Este poema expresa el deseo del autor de vivir en tiempos pasados de aventuras y conquistas en lugar de la época actual que considera triste donde todo anhelo se desvanece. Añora una forma de vida distinta a la nostálgica que siempre lo acompaña y encontrar refugio en el alcohol para alejarse de las dificultades de su vida.
1. 192976517780<br />Sursum No nos separaremos un momentoporque –cuando se extingan nuestras vidas–nuestras dos almas cruzarán unidasel éter, en continuo ascendimiento.Ajenas al humano sufrimiento,de las innobles carnes desprendidas,serán en una llama confundidasen la región azul del firmamento.Sin dejar huellas ni invisibles rastros,más allá de la gloria de los astros,entre auroras de eternos arreboles,a obedecer iremos la divinaley fatal y suprema que dominalos espacios, las almas y los soles.<br />Este es un poema al que puede dársele dos interpretaciones, una es en el que Juan Ramón Molina le canta al amor. Es notorio a la vez que su espíritu de tristeza y melancolía lo acompaña siempre deseando o invocando la muerte, pero está concebida como la única manera en la que él podrá estar siempre unida a la persona amada, Y también puede atribuírsele que el canto se lo hace al alcohol, expresando que no puede vivir sin los efectos del mismo, porque es lo único con lo que su alma se siente en paz y tranquilidad o buscaba la muerte. Tomando en cuenta que el alcoholismo fue la causa de su muerte. <br />Madre Melancolía<br />«A tus exangües pechos, Madre Melancolía,<br />Ha de vivir pegado, con secreta amargura,<br />Porque absorbí los éteres de la amarga filosofía<br />y todos los venenos de la literatura.<br />En –fatigada de sed alma mía-<br />Sueña con una Arcadia de sombra y de verdura,<br />Y con ello el don sencillo de un odre de agua fría<br />y un racimo de dátiles y un pan sin lavadura.<br />Todo el dolor antiguo y todo el dolor nuevo<br />Mezclado sutilmente en mi espíritu llevo<br />Con el extracto de una fatal sabiduría.<br />Conozco ya las almas, las cosas y los seres,<br />He recorrido mucho las playas y los Citeres...<br />¡Soy tu hijo predilecto, Madre Melancolía!»<br />Juan Ramón Molina a pesar de tener una vida activa, es decir de constantes viajes, desempeño en altos cargos y muchas aventuras amorosas no pudo rehuirse del espíritu pesimista y melancólico. Claro ejemplo de ello es la creación de este poema. En el cual expresa una tristeza profunda y que refleja identificándose como hijo de la melancolía, es decir que se considera entre todos los más tristes, el más triste. Atado a una amargura que el supone lo perseguirá por siempre. Razón también de este espíritu abrumador es que el poeta se mantenía constantemente en estado de ebriedad, causa que también se le atribuye a su muerte tan joven. <br />En Brasil<br />Fue mi niñez como un Jardín risueño,donde a los goces de mi edad esquivo,presa ya de la fiebre del ensueñovague dolientemente pensativo.Sentí en el alma un natural deseode cantar a la orilla del caminohalle una lira no cual la del Orfeoy obedezco el mandato del destino.Al mirarme al espejo, cuan cambiadoestoy! no me conozco ni yo mismotengo los ojos de mirar cansadoalgo del miedo del que ve un abismo<br />Análisis Biográfico:<br />Este poeta Hondureño, desde niño mostró empatía e interés por la poesía, consideraba que ser poeta era su más grande sueño. Razón de ello es que deja sus estudios y se dedica a lo que verdaderamente le gusta. Es precisamente este poema que lo escribe en un viaje que realiza a Brasil en el año de 1892 donde expresa el cambio que ha dado su vida, comparando su niñez y su vida como poeta. Da a conocer que su fascinación por ser poeta le proviene de un llamado natural o mejor dicho un llamado de su alma, al que está destinado obedecer con gran satisfacción.<br />Anhelo<br />¡Viviese yo en los tiempos esforzadosde amores, de conquistas y de guerras,en que frailes, bandidos y soldadosa través de los mares irritadosiban en busca de remotas tierras.No en esta triste edad en que desmayatodo anhelo –encumbrado como un monte–y en que poniendo mi ambición a rayaherido y solo me quedé en la playaviendo el límite azul del horizonte!<br />A través de este poema Juan Ramón Molina describe sus tristezas, añoranzas y esperanzas, deseando talvez una mejor forma de vida, distinta a la nostálgica que siempre lo acompaña. Razón de ello es que encontraba en el alcohol un refugio que lo alejaba de las circunstancias difíciles en las que su vida atravesaba. <br />Anhelo nocturno<br />La lluvia su monótona charla dice afuera.La puerta de mi cuarto por fin está cerrada.Quizás en esta noche no grite mi quimeray goce del olvido profundo de la almohada.¡Hace ya tanto tiempo que en reposar me empeño,como si me turbara la fiebre del delito,que mis ojos enclavo —de los que huyera el sueño—en la siniestra esfinge del lúgubre infinito!Mas hoy todos los seres me han parecido buenos,el cielo azul brindome su calma vespertina,y —libre de pecados y libre de venenos—purifiqué mi cuerpo en agua cristalina.Quiero la paz aquella de la primer mañanacuando, en el seno de Eva, tranquilo e inocente,Adán durmió, al arrullo de amor de la fontana,ajeno a las promesas de la sutil serpiente.Un nirvana sin término, letárgico y profundo,en el que olvide todas mis dichas y mis males,la secreta congoja de haber venido al mundoa resolver enigmas y problemas fatales.Ser del todo insensible como la dura piedra,y no tallado en una doliente carne vivade nervios y de músculos. O ser como la hiedraque extiende sus tentáculos de manera instintiva.No como el pobre bruto del llano y de la cumbresujeto a la ley ciega de inexorable sino,que en sus miradas tiene la enorme pesadumbrede todo aquel que encuentra muy bajo su destino.Así gozar quisiera de imperturbable sueñocuando la noche baja de los cielos lejanos.Estrellas: derramadme vuestro letal beleño.Arcángeles: mecedme con vuestras leves manos.Para que mi mañana florezca como rosade mayo, exuberante de vida y de fragancia,y la tierra contemple, jocunda y luminosa,con los tranquilos ojos con que la ví en la infancia.<br />La temática abordada por este poeta famoso, reconocido como uno de los más grandes modernistas centroamericanos puede considerarse sentimental porque la mayoría de sus poemas están llenos de situaciones nostálgicas que él ha experimentado en el transcurso de su vida. Este poema explícitamente expresa el deseo de tener una vida feliz como la de su infancia, la cual caracteriza como el paraíso o como la etapa plena de su vida donde reinaba una paz interior y no estaba marcada por el sufrimiento, lo que añoraba era alcanzar una felicidad que se asemejara a la que tuvo en su etapa infantil pues son los recuerdos más felices de toda su vida.<br />