Este documento contiene varias fábulas y relatos breves con moralejas. En general, las historias tratan sobre temas como la unidad familiar, el respeto a los mayores, los peligros de los excesos, y la importancia de aceptar lo que no se puede cambiar. Cada historia termina con una moraleja sobre la lección o enseñanza principal.
3. El labrador y sus hijos
Un viejo labrador tenia varios hijos enemistados; para que sus hijos aprendieran una lección y volvieran a unirse. Empleó el
siguiente medio:
Llamo a todos y les ordeno traer una gran porción de varas de esparto. Las ato en un solo manojo y luego pidió a cada uno
que tratara de romperlo diciendo, diciendo:
- Dejare toda mi fortuna a aquel que sea capaz de romper este atado.
Uno tras otro intentaron quebrar el mazo, sin lograrlo. En entonces el padre, sacando una por una las varas, las quebró con
gran facilidad.
- Nosotros también hubiéramos podido hacerlo así –exclamo el mayor de los hijos.
El viejo labrador explico:
- Hijos míos, esta lección es la mejor herencia que puedo dejarles; mediten bien en ella: “Ustedes son como estas varas si
se mantienen unidos por el amor fraterno, serán fuertes e invencibles; pero si viven separados, cualquier enemigo podrá
vencerlos”.
Moraleja: La unidad y la fraternidad es lo que real y verdaderamente mantiene a una familia en solidez y así sobrepasara las
barreras que se lo impidan.
4. Hace muchos años, vivía un viejo perro de caza, cuya avanzada edad le había hecho perder gran parte de
las facultades que lo adornaban en su juventud. Un día, mientras se encontraba en una jornada de caza
junto a su amo, se topó con un hermoso jabalí, al que quiso atrapar para su dueño. Poniendo en ello
todo su empeño, consiguió morderle una oreja, pero como su boca ya no era la de siempre, el animal
consiguió escaparse.
Al escuchar el escándalo, su amo corrió hacia el lugar, encontrando únicamente al viejo perro. Enfadado
porque hubiera dejado escapar a la pieza, comenzó a regañarle muy duramente.
El pobre perro, que no se merecía semejante regañina, le dijo:
-Querido amo mío, no creas que he dejado escapar a ese hermoso animal por gusto. He intentado
retenerlo, al igual que hacía cuando era joven, pero por mucho que lo deseemos ambos, mis facultades
no volverán a ser las mismas. Así que, en lugar de enfadarte conmigo porque me he hecho viejo, alégrate
por todos esos años en los que te ayudaba sin descanso.
Moraleja: Respeta siempre a las personas mayores, que aunque ya no puedan realizar grandes
proezas, dieron sus mejores años para darte a ti y a tu familia, una vida mejor.
5. LAS MOSCAS
De un panal se derramó su deliciosa miel, y las moscas acudieron ansiosas a
devorarla. Y era tan dulce que no podían dejarla. Pero sus patas se fueron
prendiendo en la miel y no pudieron alzar el vuelo de nuevo. Ya a punto de
ahogarse en su tesoro, exclamaron:
- ¡ Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un
instante de placer !
MORALEJA: Toma siempre las cosas más bellas de tu vida con serenidad,
poco a poco, para que las disfrutes plenamente. No te vayas a ahogar dentro
de ellas.
6. LOS DOS ENEMIGOS
Dos hombres que se odiaban entre sí navegaban en la misma nave, uno sentado en la
proa y otro en la popa. Surgió una tempestad, y hallándose el barco a punto de hundirse,
el hombre que estaba en la popa preguntó al piloto que cuál era la parte de la nave que
se hundiría primero.
-La proa - dijo el piloto.
-Entonces repuso este hombre - no espero la muerte con tristeza, porque veré a mi
enemigo morir antes que yo.
MORALEJA: Muy mezquina actitud es preferir ver sufrir a los enemigos que inquietarse
por el daño que irremediablemente se está a punto de recibir.
7. Un hombre que había cometido un homicidio era perseguido por los familiares de la
víctima.
Pero llegando a orillas de un río, tropezó con un lobo y, huyéndole, se subió a un
árbol de la orilla; y cuando estaba allí subido miró una serpiente que trepaba hacia
él, por lo que optó por echarse río, donde terminó en la boca de un cocodrilo.
MORALEJA: La naturaleza es enemiga de los malvados, ella sola se encarga de
aquellos maleantes, por eso la venganza no es necesaria.
8.
9. NASRUDIN JARDINERO
Nasrudín pasó el otoño entero sembrando y preparando su jardín. Las flores se abrieron en
primavera pero Nasrudín observó que algunos dientes de León que él no había plantado
estaban en algunos lugares del jardín. Los arrancó, pero las semillas ya se habían esparcido y
volvieron a crecer. Trató entonces de encontrar un veneno que afectara al diente de león. Un
técnico le dijo que cualquier veneno terminaría matando también a las otras flores.
Desesperado pidió ayuda a un jardinero especialista; este le dijo:
-Igual que en el casamiento junto con las cosas buenas, terminan viniendo algunos
inconvenientes.
-¿Qué hago?, -insistió Nasrudín.
-Nada, aunque sean flores que tú no pensabas tener ya forman parte de jardín.
MORALEJA: Hay personas o cosas con las cuales no estamos de acuerdo convivir, pero debemos
adaptarnos a ellas. En este caso las flores son aquellas cosas que nos rodean y aunque no
queremos debemos aprender a aceptarlas.
10. YO ESTOY AQUÍ POR TI, Y TU POR MI
Nasrudín, caminaba tranquilamente por el campo un día soleado. Mientras miraba el paisaje observó que delante
de él otra persona también caminaba en la misma dirección. En cierto momento este miró hacia atrás y vio a
Nasrudín a cierta distancia. Entonces pensó: seguramente es un atracador y está esperando la oportunidad para
quitármelo todo. En ese momento empezó a correr despavorido. Nasrudín que lo observaba desde atrás con
atención, al verlo correr de esa forma, pensó: seguramente le ha pasado algo y necesita ayuda, y entonces él
también empezó a correr a toda velocidad. De esta forma los dos corrían por el campo uno tras otro. El primer
hombre ya no podía más y en su debilidad tropezó con una piedra, rodó por el suelo y quedó medio atrapado
entre unos matorrales; se quedó allí quieto y agazapado con la esperanza de que Nasrudín no le viera cuando
pasara. Pero Nasrudín tropezó justo en la misma piedra, rodó igualmente y fue a parar justo encima del hombre.
Éste gritaba:-Por favor no me hagas nada. Nasrudín quedó sorprendido, se quedó mirando a la otra persona y
dijo:-Sabes qué, creo que tú estás aquí por mí y yo estoy aquí por ti.
MORALEJA: Por las formas de pensar de cada persona, creamos una controversia pero ideas distintas como la
de cada uno hace que se cree una sola. En este caso cada quien pensó distinto sin saber que seria su objetivo un
solo propósito.
11. Una viuda llego hasta la corte del Mulá y exclamo:
-Soy muy pobre, mi hijo come muchísima azúcar; en realidad se ha vuelto adicto a ella. A causa de esto, el
dinero no me alcanza. ¿Querría la corte prohibirle comer azúcar, pues yo no puedo lograrlo?
-Señora -dijo el Mulá-, este problema no es tan sencillo como parece. Vuelva dentro de una semana y se le
comunicará la decisión después de que se haya examinado el caso con profundidad. Al cabo de una
semana, el nombre de la señora estaba nuevamente en la lista de los casos.
-Lo lamento -dijo Nasrudín cuando le llegó el turno a la mujer-, este caso es complicado y será postergado
otra semana más. Sucedió lo mismo en las dos semanas siguientes. Por fin Nasrudín anunció:
-La corte dará ahora su veredicto. Llamen al joven. Muchacho - tronó el magistrado-, tienes prohibido
comer más de media onza de azúcar al día. La mujer expresó su agradecimiento al Mulá y pidió permiso
para hacer una pregunta.
-Diga usted -indicó Nasrudín.-Estoy intrigada por saber la razón por la cual vuestra señoría no prohibió al
muchacho comer azúcar en alguna de las audiencias anteriores.-Pues bien -dijo Nasrudín-, tenía que
deshabituarme yo primero, ¿no es así?¿Cómo podía saber que me llevaría tanto tiempo? No es tan fácil
como parece.
MORALEJA: Las personas no estamos en condición de juzgar a otros por sus acciones sin saber el grado de
dificultad que le toma, es decir, si queremos juzgar a alguien mas debemosexperimentarlo primero antes
de hablar.
12. Nasrudín a veces llevaba a la gente a pasear en su bote. Un día un pedagogo lo contrató
para que le transbordara al otro lado de un ancho río. Tan pronto como empezaron a
navegar, el erudito preguntó si la travesía sería inquietante. De eso, pregúnteme nada,
contestó Nasrudín. ¿Qué, nunca has estudiado gramática? No, respondió él. Has perdido
entonces la mitad de tu vida Nasrudín no contestó.
Pronto se desató una terrible tormenta. El endeble barquichuelo de Nasrudín empezó a
hacer agua. Éste se inclinó hacia su compañero de travesía y le preguntó:¿Ha aprendido
usted a nadar?¡No!, contestó el erudito. En tal caso, maestro, ha perdido usted toda su
vida, porque nos estamos hundiendo.
MORALEJA: Existen cosas que no logramos aprender en un cierto tiempo, pero también
hay cosas que en poco tiempo podemos aprender y que salvarían nuestras vidas.
13. ME PARECE QUE ERES TU!
En la plaza del mercado, Nasrudín, profundamente absorto, recitaba
una oda:-
¡Oh, mi bien amada!
Mi ser interior está tan colmado de ti que todo lo que se presenta ante
mi vista ¡Me parece que eres tú!
Un bromista gritó:
- "¿Y qué pasa si un tonto aparece ante tu vista?
"Sin detenerse, el Mulá, como si fuera un estribillo, continuó:- ¡ ... Me
parece que eres tú!
MORALEJA: Hay cosas en las cuales las personas no debe intervenir y
dejar que los pensamientos buenos de otras personas dejen que
fluyan. Es decir, no entrometernos en lo que no nos acontece.