Los monocultivos son cultivos a gran escala de un solo tipo de planta, como el maíz o la soja, lo que agota los suelos y reduce la biodiversidad. Estos cultivos requieren grandes cantidades de fertilizantes y plaguicidas que contaminan el agua y dañan la salud humana. Los pequeños agricultores suelen perder sus tierras debido a la expansión de los monocultivos.