José Vasconcelos fue un político, pensador y escritor mexicano que fundó el Ministerio de Educación de México. Desarrolló una ambiciosa labor educativa que incluyó la creación de escuelas, la alfabetización masiva y la publicación de obras clásicas. Creía en la existencia de una "raza cósmica" iberoamericana que unificaría el continente. Como rector de la UNAM en 1920, estableció el lema "Por mi raza hablará el espíritu" para representar su visión de
1. JOSE VASCONCELOS.
(Oaxaca, 1882 - Ciudad de México, 1959) Político, pensador y escritor
mexicano. Fue el fundador del Ministerio de Educación en su país, desde el cual
desarrolló una fecunda y extraordinaria labor, lo que le mereció el
sobrenombre de El maestro de la juventud de América.
Licenciado en derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1907,
presidió en 1909 el Ateneo de la Juventud, del que fue fundador. Fue
partidario de la Revolución Mexicana desde sus inicios, ya que participó en el
movimiento maderista como uno de los cuatro secretarios del Centro
Antirreeleccionista de México. Fue designado codirector del periódico El
Antirreeleccionista por Félix F. Palavicini.
En la insurrección de 1910-11 fue secretario y sustituto de Francisco Vázquez
Gómez, agente confidencial de Madero en Washington, y fundador del Partido
Constitucionalista Progresista. Después del golpe de Estado de Victoriano
Huerta, Venustiano Carranza lo designó agente confidencial ante los gobiernos
de Inglaterra y Francia, para tratar de evitar que éstos otorgaran ayuda
financiera al dictador.
En 1914 fue nombrado director de la Escuela Nacional Preparatoria. Huyó luego
a Estados Unidos, ya que Venustiano Carranza pretendió arrestarlo por pecar
de crítico. A su regreso asistió a la Convención de Aguascalientes y desempeñó
el cargo de secretario de Instrucción Pública durante dos meses en el gabinete
de Eulalio Guzmán.
Empapado sin duda en las creencias alucinadas difundidas por Helena Petrovna
Blavatsky y toda su corte de propagandistas teósofos [«las siete Razas de la
Humanidad», «los siete Elementos Cósmicos», la Atlántida perdida habitada
por la raza madre, la noble raza aria, el antidarwinismo, &c.] –ya al comienzo del
nuevo siglo, escribe Vasconcelos I:436, «con pretensiones de investigador
científico abordé el estudio de los fenómenos espíritas comenzando con
Mesmer y rematando con Allan Kardek, cuyos libros consulté en la Biblioteca
Nacional»–, contagiado también del mismo idealismo que había embriagado a
Hegel y a Fichte, admirador de Nietzsche y de Schopenhauer («Schopenhauer,
¡cuánto debo a tu fuerte pensamiento!», exclama Vasconcelos), tras la derrota
de Alemania en la Gran Guerra, en plena decadencia de occidente spengleriana,
supuso que elespíritu, que parecía se estaba cansando de actuar a través de la
2. raza aria [aunque todavía faltaban los coletazos nazis...] se asentaría pronto en
la quinta raza, la raza cósmica, una raza que habría de surgir de entre quienes
venían celebrando desde 1913, en español y no en alemán, la Fiesta de la Raza.
Fue al parecer José Vasconcelos precisamente el inductor de que durante el
régimen del presidente Alvaro Obregón adoptase México oficialmente esa
celebración del doce de octubre. Nombrado en 1920 rector de la Universidad
Nacional de México, antes de pasar a ocuparse al año siguiente de la
Instrucción Pública de Méjico, propuso José Vasconcelos, y fue aceptado, el
famoso lema que todavía identifica orgullosa a la UNAM, lema que expresa de
manera contundente la absoluta confianza en laraza (cósmica) como portavoz
del espíritu (del mundo): «Por mi raza hablará el espíritu». (La Universidad
Nacional Autónoma de Durango, fundada en 1957, adoptó el mismo lema: «Por
mi raza hablará el espíritu»; y como en 1995 la Universidad de Ciencias y Artes
del Estado de Chiapas adoptó como lema: «Por la cultura de mi raza», cabría
sospechar que el espíritu ya esté hablando a la razatravés de la cultura.) En las
páginas oficiales de la Universidad Nacional Autónoma de México puede leerse:
«Escudo de la UNAM. Durante su rectorado, José Vasconcelos dotó
a la Universidad de su actual escudo en el cual el águila mexicana y el
cóndor andino, cual ave bicéfala, protegen el despliegue del mapa de
América Latina, desde la frontera norte de México hasta el Cabo de
Hornos, plasmando la unificación de los iberoamericanos: 'Nuestro
continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta,
la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas y se consumará la
unidad.'
Lema de la UNAM. El lema que anima a la Universidad Nacional, Por
mi raza hablará el espíritu, revela la vocación humanística con la que
fue concebida. El autor de esta célebre frase, José Vasconcelos,
asumió la rectoría en 1920, en una época en que las esperanzas de la
Revolución aún estaban vivas, había una gran fe en la Patria y el ánimo
redentor se extendía en el ambiente. Se 'significa en este lema la
convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias
nuevas, de esencia espiritual y libérrima', explicó el Maestro de
Américaal presentar la propuesta. Más tarde, precisaría: 'Imaginé así
el escudo universitario que presenté al Consejo, toscamente y con una
leyenda: Por mi raza hablará el espíritu,pretendiendo significar que
despertábamos de una larga noche de opresión.'
Himno de la UNAM. A través de la música, los propios universitarios
3. han exaltado los valores y el orgullo de pertenecer a la Máxima Casa
de Estudios. El Canto a la Universidad, escrito por Romeo Manrique de
Lara y musicalizado por Manuel M. Bermejo, fue declarado himno
oficial de la Universidad por el Rector Nabor Carrillo (1953-1961) y
está escrito para ser cantado por un coro de maestros y alumnos:
'Universidad Universidad / Por mi raza el espíritu hablará / Por mi
raza el espíritu hablará / (Maestros) / En el lema que adoptamos /
Para nuestro laborar / El afán así expresamos: / Estudiar para
enseñar / Somos los educadores / Nos anima el ideal / De encender
los resplandores / Del camino sin fanal / Ser para los demás / Lo suyo
a todos dar / Sabiendo para prever / Previniendo para obrar
/ (Alumnos) / En nosotros reside el anhelo / De alcanzar la verdad y el
saber / Nuestras alas presienten el vuelo / De la ciencia, el amor y el
deber / Que nos guíe la voz del maestro / A alcanzar el sublime ideal /
Y un mañana de luz será nuestro / De la patria diadema triunfal /
Universidad Universidad / Por mi raza el espíritu hablará / Por mi raza
el espíritu hablará.» [agosto 2004]
En 1925 publicó las 'Notas de unos viajes a la América del Sur' (Brasil,
Uruguay, Argentina y Chile) antecedidas por un prólogo que da nombre a uno de
sus libros más difundidos e influyentes: La Raza Cósmica, misión de la raza
iberoamericana (publicado inicialmente por la Agencia Mundial de Librería, en
Madrid). Parte Vasconcelos de la pugna feroz desde los primeros tiempos del
descubrimiento y la conquista entre castellanos y británicos, entre el español y
el inglés, latinidad contra sajonismo. Los yanquis serán el último imperio de una
sola raza: el imperio final del poderío blanco, y el destino llevará a la raza
mixta que habita el continente iberoamericano «a convertirse en la primera
raza síntesis del globo», la raza cósmica, «que llenará el planeta con los
triunfos de la primera cultura verdaderamente universal, verdaderamente
cósmica». La decadencia del imperio español se habría producido por «una serie
de monarcas extranjeros necios de remate como Carlos V, el César de oropel;
perversos y degenerados como Felipe II; imbéciles como los Carlos de los otros
números, tan justicieramente pintados por Velázquez en compañía de enanos,
bufones y cortesanos, consumaron el desastre de la administración colonial»
(frase que en la reedición del libro en 1948 se modera un poco: «una serie de
monarcas extranjeros, tan justicieramente pintados por Velázquez y Goya, en
compañía de enanos, bufones y cortesanos, consumaron el desastre de la
administración colonial»), y «la estupidez napoleónica fue causa de que la
4. Luisiana se entregara a los ingleses del otro lado del mar, a los yanquis, con lo
que se decidió en favor del sajón la suerte del Nuevo Mundo», «la tontería
napoleónica no pudo sospechar que era en el Nuevo Mundo donde iba a
decidirse el destino de las razas de Europa, y al destruir de la manera más
inconsciente el poderío francés de la América debilitó también a los españoles;
nos traicionó, nos puso a merced del enemigo común. Sin Napoleón no existirían
los Estados Unidos como Imperio Mundial».
Su fin era proporcionar por medio de la educación, todos los elementos
necesarios que requerían los nuevos mexicanos surgidos de la Revolución, con el
fin de llevar a cabo el “ideal democrático” por el que se había luchado.
Vasconcelos decía que la formación integral del individuo requería
vínculos estrechos entre “las actividades estéticas y la moral”, es decir, que se
pretendía que los alumnos encontraran la emoción por medio del “placer
desinteresado” más que por el razonamiento.
De ahí que Vasconcelos pidiera que los Talleres Gráficos de la Nación
pasaran a depender de la SEP y se entregaran más prensas al Departamento
Editorial. El plan vasconcelista era publicar cien obras fundamentales de la
cultura universal, y al mismo tiempo, libros de índole técnica que sirviesen de
auxiliares docentes y elementos de autoaprendizaje. Los clásicos que se
imprimieron de la literatura universal fueron: La Ilíada, La Odisea, Las
tragedias de Sófocles, los Diálogos de Platón, la Divina Comedia, el Quijote y
muchos más.
Los cambios educativos que implementó Vasconcelos se vieron también
reflejados en la cultura. Recuperó el edificio del Colegio de San Pedro y San
Pablo, para tenerlo como sede de la Secretaría, la restauración estuvo a cargo
de Roberto Montenegro y parte de los artistas que se integraron al movimiento
vasconcelista fueron José Clemente Orozco y Diego Rivera. Su programa, mas
importante debía ser alfabetización y la creación de escuelas en todos los
5. rincones de México, tanto en las ciudades, pueblos y aldeas, como los en los
campos .por consiguiente, un cambio educativo radical en México tenía que ser
desde abajo, con las campañas de alfabetización contra el analfabetismo y la
creación con profusión de numerosas escuelas. Así mismo, la creación de
escuelas industriales técnicas y agrícolas para la formación práctica de los
mexicanos, con grandes probabilidades para su empleo. El educador José
Vasconcelos considero que una de las primeras necesidades de México, es la
organización de la educación rural y la formación de los maestros rurales con
las nuevas tendencias agrícolas en el mundo. La primera Escuela Normal Rural
que fundo y organizo en México el educador José Vasconcelos, fue la escuela
de Tacámbaro en Michoacán, en el año 1922. Hasta el año 1926 se organizaron
en México otras dos Escuelas Normales Rurales del mismo tipo.