio, dijo: «Los jóvenes
no ven el futuro como una opor-
tunidad, sino como una amena-
za», nosotros los jóvenes somos
críticos y por eso lo vemos así,
pero esto demuestra que no es-
tamos siendo atendidos.
Por tanto el joven que quiera
tener la mejor educación, o al
menos formarse, deberá tener
dinero, pues en España desde
los colegios, hasta los títulos de
idiomas sale caro. No hay igual-
dad educativa, y mucho menos
igualdad de oportunidades
Para terminar me gustaría
resumir los aspectos plantea-
dos a través de una pequeña re-
flexión, como señalaba algún ti-
tular «somos los últimos hijos
de la alegría» puesto que hemos
venido con la crisis, sin embar-
go, nuestras oportunidades pa-
recen ser mayores a las de gene-
raciones anteriores, tenemos
talento pero no tenemos el ám-
bito para desarrollarlo «la men-
te humana es como un paracaí-
das, solo funciona si se abre»,
dijo Albert Einstein, debemos
dar paso a nuevas generacio-
nes, dennos la oportunidad, no
sea que todo se vuelva en con-
tra.
Estudiante de 4º
de ESO del Cole-
gio Heidelberg
SECCIÓN:
E.G.M.:
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OPINION
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19 Junio, 2016