1. Creación y no Casualidad
“Como ignorar que tu no existes mi Señor, si todo lo que veo, alguien tuvo
que crearlo. Un mundo como este tan perfecto no podría ser tan solamente de la
casualidad. En el día el sol, nos brinda su calor; el cielo, la lluvia, para regar la
tierra. Nos das el aire, el agua para poder vivir, sin ellos Señor no podríamos
existir. En toda la creación te veo mi Señor, cuando veo la tierra, ahí estás tú.
Cuando miro el cielo, las estrellas y la luna, no veo nada más que tu mano. Como
no creer en ti, mi Señor. Si la creación me habla de ti”.
Esta letra tan maravillosa y que nos revela una inmensa verdad es del grupo
“KERIGMA-SKA”. Es totalmente cierto. Yo te pregunto ¿Cómo puedes tú ver las
hermosas montañas y dudar que fueran diseñadas por el más grande arquitecto
del universo? ¿Cómo puedes explicar que este tan sincronizado todo lo que nos
rodea? ¿Cómo dudar que alguien debió inventar el agua (H 2O)? por decir algo,
con esta fórmula química tan sencilla. Pero también, hay que ver la cantidad de
plantas que existen y algunos lo acreditan a una llamada evolución. ¿Porqué no
creer que Dios tuvo la paciencia para diseñar cada una de las familias, especies
y/o variedades de plantas que existen en el mundo? ¿Qué algunas se den en el
desierto, otras en la montaña, que unas sean para la primavera y otras para el
invierno? Eso es sólo poniendo como ejemplo a las plantas. Las hay grandes,
medianas, chicas, etc. Hay bejucos, arbustos, árboles; de hoja ancha o angosta; de
hoja larga o corta; de flores simples o agrupadas, y muchas cosas más. Esto
sucede con los animales. ¿Tú te has preguntado cuantos animales hay, y que
perfectos son? Hay aves, reptiles, peces, mamíferos, insectos, crustáceos,
moluscos, etc. Y lo más grande, que si alguno de los seres creados en la naturaleza
se altera, esto automáticamente afecta a otro ser.
En el mundo donde vivimos podemos ver la mano de Dios en todos los
lugares de la naturaleza. Lo hizo especialmente para nosotros. Para que lo
gobernáramos, lo cuidáramos, nos alimentáramos de él y en él.
2. Ahora, es bueno que lo demostremos bíblicamente para que no quede
ninguna duda. Así que prepárate, para comenzar un verdadero viaje por la
creación del mundo, de la tierra, del planeta en que vivimos, nuestra casa,
especialmente hecho para ti y para mí.
En la Biblia dice: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo
por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”
(Hebreos 11:3). ¿Cómo es eso? Así fue: “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra” (Génesis 1:1). Y ¿Cómo la creo? ¡Por su Palabra! “Y dijo Dios: Sea la luz; y
fue la luz” (Génesis 1:3); “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas,
y separe las aguas de las aguas” (Génesis 1:6); “Dijo también Dios: Júntense las
aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así”
(Génesis 1:9); “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé
semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él,
sobre la tierra. Y fue así” (Génesis 1:11); “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la
expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las
estaciones, para días y años” (Génesis 1:14); “Dijo Dios: Produzcan las aguas seres
vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos”
(Génesis 1:20); “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los
cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra” (Génesis 1:27). Como vemos el denominador común en el comienzo de
cada versículo es “Dios dijo o dijo Dios”. Por su puesto, que al final de algunos
versos y en los siguientes se expresa “Y fue así”
Que poder tiene la Palabra de Dios. Pero ¿esto es así de simple? ¡Sí, es así
de simple! Pero, ¿Cómo lo hace? Lo hace de la siguiente forma “Porque como
desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra,
y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así
será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que
yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:11). Amén.
Su Palabra no regresará a él vacía, sino que hará lo que él quiere. Pero lo más
grande de todo esto es que lo hizo por ti y por mí “Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y
3. les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los
peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven
sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla,
que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os
serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a
todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será
para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno
en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto” (Génesis 1:27-31). La
naturaleza entera la diseño Dios para nosotros y es nuestra y nos mando a
señorear (dominar) sobre ella.
Ahora, la cosa no solo queda ahí, hay más. El rey David en sus cantos o
salmos también reconocía el poder de la Palabra del creador del universo “Por la
palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el
aliento de su boca” (Salmo 33:6). Y ¿Quién es el Señor de todo el universo? “en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Hebreos 1:2). Y ese Hijo es
Jesucristo. Y de Él es el universo y todo lo que hay en ese complejo sistema.
Amén.
Con lo anterior expuesto, no queda duda que todo lo que nuestros ojos ven
fue hecho por Dios. No hay duda. En la Palabra de Dios encontramos esa
explicación “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de
las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20). Aquí se explica,
que no debe de existir duda de que el Creador existe, ¡Por que la misma
naturaleza habla por él! El verso termina diciendo “siendo entendidas por medio
de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”, entonces ¡No hay excusa!
Solo me queda decir, que cuando mires las montañas, los cielos, las
estrellas, los ríos, los bosques, la brisa que pega en tu cara, tú lugar preferido en
el campo, tú animal preferido, etc. Tiene un solo creador, ¡Dios! Dale gracias a
Dios por todo lo que te dio. Amén.