2. Glaucoma
Neovascular
El glaucoma neovascular es un tipo especial de glaucoma
secundario que se produce como consecuencia de la formación
de nuevos vasos sanguíneos en el iris. Estos nuevos vasos
acaban por provocar una obstrucción en la circulación
del humor acuoso por la cámara anterior del ojo, lo cual
desencadena una hipertensión ocular.
3. Fisiopatología
Como consecuencia de una falta de oxígeno crónica y mantenida de
la retina, el organismo produce una serie de sustancias que estimulan la
formación de nuevos vasos sanguíneos, fenómeno al que se llama
neovascularización.
4. Causas
- Diabetes Mellitus.
- Oclusión de la vena central de la retina.
- Otras causas menos frecuentes son, obstrucción de la arteria
carótida, los tumores oculares, la obstrucción de la arteria central de
la retina, el desprendimiento de retina y otros procesos que causan
inflamación mantenida en el interior del ojo.
5. Evolución
Se pueden dividir en 3 fases que se desarrollan sucesivamente
Rubeosis iridis
En este periodo inicial, se forman pequeños vasos en la superficie del iris que son más
visibles en el borde de la pupila. La presión intraocular es todavía normal.
Glaucoma secundario de ángulo abierto
Los nuevos vasos se desarrollan por la pared del iris y alcanzan un lugar de la cámara
anterior del ojo que se llama trabéculo. Al obstaculizarse la reabsorción del humor acuoso
que tiene lugar en el trabéculo, se eleva la presión intraocular.
6. Glaucoma secundario de ángulo
cerrado
El tejido vascular y el fibroso que lo acompaña invade totalmente la zona del trabéculo
provocando el cierre del ángulo iridocorneal (ángulo cerrado) y una elevación muy
importante de la presión intraocular. Es la fase más grave, existe dolor, disminución
importante de la visión, edema de cornea, distorsión en la forma de la pupila,
enrojecimiento y congestión del sector anterior del ojo.
7. Tratamiento
El tratamiento consiste fundamentalmente en controlar tres aspectos de la
enfermedad, la hipertensión ocular, la falta de oxígeno de la retina y el
dolor. El procedimiento más empleado es la fotocoagulación
panretiniana mediante la aplicación de láser.