1. Fabula las Ranitas y el Tronco Tallado
Había una vez unas familia de ranitas que vivía en un lago, pero sentían mucho miedo por un
tronco tallado que se veía en la orilla del lago, las ranitas les gustaba mucho las fiestas, eran
muy divertidas, pero sentían mucho respeto por el tronco. En muchas oportunidades no hacían
fiestas para no hacer tanto ruido y no molestar al tronco.
Ellas pensaban que el tronco era un monumento de alguna tribu que ya no habitaba en ese
lugar, pero como no se atrevían a acercarse a él para ver bien de que se trataba, solo podían
suponer y mirar de lejos su rostro serio que inspiraba autoridad.
Un día muy tormentoso con horribles truenos, el tronco cayó al lago y en ese instante las
ranitas pudieron ver que era solo un tronco tallado que no podía hacerles daño. Al darse cuenta
de eso comenzaron a reírse de los temores por lo que habían pasado y comenzaron a jugar
con él.
Moraleja: lo que por ignorancia atemoriza, a veces es solo digno de risa.
Fabula el Pastor mentiroso
Estaba un pastor de ovejas junto con su rebaño, el cual comenzó a gritar con todas sus
fuerzas: "¡Auxilio! ¡Auxilio! El lobo viene por mis ovejas". El pueblo, dejando a un lado todos
sus quehaceres, acuden al llamado del joven, para darse cuenta que no es mas que una
chanza pesada.
El joven vuelve a hacerlo una segunda vez, y temiendo el pueblo, volvió. Sin embargo,
nuevamente no era más que una burla. Luego gritó de nuevo, siendo esta vez verdad que el
lobo estaba atacando, sin embargo el pueblo no creyó en sus gritos, por lo que la fiera terminó
devorándose el rebaño.
Moraleja: Mentimos y mentimos, y perdemos la confianza que los demás tienen en nosotros.
Cuando digamos la verdad, no nos creerán.