1. FORTALECIENDO AMISTADES
Cuento
Adrián Uriel, Viviano Bustamante
2do. “E”
Había una vez un niño llamado Marianito, era muy bueno, era especial
pero él no lo sabía, un día llegó a su colegio un niño nuevo llamado ,
Pedro que a su gusto de Marianito era un poco malo ya que no hacia
tareas, no era obediente, pensaba solo en jugar y en molestar eso
pensaba Marianito pero un día él lo vio caminando por la calle lo vio
algo triste se acercó vio que caían lágrimas de sus ojos, pensaba que se
había golpeado pero en realidad lo que paso fue algo peor.
Él estaba solito estaba llorando tenía los ojos llenos de lágrimas nadie le
prestaba atención había una gran indiferencia, Marianito se sentía muy
mal ya que él era muy bondadoso, Marianito le dijo:
- Hola ¿Te pasa algo? Te veo muy triste Pedro le respondió:
- No es de tu incumbencia.
Entonces Marianito se fue corriendo.
Después de unos días Marianito se decidió a hablar con él otra vez ya
que pensaba que Pedro seguía
triste entonces Marianito le dijo:
- Hola me agradas y bueno
¿Cómo éstas? Entonces, Pedro le
respondió:
- Creo que bien. Marianito se dio
cuenta de que su respuesta era
algo dudosa entonces para
continuar la conversación dijo:
- Bueno ¿Quisieras salir algún
día? A lo que Pedro respondió
2. muy entusiasmado:
- Si claro cuando salimos para jugar comer o hablar. Marianito le
respondió:
- Salimos entonces este sábado en la tarde. Marianito respondió con
mucha felicidad.
- Con mucho gusto estaré ahí. Marianito muy feliz se dijo.- Hay te
espero.
Entonces el sábado se encontraron, con el tiempo se hicieron amigos
muy buenos pasaron de desconocidos a grandes amigos se conocieron
mejor y uno aprendió del otro y viceversa así Marianito le enseñó a ser
mejor persona y a tener modales, Pedro por otro lado Se enseñó
defensa personal, él era un gran atleta entonces.
Después de un tiempo Marianito se acordó de aquel día donde Pedro
estaba llorando entonces Marianito le preguntó:
- ¿Por qué estabas triste aquel día? Pedro le respondió muy
desanimado:
- Es que ese día hice algo que hasta ahorita me arrepiento.
Marianito muy preocupado le respondió:
- ¿Qué hiciste? Pedro le respondió muy asustado:
- Me lastimé, me hice daño a propósito por los problemas que tengo.
Marianito le volvió a preguntar:
¿Lo sigues haciendo? Pedro le respondió:
- No ya no, ya cambie por que encontré a alguien que siempre me
apoya y nunca me traiciona. Ese eres tu Marianito tu eres esa persona
que me hizo mejorar, que me ayudó a cambiar, que siempre me apoya
en las buenas y en las malas por eso eres mi único
amigo, mi mejor amigo, nunca cambies ayuda a
todos, yo me voy de viaje en un mes cuando vuelva
quisiera que me cuentes a cuantas personas
ayudaste.
Marianito con lágrimas en los ojos le dijo:
3. - No te preocupes haré todo lo que pueda adiós buen amigo, te quiero
demasiado, te extrañaré.
Después de esa triste partida de Pedro, algo extraña.
Marianito ayudaba a todo aquel quien lo necesitaba y así continuo
alegrando la vida de los que podía, pero seguía pensando y pensando
sobre el porqué de la ausencia de Pedro, se preguntaba ¿Qué se sentirá
cuando uno se hace daño? Marianito tenía muchas cosas en su cabeza,
pero no dejaba que la tristeza y el desánimo lo cambien, siempre con
actitud positiva, se decía.
Buscaba alegrar su vida haciendo bien en sus días todos calientitos de
amor y comprensión en su caminito que apenas empezaba a abrirse por
la vida.
Después de un mes, Pedro volvió más feliz, más tranquilo y lo primero
que hizo al llegar a su hogar fue, ir corriendo a la casa de Marianito,
para preguntarle qué cosas buenas había hecho. Llegando a casa de
Marianito, tocó la puerta todo emocionado, estaba con su corazón
saltando como un saltamontes, salió la mamá de Marianito y le
preguntó por su hijo, la señora muy amable le hizo pasar a su casa y le
pidió que le espere un momentito. Al encontrarse los dos, se
emocionaron, y empezaron a contarse todo lo que les había pasado
mientras no se veían.
Pedro le preguntó:
- ¿Qué piensas de la vida? Alguna vez has pensado en la muerte?
Marianito muy confundido le respondió:
- Creo que sí puedo y de la vida pienso que es bonita y de la muerte...no
me gusta de eso, ¿Por qué hablas de eso? ¿Qué te está sucediendo? Ya
se que te está sucediendo. Entonces Pedro le respondió:
- Calma amigo, no lo volví a hacer, calma. Quisiera cambiar todo lo que
me está pasando, no te conté porque me hice daño.
Marianito de la alegría pasó a la preocupación, había miedo de seguir
preguntando, pero tenía la curiosidad y no la podía detener.
- ¿Qué sucede? me asustas.
4. Pedro se quedó callado, mudo, sólo le salían lágrimas, solo respondía
con silencio. Después de un largo momento habló como ahogándose,
porque el llanto no lo dejaba hablar. Y hasta que dijo:
- Adiós mi gran amigo me voy a morir pronto, porque sufro de cáncer y
es algo que no se puede curar, hoy salí del hospital por última vez, solo
para comunicarte esto, adiós amigo cuídate y sigue siendo bueno con
todos, me ayudaste a mejorar y bueno adiós. Marianito se quedó
pensando, Cáncer, por qué Cáncer, los niños no deben tener esa
enfermedad, es injusto.
Mariano se quedó atontado, no supo que contestar, sólo abrazó a su
compañero y le dijo: - No estás solo, te vamos a apoyar, avisaré a
nuestra maestra.
Pedro le dijo que se iría por la tarde y le pidió que siga siendo bueno,
que no deje ser como es, ese era el fin de la vida de Pedro pero no el fin
de su amistad.
Cuento ganador de los Juegos Florales 2017,
Categoría B, a nivel de UGEL.
I.E. Gran Unidad Escolar “Mariano Melgar”.
Día del Logro 2017