1. 1.1 OBJETIVO GENERAL.
Dar a conocer toda la información necesaria acerca del tema panorama actual en México para
fomentar los conocimientos y concientizar a los lectores sobre la importancia del agua.
1.2 ANTECEDENTES.
Una de las mayores preocupaciones en la historia de la humanidad ha sido el procurarse
porque el agua sea lo más pura y limpia posible, el tratamiento del agua originalmente se
centraba en mejorar las cualidades estéticas de esta, la historia del agua potable es muy
remota, en Siria y Babilonia se construyeron conducciones de albañilería y acueductos para
acercar el agua desde sus fuentes a lugares próximos a las viviendas, los antiguos pueblos
orientales usaban arena y barro poroso para filtrar el agua, también en Europa los romanos
construyeron una red de acueductos y estanques, podían traer agua desde distancias próximas
a los 90 km., instalaron filtros para obtener agua de mayor calidad, llegaban a separar el agua
de buena calidad que usaban para beber y cocinar del agua de peor calidad, obtenida de otras
fuentes, que utilizaban para riegos y limpiezas, hecho que hoy día en la mayor parte de las
ciudades aún no se separa y la misma agua que se emplea para beber se emplea para usos
tales como la limpieza de inodoros, hay registrados métodos para mejorar el sabor y el olor
del agua 4.000 años antes de Cristo, escritos griegos recomendaban métodos de tratamiento
tales como filtración a través de carbón, exposición a los rayos solares y ebullición, en el
antiguo Egipto dejaban reposar el agua en vasijas de barro durante varios meses para dejar
precipitar las partículas e impurezas, y mediante un sifón extraían el agua de la parte superior
(decantación), en otras ocasiones incorporaban ciertas sustancias minerales y vegetales para
facilitar la precipitación de partículas y clarificar el agua (coagulación), en los comienzos del
1500 antes de Cristo, se tiene referencias de que los egipcios usaban ya un producto, que hoy
se emplea para el mismo fin, el alumbre para lograr precipitaras partículas suspendidas en el
agua (Cortés, 2012).
1.3 PARADIGMA ACTUAL DEL AGUA: ECOLOGICA Y
SOCIALMENTE INSOSTENIBLE.
Las aguas dulces del mundo constituyen un recurso escaso, amenazado y en peligro. De
acuerdo con los estudios sobre los balances hídricos del planeta solamente el 0.007% de las
aguas dulces (Imagen 1) se encuentran realmente disponibles a todos los usos humanos
directos, de esta pequeñísima porción dependen procesos sociales vitales, las más recientes
evaluaciones de los especialistas y organizaciones internacionales conectadas con los
2. problemas del agua, sugieren que para el año 2025 más de las dos terceras partes de la
humanidad sufrirá algún estrés por la falta de este líquido, por eso se impone al inicio del
tercer milenio, como la primera gran tarea para científicos, planificadores y políticos
conectados con los problemas del manejo de los recursos hídricos, una reflexión sobre el
paradigma del agua que se ha consolidado en el mundo en los últimos cien años, para poner
en el balance sus logros y limitaciones, se trata de un esfuerzo por repensar este paradigma a
la luz de los grandes problemas que confronta la vida en el planeta ante el agotamiento y el
deterioro de sus recursos hídricos (SEMARNAT, 2010).
La distribución del agua dulce sobre la superficie de la Tierra ha cambiado notablemente
como resultado de los esfuerzos directos del hombre para manejarla. Estas alteraciones se
acentuaron conforme la humanidad se urbaniza y también como resultado del impuesto por
la revolución agrícola de los últimos decenios, las principales acciones directas se iniciaron
con la manipulación de los flujos de los grandes ríos, las presas de almacenamiento, el drenaje
de los humedales, el transporte del agua a los centros urbanos, la explotación de los acuíferos
y la irrigación de tierras agrícolas, la navegación, la agricultura, la industria, la generación
de energía y los usos domésticos han sido en esta fase de la historia humana, las principales
actividades económicas que dependen directamente del agua, estas actividades
antropogénicas han terminado por modificar los flujos de agua dulce de los principales ríos
del mundo, cambiando sensiblemente las tasas de evaporación y la calidad de las aguas por
el incremento sustancial de los desechos tóxicos, la irrigación ha sido con mucho el mayor
consumidor de agua en el mundo: con la conversión de ecosistemas de zonas áridas y
semiáridas en tierras para irrigación en más 250 000 km2 y con el hecho de que más de 150,
000 km2 de humedales han sido drenados y canalizados en diferentes costas en el mundo,
todo ello junto con el persistente deterioro de la calidad de las aguas dulces de la Tierra
(Cortés, 2012).
Estos patrones y sus correspondientes soluciones tecnológicas integran un paradigma de
manejo que se propone como universalmente válido, la aplicación de esta perspectiva ha
significado progresos indudables en la solución de algunos problemas en un número reducido
de países ricos, pero también, debido a sus altos costos y a la necesidad de los avanzados
Imagen 1: Representación
de agua dulce en México.
Imagen2: Problemascausadospor
la falta de agua en México.
3. conocimientos tecnológicos que implica, ha frenado el progreso y causado la degradación
ambiental de países donde los recursos son escasos, al paradigma impulsado desde las
sociedades industrializadas ha modificado dramáticamente el ciclo del agua a través de
espectaculares proyectos de ingeniería para el control de los flujos, la generación de
hidroelectricidad, de agua para irrigación y para los usos domésticos e industriales (Córdoba,
2013).
En el marco de este paradigma, tres factores han controlado la planificación y el manejo del
agua en los últimos 100 años: a) el crecimiento de la población mundial; b) los cambios en
los estándares de vida que conlleva la urbanización de la población y c) la expansión de la
agricultura irrigada, la planificación hidráulica se basó en las proyecciones de la población,
de la demanda per cápita de agua para satisfacer las necesidades de una población
crecientemente urbana y la de los insumos de las actividades económicas: todas ellas,
variables en continua expansión en la civilización industrial contemporánea, los problemas
de manejo de los recursos hídricos se transformaron bajo este paradigma en un mero ejercicio
de cómo hacer frente a las demandas crecientes de estos recursos, cómo cerrar la brecha
siempre en aumento entre demandas en continua expansión y ofertas limitadas, todas las
soluciones se enfocaron por el lado de la oferta: se asumió que los déficits podrían siempre
satisfacerse tomando del ciclo hidrológico el agua necesaria mediante cada vez más
sofisticadas infraestructuras físicas (presas, acueductos y sistemas de transferencias entre
regiones hidrológicas), sin duda, bajo este paradigma se resolvieron algunos problemas, la
producción de alimentos en algunos países industrializados de Europa y en los Estados
Unidos de América superó espectacularmente al crecimiento de sus poblaciones, la
hidroelectricidad hizo contribuciones valiosas a la disminución de los efectos de los gases de
efecto invernadero derivados del uso de combustibles fósiles (Córdoba, 2013).
La destrucción de ecosistemas, la desaparición de la faz de la Tierra de miles de especies
florísticas y faunísticas sepultadas bajo los vasos de las más de 40 mil presas construidas en
el mundo, la dislocación de poblaciones humanas, la inundación de sitios de importancia
cultural, la perturbación de procesos sedimentarios y la contaminación de los recursos
hídricos han sido, entre otros, los costos que hay que cargar al paradigma de manejo del agua
que ha prevalecido en el último siglo, este paradigma ha demostrado ser ecológica,
económica y socialmente insostenible y debe cambiar por el bien de la humanidad y de la
vida sobre la Tierra, las soluciones que se ofrecen a los problemas vinculados con los
diferentes usos del agua no garantizan la sostenibilidad de los recursos acuáticos de la Tierra,
así nos lo hacen ver sus diferentes estilos de consumo y su ignorancia de los montos
necesarios para cubrir los diferentes servicios ambientales de los ecosistemas sustentadores
de la vida, tres problemas críticos enfrentan en la actualidad este paradigma en términos de
su incapacidad para enfrentar exitosamente los grandes problemas de la humanidad. A
continuación analizaremos cada uno de ellos (Cortés, 2012).
1.3.1 LOS USOS DOMÉSTICOS DEL AGUA.
4. A principios del siglo XIX, la población que vivía en las ciudades era aproximadamente de
29 millones de habitantes, lo que representaba un escaso 3% de la población mundial. Hacia
fines del siglo XX, esta población citadina ya se acercaba a los 2, 500 millones, y
representaba casi el 50% de la población mundial, este dramático proceso de urbanización se
reflejó en tres clases de presiones sobre las aguas dulces: el incremento de las aguas
superficiales requeridas para satisfacer las necesidades de la población urbana, el aumento
de las aguas de desechos y el decremento de las aguas subterráneas, a pesar de los avances
tecnológicos de la infraestructura hidráulica, cerca de 1.2 billones de seres humanos no tienen
hoy acceso a agua limpia, la contaminación del vital líquido es responsable de la muerte de
cerca de 25 millones de seres humanos en todo el mundo, entre ellos unos siete millones de
niños. Los métodos propuestos por el paradigma dominante del agua para afrontar el rápido
crecimiento de las necesidades humanas, especialmente en las áreas urbanas del mundo, han
sido costosos e ineficientes (SEMARNAT, 2010).
1.3.2 EL AGUA PARA LA AGRICULTURA.
Al fin del siglo XVII, las áreas irrigadas en el mundo solamente representaban el 2% de la
extensión presente y básicamente se concentraban en el sureste, el oriente y el centro del
continente asiático; en el delta del río Nilo, en África, y en pequeñas porciones del continente
americano, durante el siglo XVIII estas áreas crecieron a tasas del 2% anual, pero fue hasta
mediados del siglo XX, con la revolución tecnológica conocida como “revolución verde”,
que las áreas irrigadas se incrementaron exponencialmente, en el último medio siglo, la tasa
media anual de crecimiento de las superficies irrigadas aumentó dos a tres veces. Para fines
del siglo ya existían 2.5 millones de km2 de este tipo de área en el mundo: 170 mil km2 en
Europa; 1.8 millones de km2, en Asia; 90 mil km2, en África; 275 mil km2, en Norteamérica;
67 mil km2, en Sudamérica y 17 mil km2 en Australia y Oceanía, los problemas que enfrenta
Imagen 3: Usos domésticos
del agua.
5. actualmente la agricultura irrigada figura entre las mayores dificultades que sufre la
humanidad a nivel global (Cortés, 2012).
La agricultura irrigada ha sido particularmente beneficiada con una política de subsidios de
agua y otros insumos (fertilizantes, maquinaria, semillas mejoradas, asistencia técnica, etc.).
En las décadas en las que esta agricultura ha dominado el panorama agrícola mundial, los
extremadamente bajos precios del agua y de los insumos han alentado cultivos que son
altamente intensivos en el uso de agua y energéticamente dispendiosos, pero de mayores
rendimientos económicos, es el caso de las hortalizas, el arroz, los frutales, las materias
primas industriales y los cultivos forrajeros, estas distorsiones del mercado terminaron por
hacer de esta agricultura, en los contextos económicos y sociales de los países
subdesarrollados, una actividad antieconómica, inequitativa y ambientalmente destructiva,
difícilmente el sector gubernamental podrá sostener el ritmo de sus inversiones en el sector
hidráulico y la extrema volatilidad del capital financiero internacional y el carácter
especulativo de las inversiones privadas dudosamente encontrarán incentivos para acudir a
las necesidades del sector eléctrico, a las de agua para irrigación y a las de agua potable para
usos urbanos en las regiones del mundo donde más se necesitan de estas inversiones
(Córdoba, 2013).
1.3.3 LA CALIDAD DEL AGUA.
Pero con todo, la actual “crisis global del agua” no es solamente un problema cuantitativo.
Los problemas en torno a la calidad del agua son crecientes entre ellos figuran, en un sitio
destacado, los vinculados con la salud pública y la pobreza que padecen grandes sectores de
la población humana, organizaciones internacionales como la Comisión de Desarrollo
Sustentable de la ONU así como otros organismos internacionales, señalan a la
contaminación de las aguas entre las principales causas de la muerte de millones de seres
humanos cada año, entre ellos, como ya hemos mencionado, unos siete millones de niños,
los problemas de la calidad son muy variables entre las regiones y los países en el mundo y,
Imagen 4: Agua utilizada
para la agricultura.
6. en buena medida, son los reflejos de condiciones económicas y sociales y se encuentran
fuertemente vinculados con las aguas dulces: ríos, aguas subterráneas y lagos, algunos datos
pueden darnos una idea de las dimensiones de los problemas que confronta el paradigma del
agua cuando se lo enfoca en términos de calidad, lo sofisticado y costoso de las redes de
monitoreo, las estructuras científicas necesarias para obtener datos de alta calidad y para
valorar los efectos de sinergias entre las múltiples sustancias tóxicas vertidas al ambiente, el
desconocimiento de la magnitud de los efectos sobre los mantos subterráneos, la nula
capacidad para valorar las complejas y delicadas interconexiones entre aguas continentales,
costeras y marinas, constituyen aspectos no resueltos del control de la contaminación de los
cuerpos de agua en el mundo, según el enfoque del paradigma actual, las infraestructuras
científicas y tecnológicas necesarias para afrontar los problemas de la calidad, se orientan al
estudio de la química de las aguas de desecho. Sin considerar los procesos y las tecnologías
de producción que generan los contaminantes y sin conocer el funcionamiento y la
hidrodinámica de los ecosistemas receptores, los sistemas de monitoreo se enfocan a la
producción de datos que son muchas veces más de los necesarios y que no reflejan la
información que se necesita (Cortés, 2012).
Urge, pues, una nueva manera de pensar sobre los problemas del agua y sus soluciones.
Repensar los problemas del agua significa enfrentar los desafíos que nos impone el futuro a
partir de dos nuevos paradigmas: el de la complejidad y el de la incertidumbre, el primero
nos plantea el hecho incontrovertible de que los problemas en torno a los usos del agua serán
cada día más complejos, las decisiones de planificación y manejo tendrán que ampliar sus
escalas de espacio y tiempo a fin de incluir las necesidades inter e intrarregionales y en
horizontes de largo plazo que incluyen a varias generaciones, el paradigma de la
incertidumbre enfrenta dos cuestiones de la mayor importancia: la primera tiene su origen en
la variabilidad inherente a los procesos hidrológicos y la segunda tiene que ver con nuestra
fundamental falta de conocimientos o, más exactamente, con los límites de nuestros
conocimientos sobre los procesos que afectan a los usos del agua y los otros recursos que
integran nuestro capital natural o biofísico (Cortés, 2012).
Imagen 5: Cuidado de nuestro
planeta y del agua.
Imagen 6: Calidad del agua.
7. 1.4 CICLO HIDROLOGICO.
El ciclo hidrológico se basa en el permanente movimiento o transferencia de las masas de
agua, tanto de un punto del planeta a otro, como entre sus diferentes estados (líquido, gaseoso
y sólido), está animado por dos causas: La energía solar y la gravedad. La naturaleza ha
creado una especie de máquina insuperable, regulando y gestionando las necesidades de cada
uno de los seres vivos, en ese sentido, es necesario tener un conocimiento básico del ciclo
hidrológico, que determina el estado actual del recurso hídrico, así como la presión por la
demanda del mismo, teniendo en cuenta su distribución espacial y temporal, que permita
establecer lineamientos a seguir para su protección, y que sirva de base a los usuarios del
recurso y planificadores, para considerar su uso y disponibilidad (Santos, 2015).
Los principales procesos implicados en el ciclo del agua son:
1.4.1 Evaporación.
El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre la superficie terrestre y también por los
organismos, en el fenómeno de la transpiración en plantas y sudoración en animales. Los
seres vivos, especialmente las plantas, contribuyen con un 10 % al agua que se incorpora a
Imagen 7: Ciclo Hidrológico.
8. la atmósfera. En el mismo capítulo podemos situar la sublimación, cuantitativamente muy
poco importante, que ocurre en la superficie helada de los glaciares o la banquisa.
1.4.2 Condensación.
El agua en forma de vapor sube y se condensa formando las nubes, constituidas por agua en
gotas minúsculas.
1.4.3 Precipitación.
Se produce cuando las gotas de agua que forman las nubes se enfrían acelerándose la
condensación y uniéndose las gotas de agua para formar gotas mayores que terminan por
precipitarse a la superficie terrestre en razón a su mayor peso, la precipitación puede ser
sólida (nieve o granizo) o líquida (lluvia).
1.4.4 Infiltración.
Ocurre cuando el agua que alcanza el suelo, penetra a través de sus poros y pasa a ser
subterránea. La proporción de agua que se infiltra y la que circula en superficie (escorrentía)
depende de la permeabilidad del sustrato, de la pendiente y de la cobertura vegetal. Parte del
agua infiltrada vuelve a la atmósfera por evaporación o, más aún, por la transpiración de las
plantas, que la extraen con raíces más o menos extensas y profundas. Otra parte se incorpora
a los acuíferos, niveles que contienen agua estancada o circulante. Parte del agua subterránea
alcanza la superficie allí donde los acuíferos, por las circunstancias topográficas, intersecan
(es decir, cortan) la superficie del terreno.
1.4.5 Escorrentía.
Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se desliza cuesta
abajo por la superficie del terreno. En los climas no excepcionalmente secos, incluidos la
mayoría de los llamados desérticos, la escorrentía es el principal agente geológico de erosión
y de transporte de sedimentos.
1.4.6 Circulación subterránea.
Se produce a favor de la gravedad, como la escorrentía superficial, de la que se puede
considerar una versión. Se presenta en dos modalidades:
Primero, la que se da en la zona vadosa, especialmente en rocas karstificadas, como son a
menudo las calizas, y es una circulación siempre pendiente abajo, Segundo, la que ocurre en
los acuíferos en forma de agua intersticial que llena los poros de una roca permeable, de la
cual puede incluso remontar por fenómenos en los que intervienen la presión y la capilaridad.
1.4.7 Fusión.
Este cambio de estado se produce cuando la nieve pasa a estado líquido al producirse el
deshielo.
1.4.8 Solidificación.
9. Al disminuir la temperatura en el interior de una nube por debajo de 0 °C, el vapor de agua
o el agua misma se congelan, precipitándose en forma de nieve o granizo, siendo la principal
diferencia entre los dos conceptos que en el caso de la nieve se trata de una solidificación del
agua de la nube que se presenta por lo general a baja altura. Al irse congelando la humedad
y las pequeñas gotas de agua de la nube, se forman copos de nieve, cristales de hielo
polimórficos (es decir, que adoptan numerosas formas visibles al microscopio), mientras que
en el caso del granizo, es el ascenso rápido de las gotas de agua que forman una nube lo que
da origen a la formación de hielo, el cual va formando el granizo y aumentando de tamaño
con ese ascenso, y cuando sobre la superficie del mar se produce una manga de agua (especie
de tornado que se produce sobre la superficie del mar cuando está muy caldeada por el sol)
este hielo se origina en el ascenso de agua por adherencia del vapor y agua al núcleo
congelado de las grandes gotas de agua, el proceso se repite desde el inicio, consecutivamente
por lo que nunca se termina, ni se agota el agua (Santos, 2015).
1.5 ASPECTOS DEL AGUA EN MÉXICO.
De manera especial, México padece importantes problemas de agua de diversa índole: de
infraestructura, de conservación, de financiamiento, de contaminación, de distribución, de
equidad en el acceso, de gestión, además de enfrentar también una alta vulnerabilidad por el
cambio climático global (INEGI, 2012).
1.5.1 Aspectos físicos (recursos hídricos)
Hidrografía: La precipitación media anual en México es de 760 mm (serie 1971-2000), que
suponen un volumen de agua en todo el territorio de 1 489 km3
. De este volumen total,
cerca del 73 por ciento se pierde en evapotranspiración y evaporación directa de las
masas de agua, la escorrentía superficial es de 379 km3
/año de los cuales 50 km3
/año se
generan en los países limítrofes, la recarga natural media de los acuíferos se estima en
81 km3
/año, las estimaciones de la recarga total en los acuíferos, natural e inducida en las
zonas de riego, son del orden de 43 km3/año, por lo que los recursos hídricos internos
renovables anuales (RHIR) son de 459 km3. (Estadísticas del Agua en México, edición
2010) Tabla 1 (CONAGUA, 2010).
10. Gráfica 1: Precipitación pluvial normal en México (1971-2000). Estadísticas del Agua en
México, edición 2010.
1.6 REGIONES HIDROLOGÍCAS.
De acuerdo a los registros por la Conagua, el INEGI y el INE, se han identificado 1,471
cuencas hidrográficas en el país, las cuales se han agrupado y/o subdividido en cuencas
hidrológicas para fines de publicación de la disponibilidad de aguas superficiales. Al 31 de
diciembre de 2009 se tenían publicadas las disponibilidades de 722 cuencas hidrológicas, en
tanto que para el 31 de diciembre de 2010 se habían añadido otras nueve cuencas, las cuencas
del país se encuentran organizadas en 37 regiones hidrológicas, que a su vez se agrupan en
las 13 regiones hidrológico-administrativas (RHA) (CONAGUA, 2010).
11. 1.7 REGIONES HIDROLOGÍCAS ADMINISTRATIVAS.
De conformidad con el artículo 7 del Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua,
publicado el 30 d noviembre de 2006, el Director General de esta comisión tiene atribuciones
para determinar la circunscripción territorial de los organismos de cuenca, ante la necesidad
de realizar nuevas modificaciones a la circunscripción territorial que permita mejorar la
administración de las aguas nacionales e incorporar nuevos municipios como el de Tulum en
el estado de Quintana Roo. Con fecha del 1 de abril de 2010 se publicó en el Diario Oficial
de la Federación el acuerdo por el que se determina la circunscripción territorial de los
organismos de cuenca de la Conagua, el país se ha dividido en 13 regiones hidrológico-
administrativas, las cuales están formadas por agrupaciones de cuencas, consideradas las
unidades básicas de gestión de los recursos hídricos, sus límites respetan los municipales,
para facilitar la administración e integración de la información socioeconómica, la Conagua,
órgano administrativo, normativo, técnico y consultivo encargado de la gestión del agua en
México, desempeña sus funciones a través de estos 13 organismos de cuenca, cuyo ámbito
de competencia son las regiones hidrológico-administrativas (SEMARNAT, 2010).
Imagen 8: Regiones Hidrológicas.
12. 1.8 BALANCE HÍDRICO.
El balance hídrico se establece para un lugar y un período dados, por comparación entre los
aportes y las pérdidas de agua en ese lugar y para ese período, se tienen también en cuenta la
constitución de reservas y las extracciones ulteriores sobre esas reservas, las aportaciones de
agua se efectúan gracias a las precipitaciones, las pérdidas se deben esencialmente a la
combinación de la evaporación y la transpiración de las plantas, lo cual se designa bajo el
término evapotranspiración, las dos magnitudes se evalúan en cantidad de agua por unidad
de superficie, pero se traducen generalmente en alturas de agua; la unidad más utilizada es el
milímetro, al ser estas dos magnitudes físicamente homogéneas, se las puede comparar
calculando, ya sea su diferencia (precipitaciones menos evaporación), ya sea su relación
(precipitaciones sobre evaporación), el balance es evidentemente positivo cuando la
diferencia es positiva o cuando la relación es superior a uno, se elige una u otra expresión en
función de comodidades o de obstáculos diversos, el escurrimiento a partir de una unidad de
superficie se contará en las pérdidas, la infiltración se considera como una puesta en reserva
bajo forma de napas subterráneas o de agua capilar en el suelo, las precipitaciones sólidas
constituyen reservas constituidas de inmediato, éstas tienen una duración variable,
interestacional en el caso de las coberturas de nieve, interestacional e interanual en el caso
de los glaciares, incluso intersecular en el caso de las calotas polares o de las grandes masas
de montañas muy altas (Hernández, 2014).
El estudio de los balances hídricos es complejo por el hecho de que las dos variables
consideradas no son independientes, la cantidad evaporada depende evidentemente de la
Imagen 9: Regiones Hidrológicas
Administrativas
13. cantidad de agua disponible: cesa cuando el volumen de agua aportada por las precipitaciones
está agotado, esto condujo a introducir la noción de evapotranspiración potencial: la cantidad
de agua que puede pasar en la atmósfera únicamente en función del estado de ésta,
suponiendo que la cantidad de agua disponible no sea un factor limitante (La cantidad de
agua que se agrega en un florero para mantener el nivel constante es una medida de
evapotranspiración potencial en función del estado de la atmósfera en el lugar donde se
encuentra ese florero), existen también métodos de estudio más directos de los balances
hídricos. Consisten en comparar la cantidad de agua que sale de una cuenca hidrográfica
(calculada a partir de las observaciones del escurrimiento) durante un período dado, y la
cantidad de precipitación caída durante ese mismo período sobre la cuenca, método que
implica además interpolaciones, y que no aísla completamente la proporción de la
evaporación. El "déficit de escurrimiento" obtenido de este modo nos da sin embargo una
idea de esto, como lo muestran sus conexiones con la temperatura: está evaluado en más de
1.100 mm/año para el Amazonas, 495 mm/año para el Mosa, menos de 300 en las cuencas
del norte de Escandinavia (Cortés, 2012).
El balance hídrico adquiere toda su significación para períodos correspondientes a los
grandes ciclos fundamentales de la climatología, ciclo diurno de 24 horas y ciclo anual de
365 días. Pero, por comodidad, se calcula también para períodos intermedios, entre los cuales
el mes goza de una gran popularidad (Hernández, 2014).
BIBLIOGRAFÍA.
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agua en méxico: http://www.conagua.gob.mx/CONAGUA07/Noticias/EAM2010.pdf
Córdoba, G. A. (23 de marzo de 2013). Panorama del agua. Obtenido de Panorama del agua:
http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/acodal42/panorama.pdf
Cortés, F. I. (12 de febrero de 2012). EL PANORAMA DEL AGUA EN MÉXICO . Obtenido de EL
PANORAMA DEL AGUA EN MÉXICO :
http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/acodal42/panorama.pdf
HERNÁNDEZ, C. A. (23 de JUNIO de 2014). BALANCE HÍDRICO. Obtenido de BALANCE
HÍDRICO: http://www.hypergeo.eu/spip.php?article300
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http://www.inegi.org.mx/RDE/RDE_08/Doctos/RDE_08_Art4.pdf
Santos, M. H. (12 de noviembre de 2015). Ciclo Hidrologico. Obtenido de Ciclo Hidrologico:
http://www.gwp.org/Global/GWP-SAm_Files/Publicaciones/Varios/Ciclo_Hidrologico.pdf
SEMARNAT. (29 de Junio de 2010). Instituto Nacional De Ecología. Obtenido de
http://www2.inecc.gob.mx/publicaciones/gacetas/366/toledo.html