proyecto de mayo inicial 5 añitos aprender es bueno para tu niño
Comunidad joanica y los judios
1. Raymon Brown: La Evolución De La Comunidad
¿Quiénes eran " los judíos "?
Hemos mencionado la obra de
Brown como ejemplo de una
determinada línea de investigación
histórico-social acerca de Jn. Ahora veremos si las nuevas orientaciones investigadoras
proporcionan alguna solución al intrincado problema del antijudaismo joánnico, cuestión
que grava de forma aguda el diálogo entre cristianos y judíos.
Ciertamente existen soluciones ya "clásicas" a este problema. Por ejemplo, la comisión
papal para relaciones religiosas con los judíos intenta salvar Jn de la sospecha de
antijudaismo interpretando la expresión joánnica "los judíos" en el sentido de "los
dirigentes de los judíos" o "los enemigos de Jesús". Por otra parte, en la escuela de
Bultmann es más apreciada la interpretación metafórica de dicha expresión, la cual
designaría "los representantes del mundo que odia a los creyentes". En esta línea se sitúa
también la tesis de que la polémica contra los judíos va dirigida, en realidad, contra la
mundanización de los propios cristianos. Todos estos intentos, sin embargo, desvirtúan
en realidad el problema desde el momento en que abstraen Jn de su contexto histórico.
Por otra parte, apenas pueden dar razón de la vehemencia con que el Jesús joánnico
impreca a los "judíos" como "hijos del diablo" (Jn 8,44). Un correcto planteamiento de la
cuestión ha de comenzar teniendo en cuenta los datos lingüísticos que caracterizan a Jn
frente a los sinópticos.
La diferente frecuencia de aparición del término iudaioi (5 veces en Mt y Lc, 6 en Mc;
71 en Jn) se corresponde con una igualmente acusada diferencia de significado (los
sinópticos la utilizan casi siempre en la expresión fija "rey de los judíos", referida a Jesús;
en Jn suele connotar "los enemigos de Jesús").
En los sinópticos nos sale al paso una rica variedad de grupos y tendencias dentro del
judaísmo (fariseos, saduceos, escribas, sacerdotes...) que corresponde al tiempo de Jesús,
mientras en Jn aparece el judaísmo como un conjunto uniforme enfrentado con Jesús;
ciertamente también Jn otorga una relevancia especial a los fariseos y sumos sacerdotes,
pero de todas formas el cuadro de conjunto queda dominado por la estereotipada
expresión "los judíos", cuya razón de ser ha de aclararse.
2. Wengst:experiencias de persecuciónde la comunidad joánnica
Hoy día se acepta prácticamente sin discusión que tras la polémica de Jn contra los judíos
se esconden experiencias históricas de persecución que sufrió la comunidad joánnica,
"retrotraídas" anacrónicamente a la época de Jesús. En la época en que se escribió el
evangelio (finales del siglo I) los judíos eran numéricamente superiores a los cristianos,
y más poderosos debido a su status de nación reconocida por los romanos.
El evangelio se hace eco del temor de los cristianos entre judíos (9,22) y sitúa en el
tiempo narrado el decreto por el cual se expulsa de la sinagoga a todo judío que confiere
su adhesión a Jesús (9,22; 12,42; 16,2), decreto que en realidad data de época posterior a
la guerra judía (68-70 d.C.). Los cristianos de la comunidad joánnica procedían, pues, en
gran parte del judaísmo, y fueron discriminados, cuando no perseguidos, por sus antiguos
hermanos en la fe. Desde esta situación se explican tanto algunas expresiones de Jn ("la
salvación viene de los judíos", 4,22), como el antijudaísmo que refleja el evangelio en su
conjunto.
Wengst ha intentado situar con precisión histórica el contexto de esta persecución. Según
él, el evangelio y la comunidad de Jn se podrían situar en Galaunitis y Batanes (sur de la
actual Siria) bajo el reinado de Agripa II (50-92/93 d.C.). En este contexto "los judíos"
representarían un sector de población minoritario, pero considerable en número e
influencia social por su inserción en la corte de este rey, claramente pro judío. Estos
dirigentes judíos debieron entablar estrechas relaciones con el rabinato fariseo de Jabne,
el cual decidió incorporar hacia el año 85 el denominado Birkatha-minim (lit. "bendición
de herejes", eufemismo que en realidad significa "maldición de herejes") en las
"dieciocho peticiones" de la liturgia judía.
Este sería, según Wengst, el punto histórico de referencia de la "expulsión de la sinagoga"
mencionada en el evangelio. Esta hipótesis, aunque se apoye en buenas razones, no es,
sin embargo, incuestionable. Sobre todo se ha de tener en cuenta que birkkat-haminim es
una fórmula dirigida contra todos los judíos disidentes de la línea farisea, y no
primariamente contra los cristianos
judíos.
3. Theissen: la fuerza de un prejuicio
Dado que es problemático fijar un punto histórico de referencia para los "judíos" del
cuarto evangelio, se habrá de plantear la cuestión de otro modo. G. Theissen ha presentado
recientemente una interpretación sociopatológica del antijudaísmo joánnico como parte
de un análisis histórico-social (aún en gestación) de Jn en su conjunto.
Según Theissen, el modo como Jn habla de "los judíos" es un ejemplo típico de "prejuicio
social". Jn sabe diferenciar perfectamente, según las ocasiones, los diferentes grupos
dentro del judaísmo; pero en su conjunto la compleja experiencia social de la comunidad
joánnica 'es reducida unilateralmente: "los judíos" aparecen entonces como chivo
expiatorio sobre el que se descarga toda la presión social acumulada sobre los cristianos,
incluso la procedente de grupos paganos y de las autoridades romanas. En vistas a este
fin era mucho más inofensivo, sin duda alguna, utilizar a "los judíos" que a "los
romanos"... Por otro lado, este prejuicio, al insistir en la delimitación frente al enemigo
exterior, ayuda a crear una mayor cohesión interna en la comunidad (téngase en cuenta
que "hijos del diablo" se aplica en Jn 8,44 a los judíos, y en 1 Jn 3,8.10 a los cristianos
disidentes).
Ciertamente las mencionadas experiencias negativas de persecución pueden explicar en
parte el prejuicio de la comunidad joánnica contra los judíos. En concreto los judíos
actuaron seguramente como acusadores de los cristianos ante las autoridades romanas
(cfr. el relato joánnico de la pasión, esp. Jn 18,28-19,16). Pero por esto mismo no se puede
aceptar sin más como histórica la perspectiva joánica que atribuye el acoso sufrido por
los cristianos únicamente a los denunciantes (los sumos sacerdotes), eximiendo a las
autoridades romanas que interrogan y sentencian (Pilato; cfr. Jn 19,11).
Se ha de ser crítico frente a esta unilateralidad que desfigura la experiencia real de los
cristianos de entonces, cargando las tintas en lo negativo (pues no puede decirse que los
cristianos vivieran en continua y abierta persecución por parte de los judíos) y en un único
grupo considerado homogéneamente ("los judíos"). Por otra parte, dando por cierta la
función estabilizadora de este prejuicio que delimita radicalmente el exterior y el interior
de la comunidad, entonces aparecen en estrecha conexión aspectos de la teología joánnica
como la división entre luz y tinieblas, el mandamiento del amor y la polémica antijudía.
Conclusión
Es importante y necesario tener en cuenta todos estos hechos. Creemos que una
investigación sociohistórica de la biblia ayuda "a captar con mayor honestidad las caras
sombrías de la religión y la fe, y fortalece la voluntad de eliminar sufrimientos causados
o legitimados religiosamente", como dice Theissen. Dicha disponibilidad a la conversión
debería al menos ser exigida en relación con la fatal repercusión histórica de la expresión
joánnica "los judíos".