El documento describe la evolución histórica del sistema de educación superior en Chile desde la década de 1960. Originalmente, las universidades eran instituciones públicas financiadas en parte por el estado. En la década de 1960 hubo reformas que aumentaron la participación estudiantil, pero la dictadura militar entre 1973-1981 intervino fuertemente el sistema, eliminando la autonomía universitaria. En 1981, el gobierno militar fomentó un mercado privado de educación superior con escasa regulación. Con la democracia en 1990, el estado retomó su
Macro procesos sociales de chile y educación superior
1. MAGISTER DE GESTION EN EDUCACION SUPERIOR
MODULO FUNDAMENTOS DE POLITICA Y GOBIERNO DEL SISTEMA
DE EDUCACION SUPERIOR
Macroprocesos Sociales de Chile
y Educación Superior
Julia Soto Miralles
Junio, 2014
2. Evolución político-histórica del sistema de Educación Superior en Chile
Desde su nacimiento se ha comprobado que las universidades fueron
instituciones públicas, dado que las primeras de ellas surgieron con un marcado
sentido comunitario y orientadas hacia los intereses generales, aunque en parte
importante eran financiadas por los propios estudiantes. Lo anterior permite
visualizar que en esencia, la educación superior se concibió como un bien y un
derecho de la comunidad, la cual por su propio crecimiento e importancia en la
sociedad recibió recursos del estado para su funcionamiento, acercándola así a un
manejo político ligado al estado (Brunner y Peña, 2011).
En el caso de la educación terciaria de Chile, la evolución histórica de sus
grandes reformas o intervenciones documentadas se ha situado en la década de
los sesenta, período en el que existía un pequeño aparato institucional compuesto
por ocho universidades, las cuales representaban la culminación evolutiva de un
peculiar régimen mixto de provisión de educación superior. Se hallaba conformado
por dos instituciones estatales —una creada en la primera mitad del siglo
XIX,(Universidad de Chile) y la otra en el siglo XX (Universidad Técnica del
Estado)— y seis universidades privadas, tres de ellas católicas y otras tres,
creadas en regiones con apoyo del Estado, las cuales en 1967 registraban en
total, una matrícula de apenas 55 mil estudiantes (Brunner, 2011).
Sobre este pequeño sistema terciario chileno se produjeron acciones
reformistas en el año 1967, las cuales tuvieron sus expresiones más intensas en
las universidades católicas de Valparaíso y Santiago, donde los estudiantes y
académicos, lograron imponer una agenda de secularización y modernización
institucional, que permitió participación estudiantil en la elección de las
autoridades y apertura de la academia al entorno, como también un proceso de
profesionalización de las actividades docentes y de investigación en los
respectivos claustros.
3. Sin embargo, estos cambios y la positiva evolución del marco de política
gubernamental que ellos contribuyeron a producir, especialmente el aumento de la
cobertura, el incremento del gasto, la expansión de la actividad científica, un
mayor dinamismo de las humanidades y las ciencias sociales, no alteraron, la
condición de públicas estatales y por el contrario se produjo un crecimiento de el
poder, la influencia y la visibilidad de las instituciones, dotadas ahora de gobiernos
con mayor legitimidad y capacidad de negociar con el Estado (Brunner, 2011).
Esta situación cambió bruscamente por la intervención política que hizo la
dictadura en el período 1973-1981 en el sistema universitario, la que se tradujo en
la designación de rectores delegados a cargo de las universidades y el fin del
autogobierno de las instituciones, afectándose fuertemente la autonomía
universitaria y a las libertades de enseñanza, aprendizaje e investigación junto con
una persistente represión de la academia disidente. Lo anterior configuró un
sistema directamente comandado desde el gobierno; los cuerpos académicos
perdieron su influencia y el sistema se estancó en su crecimiento, afectándose
notoriamente el quehacer de extensión y vinculación de las universidades con su
entorno. Además la matrícula evolucionó negativamente durante este periodo,
pasando de 135 mil estudiantes en 1974 a 119 mil en 1980. No cabe dudas que
este fue un período de intervención, más que de reformas y por lo mismo el
sistema de educación superior chileno fue notoriamente afectado.
A partir de 1981, la educación superior de Chile experimenta una fuerte
reforma, ya que el gobierno militar impuso un giro a su política, introduciendo un
nuevo marco normativo, el cual considerando un sistema que se hallaba
intervenido, reprimido y estancado, estimula legalmente un mercado privado para
la educación terciaria, liberando o no exigiendo niveles académicos a entes
privados, casi sin barreras de acceso, en la oferta de cursos y programas
conducentes a grados académicos y títulos técnicos y profesionales. Así se
generó un mercado emergente con escasas regulaciones, sin garantías de calidad
4. y con nula transparencia financiera y académica. La calidad académica de estas
instituciones privadas la regularía la oferta y la demanda.
Así se sentaron las bases de un sistema universitario desregulado, con
manifiestas inequidades y con grave daño a las llamadas universidades estatales
y regionales, especialmente por el sistema de financiamiento que se les aplicó,
generándose distorsiones en un sistema mixto con la intervención y represión de
la autonomía y las libertades académicas; la debilidad de instituciones privadas
nacidas al margen de cualquiera exigencia académica y solidez financiera; el
reconocimiento oficial otorgado bajo condiciones de favoritismo político; el
desmembramiento de las dos instituciones estatales motivado por consideraciones
de poder únicamente y los drásticos efectos anti-equitativos y excluyentes
causados por la reducción del gasto fiscal en este sector y el traslado de costos a
los estudiantes y sus familias bajo un sistema de becas y préstamos a los de
menores ingresos (Brunner,2011).
Con la recuperación de la democracia a partir de 1990, el modelo de
mercado aplicado a la educación superior bajo el diseño original inspirado en el
equivocado supuesto de que los mercados por sí solos regulan la cantidad y la
calidad de educación superior es abandonado, retomando el estado su rol
regulador sobre el sistema con la implementación de acciones que buscan
institucionalizar, regular, transparentar y tornar más accesible el sistema de
educación superior.
Las políticas y los intentos de diseño de los sistemas deben ser juzgados a
la luz de la mayor o menor facilitación de tareas a las comunidades universitarias
para el cumplimiento de sus roles, así como también sobre la base de la
vinculación de la educación superior con el desarrollo nacional. Esa mirada, desde
las instituciones y desde la sociedad chilena, es el hilo conductor de las políticas y
del propio mundo universitario desde los sesenta al día de hoy. Pasando, en
primer lugar, por la dinámica, creativa y tensionada, de la reforma del 67,
5. posteriormente por el drama de la universidad vigilada y la intervención del
gobierno militar y, por último, la recuperación de una auténtica autonomía a partir
de los noventa y que ha encontrado en los estudiantes a sus más reconocidos y
permanentes voceros para terminar con las inequidades en el acceso, mejorar la
calidad del sistema, terminar con el lucro y especialmente delimitar y fortalecer con
transparencia el sector de las universidades del estado de Chile.
Referencias
Brunner, J.J. (2011). A modo de introducción: Visión histórica de la evolución del
sistema de educación superior chileno: hitos desde 1967 a la fecha.
Jiménez, M., Durán, F.eds. En: Un Recorrido por la Historia Reciente de la
Educación Superior Chilena 1967 – 2011. Ediciones Universidad Santo
Tomás, Santiago de Chile.
Brunner J.J., Peña, C.(2011). Introducción-La dialéctica público/privado entre el
medioevo y la globalización. En el conflicto de las universidades: Entre lo
público y lo privado. Ediciones Universidad Santo Tomás, Santiago de
Chile.