Simplemente quiero realizar un pequeño acto a favor del desorden, de la duda y la pregunta. Quiero recordarme a mí misma, a través de ustedes, que validan mis palabras, que existen espacios al margen del sistema en los que no hay reglas ni orden establecido.
6. PREFACIO
Esto lo escribo después de un tiempo sin escribir nada,
después de una etapa de absoluta insatisfacción personal que derivó
en un gran colapso emocional. Y es que tras el derrumbe me di
cuenta de que esta recopilación de poemas era profundamente
incongruente. Se me hacía tan insoportable entender la toxicidad de
mis pensamientos que casi opto por abandonar la escritura y
desechar todo lo escrito.
Releyendo mis poemas me di cuenta de que me estaba
pidiendo a mí misma más de lo que le exigía al sistema. Y peor
aún, de que estaba mercantilizando mi propio aprendizaje cuando
precisamente mi mensaje perseguía la liberación de imposiciones.
Quería ser tantas cosas a la vez que caí en la codicia espiritual.
Estaba viviendo y sintiendo demasiado rápido, y era tan asfixiante
mi impulso por trascender que no encontraba satisfacción en nada,
me topaba constantemente con la frustración y la insuficiencia.
Pero ahora que me estoy reconciliando conmigo misma
entiendo la importancia que tienen estos poemas en mi proceso de
autoconocimiento y autocuestamiento. Porque a partir de aquí me
toca buscar nuevas definiciones. A partir de aquí crezco. Y por fin
empiezo a sentirme bien.
7. Génesis
γένεσις
No soy hija de nadie. Nací en medio del océano, entre los gritos de las olas.
Estuve años flotando boca arriba, escuchando las historias de la luna. Por eso sé cosas
que nadie sabe, como que las lágrimas no son de agua, sino de tierra, y que la luz
procede de la noche. Pero de las personas no sé casi nada. Solo sé que inventaron las
palabras y le pusieron nombre a todo menos a mí.
Una noche un pájaro me arrastró del alma hasta la orilla. Desde entonces no he
vuelto a descansar.
8. Aire
Llegué tarde al embarque
para escuchar mi nombre.
Me estaban buscando
y yo aguardaba en el micrófono,
retumbando.
Pensé que mi pérdida
desataría una búsqueda,
de esas que calan hondo
y movilizan.
Pero qué va.
El avión se fue sin mí,
y lo único que entendí
es que yo ya estaba en el aire,
y que entre tanto cielo
es imposible encontrarse.
Lo que ahora toca
es reinventarse.
9. Avísame antes
Cuánto coño tengo que esperar no sé condensar no puedo de verdad no puedo
articular hace rato que te quiero ir a buscar te veo girando perdido vomitando te veo
en el techo de mi cuarto y luego… luego ya no te veo y quiero verte en pijama en
vaqueros en la playa en el cielo en mi muerte en el duelo joder si vas a venir avísame
antes no estoy preparada para lo constante y tú no te putovasdedelante.
10. Noche de reforma
Voy a alumbrar el silencio,
a reclamar el progreso,
a manifestar fogonazos
y misiles hipersónicos.
Voy a reanimar la polémica,
a taladrarte el cerebro.
Voy a componer música
solo para ricos.
Voy a disfrutar la posibilidad
en su avance más destructivo,
porque solo la información
es empoderamiento.
Y es que hoy,
hoy es noche de reforma
y día de talento.
Y tú sabes bien
que siempre preferí el despido
al suspenso.
11. Esclava y militante
Siento como lloran las madres
Como mueren las plantas
Como el mundo se abre
Siento tanto y tan en vano
Almaceno tanto tan temprano
En mí no hay leyes ni partidos
Soy revolución de los sentidos
Llevo el pecho por delante
Soy esclava y militante
Soy el miedo que domino
El cuerpo sin abrigo
Soy un beso repentino
Soy tormento femenino.
12. De segunda mano
Domingos de autoengaño,
el cumplido de un extraño;
un gusto momentáneo
y olvidas tu tamaño.
Humo entre paredes,
soltar lo que no debes;
cuando te prohíben,
te incitan a que pruebes.
En honor al reciclaje,
esto es lo que traje:
colores de verano,
y ropa y amor
de segunda mano.
13. Creencias
Hay muchas cosas en las que no creo.
En los sueños, por ejemplo.
Pero sí creo en muchas otras.
Creo en la efimeridad del tiempo,
en la incongruencia,
en los accidentes,
en la inexistencia.
No creo a los que piensan.
Creo a los que mienten,
a los que sienten.
Creo en la gente inexperta.
Creo en todo lo que el ego detesta.
14. Más aún
Mi rima suena poco profesional,
quizás porque soy joven
y no creo en el talento innato
(ni en el talento).
Pero temo escribir en su ausencia
porque sin ella
puedo ser más explícita,
más valiente,
menos concisa.
Sin ella el mensaje sigue una línea
que va directa hacia el olvido,
donde las palabras se amontonan
en los pozos de la historia.
Pero se desligan de todo
menos de mis dedos,
que se parten.
El poema no se queda a las puertas,
no se marcha al exilio.
Y a mí escribir así me arranca la ropa.
Araña los días, la espera, la piel.
15. Y ya me sobran las estrías,
y las otras cicatrices,
esas que retengo en la garganta.
Y si escribo así siento que grito,
y yo no suelo gritar,
mi voz levita.
Escribir así me genera muchas más dudas
de las que hace tanto acumulo,
y ya pienso demasiado en lo mismo
como para que me pongan más tarea.
Escribirlo todo me llena de cólera.
Me vuelve sensible,
(más aún),
y no sé si puedo soportarlo.
16. Me lleva
La pena vuela me voy me lleva
Me voy me lleva
Ojalá no llueva
17. Si tal
Hay hojas arrugadas en el suelo.
En la calle porque las pisan,
en mi casa las aniquilo.
Contienen palabras fraudulentas,
palabras que no son palabras,
sino sentimientos de mierda.
Los fonemas me recorren
y no los puedo moldear,
¿cómo hago que se borren?
Pocas veces sentí certeza.
Tú igual,
y eso que los hombres por lo general
cuestionan menos su propio talento.
Pobrecito si no eres de esos.
Nosotras nunca nos merecemos nada.
Si tal un romance sin engaño,
si tal un dulce por la mañana,
si tal un vinito y un buen baño.
18. Espera
Dame, dame, dame.
Me queda poco y tienes tanto.
Dame, dame, dame,
que sino yo me adelanto.
Espera.
Espera, espera, espera,
¡detente!
No me des,
devuélveme.
19. Esto es una carta
Aunque no lo digas, sé que no confías.
Hace poco renegaste de la euforia,
te amarraste a tus historias.
Mi presencia es transitoria.
Estás metido en tus movidas,
solo piensas en la huida.
¿Y qué hago yo ahora?
Que para todo soy frenética
y solo con tres tragos
me he quedado estática.
Detesto las pancartas,
prefiero los emblemas,
por eso a ti te escribo cartas,
no poemas.
20. La lengua
Si me arrancas algo, que no sea la lengua.
Ni se te ocurra llevártela,
(aunque te la preste).
Los préstamos se devuelven,
(a veces).
Ni se te ocurra privarme del verano
que gesta en mis adentros,
de mi condición de persona,
de mi identidad en deconstrucción.
En la lengua retengo gritos,
vocablos sin sonido
que no digo.
En la lengua está escondido
todo lo perdido.
21. Lo que nos toca
La libertad está en lo feo,
en lo confuso del desorden.
La libertad yo no la veo en los informes.
La libertad está en lo roto,
en la moto que se choca.
La libertad es desafiar lo que te toca.
22. Lo que sé
Me horrorizo cuando pienso en lo que sé
Porque es muy poco
Y yo quiero saber de montañas, de cuchillos
De teorías filosóficas, incluso cuánticas
De domingos, de budismo
De personas
Sobre todo de personas
Aunque saber no me abra puertas
Ni joyeros
Porque lo que yo quiero saber
No lo quiere saber nadie
Y cómo envidio a quienes no tuvieron más remedio
que aprender.
23. Extravío
No hay colores en el cielo
Ni en las flores de tu pelo
Huele a duelo
Tengo miedo
Estoy a ras del suelo
El incendio se proclama
Me deslizo entre las ramas
Siento el fuego
Tengo miedo
Estás ardiendo en llamas
Te fulmino si te miro
Te rozo y te destrozo
No quiero sofocar
La fogata de tus ojos
Aún así te busco
Te encuentro
Me esquivas
Lo entiendo
Sigo insistiendo
Gritándole al viento
Que monte un concierto
Con tu silencio
24. Mientras tanto corriendo
Sudando cayendo
En vez de frenar
Consigo drenar
Tus sentimientos
Luego te pierdo
Me pudro me estrello
Por más que me esfuerzo
Solo recuerdo
Las marcas de tu cuello
Tu castillo en ruinas
Tu alma suicida
Te regalan rosas
Les clavas espinas
Pasan los años
Me hago más daño
En vez de subir
Desciendo un peldaño
Entonces te veo
Aún con legañas
Te escurres despacio
Hacia mis entrañas
25. De nuevo me marcho
Te saco de dentro
Y cuando vuelvo
Ya no te encuentro
Lo siento
(Y te prometo
Que no te miento)
26. Esculpirte
La valentía de pedirte
que me dejes esculpirte,
aunque deseo contemplarte
tan intensamente
que podría destruirte.
Porque siempre que apareces
el arte permanece,
pero te vuelves a marchar
y se desvanece.
27. El privilegio de la certeza
Es muy duro ser consciente
de la mierda que erige el mundo,
que te rodea
y lo ensucia todo.
Y el dilema es que hay que abrir los ojos.
Hay que hacerlo.
Pero cuando alcanzas a ver la inmundicia,
ya no te puedes volver a dormir.
Y entonces te replanteas si compensa,
si merece la pena el reparo,
si eres lo suficientemente insignificante
como para entregarte a cambio.
Una vez abres los ojos
ya no sabes nada.
No vuelves a disfrutar
del privilegio de la certeza.
28. Mi vida
No sé si puedo esperar a que te recompongas,
no me queda tiempo, mi vida.
Te quiero ya y te quiero así,
con el alma desnutrida.
No te queda aire para mí,
pero no me importa, mi vida.
Te quiero ya y te quiero así,
con la piel desprotegida.
No te queda nada que merezca la espera,
por eso te quiero sin sentido y sin medida.
Por eso te quiero entre mi ropa
en ayunas y enseguida.
Regálame, mi vida,
una gota de saliva.
Tócame hasta provocarme
una muerte indefinida.
29. Mueren ellas
Bombardear obras de arte,
elogiar al presidente,
ansiar una masacre,
matar masivamente.
Saquear las libertades,
mantenernos sometidas,
sentenciar a las madres
y a sus recién nacidas.
Los hombres crean guerras,
y los hombres (y las mujeres)
mueren en ellas.
En las guerras
mueren ellas.
30. Niña triste
¿Por qué no cantas, niña triste?
Tu voz es dulce, esperanzadora.
Quizás si cuentas lo que viste
tus palabras hagan de lavadora.
Dame tu mano, niña muerta,
que hace tiempo perdí la mía.
Necesito abrir la puerta,
necesito autonomía.
31. No es suficiente
Me atraviesan los diálogos.
Pero no de frente.
Y no me vale.
Necesito que penetren.
Detesto la superficie; me sumerjo.
Valoro el raciocinio; el trasfondo.
No es suficiente.
Nunca es suficiente.
Si te asfixié
no fue un accidente.
32. Ojalá
¿Me salvará esto?
Me ha salvado otras veces
De muchas
Muchas cosas
Pero no ahora
La literatura no lo cura todo
Aunque ojalá
Y no será el arte lo que me ayude
No será
Aunque ojalá.
33. Papel burbuja
Estoy hecha de papel burbuja.
Cada vez quemo más grasa,
expulso más toxina,
mi sangre es más escasa.
Es peligroso ser tan frágil;
no resistes al rechazo.
Cuando lees muy a menudo
las palabras que te alcanzan
son como balazos.
Un cuerpo entre mis brazos
es solo un pedazo.
34. Pero
Pero qué pero cuánto pero espera
Pero en serio pero dónde pero cuándo
Pero,
¿se puede saber quién está hablando?
35. Poema de amor
Cuando el día expira
y el sol no me ha cobrado los errores,
ellas los desvisten, los esconden.
Hasta que sosiega mi furor
no desisten.
Y aunque tengan razón siempre,
nunca insisten.
Son expertas en amores,
en colirios y pañuelos,
en diseño de interiores.
Me devuelven la autoestima.
Nuestro abrazo es epitafio,
medicina.
Trascendente;
la vehemencia es agresiva.
Estamos en eterna guerra clandestina.
Por eso, si te llega algún rumor,
quiero que les digas
que mis poemas de amor
son para mis amigas.
36. Que me maten
Estoy aquí de una manera tan etérea
que me siento grave,
me siento breve.
Ser materia me aterra
pero también me conmueve.
No quisiera ser eterna.
No nada hay tan infame
como usurpar tiempo y espacio,
insonorizar a quien te llama,
o imponer un ideario.
Cuando me muera
quiero que me maten,
para dar cabida a formas nuevas,
para dar cobijo a las que aún falten.
37. Qué pena
Sufro por lo que siento,
por lo que ignoro
y por lo que invento.
Duermo envuelta en pena,
duermo poco,
el sueño quema.
No tengo casa,
la vida pasa,
me quiero entera.
Hay personas tristes y personas buenas,
hay quien ve colores y quien ve problemas,
hay más sangre en el mar que en las venas,
más ceniza que arena.
Qué pena.
38. Desprenderse
Aprendí a deshacerme del exceso,
del temor a los fracasos;
comprendí que la costumbre
me alejaba del Parnaso.
Me impedía ser la lumbre,
el destello del ocaso
en un mundo donde el odio,
donde la fuerza del rechazo
está en lo alto del podio
de los sucios monopolios.
Ahora es más ligero mi equipaje,
ni de marca ni de encaje.
Antes llevaba mil maletas,
ahora llevo una incompleta
donde hay espacio suficiente
para que el recuerdo prevalezca.
Pues no es mi cuerpo,
es mi mente,
que tras la odisea permite
que amanezca y me despierte.
39. Son los versos, los poetas,
las plumas y libretas,
el suspiro de esperanza
de una voz ultravioleta.
Desbordada por el tedio,
ansiaba algún remedio
para hacer brotar las flores
que morían en mi pecho.
Siempre ausente, decadente,
presa de mi poesía;
no entendía qué sentía
hasta que lo escribía.
Pensaba que si era yo misma
me quedaría sin amigos,
pero hoy soy quien yo quiero
y los de verdad han permanecido.
40. Quién se atrevería
A mí me la suda el ritmo
El punto, el código de yo qué sé qué
¿Cómo es que la necesidad y el deseo
Siempre se confunden?
La estética nunca es el fin
Nunca es el medio
Es el resultado espontáneo
Siempre aleatorio
La herencia es un constructo
Que provoca muchas pérdidas
Desde luego
Difumina el fervor de la ciencia
Desde ahora
La tradición es la censura
La enemiga
De mi literatura
Pero quién se va a atrever
Quién se atrevería
A decirle a Thénon o Pizarnik
Cómo se usa la palabra
Si de lo poco que nos dieron
Es lo que consagra
41. Razón y locura
Escribirte altera, desordena.
El lápiz camina, deletrea.
Dedicarte poemas me reanima,
te recrea.
La locura y la razón se besan,
se pelean.
Los enemigos
con frecuencia se desean.
42. Qué prefieres
Estoy atada a tu colchón
Mi mirada choca con el techo
Tengo que agarrarme el corazón
Para que no se escape de mi pecho
No me dan miedo tus caricias
Ya no creo en la justicia
No me atormenta la conciencia
Ni la ausencia de mi esencia
Hace tiempo que no soy
El viento se llevó mi rostro
Nadie sabe dónde estoy
Ni en enero ni en agosto
Cuando pienso en regresar
Mi pulso se acelera
Dime qué prefieres
Que viva o que me muera.
43. En bucle
Escúchame
Eso que traslado es muy desagradable
Ando remolcando el desamparo
Desde que me despierto
Hasta que me despierto de verdad
Y me dirás que para qué
Que para algo me compraste tijeras
Y me enseñaste a deshacer nudos
Y te responderé que yo no sé de tácticas
Ni de palancas ni calmantes
Que es inútil desprenderme
De lo que me persigue
La naturaleza siempre vuelve a su sitio
Es lo que mi abuela me dijo
Y es que lo que sembraron en mí
Creció en las piernas de quien me quiso
Y regresó por desgracia
Por compromiso.
44. Solo era yo
Me soltaste a media calle,
a la intemperie.
No intentaste detener la noche.
Me cegaste
y no articulé ni un reproche.
Me perseguían las voces
y no había esquinas.
Solo era yo
la que no distinguía.
Solo era yo.
La voz era mía.
45. Unión
La belleza rebosante
de la unión,
de los cuerpos,
de los miedos
en fusión.
Los humanos
entre humanos
siendo un poco
más humanos.
Solo entre iguales
se perciben
las particularidades.
46. Desequilibrio
A menudo me pregunto
Por qué odio y amo tanto
Leo, duermo, me levanto
y amo y odio mientras tanto
Amar completa
Pero agota
Nos libera
Y nos azota
Odiar consuela
Pero oprime
Nuestra vela
Se consume
Necesito un manual
Que me aleje del delirio
Odio y amo por igual
Pero no encuentro el equilibrio.
47. No soy
No soy “poetisa”,
ya me jodería.
Pero tampoco soy poeta.
Soy aprendiz y admiradora
del arte de las letras.
48. Un mundo paralelo
En un mundo paralelo
Las niñas tienen alas
Las manos en el cielo
Y el sol bajo la almohada
Cada vez que nace un niño
Se abren las fronteras
Y le van a dar cariño
Todas las abuelas
Jamás se discrimina
Gobierna la piedad
Nadie tiene que ocultar
Su verdadera identidad
Se valora la cultura
El arte y la escritura
La belleza no está en ruinas
Y hay luz tras la cortina
El engaño y la traición
No arrebatan la ilusión
Cuanto más amor ofreces
Más te crece el corazón
49. En ninguna religión
El deseo está prohibido
No existe convicción
De que gozar es un castigo
Hace tiempo que las guerras
Dejaron de existir
Las madres ya no ven
A sus hijos morir
Pero entre ese mundo y este
Hay un puente decadente
Incapaz de hacer frente
A la fuerza del torrente
Hay de por medio
Un río de muertos
De sueños marchitos
Renuncias y gritos
Hay barcos quemados
Libros prohibidos
Besos robados
Versos perdidos
50. ¿Cómo cruzar
Si no puedo volar?
Se preguntan las niñas
De este lugar
Aquí perdura la miseria
El hambre, la pobreza
Unos comen pan
Otros la corteza
Te violan y te matan
Y no hay quien lo acredite
Si realmente Dios existe
¿Por qué lo permite?
Ni lujos ni billones
Coches o mansiones
En nuestro mundo el privilegio
Es poder ir al colegio
Pagas por beber
Morir, crecer, nacer
Si quieres ascender
Tienes que obedecer
51. En este mundo artificial
Todo está comprado
Hasta los recursos naturales
Están privatizados
Si naciste en África
Y te estás deshidratando
¿Te estás muriendo
O te están matando?
¿Somos seres racionales?
¿O somos animales?
Un punto en el espacio
Y nos creemos especiales
¿Podemos vivir de otra manera?
¿O no existen más sistemas?
¿Es perpetua la condena
De morir bajo trincheras?
Yo no tengo las repuestas
Pero sé que hay un problema
No me pidas soluciones
Esto solo es un poema.
52. Cómo lo evitas
¿Y ahora qué nos de s pi e rt a?
Cuando el amor nos debilita
Cuando el café nos sabe a poco
Cuando las cosas se complican
Le das vueltas al coco
Te maltratas, te medicas
Procedes del barroco
Luchas y suplicas
La culpa te la inculcan
Te avergüenzan, te limitan
No creas que algo es tuyo
Te dan lo que te quitan
Te venden un futuro
En el que eliges tu destino
Pero si no tienes un dur0
No accedes al camino
Libre albedrío, libre mercado
Rentas
ventas
Datos sesgados
53. El cerebro programado
Para que quede bien sellado
Que eres el culpable
De lo que te ha pasado
Pero por mucho que se espera
Que se suda, se faena
Es todo una mentira!!
El mundo nunca gira
La ansiedad persiste
Los complejos GRITAN
La aflicción no escinde
El temor te habita
…Y toda esta mierda
¿Cómo la evitas?
54. Al menos yo
Soy tan inestable porque no tengo otra opción. El mundo me divide como
lo hace con la tierra, el dinero y las personas. La vida humana se resume en el
esfuerzo constante por combatir las lacras que genera el sistema, contra las que
no tenemos más remedio que luchar a través de la búsqueda incesante de la
belleza, que adopta una infinitud de formas. Es así que (al menos yo) no veo
escapatoria a la tristeza transitoria. O permanente. En mi caso es el estado
natural, y la felicidad su combatiente. Y todo lo que la genera es marginal e
independiente.
La belleza yo la encuentro en el arte y en la gente.
55. ¿Meritocracia?
Una infancia caducada
La orilla de la madurez
La inocencia disipada
El recuerdo de las sábanas
Que abrigaban mis miedos
El agua que caía
En cascadas por mi pelo
Sueños en jardines
Pájaros en vuelo
Cisnes y violines
Abrazos de consuelo
Solo quedan recuerdos
Pero es más que suficiente
Hay niños que no tienen
Ni futuro ni presente
La constancia del hastío
La rompedora soledad
El eco del vacío
La arrebatada libertad
.
.
56. Las ruinas del amor
En manos desterradas
La industria del terror
De palabras olvidadas
Ahogada la esperanza
No hay fuerza ni venganza
No queda otra
Que abogar por la enseñanza
Defender la dignidad
Destrozando la creencia
De que el derecho de igualdad
Se obtiene por herencia
Armados de valor
Descienden de los cielos
Se despiden del calor
De su gente y de su suelo
Dejando atrás la guerra
que a todo el mundo aterra
Cabalgan a solas
Por el temible mar de olas
57. Huyendo del sol
Que quema la vida
Ansiando control
Para curar las heridas
Y ojalá pronto
Dejemos de tomarla
Con los que cargan
El peso a las espaldas
Con los que resisten
Siendo presas de la caza
A los que persiguen
A costa de su “raza”
Y hagamos algo
Para frenar a los culpables
Gritando alto
Que la injusticia es de cobardes
Que dejen de fingir
De vender la mentira
De que algunos merecemos vivir
Y otros tienen que buscarse la vida.
58. Remordimiento
Calcinado por mi llama
Cautivo en mi cabeza
Tus pecados en mi cama
En mis venas tu tristeza
Iluminar tus pesadillas
Con la luz de mis poemas
Esconderte mil promesas
Bajo el manto de mis letras
Si algo es permanente
Es el cordel de la certeza
Las ganas indomables
De fundirme en tu belleza
En contra de la marea
De la eterna primavera
El amor quedó pendiente
Se esfumó con la corriente
Nuestra brisa es pasajera
Pero eso pasa siempre
Que me besas
Y luego te arrepientes.
59. Querer en verso
Creo que nunca me han querido por lo que hago,
sino por lo que soy.
Pero yo no creo ser nada.
Porque no lo soy.
Entonces creo que nadie me ha querido como hay que querer.
O por lo menos, como yo quiero que me quieran.
Nadie me ha querido por cómo escribo,
por cómo abrazo el abismo,
por lo que digo,
por lo que exhibo,
por cómo vivo el feminismo...
Me han querido porque tenían que quererme.
Porque ahora les tocaba.
Porque me tenían justo en frente.
Mientras tanto, yo he querido por elección,
entre fuego,
armas
y munición.
61. Qué tengo
Tengo cero
solo vacío
solo hambre
qué tengo
sin mí
nada
no hay nada
nada
tengo algo
que no sostengo
nada tengo
nada
yo no tengo.
62. Qué me pasa
¿¿Qué me pasa??
¿Es mi cuerpo o es mi mente
lo que me amordaza?
Me ciega el placer,
detesto el horario,
jamás miro el calendario.
Llevo tanto dentro,
que nada sale y nada entra.
Hay tanto ruido, siempre orquesta,
mis palabras me secuestran.
No tengo llaves, ni muros, ni puertas.
Solo cuevas,
espacio,
dolores, cansancio.
Pero si me arrancas la corteza,
si no deseas riquezas,
te abro las manos,
mi piel es tu piano.
63. Si no te callas,
si no suplicas,
si tu furia no salpica,
me envuelvo en tu cara,
cepillo tus alas.
Si se te encaran,
te extirpo las balas.
Porque te admiro si lloras,
si llenas mi vaso;
sumerjo el diario,
me inundas d
e
s
p
a
c
i
o
.
64. No me ves
En silencio, sintiendo que estamos cayendo, quebrando el megáfono,
gimiendo al unísono. Eres un humano de sangre salvaje, de culto pagano,
de amor al lenguaje. Eres piel y brazos, sobre todo ojos. Los posas en mis
hombros como rayos infrarrojos. Los retiras. No me ves cuando me miras.
Por qué… ¿Por qué me esquivas?
65. Ni musa ni amante
No soy la musa
Tampoco la amante
No inspiro al poeta
Ni alimento su arte
La que quiebra el destino
Para escaparse contigo
La que te admira, te cuida
Te devuelve la vida
La niña mimada
Enamorada del malo
El eterno recuerdo
De un amor de verano
Tampoco la puta
Que te deja por otro
De la que te nutres
Para hacerte famoso
Ni la guerra ni su tregua
No soy Lesbia ni Julieta
Ni en tu psique me retienes
Ni en tus letras me desprecias
66. Ni te rompo
Ni te enmiendo
No te hundo
Ni sostengo
Ni me rezas
Ni me afrentas
Porque hace mucho que no soy
Ni la bruja que te tienta
Ni la diosa a la que ofrendas
Demando tu respeto
No tu insulto o reverencia
Y eso es porque soy
El mismísimo poeta
Del legendario anónimo
Soy la nieta.
67. Necesidades
Todas tenemos necesidades
que trascienden lo material,
necesitamos enterrar
lo que resulta imposible ordenar;
desterrar lo insustancial
para lograr descansar.
Yo necesito poder permitirme
contradecir mis principios:
aborrecer el capitalismo
pero llorar con un anuncio,
y aunque me enerve,
tolerar algún prejuicio.
Porque de tanto pensar
en lo ajeno,
voy perdiendo terreno.
Llevo el cuerpo de estreno,
pero el pecho lleno.
Tan nutrida de realidad,
que leer más me da miedo.
68. Pero siempre me excedo.
Y entre tanta verdad,
finalmente, me enredo.
Por eso algunos días
no cuestiono,
y si alguien me destruye,
al instante le perdono.
Y por eso lloro y lloro
por absolutamente todo,
no sé liberar espacio
de otro modo.
Porque el resto del tiempo,
en el que “de verdad” se está viviendo,
hay que tragar mucho
para soportar los pensamientos.
Y si sé algo del destino
es que la sensibilidad
es un obsequio,
pero también un castigo
que, o me salvará del daño,
o acabará conmigo.
69. Mi lápida
Cuando amanece el mundo empequeñece.
Hay quien muestra indiferencia y quien se
estremece. Yo soy de las que se adentra
en los armarios de la tierra. A la que
aplastan cuando cierran. Soy de esa gente
que no se desvincula, que arrastra el
miedo ajeno, que toca hasta las púas. Pero
me quemo si no freno. Ando, ando, ando
y nunca llego, me adelanta mi álter ego.
Resido en las fronteras, en mitad de los
poemas. A veces soy acera, a veces
carretera. Y parece que no entiendes que
no quiero más cosas. No quiero promesas.
Tampoco quiero rosas. Quiero morir libre,
deslizarme hacia la fosa sin molestias, sin
esposas. Quiero asfalto, no baldosas.
Poesía en el verso y en la prosa.
70. Recobrando el sentido
He enfermado
de tanto escribir,
porque escribir implica rendirse,
entregarse,
dejar de resistir.
Pero paradójicamente,
volver a escribir
es lo que me está salvando,
y gracias al lenguaje
me estoy recuperando.
71. Historia de España
En momentos como este
La tierra se retuerce
Maldiciendo nuevamente
La avaricia de la gente
Como dicta nuestra historia
Desgarramos el progreso
Con los cánticos patrióticos
De los necios del Congreso
Con discursos de cinismo
Incitando al egoísmo
Para que mires por lo tuyo
Y repudies lo distinto
Aún no comprendemos
Que el humano fracasado
Jamás es el denigrado
Sino el que prefiere
Que vivamos enfrentados
Quienes agravian y difaman
Al son de la canción
Declarando que eso es
La libertad de expresión
72. Abrazando la ceguera
Y reiterando el sermón
Hay quienes corean
Que envolverse en la bandera
Es defender a la nación
La soberbia intoxicando
el cultivo de altruismo
Cuando el virus más nocivo
Es el individualismo
Desmontemos la creencia
La arraigada incongruencia
De que la patria es la codicia
De ignorar las injusticias
Fomentar la tolerancia
Para permitir la convivencia
Y acabar con el temor
A la diferencia.
73. El peso a la izquierda
Trece, catorce,
quince años.
Deporte, diarios,
parques, cigarros.
Un gran despilfarro
de besos tacaños,
excesos, derroche,
labios de extraños.
Me costó años
y libros
y muchos muchos fallos,
restablecer el equilibrio,
empezar por el principio.
Me costó una fortuna
bajar de la tribuna,
hablar desde la tierra,
convertirme en la que mata
y luego entierra.
Me salió caro darme cuenta
de que no soy tu clienta.
Renegué de mi inocencia,
la puse a la venta.
74. Recuperé algo al percatarme
de que no soy lo que toco,
y lo que eligen darme, tampoco.
No soy tu psicóloga,
yo también sufro.
Si quieres ayuda, dialoga,
cuelga tu masculinidad de la soga.
No soy tu experimento,
soy un ser carne,
pasión y progreso.
Sin ánimo de lucro
en la vida y en el arte
me involucro.
Como me dice a mí mi madre
"yo no soy tu secretaria".
No soy tu niñera.
No soy tu maquinaria.
No soy tu camarera.
No soy tu arrendataria.
Soy testigo y evidencia
de que se avanza.
Soy resistencia,
el peso a la izquierda
en la balanza.
76. Cosas que están mal:
• La historia
• Los libros con final
• Estudiar de memoria
• El horóscopo (lo siento)
• El sol cuando amanezco
• Los aplausos por convención
• Las bodas por convención
• Las convenciones
• La tradición
• Los bautizos, los entierros, la comunión
• Las guerras
• (Esa era evidente)
• La prisa de la gente
• Yo (un poco)
• Nosotras
• Él y todos ellos (pero que muy mal)
• El mes de enero
• El aguacate sin sal
• Que el mar no sea azul
• Tener que ir corriendo
• El precio de la luz
• Que te cobren el agua
• Y el aire y el tiempo
77. • Que te cobren por llorar, por querer morirte, por morirte de verdad, por
ayudar, por asistir, por mirar, porque quieren, porque sí, porque pueden,
para "ahorrar"
• Atosigar a niños con deberes
• El grosor de las paredes
• Los bolsos de marca
• Los bolsos en general
• Justificar el abuso
• Romantizar el acoso (está fatal)
• Que en Madrid no haya bancos
• Que hubiese y los quitasen
• Que mis amigos duerman en la calle
• El patriotismo irracional
• Los viernes por la tarde
• La industria de la carne
• Los zoológicos y acuarios
• Los iconos del vestuario
• Las canciones de Maluma
• La burla hacia la pluma
• Que una vez llamase gorda a una niña porque todo el mundo lo hacía
• Que gorda sea un insulto
• Que nuestro cuerpo sea un producto
• Que a ellos les des la mano y a mí dos besos
• Que tú tomes pastillas anticonceptivas y no ellos
78. • Coleccionar zapatos
• Coleccionar zapatos feos
• El rey
• La orden
• Y la ley
• No saber cómo estás
• Que no sepas de mí
¿Se te ocurre algo más?
A mí sí
79. ¿Cuánto cuesta mi poesía?
Buenos días.
Tengo un euro con ochenta,
¿cuánto cuesta un lápiz?
Está de suerte, están de oferta.
Deme uno con setenta.
Gracias, lo usaré para escribir.
Ahora dígame,
¿mi palabra cuánto cuesta?
Yo no te sé decir...
¿Es clásica o moderna?
No lo sé... ¿Incierta?
Dime cuánto.
Dime cuánto cuesta.
Dime si al fracaso
se le suma o se le resta.
¿Se cree que soy poeta?
Esto es una tienda,
márchese de aquí,
pregúntele a una experta.
80. Pero qué va a saber ella
lo que vale o lo que cuesta.
Solo cabe,
la opinión de quien no sabe.
Así que dime tú, maestra,
dime tú, conserje,
cuánto cuesta
el esfuerzo que se ejerce.
¿Cuánto cuesta lo que pierdes?
¿Cuánto ganas cuando encuentras?
Piensa en lo que tienes,
dime mientras qué prefieres.
¿Cúanto cuesta lo innombrable?
¿Y lo que no tiene remedio?
Dime qué no tiene precio,
dime qué es incomprable.
¿Cuánto cuesta la sed,
el hambre,
la rabia,
el éxito,
el baile,
81. las reformas,
el arte,
el mérito?
¿Cuánto cuesta lo que existe
al margen del dinero,
lo que se oculta
entre la orden y el deseo?
Dime cuánto cuesta este cutre poemario,
(que es algo que no saben ni los sabios).