Este documento resume una investigación sobre el proceso de elitización en la geografía española entre 1999-2008. Analiza las tendencias interpretativas de estudios sobre este tema en revistas científicas españolas, con el objetivo de documentar si se aborda el estudio de la elitización y los enfoques adoptados. El análisis bibliométrico permitió determinar el alcance cuantitativo de los trabajos y los enfoques para analizar el fenómeno.
1. Proceso de elitización
http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-270/sn-270-149.htm
Índice de Scripta Nova
Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XII, núm. 270 (149), 1 de agosto de 2008
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]
EL PROCESO DE ELITIZACIÓN: INVESTIGACIONES Y TEMAS
DE ANÁLISIS EN LA GEOGRAFÍA ESPAÑOLA (1999-2008)
Luz Marina García Herrera
lmgarcia@ull.es
Mª del Carmen Díaz Rodríguez
cdiazrod@ull.es
Departamento de Geografía
Universidad de La Laguna, Tenerife, España
El proceso de elitización: investigaciones y temas de análisis en la
Geografía española (1999-2008)
Consideramos que la elitización es un proceso con una evidente trascendencia
social y espacial y es, pues, clave, para comprender los cambios y la
configuración de la ciudad actual. Por ello, averiguar el tratamiento que en la
investigación española merece el proceso de elitización durante la última
década es el objetivo central de este estudio, que se fundamenta en un análisis
bibliométrico de los trabajos publicados sobre este fenómeno en las
principales revistas españolas de geografía y de otras ciencias sociales. Ello ha
permitido determinar tanto su alcance cuantitativo como los enfoques
adoptados para abordar el fenómeno.
Palabras clave: elitización, gentrificación, geografía española.
Gentrification Processes: research and perspectives in Spanish
Geography (1999-2008)
2. Gentrification processes have important social and spatial meaning and,
therefore, it is critical to understand present city changes and restructuring.
The aim of this paper is to identify the approaches to the study of
gentrification in Spanish research throughout the last decade. Bibliometric
analysis of the articles about this subject, published in the high impact Spanish
Social Sciences and Geography journals provides information about the
amount and the scope of the existing research on gentrification.
Key words: elitization, gentrification, Spanish Geography.
Conocer la situación de la investigación española sobre los procesos de
elitización (gentrification)[1] en la última década es el objetivo central del
estudio. El periodo bajo examen, 1999-2008, a la vez que se corresponde con
el tiempo sobre el que los organizadores del X Coloquio de Geocrítica nos
invitan a reflexionar, coincide, ciertamente, con una década de profundos
cambios en el hecho urbano y también en las propuestas teóricas sobre su
análisis, entre ellas las referidas a la elitización.
Nuestro propósito es tratar de reconocer las tendencias interpretativas o, lo
que es igual, los enfoques adoptados por los estudios que investigan estos
procesos desde el ámbito español, con una referencia previa al internacional.
Desde esa perspectiva se ha planteado si los movimientos culturales del
capitalismo postindustrial y, en general, las corrientes de pensamiento que se
desarrollan a finales del siglo XX y comienzos del XXI, deconstruyen el
carácter crítico que durante la década de 1980 y primeros años noventa había
adquirido el concepto de elitización en los desarrollos teóricos. En términos
generales los análisis recientes tienden, por una parte, a relegar el estudio de
los impactos producidos por la elitización sobre los grupos de bajos ingresos
mientras, por otra, destacan la vitalidad y las mejoras aportadas por las clases
medias que se presupone se extenderán al conjunto de la comunidad.
Con esa finalidad se repasan las interpretaciones que se realizan durante el
periodo considerado en el ámbito de las ciencias sociales en España, con
especial atención a la geografía. La pretensión es documentar, primero, si se
aborda el estudio de la elitización y segundo, identificar los diversos enfoques;
esto es, desde los que se limitan a constatar el desplazamiento de los
residentes tradicionales por nuevos vecinos con rasgos sociales diferentes y
superior capacidad económica, sin entrar en la valoración de las
consecuencias que dicho cambio genera en el tejido social de las áreas de
intervención; hasta aquellos que, sin despreciar los resultados materiales,
centran, por el contrario, su atención en explorar los efectos sociales y
espaciales que se originan a raíz de muchas de las actuaciones urbanas
emprendidas en las últimas décadas del siglo XX.
3. El estudio se fundamenta en el análisis bibliométrico de las investigaciones
efectuadas sobre este fenómeno en el ámbito del estado español, publicadas en
las principales revistas españolas de geografía y otras ciencias sociales. En
definitiva, creemos que el tema, merece esta reflexión interpretativa aunque
sea provisional y, por tanto, inconclusa, pues es clave para comprender no
sólo la configuración de la ciudad actual, sino también los enfoque valorativos
de sus cambios y, si es el caso, dar respuesta a fenómenos que, como el que
nos ocupa, tienen una evidente trascendencia social y espacial.
Aproximación a la elitización a escala internacional: temáticas e
interpretaciones
En este epígrafe presentamos un breve panorama de las aportaciones
recientes, fundamentalmente del ámbito anglosajón, que sin ser exhaustiva
pretende esbozar algunas de las cuestiones abordadas por los investigadores
durante la última década, tanto desde la óptica de la conceptualización y
explicación del fenómeno como desde el punto de vista de la valoración de los
beneficios y costes que del mismo se derivan.
En relación con la conceptualización y explicación de la elitización, un
artículo reciente pone de relieve la desaparición en su estudio de las
perspectivas críticas a lo largo del período 2000-2006, al contrario de lo que
ocurrió durante las décadas anteriores (Slater, 2006). En este sentido cabe
señalar cómo el propio término anglosajón gentrification, con claras
implicaciones políticas debido al carácter de clase que implica, se ha
convertido en una palabra a evitar en círculos económicos y políticos y parece
que también entre los investigadores (Smith, 2002; Atkinson, 2003). Así
algunos autores han cuestionado su definición defendiendo que la
construcción actual de viviendas de nueva planta en el centro urbano no debe
denominarse elitización pues no conlleva operaciones de rehabilitación ni
desalojos, e introducen el término de “residencialización” con el que eliminan
cualquier vinculación con la definición acuñada por Glass[2] (Boddy y
Lambert, 2002, en Slater, 2006). Sin embargo, los estudios de caso revelan
que el fenómeno se está extendiendo a barrios incluso alejados del centro,
como en Nueva York (Hackworth, 2002), al tiempo que los procesos de
desinversión que se han constatado en algunos de los suburbios más antiguos,
hacen presagiar su futura transformación (Smith, Caris y Wyly, 2001).
Asimismo, los estudios que argumentan la existencia de la elitización en
ámbitos rurales han experimentado cierto desarrollo. Enmarcados en un
enfoque más cultural y estético, centran su atención en la presencia de nuevos
habitantes de clase media que se instalan en ámbitos rurales o con destacados
valores naturales, tanto por motivos socioeconómicos (razones laborales o de
vivienda) como ambientales, conectando así la elitización con las dinámicas
demográficas y migratorias. En este sentido se plantea que los nuevos
4. residentes impulsan la revalorización de terrenos y de propiedades hoy
marginales para la actividad agraria (Phillips, 2005).
En relación con la diversa definición que ha llegado a alcanzar el fenómeno y
con el objeto de elaborar descriptores del mismo desde una perspectiva
comparada, se ha propuesto sustituir en la vía interpretativa el análisis de las
“fases” del proceso por el estudio de sus “tipologías” (Van Criekengen y
Decroly, 2003).
Las aspiraciones de las clases medias como elemento explicativo constituye
otra de las líneas destacadas de análisis. Así, se vincula la elitización con las
fases del ciclo vital y formación de los hogares; se estudia los movimientos de
los “gentrificadores”, enlazando la reproducción social de los grupos
adinerados mediante su acceso a las escuelas adecuadas con los mercados de
la vivienda; o con la búsqueda por las clases medias de los atributos de los
centros urbanos (ausentes en las áreas suburbanas) (Slater, 2006). Con todo,
sin negar el interés de distinguir entre la acción colectiva de la clase media
(que transforma el carácter de clase del barrio) y las motivaciones individuales
de los hogares (relacionadas en buena medida con la revalorización de las
propiedades, la proximidad al empleo y a la oferta cultural y de ocio, etc.), la
elitización representa, para las clases medias, remodelar la ciudad a su estilo
(Atkinson, 2003).
Desde la perspectiva de género se ha analizado el vínculo entre género, clase y
elitización. En barrios elitizados, el examen de las interrelaciones entre los
hogares de clase media-alta —sin hijos, con gran movilidad espacial y con
una posición económicamente estable— y los roles de género, sugiere que se
rechaza conscientemente la división tradicional de los papeles de cada sexo
buscando mayor igualdad, tanto en el ámbito laboral como el doméstico. No
obstante, se comprueba que los roles tradicionales se intensifican en hogares
de bajos ingresos con dificultades económicas para mantener la vivienda en
propiedad, y con mínima movilidad espacial; por tanto, las desiguales
circunstancias en las vidas cotidianas parecen insinuar una redefinición de las
prácticas urbanas, tanto de género como de clase (Bondi y Christie, 2000).
Entre el repertorio de situaciones que ilustran la desaparición o eclipse de los
enfoques críticos, un elemento central ha sido el cambio experimentado por la
investigación sobre las expulsiones de los residentes de bajos ingresos. Si en
los años setenta y ochenta del siglo pasado se señalaba que los desalojos,
considerados uno de los rasgos definitorios de la elitización, y sus
consecuencias para los habitantes previos contaban con escasos estudios,
desde los años noventa se ha producido no sólo su abandono como elemento
clave del proceso sino también como tema de análisis (Slater, 2006). Las
razones esgrimidas son, por un lado, metodológicas (debido a la dificultad de
encontrar a los desalojados); por otro, la posición del investigador (Atkinson,
5. 2003; Slater et al., 2004]); y aún una tercera, el escaso interés de las
administraciones en conservar los datos que permitan medir el alcance de los
desahucios, así como conocer el destino de los desplazados (García Herrera et
al., 2007). En esta línea, la ausencia de datos cuantitativos se ha llegado a
interpretar como inexistencia del fenómeno, o bien ha servido para
argumentar que más que expulsiones lo que se ha producido es la sustitución
gradual de los trabajadores manuales por una población activa
“profesionalizada” (Hamnett, 2003). Incluso, se ha sostenido que los hogares
de bajos ingresos no se marchan del barrio sino que permanecen en él porque
les seducen los cambios que experimenta (Freeman y Branconi, 2002, en
Slater, 2006). A pesar de ello, algunos estudios cualitativos han probado no
sólo que los desalojos existen, sino también que su alcance es superior al que
se había supuesto (Slater, 2006; Atkinson, 2000). Al mismo tiempo se
argumenta que la transformación de los barrios céntricos reduce la oferta de
vivienda barata, impidiendo el acceso de los hogares modestos, hecho
señalado hace algún tiempo por Marcuse (1985) y constatado con
posterioridad (Atkinson, 2003; Smith, 2000). Por último, en relación con el
argumento de la permanencia de los grupos populares en barrios donde los
cambios son aún moderados, la razón no es otra que la ausencia de otras
alternativas posibles y asequibles en un mercado de vivienda muy caro (Van
Criekingen, 2006, en Slater, 2006).
La reducción de las expulsiones a un hecho insignificante o carente de
evidencias, unido a una resistencia mucho menor que en décadas anteriores
(Hackworth, 2002; Smith, 2000), otorga una aureola distinta a la elitización; la
reconquista de los centros urbanos por las clases medias y altas se dignifica
una vez que dejamos fuera de perspectiva la progresiva sustitución de la clase
social que los habita. Si a ello unimos la percepción epitelial de dichos
barrios, con la presencia de restaurantes de moda, lugares de copas y
espectáculos así como la concentración de espacios culturales y de consumo,
no es extraño pues que se elogie la elitización. Además, a lo largo de la
década de los noventa, el proceso ha adquirido una dimensión mundial a la par
que muestra, de forma creciente, un carácter sistemático, planificado y
generalizado (Atkinson, 2003).
Desde la perspectiva de la valoración, los enfoques que privilegian los
beneficios de la elitización se han centrado, por una parte, en las mejoras
económicas puesto que los nuevos residentes aportan una base económica
impositiva, al tiempo que aumenta las posibilidades de empleo para los
residentes de bajos ingresos (realizando servicios para la nueva clase media),
y la elitización comercial propicia la inversión e innovación económica. Por
otra, señalan los beneficios sociales que conlleva dicho proceso, al aumentar
la calidad de vida de todos los residentes, y generar mayor roce social entre
estratos sociales distintos, dando por supuesta la escasa entidad de los
desalojos. Más aún, implica también un progreso político pues la presencia de
6. la clase media evita la concentración de la pobreza y aumenta el peso político
del lugar, además de constituir un espacio en el que los ciudadanos ricos y
pobres lidian con sus prioridades en un proceso democrático. Por último, la
elitización comercial y la animación cultural (espectáculos, cafeterías,
bohemia) promovida por una nueva “clase creativa”, atraen la bohemia
burguesa (Slater, 2006).
Sin embargo, estos supuestos beneficios también han sido cuestionados por
otras investigaciones; así el hecho de que los nuevos residentes del barrio
procedan de otras zonas de la misma ciudad implica que ésta en su conjunto
no gana población y especialmente que no aumenta la base impositiva
(Atkinson, 2003). A estos enfoques se les reprocha asimismo que “las clases
medias son los únicos personajes que ocupan el escenario, las clases
trabajadoras se quedan detrás de él” (Slater, 2006); de igual modo pretender
que la ‘clase creativa’ guía el proceso supone omitir “los efectos complejos y
multidimensionales de las transformaciones socio-económicas a escala
mundial y el poderoso papel que juegan las corporaciones en la organización
y desarrollo de los espacios elitizados” (Fox-Gotham 2005: 1114).
La elitización, además, se ha tratado de relacionar con una perspectiva
aparentemente sostenible, al argumentar que la reutilización del suelo y de
edificios abandonados, junto con la construcción de nuevas viviendas en el
centro, propicia una ciudad más compacta, la proximidad al empleo y a los
lugares de consumo, y la mezcla social; pasando por alto que precisamente la
desinversión se ha señalado como una causa fundamental del fenómeno
(Slater, 2006; Smith, 2002), y además las nuevas construcciones en el centro
no significa necesariamente que se haya interrumpido la expansión urbana
periférica.
Por su parte, las investigaciones críticas relacionan los fenómenos locales de
elitización con los procesos políticos y económicos mundiales, es decir, con
los flujos de circulación del capital y de la cultura. A finales de los noventa
algunos autores señalaban que el marketing de las ciudades como lugares de
diversidad cultural convertía los estilos de vida en una materia prima de la
economía urbana, más que en un resultado de ésta (Zukin, 1998), mientras
quedaba establecida la estrecha vinculación entre las áreas elitizadas y la
concentración abrumadora de los espacios de consumo en dichos barrios
(Mullins, 1999).
A principios del siglo XXI la elitización se constata como una estrategia
urbana a escala mundial, estrechamente entrelazada con el capital y la cultura
global (Smith, 2002; Fox-Gotham, 2005). En los análisis más recientes, se
evidencia con claridad el poder que ostentan las grandes empresas nacionales
o internacionales para dirigir la reestructuración urbana. Así el proceso no lo
inician, como en los primeros años, los pioneros sino los grandes grupos
7. promotores, los fondos de inversión inmobiliaria y las redes de agentes
hipotecarios, la denominada “corporatized gentrification” (Hackworth,
2002). Se producen nuevas alianzas entre los promotores privados y los
gobiernos urbanos, con una reinvención de las instituciones públicas y una
reestructuración del proceso de elitización; o los fenómenos locales de
elitización, impulsados por el turismo, revelan los lazos entre los flujos de
capital (inmobiliario, financiero), la creación de los espacios de consumo
(comercios, ocio y espectáculos) y las estrategias culturales (mercadotecnia de
las culturas, símbolos e imágenes locales), además de ilustrar la relación
global/local de la reestructuración urbana (Fox Gotham, 2005).
Igualmente empiezan a aparecer evidencias de la relación entre proyectos
culturales emblemáticos y la potencial elitización de barrios históricos (caso
del Museo Guggenheim y la transformación de Bilbao La Vieja) (Vicario y
Martínez Monje, 2003). Los efectos negativos se manifiestan en los barrios
rediseñados y orientados a la promoción turística que, transformados en
espacios de ocio y consumo, experimentan una revalorización de los
inmuebles, un aumento drástico de los alquileres y una modificación de las
viviendas unifamiliares en condominios de lujo que expulsa tanto a los
estratos populares como a las minorías étnicas (Fox Gotham, 2005).
Por último, otro ámbito destacado ha sido la vinculación de la elitización con
la política urbana, especialmente de corte neoliberal, implícita en los enfoques
que primaban el protagonismo de ciertas instituciones (Estado, instituciones
financieras). Así de la elitización protagonizada por los “pioneros” se ha
pasado, como hemos comentado anteriormente, a una creciente intervención
de los gobiernos mediante las políticas de regeneración urbana que van unidas
a la sustitución de las poblaciones empobrecidas y marginales (Baeten, 2001;
Moulaert et al., 2001; Hackworth, 2002; Atkinson, 2003). De hecho la
promoción, y sobre todo la financiación, de la Unión Europea a las políticas
de regeneración urbana confirma el papel esencial desempeñado por el Estado
—en sus diversas escalas— en su generalización, representen dichas políticas
o no a una estrategia explicita de elitización (Smith, 2002; Atkinson, 2003).
La intervención pública mediante la promoción de la “mezcla social” (o
“diversidad social” o “equilibrio social”) en barrios deteriorados habitados por
clases trabajadoras y/o inquilinos de bajos ingresos está constituyendo un
discurso en alza. No obstante algunas investigaciones arrojan sombras sobre la
supuesta interacción positiva entre las clases que propicia la mezcla social. En
esencia, es un discurso que aparta las críticas y la resistencias (Slater, 2006),
anestesia la comprensión crítica de la elitización (Smith, 2002) además de ser
moralmente muy persuasivo frente a una perspectiva de desinversión a largo
plazo y pobreza (Blomley, 2004 en Slater, 2006), especialmente si olvidamos
que la creación de la mezcla social invariablemente implica el movimiento de
8. la clase media hacia las áreas de clases trabajadoras, y no al revés (Smith,
2002).
Análisis bibliométrico sobre el estudio de la elitización en España
El análisis que, a modo de balance parcial, se ofrece sobre las investigaciones
referidas a la elitización por parte de la geografía española y otras ciencias
sociales entre 1999 y 2008, se apoya en un estudio bibliométrico cuya
metodología se detalla a continuación, aunque antes se señalan algunos de los
problemas implícitos en el examen de este fenómeno.
Una primera cuestión a tener en cuenta es que rastrear la producción científica
sobre la elitización tropieza con la variada denominación que reciben los
procesos de cambio social inducidos en las áreas urbanas sometidas a
transformación. En efecto, estamos ante un fenómeno de muy heterogénea
designación, lo que implica que el conocimiento de las aportaciones que se
han realizado sobre este particular, requiere necesariamente revisar un amplio
y diverso número de conceptos, términos y expresiones que se han aplicado a
la hora de estudiar estos procesos.
Un segundo aspecto de interés es que estamos ante un fenómeno que no sólo
recibe múltiples denominaciones, sino también plurales lecturas. En este caso,
la dificultad no estriba en la diversidad de enfoques teóricos o líneas
argumentales bajo los cuales se haya podido abordar su estudio, sino en el
hecho de que el uso de la expresión elitización o gentrificación, encierra, en
ocasiones, un espectro temático que tiene escasos vínculos reales con el tema
que nos ocupa. El empleo laxo de estos conceptos conduce a que se desdibuje
o diluya su auténtico sentido.
Con el objeto de minimizar los efectos que dichas limitaciones hubieran
podido introducir en el análisis posterior se han aplicado varios criterios en la
selección de los textos finales de consulta. En primer lugar, se opta por
documentar la producción científica sobre elitización realizada en el estado
español y referida a la incidencia de tales procesos en el territorio nacional. A
tal fin se aplica un análisis bibliométrico en el que se contempla
exclusivamente las aportaciones publicadas en revistas científicas. Esta
elección del ámbito de consulta —habitual en otras investigaciones sobre
temas diversos pero con objetivos similares al que aquí se persigue—, se
justifica por el hecho de que las revistas constituyen, generalmente, el primer
contenedor y vehículo de difusión de las innovaciones teóricas, metodológicas
y empíricas en los distintos campos de conocimiento. Así pues, aunque la
observación no haya sido exhaustiva —se han dejado al margen las
monografías que total o parcialmente han abordado este tipo de procesos—
consideramos suficientemente representativa la opción elegida. El contenido
de los sumarios es un buen indicador de los temas preferentes de
9. investigación, así como el contenido de los artículos, lo es de las tendencias en
el tratamiento de los distintos fenómenos o procesos.
Pasamos a continuación a comentar los principales criterios aplicados en la
búsqueda y selección de los textos de consulta, para después exponer los
resultados y las conclusiones a las que, al menos de forma provisional, se
llega en este análisis.
El significado que en el ámbito de las ciencias sociales españolas tienen las
investigaciones referidas al proceso de elitización, se establece a partir del
conocimiento de la producción científica sobre ese particular. Los textos
finalmente elegidos para su análisis han resultado de un proceso de selección
que se realiza en cuatro fases:
a) Establecimiento de los términos y conceptos empleados en la búsqueda
para inventariar los artículos que abordan, de una forma u otra, los procesos
de elitización.
b) Consulta de las bases de datos españolas de las revistas científicas de
Ciencias Sociales y Humanidades.
c) Identificación de las revistas españolas de ciencias sociales con mayor
índice de impacto en el periodo 1999-2008.
d)Selección de los artículos objeto de análisis y elaboración de una base de
datos sobre sus contenidos.
a) Los términos y palabras clave empleados en la búsqueda de
investigaciones sobre los procesos de elitización.
Puesto que una de las dificultades intrínsecas del trabajo radicaba en la
multitud de expresiones empleadas para dar cuenta de los procesos de
elitización, la primera tarea consistió en establecer una relación de términos
que podría englobar los diferentes análisis o aproximaciones sobre tal
fenómeno. Así, a los conceptos más habituales y consagrados por el uso como
el de “gentrificación”, o el más reciente de “elitización”, se incorporaron otros
muchos[3] con la finalidad de incluir el mayor número posible de trabajos que
tratasen bajo otras expresiones el fenómeno. La comprobación posterior,
acerca de la presencia de los diferentes términos en las bases de datos de las
revistas científicas de Ciencias Sociales y Humanidades, muestra que la
mayoría de las investigaciones que tratan estos temas emplean de forma
preferente, además de las dos expresiones ya citadas, otras que entran a formar
parte de voces con las que se alude bien a la “recualificación socioespacial”, al
“cambio social y a la segregación” o a la “renovación o reforma urbana” en
particular en las “áreas urbanas centrales” y “centros históricos”.
10. b) Las bases de datos de las revistas científicas de Ciencias Sociales y
Humanidades.
La base principal[4] ha sido la que proporciona el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC). Esta base de datos, disponible en la página
Web del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC)[5], recoge
“fundamentalmente artículos de revistas científicas y de forma selectiva actas
de congresos, series, compilaciones, informes y monografías”. En esta ocasión
se ha empleado la base de datos de acceso gratuito de los Sumarios ISOC,
producida por el Centro de Información y Documentación Científica
(CINDOC). Su empleo permitió conocer todas aquellas publicaciones que en
las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades incluían alguno de los términos
de búsqueda establecidos previamente. La consulta abarcó la totalidad de las
áreas temáticas de esta base[6], mediante dos fórmulas de búsqueda: la
“simple”, que aparece por defecto y permite búsquedas sencillas tecleando los
términos o palabras clave y que muestra los registros en los que figuran dichos
términos en los siguientes campos: autores, palabras del título del documento
y título de revista. A esta información se suman otros datos básicos como:
datos fuente o de identificación (año de publicación, nº de revista, páginas de
referencia del artículo,) ISSN, en su caso ISBN, Congreso, Título de la obra
colectiva, entre otros. La búsqueda “por campos” admite una exploración más
precisa, que se puede realizar empleando un solo término de búsqueda o la
combinación de varios.
c) Las revistas españolas de ciencias sociales con mayor índice de impacto.
La selección de las revistas que constituirían el marco inicial de búsqueda
sobre las investigaciones acerca de la elitización, se realizó atendiendo al
índice de impacto IN-RECS que suministra el MEC en la siguiente
dirección: http://ec3.urgr.es/in-recs/. El periodo de consulta comprende desde
1999 hasta 2006, ambos incluidos, siendo 2006 el último año para el que se
aporta información (consulta 15 de enero de 2008). Las áreas examinadas
fueron: geografía, urbanismo, sociología y economía, y cuya selección se
realizó a partir de los resultados obtenidos en la consulta previa de la base de
datos del ISOC. Para cada una de esas cuatro áreas se obtuvo la relación de
revistas que ocuparon en el periodo 1999-2006 el 1º cuartil según índice de
impacto. Una vez establecido el inventario de las revistas que se ajustaban a
ese requerimiento, el segundo paso consistió en localizar entre ellas las que
publicaron a lo largo del periodo de observación algún artículo sobre
elitización, bajo cualquiera de las expresiones ya referidas. Procediendo,
finalmente, a eliminar los artículos duplicados que figuraban en las distintas
relaciones que se obtuvieron a partir de los diversos términos empleados en la
búsqueda.
11. d) Elección de los artículos objeto de análisis y elaboración de una base de
datos sobre sus contenidos.
El último paso consistió en determinar, por un lado, el repertorio de artículos
que constituiría el objetivo final del análisis y, por otro, en la elaboración de
una base de datos sobre sus contenidos. Los criterios de búsqueda descritos,
—basados en los términos de consulta y en las revistas de ciencias sociales
según índice de impacto—, dieron lugar a 50 referencias bibliográficas
incluidas en 14 revistas[7], correspondientes en su práctica totalidad a la rama
de Geografía o con una participación mayoritaria de geógrafos. De ellas la
revista electrónica Scripta Nova, concentra el 54% de los artículos. A mucha
distancia, se encuentran Ciudad y Territorio; Anales de Geografía de la
Universidad Complutense; Ería y Geographicalia con el 6% de la producción
cada una (3 artículos). Dos artículos han publicado Documents d´Anàlisis
Geogràfica y Cuadernos de Geografía de la Universidad de Valencia,
mientras que las siete revistas restantes contienen solo un artículo[8].
La importante producción que, en primera instancia, muestra la revista Scripta
Nova, responde a que publica dos números monográficos, uno en 2003 y otro
en 2005, en los que se recogen las comunicaciones presentadas en el V y el
VII Coloquio Internacional de Geocrítica, dedicados respectivamente a “La
vivienda y la construcción del espacio social de la ciudad” y “Los agentes
urbanos y las políticas sobre la ciudad”. En los dos años señalados se
concentra casi la mitad de las publicaciones que sobre esta temática se han
obtenido en el periodo y en las revistas considerados.
La base de datos se elabora cumplimentando para cada uno de los artículos
analizados una ficha que, además de la referencia bibliográfica completa del
artículo, incorpora 14 campos que consideran desde la existencia o no de
análisis sobre el proceso de elitización, hasta el tratamiento teórico y empírico
que se efectúa sobre el fenómeno, así como su interpretación y valoración
cuando ésta se realiza de forma expresa o implícitamente.
3. Elitización: un proceso explorado pero poco estudiado en España
La primera consideración que a modo de balance inicial se desprende del
análisis de los contenidos de los artículos examinados, es, precisamente, la
que titula este apartado. Se puede afirmar que, por parte de la geografía y las
demás ciencias sociales, la elitización constituye un proceso aún poco
estudiado en España. En este campo de investigación los avances han sido
más bien escasos en los últimos diez años, tanto desde el punto de vista
teórico como empírico, de modo que no ha cambiado mucho la situación que
sobre este particular se describe en 2001 cuando se alega que “ en el caso
español… el fenómeno gentrificación apenas se ha estudiado de forma
estructurada frente a otras manifestaciones como rehabilitación o renovación
12. urbanas…. que no pueden ser consideradas estrictamente como
gentrificación” (Rodríguez et al. 2001). Esta primera aseveración encuentra
justificación en los resultados obtenidos a partir de la explotación de la base
de artículos, elaborada para determinar el alcance cuantitativo y el tratamiento
de la producción sobre este proceso.
Un primer indicio de la escasa atención que merece el fenómeno es que sólo
poco más de la tercera parte (35,5 %) de los textos consultados (16 de un total
de 45)[9], aborda efectivamente su estudio; otro tercio (35,5%) no lo
considera y un 29 % lo menciona o bien describe algunos de sus rasgos
definidores sin emplear las expresiones usuales de elitización o gentrificación,
como ilustran estos ejemplos: “… aquellos espacios de la ciudad que han sido
intensamente reconstruidos y modificados los estatus de sus residentes debido
a su inmejorable centralidad” (Fernández y Jiménez, 2000: 273); “... nos
hallamos ante un aspecto decisivo…la sustitución del tejido social y
urbanístico, desplazando población y actividades… (Boixader, 2004: 8).
Los estudios que sí se ocupan del fenómeno, trece de un total de dieciséis, lo
hacen, en su mayoría, a través del examen de casos específicos, abordando el
análisis de distintas ciudades españolas y algunas incursiones en los espacios
rurales. En estos trabajos la reflexión teórica se incorpora normalmente como
un marco previo de presentación o se intercala en el análisis del proceso
elitizador en un contexto territorial dado. De esos trece trabajos, siete estudian
de forma específica el fenómeno y los seis restantes ponen de relieve la
existencia de rasgos propios de la elitización, aunque dicho marco
interpretativo esté ausente de su análisis (González, 2001; Tabakman, 2001;
Marrero, 2003; Tomé, 2003; Fernández Salinas, 2003; Rodríguez y Vicario,
2005).
De los primeros, tres intentaban averiguar si en los ámbitos analizados podía
identificarse un proceso de elitización, como se constata posteriormente. En
uno de los casos, el análisis de un barrio histórico de Santa Cruz de Tenerife
ponía de manifiesto que con la renovación morfológica cambiaba a la vez la
composición social de los habitantes, produciéndose así una creciente
diferenciación social al aumentar la clase media (García y Díaz, 2000). En
otros dos, mediante el estudio de algunas calles del centro histórico de
Barcelona, se infiere que la situación se adapta parcialmente al concepto de
elitización, pues su repercusión en el mercado de la vivienda es escasa
(Sargatal 2001 y 2002). En trabajos ulteriores las autoras desarrollan esas
perspectivas, ampliando las áreas de estudio en las mismas ciudades y
profundizando en la transformación morfológica y el cambio socioeconómico
generado por el mercado inmobiliario (Sargatal, 2003; García, 2003). Aunque
de forma aún testimonial se ha empezado a analizar la extensión de la
elitización en espacios rurales con atractivo paisajístico y calidad de vida
(Solana, 2006; Cánoves y Blanco, 2006) superando así la tradicional
13. “frontera” del ámbito urbano como lugar único de actuación de estos
procesos. Los artículos analizados, señalan la incorporación de nuevos
pobladores de procedencia urbana, elevada cualificación profesional y con
alto poder adquisitivo, valorándose positivamente la reconversión y
revalorización de recursos y de espacios devenidos en marginales, así como el
dinamismo económico aportado a la zona. El abordaje desde la perspectiva de
género interpreta positivamente el fenómeno pues la instalación de nuevas
tecnologías permite que las mujeres, mediante el teletrabajo, compatibilicen
las jornadas laborales y domésticas (Cánoves y Blanco, 2006).
Los trabajos exclusivamente teóricos son, por tanto, más la excepción que la
regla[10]. Así, sólo uno de los artículos consultados realiza una detallada
exposición general, si bien referida al ámbito internacional, de los diferentes
marcos teóricos, debates y tipos de análisis realizados en el período 1973-
2000 (Rodríguez et al., 2001). Otro, centrado en la producción y uso de
espacios urbanos por grupos disidentes, señala los vínculos entre la
comunidad homosexual y la elitización de determinados barrios, identificando
la gentrificación con aquellos procedimientos que normalmente suponen la
expulsión de los antiguos moradores y en donde se ven “…implicados
activamente agentes inmobiliarios y políticas urbanísticas que perpetúan las
desigualdades sociales y los desequilibrios territoriales” (Santos, 2002: 82). El
tercero, analizando las intervenciones en los centros históricos españoles,
llega a parecidas conclusiones cuando afirma que “…la intervención aumenta
el valor inmobiliario de porciones urbanas que ganan centralidad, se
revitalizan económicamente y son colonizadas por las clases
dominantes”, poniendo en evidencia así que el discurso urbanístico
postmoderno ha favorecido una intervención más o menos clasista en los
centros urbanos (Tomé, 2007: 76).
Resulta de interés destacar que los distintos textos que abordan la elitización,
tanto de manera implícita como explícita, apuntan la misma secuencia
explicativa del fenómeno; así leemos que un “creciente interés inversor” hacia
esos distritos bien situados desencadena “procesos de renovación física” que
resultan en la “devastación del patrimonio contemporáneo y el alarmante
encarecimiento de la vivienda”, lo que favorece “una conquista de clase”
(Tomé, 2003). De igual modo, se afirma que “La lógica del mercado
inmobiliario ha alentado, especialmente desde hace medio siglo, una
apropiación de los espacios históricos por funciones e individuos que
desplazan los últimos colectivos de poblaciones tradicionales. La apropiación
de la centralidad, pero también de los símbolos y de los espacios de
representación urbanos, está dando un vuelco a la composición social de
muchos centros históricos.” (Fernández Salinas, 2003).
En cambio, no hemos encontrado alusiones ni a los factores culturales ni a las
aspiraciones de las clases medias como elementos desencadenantes; tampoco
14. disponemos de estudios sobre el perfil o el comportamiento de los
elitizadores; en un caso se matiza que “no son clases sociales altas las que se
instalan en el centro urbano, sino una parte de las clases medias…” (Sargatal,
2001) y en otro se señala la particularidad de los nuevos residentes, pues “es
posible que hablemos de gentrificación pero a cambio de una nueva ocupación
por parte de familias de origen mayoritariamente alemán de muy elevado
poder adquisitivo que contribuyen, si cabe todavía más, a limitar el realojo y a
aumentar la especulación... (González, 2001).
La difusión de la elitización en las áreas estudiadas muestra una diversidad de
situaciones, desde aquellas donde el proceso está en unos tempranos inicios
(Sargatal, 2001 y 2002; Rodríguez y Vicario, 2005); hasta aquellas donde la
elitización se ha extendido por amplios sectores (García y Díaz, 2000);
pasando por estadios intermedios en los que la avanzada fase de degradación
impulsa su transformación, aunque todavía se observan situaciones
contrastadas, “...nos referimos a la antigüedad y la inmigración extranjera, por
una parte, frente al encarecimiento y la elitización por otra (...) la entrada de
pobladores con rentas altas no tiene todavía traducción numérica suficiente, a
pesar de la construcción profusa de nuevas viviendas socialmente exclusivas,
entre otras razones debido al elevado número de pisos vacíos” (Tomé, 2003).
“Las casas de vecindad en torno a patio del conjunto histórico de Sevilla se
encuentran en la actualidad en un estado de fuerte regresión numérica,
degradación física y pérdida de sus moradores. Éstos, personas envejecidas,
de condición modesta, con escasos recursos y formación, sufren las
consecuencias de los procesos de especulación de los que son objeto los
inmuebles, y las medidas establecidas para su protección han resultado
insuficientes” (Fernández Salinas, 2003)
Aunque la elitización comporta a la vez cambios en la composición social de
los residentes y en los aspectos morfológicos, son estos últimos los que
reciben una preferente atención, quizá porque la rehabilitación y, sobre todo,
la nueva construcción producen efectos más visibles y tangibles (edificaciones
y reorganización parcelaria), que los experimentados por la población
residente. Con todo, no hay que descartar que el énfasis puesto en las formas
(nuevos edificios y viviendas) en detrimento de sus ocupantes, exprese más el
interés por constatar dónde se produce que por quiénes se ven afectados por el
proceso. En este sentido, aunque la mayoría de los artículos hacen alusión a la
expulsión de los residentes de bajos ingresos ninguno de los textos
consultados analiza las expulsiones a las que, generalmente, se han visto
sometidos dichos habitantes; hecho que no debe del todo extrañar si tenemos
en cuenta que si bien los desalojos constituyen la expresión más clara de estos
procesos es también, sin lugar a dudas, la dimensión de la elitización más
difícil de estudiar. Aunque queda pendiente por estudiar tanto su
cuantificación como sus rasgos sociodemográficos, se aportan algunas
15. evidencias numéricas como la expulsión de 3.650 personas del centro
histórico de Sevilla (Fernández Salinas, 2003).
No sólo son inexistentes las investigaciones sobre desalojos, al igual que
sucede salvo contadas excepciones en el panorama internacional en esta
última década, sino que tampoco parece que se contemplen los
procedimientos y estrategias previas que acaban con la expulsión de los
residentes como sucede con el “mobbing inmobiliario”. En España, estas
situaciones de acoso, que inciden de modo particular entre los sectores de la
población más vulnerables, han sido incluso objeto de denuncia y motivo de
inspección por parte de la ONU en un amplio número de ciudades. Es más, el
incremento de este tipo de realidades ha llevado al Ministerio de la Vivienda a
poner en marcha como medida de urgencia, en febrero de este año, un
proyecto piloto para combatir esta forma de “mobbing” en 10 ayuntamientos
españoles[11].
Si pasamos de los tipos y temas de análisis a la interpretación o valoración que
se realiza de estos procesos, se puede afirmar que son muy pocos los trabajos
que mantienen una postura ambigua o que pueda calificarse de ecléctica. Los
investigadores españoles se posicionan, fundamentalmente desde la Geografía
y la Economía, de una forma abiertamente crítica ante las consecuencias
sociales de la elitización. Se interpreta ésta, por lo general, en términos de
conflicto y es considerado como un proceso que construye ciudad a partir de
una destrucción previa, con claros efectos negativos para la población con
menos recursos, introduciendo así la variable “clase” (Santos, 2002). Se
destaca el carácter pernicioso del fenómeno y sus potenciales costes sociales,
entre otros, el aumento de las desigualdades socio-espaciales (Rodríguez y
Vicario, 2005), la aceleración de los procesos de segregación espacial y social
al predominar la expulsión sobre el realojo (González, 2001), puesto que la
población sufre “las consecuencias de los procesos de especulación de los que
son objeto los inmuebles” (Fernández Salinas, 2003) y, en último término, el
propósito de las actuaciones que se emprenden es no sólo “limpiar” y
recuperar urbanística e históricamente el barrio, sino también “limpiarlo
socialmente”, reemplazar a sus habitantes…por una población “más
adecuada” al nuevo modelo de ciudad” (Tabakman, 2001).
Esta actitud crítica enlaza de forma clara con el papel que desempeña en este
tipo de procesos la intervención pública, y más concretamente con la
actuación urbanística de los ayuntamientos en las últimas dos décadas. El
marketing de las ciudades y las nuevas imágenes que, en consecuencia, se
crean de ellas como espacios de la cultura, de la innovación y de gran
competitividad en el panorama internacional, responden a estrategias que
están impulsadas y dirigidas no sólo por el capital sino también por los
gobiernos municipales que priman la rentabilidad frente a la redistribución. En
este sentido, se pronuncian los autores de los textos consultados, pues en
16. muchos de ellos el eje del análisis es la política municipal y las inevitables
consecuencias clasistas que se derivan de las sesgadas intervenciones de
regeneración urbana, cuyo objetivo es la puesta en valor de los espacios
intervenidos mientras las actuaciones sociales son muy limitadas (Díaz
Rodríguez, 2007).
El balance provisional que se extrae a partir de los resultados sobre la
investigación de la elitización en el mundo académico español podríamos
calificarlo, hasta cierto punto, de agridulce. Hay dos hechos que parecen
claros sobre este particular: el primero, es la escasa proyección en la
investigación de un proceso con consecuencias sociales tan evidentes; el
segundo, la orientación crítica que presentan la mayoría de los trabajos que
abordan su estudio.
Dar una respuesta argumentada de las razones que motivan la débil
producción sobre esta temática no resulta fácil. Si admitimos que la
producción de conocimiento geográfico está muy vinculada tanto al contexto
científico como social y político (García Ramón, 2005; Simonsen, 2004)
habría que tomar en consideración el ascenso de un nuevo discurso
hegemónico a nivel mundial, por un lado, y los cambios de la disciplina
geográfica en España durante el periodo bajo examen, por otro.
Respecto al primero, el neoliberalismo, nos dice Harvey (2007), “se ha
convertido en hegemónico como un modo de discurso y tiene efectos
omnipresentes en las maneras de pensar y las prácticas político-económicas
hasta el punto de que ahora forma parte del sentido común con el que
interpretamos, vivimos y comprendemos el mundo”; la proliferación de
los think tank promotores del pensamiento neoliberal transformaron el clima
discursivo en EEUU, primero, y en el resto del mundo después,
desmantelando los idearios emancipadores e igualitarios.
No debe de ser ajeno a ello el eclipse de las posiciones críticas en las
numerosas investigaciones sobre elitización del mundo académico anglosajón,
a pesar de su larga trayectoria y del renovado interés sobre dichas perspectivas
en la Geografía a nivel internacional (García Ramón, 2005).
En cuanto a la Geografía española, el auge de los enfoques técnicos y el
avance de la geografía profesional van en paralelo con la despreocupación
creciente por la dimensión crítica y el compromiso con el cambio social, esto
es, planteamientos que se han convertido en la excepción a la regla (García
Ramón, 2005).
Las publicaciones españolas sobre la elitización muestran, por el momento,
una tendencia bien diferente a la anglosajona, tanto en lo que atañe al volumen
producido como en lo que se refiere a su enfoque y a la postura que se
17. mantiene sobre el proceso. La escasez de trabajos en esta línea puede que
responda, además de a la “escasa reflexión teórica que caracteriza a la
geografía española… y al olvido de ciertos temas… (Santos, 2002), a la
naturaleza de la financiación pública que sesga la atención hacia los temas que
ésta prioriza, los “financiables” y posiblemente menos conflictivos; así como
a la creciente y, también vulnerable, presencia de los geógrafos universitarios
como responsables de informes e investigaciones financiadas por las
administraciones públicas, que fuerzan muchas veces el pragmatismo.
Notas
[1] Elitización es el término español que hemos propuesto para denominar la gentrification.
Consideramos que, frente al neologismo de gentrificación, la expresión mencionada recoge el sentido del
cambio social inherente al fenómeno (García Herrera 2001).
[2] Glass describía así el proceso: “uno a uno, muchos de los barrios obreros de Londres han sido
invadidos por las clases medias. Míseros, modestos pasajes y cottages –dos habitaciones en la planta alta
y dos en la baja- han sido adquiridos, una vez que sus contratos de arrendamiento han expirado, y se han
convertido en residencias elegantes y caras. Las casas victorianas más amplias, degradadas en un período
anterior o reciente – que fueron usadas como casas de huéspedes o bien en régimen de ocupación
múltiple- han sido mejoradas de nuevo. Una vez que este proceso de ‘gentrification’ comienza en un
distrito continua rápidamente hasta que todos o la mayoría de los originales inquilinos obreros son
desalojados y el carácter social del distrito se transforma totalmente” (cursiva nuestra) (García Herrera
2001) El desarrollo del proceso de elitización, especialmente desde mediados de los años noventa en
adelante, ha venido acompañado de algunos rasgos nuevos como el mayor peso de la nueva construcción,
no sólo de carácter residencial sino también para usos terciarios cualificados, asociado a inversiones a
gran escala de empresas internacionales (García Herrera 2003).
[3] De un total de 30 términos empleados como palabras clave en la búsqueda, se obtuvo resultados
positivos en los siguientes: áreas centrales; cambio sociodemográfico; cambio social; centros históricos;
centros urbanos; diferenciación social; dinamismo social; elitización; gentrificación; gentrification;
recualificación urbana; reforma urbana; regeneración urbana; remodelación urbana; renovación urbana;
revitalización urbana y segregación social.
[4] Otras bases de apoyo puntual que se han empleado han sido: “Dialnet” y “Latindex”
[5] http://bddoc.csic.es:8080/inicio.do;jsessionid=4F4BFB8556F0397CC91C8765C22DC2F0 (17 de
enero de 2008)
[6] Antropología, Arqueología, Bellas Artes, Biblioteconomía y Documentación, CC. Políticas, Derecho,
Economía, Educación, Filosofía, Geografía, Historia, Lingüística, Literatura, Psicología, Sociología,
Urbanismo y América Latina.
[7] Las revistas que incluían ambos criterios durante el periodo 1999-2008 fueron: Ager. Revista de
Estudios sobre Despoblación y Desarrollo Rural; Anales de Geografía de la Universidad Complutense;
Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles; Boletín de la Real Sociedad Geográfica; Cuadernos de
Geografía de la Universidad de Granada; Cuadernos de Geografía de la Universidad de Valencia; Ciudad
y Territorio. Estudios Territoriales; Documents d´Anàlisi Geogràfica; Ekonomiaz. Revista de Economía
Vasca; Ería; Estudios Geográficos; Geographicalia; Investigaciones Geográficas y Scripta Nova. Revista
Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
[8] Las restantes revistas de Geografía incluidas en la base que no contaban con ningún artículo sobre este
tema son: Migraciones, Observatorio Medioambiental, Pirineos, Polígonos. Revista de Geografía y
Revista de Demografía Histórica.
18. [9] De los 50 artículos inicialmente incluidos en la base, se han desestimado 5 por no contemplar la
elitización en el ámbito español; por ello los datos que se comentan desde ahora se refieren a un total de
45 textos.
[10] Conocemos, no obstante, la existencia de ciertos trabajos con una perspectiva fundamentalmente
teórica que no se han considerado aquí al estar publicados en revistas que no se encuentran en el periodo
de observación en el ranking de las de mayor impacto. Véanse, entre otros, los trabajos de Sargatal (2000)
y García Herrera (2001) que se recogen en la bibliografía.
[11] Las ciudades objeto de inspección son Bilbao, San Sebastián, Almería, El Ejido, Roquetas de Mar,
Sevilla, Barcelona y Zaragoza. Los ayuntamientos acogidos al proyecto son: Hospitalet de Llobregat,
Fuenlabrada, Gijón, Denia, A. Coruña, Vitoria, Getafe, Córdoba, Elche y Las Palmas (El País, 19 de
febrero de 2008). [En línea]
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