PEDAGOGÍA EN EDUCACIÓN FÍSICA
ESTUDIANTES: GUSTAVO CASTILLO –
ÁLVARO JIMENEZ – EVELYN ELGUETA
¿ PUEDE COMPROBARSE LA EXISTENCIA DE DIOS?
“Todo lo que es verdad, sea
quien sea quien lo haya dicho,
tiene su origen en el espíritu.”
Tomás de Aquino.
Resumen
Se señala una visión muy crítica sobre la argumentación de Tomás de Aquino,
en donde este postula las vías para demostrar la existencia de Dios,
conjuntamente se presenta el correspondiente debate de nuestra autoría, en
donde por un lado aceptamos el criterio colectivo que se tiene aún sobre el creer
en lo intangible, y por otro se da el cuestionamiento - del mismo modo- al gran
método que este utilizó para ilustrar su pensar. Cabe mencionar que los
planteamientos de Tomás de Aquino fundaron las bases de la Escolástica, y así
su histórica importancia para la fundamentación del cristianismo, y en sí, para el
debate hasta hoy, de variados autores.
Muy cuestionado ha sido el tema de la religión, hay quienes señalan que eso es
cuestión de embobados, o simplemente de quienes no tienen más que hacer, que
buscar un sentido más “colectivo” para el tan en boga “sentido de la vida”, sin
embargo, ¿qué tan real puede ser aquel pensamiento de los que ven su sentido
de vivir más allá de lo tangible?, o más allá de eso, ¿cómo ese intangible va a ser
considerado válido y aceptado?, surgirán los que apuesten por una mezcla de lo
que nuestros sentidos nos aportan y de lo que lo intangible nos entrega.
¿Qué es lo tangible?, dicha palabra hace relación al mundo sensorial, a aquel que
describía muy bien Aristóteles cuando pretendía señalar que sólo lo que podemos
experimentar es por cierto verdadero y a su vez real. Para los cristianos, dicho
término no siempre tiene mucha validez, sin embargo, no podemos negar que a lo
largo de la Historia, sí han existido personajes relevantes que se han enfocado en
esta perspectiva tangible del cristianismo, y por tanto de la fe. Pero, ¿Qué es la
fe? ¿Podemos conocer y tener fe (creer) a la vez? Santo Tomás responde
negativamente: “es imposible que haya fe y conocimiento sobre una misma
cuestión, pues no se puede creer en las cuestiones demostradas; si ya se tiene el
conocimiento, la fe no es posible. La fe implica un riesgo; una fe demostrada ya no
es fe.” (Historia de la Filosofía, 2003), sin embargo, ante la pregunta, ¿si logro
comprobar a Dios, entonces ya no puedo creerlo?, Aquino responde que “las
verdades demostradas racionalmente no son dogmas, sino sólo una especia de
introducción a los dogmas.”
Mejor será avanzar un poco más. Tomás de Aquino, como todos los de su época
(S.XIII), fue llevado tempranamente a la Abadía de los Benedictinos de
Montecassino, sin embargo, por sus incesantes preguntas (que como todo niño,
eran propias de realizarse), fue rechazado por dicha congregación religiosa, lo que
poco a poco lo acercó a los Franciscanos. Bueno, la verdad no es tema contar su
historia, lo que interesa es su pensar.
Irrisoriamente Tomás de Aquino postula que no puede demostrarse la existencia
“racional” de Dios, sin embargo, ¿cómo se entienden entonces las 5 vías?, valdrá
mencionarlas (y por qué no, criticarlas).
1. Argumento del motor no movido. Dicha aseveración sostiene que todo lo que
existe tiene movimiento, pero que para que esto ocurra, debe existir un motor
primario, algo que no se mueva, por lo tanto (según el Fray): Dios. ¿Para un ateo?
Aseveración de locos. ¿Para un creyente? Amén. ¿Cómo se aceptaban tales
dichos en esa época? ¿Cómo tanta enajenación por parte de la gente?, sin
embargo, no se puede negar que hoy en día esto es tan aceptado como lo era en
aquel siglo.
2. Argumento de la causa primera. Simplemente, es fácil buscar una causa a los
hechos que acontecen a cada segundo, sin embargo, ¿cómo podemos llegar a la
“primera causa”?, Aquino evita cuestionamientos señalando a Dios. ¿Así de
simple?, entonces puedo señalar que si me va mal en una prueba diré: “¡Hey! Fue
culpa de Dios.” (JA). ¿Cómo justificamos nuestra ironía?, bueno, al igual que
Dawkins (2006), es posible sostener que “esto es una increíble evasión de la
responsabilidad a contestar”, acudir sólo a Dios para justificar ,incluso, la causa
primera, es una verdadera evasión de una de las respuestas a las cuales no se es
capaz de llegar a través de la experiencia sensorial.
3. Argumento del ser necesario. Todos pereceremos, por lo tanto “debe” existir un
“algo” que no muera nunca - ¿Por qué tiene que existir ese “algo que no muera
nunca”? ¿Quién me asegura que luego que yo muera, el mundo sigue? ¿Alguien
lo ha demostrado?... -.
…”Pero el hombre tiene una falla muy grande: nadie sabe lo que le sobrevendrá:
¿Quién le dirá lo que sucederá?” (Eclesiastés. 13:1. Biblia de Jerusalén)
¿Por qué hemos de pensar que luego de que – para nuestra experiencia
experimentada mediante los sentidos- todo perezca, algo tiene que mantenerse
en el tiempo?. Todo en nuestra cotidianeidad forma parte de un ciclo, las cosas
van y vienen sin mayor planificación, entonces, ¿por qué hemos de pensar que
todo puede ser distinto?.
4. Argumento del ser perfecto. Cada vez que realizamos algo, tratamos de que
aquello sea lo más “perfecto” posible, sin embargo, ¿de dónde obtuvimos esa idea
de perfección?, esto señala Tomás de Aquino.
“El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.”
Nietzsche (1844-1900)
Como muchas cosas que el hombre ha creado, esta idea de perfección tan sólo
fue una más ellas. Día a día inventamos historias, creamos e imaginamos, ¿por
qué no pensar que nuestra capacidad de resolver problemas es la culpable de
tanta enajenación?
5. Argumento del ser inteligente. Según Tomás de Aquino, esta vía se refiere a
que todos buscamos una finalidad, por lo tanto debe existir un ser inteligente que
haya diseñado nuestra finalidad, “Dios, que es acto puro y no tiene nada de
potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.” (Santo Tomás
de Aquino). Esto no es más que lo postulado en la tesis, la gente busca un
principio y un objetivo de vivir, y como a veces no puede llegar a él, trata de
justificar aquello con la existencia de Dios. Sin embargo, hay que tener claro que
el Fray, siempre tuvo claro que hay cosas que son sí o sí de fe, y otras a las
cuales la razón puede aportar - sin embargo, y como postula Nietzsche, para
nosotros, todo es creación de nuestros pensamientos e ideales-.
“¿Cómo es posible eso? ¿La razón nos puede decir que Dios creó el mundo
en seis días? ¿O que Jesús era hijo de Dios?
–No, a esa clase de “dogmas de fe”, sólo tenemos acceso a través de la fe y de la
revelación cristiana. Pero Tomás opinaba que también existen una serie de
“verdades teológicas naturales”. Con esto se refería a verdades a las que se
puede llegar tanto a través de la revelación cristiana como a través de nuestra
razón innata o natural.” (El mundo de Sofía, 1994).
Conclusión
Entender que el mundo sensorial es aquel que nos permite llegar a descubrir el
mundo real, para nosotros, es algo inherente – incluso-. Sin embargo, no
podremos llegar nunca a un acuerdo entre Nietzsche y Aquino (por ejemplo), pero
si podemos afirmar que ambos han traspasado épocas y un sinfín de
generaciones que hoy en día los siguen leyendo y prosiguiendo sus
pensamientos.
Mediante todo lo señalado no se pretende más que dejar abierta la posibilidad de
dudar -y plantear nuestro pensar, por supuesto- puesto que la mayoría de lo que
se nos dice actualmente son tan sólo dichos impuestos, y obligaciones morales
sobre el qué y en quién creer. No podemos dejar de lado el hecho de que esta
área del desarrollo intelectual de los individuos – cuestionamiento religioso - nos
permite tener la capacidad de dudar en base a lo que en su momento otros
propusieron (poder decir, por ejemplo, cuán equivocado estaba Aquino, o cuán
irrisorias fueron sus teorías o “vías” como él las llamaba).
No será posible hacer entender a los creyentes sobre lo real de sus creencias y
dogmas de fe al pensar y justificar todo bajo un mismo precepto: Dios, sin
embargo, sabemos que “hoy en día” los católicos han cambiado mucho, tenemos
la certeza que -a nivel americano-, son varios los que hoy ya se han alejado de
estos dogmas porque no hay real influencia y atracción, lo que permite incluso,
que algunos quienes antes eran férreos fanáticos religiosos, hoy ya hayan dejado
de serlo.
Bibliografía
•Historia de la Filosofía, grupo EDEBE, Bachillerato Español, Barcelona,
septiembre de 2003. Puntos 4./ 4.1/ 4.2. “El esplendor escolástico: Santo Tomás”.
•Biblia de Jerusalem.
•Encuesta American Religious Identification Survey. Organizada por Trinity
College de Connecticut. ARIS 2008.
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Mexicana de Sociología, 71, 715-736.
•Gaarden, J. (1994). “El mundo de Sofía”. Siruela S.A. Santa fe de Bogotá:
Colombia.
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•Zanotti, G. (2010). La llamada existencia de Dios en Santo Tomás: un replanteo
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