El documento describe las características y necesidades de diferentes tipos de líderes: los que buscan conservar el poder, los que dejan que cada quien haga lo que quiera, y los que son elegidos por mayorías. También describe al líder cristiano, quien sigue los pasos de Cristo, se ha vencido a sí mismo, y procura hacer todo bien y en nombre de Cristo. El líder cristiano necesita orar con frecuencia, tener una actitud de servicio, y confrontar sus ideas con el Evangelio.
2. Características
Conservar el poder
Lograr los objetivos
Disciplina
Necesita
Oración
Apertura
Actitud de servicio
3. Que cada quien haga lo que quiera
No hay exigencia ni disciplina
No hay compromiso ni resultados
Necesita
Proponerse objetivos importantes
Hacer un plan para alcanzarlos
Poner los medios para lograrlos
4. Es elegido
Hace caso a las mayorías
Puede perder enfoque cuando
la mayoría está equivocada
Es mediador
Escucha ideas
Necesita
Que la mayoría tenga el objetivo bien
determinado
Determinarse él mismo convencer para que se
cumpla el objetivo
Vencer la inercia del mundo a favor de Cristo
5. Va tras las huellas de Cristo
Se ha vencido a sí mismo y convence a
los demás con sus obras
Procura hacer todo bien y en nombre
de Cristo
Sabe obedecer, por eso sabe mandar
Se ha preparado en el Evangelio, ha
leído y ora con frecuencia
Escucha ideas y las confronta con
el evangelio
Va adelante sirviendo a los demás
Cristiano
6. Espíritu práctico (Obras)
Espíritu de servicio
Facilidad de palabra (Evangelio)
Solidaridad
Optimismo
Sabiduría
Gracia de Dios
Integración de
diferencias
7. Señor haz de mi un instrumento de
tu paz, que allí donde haya odio,
siempre yo amor, donde haya
ofensa, perdón, donde haya
error, verdad, donde haya duda,
FE, donde haya desaliento,
esperanza, donde haya sombras,
luz, donde haya tristeza, alegría.
¡Oh divino maestro! concédeme
que no busque tanto ser
consolado como consolar, ser
comprendido como comprender,
ser amado sino amar.
Porque dando es como recibimos,
perdonado es como Tú nos
perdonas y muriendo en Ti es
como resucitamos a la vida
eterna. Amen
El líder cristiano no es perfecto
pero tiende a la perfección,
frecuenta los sacramentos,
aprende de sus errores, admite
ayuda, se informa, aprende y
reflexiona, pero ante todo es feliz.