1. Pasos de la eucaristía<br />Ritos de entrada<br />Son todos aquellos pasos que introducen a los fieles en la celebración. Estos ritos iniciales, que preceden a la Liturgia de la Palabra, incluyen el canto de entrada, el saludo inicial, el acto penitencial, el quot;
Señor, ten piedadquot;
, el Gloria y la Oración colecta, y tienen como objetivo hacer que los fieles reunidos constituyan una comunión y se dispongan a oír como conviene la Palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía.<br />Canto de entrada<br />El canto de entrada comienza cuando el sacerdote (con el diácono y los ministros) hace su entrada en el templo o en el recinto en el que se vaya a celebrar la Eucaristía. Este canto tiene como objetivo abrir la celebración, fomentar la unión de quienes se han reunido e introducirles en el misterio del tiempo litúrgico o de la fiesta y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.<br />Saludo inicial<br />Terminado el canto de entrada, el sacerdote, de pie junto a la sede, hace la señal de la cruz junto con toda la asamblea y saluda al pueblo reunido. A continuación el sacerdote, por medio del saludo, manifiesta a la asamblea reunida la presencia del Señor. Con este saludo y con la respuesta del pueblo queda de manifiesto el misterio de la Iglesia congregada. Terminado el saludo al pueblo, el sacerdote o el diácono o un ministro laico puede introducir a los fieles en la Misa del día con brevísimas palabras (Monición de entrada).<br />Acto penitencial<br />Se pide perdón a Dios por los pecados cometidos diciendo el Kyrie (quot;
Señor, ten piedadquot;
) (a veces precedido del Confiteor (quot;
Yo pecadorquot;
)). Después, el sacerdote invita al acto penitencial, que, tras una breve pausa de silencio, realiza toda la comunidad con la fórmula de la confesión general y se termina con la absolución del sacerdote, que no tiene la eficacia propia del sacramento de la Penitencia<br />Señor, ten piedad<br />Después del acto penitencial, se dice el Señor, ten piedad, a no ser que éste haya formado ya parte del mismo acto penitencial. Siendo un canto con el que los fieles aclaman al Señor y piden su misericordia, regularmente habrán de hacerlo todos, es decir, tomarán parte en él el pueblo y la schola o un cantor. Cada una de estas aclamaciones se repite, normalmente, dos veces, pero también cabe un mayor número de veces, según el genio de cada lengua o las exigencias del arte musical o de las circunstancias.<br />Gloria<br />Se canta o reza el himno del Gloria, cuyo texto es invariable. El Gloria es un antiquísimo y venerable himno con que la Iglesia congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero y le presenta sus súplicas.<br />Oración colecta<br />Es aquella en la que el sacerdote recoge todas las intenciones de la comunidad. Suele resumir el carácter del día o la fiesta que se está celebrando. Comienza con la invitación del sacerdote a la oración. Todo el pueblo congregado, a una con el sacerdote, permanecen un momento en silencio para hacerse conscientes de estar en la presencia de Dios y formular interiormente sus súplicas<br />Liturgia de la palabra<br />La liturgia de la palabra comprende las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, que son desarrolladas con la homilía, la profesión de fe (el credo) y la Oración de los fieles. En las lecturas, que luego explica la homilía, Dios habla a su pueblo, descubriendo el misterio de la redención y salvación, y ofreciendo alimento espiritual.<br />Primera Lectura<br />La primera lectura suele ser tomada del Antiguo Testamento. En Pascua de Resurrección suele ser tomada del Apocalipsis y los Hechos de los Apóstoles.<br />Segunda lectura<br />Es tomada del Nuevo Testamento, salvo del Evangelio. Generalmente es un pasaje de alguna epístola. Esta lectura se omite en los días de semana, a no ser que coincida con una solemnidad.<br />Aleluya<br />Es una aclamación que precede a la proclamación del Evangelio. Se canta después de la lectura que precede inmediatamente al Evangelio, y puede ser sustituido por otro canto establecido por la rúbrica, según las exigencias del tiempo litúrgico.<br />Oración de los fieles<br />Se realizan peticiones de parte de la asamblea, por sus necesidades, a Dios. En la oración universal u oración de los fieles, el pueblo, responde de alguna manera a la palabra de Dios acogida en la fe y ejerciendo su sacerdocio bautismal, ofrece a Dios sus peticiones por la salvación de todos.<br />Liturgia de la Eucaristía<br />Ésta es la parte nuclear y central de la Misa pues, según la fe católica, Jesucristo mismo se hace presente en las especies eucarísticas en Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad (ver transubstanciación). En la última Cena, Cristo instituyó el sacrificio y convite pascual, por medio del cual el sacrificio de la cruz se hace continuamente presente en la Iglesia cuando el sacerdote, que representa a Cristo Señor, realiza lo que el mismo Señor hizo y encargó a sus discípulos que hicieran en memoria de Él.<br />Plegaria eucarística<br />Ahora empieza el centro y la cumbre de toda la celebración. La Plegaria eucarística es una plegaria de acción de gracias y de consagración. El sacerdote invita al pueblo a elevar el corazón hacia Dios, en oración y acción de gracias, y lo asocia a su oración que él dirige en nombre de toda la comunidad, por Jesucristo en el Espíritu Santo, a Dios Padre.<br />Rito de la Comunión<br />Ya que la celebración eucarística es un convite pascual, conviene que, según el encargo del Señor, su Cuerpo y su Sangre sean recibidos por los fieles, debidamente dispuestos, como alimento espiritual. A esto - tienden la fracción y los demás ritos preparatorios, que conducen a los fieles a la Comunión.<br />Ritos de despedida<br />Bendición. Antes de la bendición, se pueden introducir breves avisos para los fieles. Con la bendición final, el sacerdote bendice a los fieles quot;
in nomine Patris et Filii + et Spiritus Sanctiquot;
(quot;
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santoquot;
). En una bendición solemne, la fórmula es más larga, ya que se enriquece y amplía con la oración sobre el pueblo o con otra fórmula más solemne. Si la Misa la dice un Obispo, éste traza la señal de la Cruz tres veces sobre los fieles. El diácono, o un sacerdote si no lo hubiera, despide al pueblo diciendo quot;
HYPERLINK quot;
http://es.wikipedia.org/wiki/Ite,_missa_estquot;
quot;
Ite, missa estquot;
Ite, missa estquot;
(quot;
Podeis iros, la misa ha concluidoquot;
) o quot;
Benedicamus Dominoquot;
(quot;
Bendigamos al Señorquot;
), dependiendo de la Misa, a lo cual el pueblo responde quot;
Deo gratiasquot;
(quot;
Demos gracias a Diosquot;
). La despedida del pueblo por parte del diácono o del sacerdote tiene como objetivo que cada uno regrese a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo a Dios<br />