Curitiba es una ciudad brasileña que se ha convertido en un modelo de desarrollo urbano sostenible a través de su enfoque ecológico en transporte, medio ambiente y urbanización durante las últimas cuatro décadas. La ciudad ha experimentado una reducción en la criminalidad, una mejor calidad de vida para sus ciudadanos y menos contaminación gracias a la voluntad política constante de abordar los problemas urbanos de manera coherente y radical. Curitiba es ahora considerada una de las mejores ciudades de América Latina para invertir.
2. Curitiba es una ciudad brasileña, capital del estado de Paraná,
localizada en el primer altiplano paranaense.
Curitiba está entre los tres municipios con la mejor infraestructura del
país, sólo por detrás de São Paulo y de Río de Janeiro de acuerdo
con un estudio realizado por la consultora paulista Simones
Asociados, en colaboración con EXAME. Curitiba es una de las cinco
mejores ciudades para invertir de América Latina. Según una
investigación de la revista América Economía, publicada en la edición
Especial Ciudades 2006, que tiene como título "La Ciudad
Innovadora", Curitiba está en cabeza, junto con importantes capitales
como Ciudad de México, Buenos Aires y Brasilia, ocupando la quinta
posición en el ranking. Se tuvo en cuenta las principales economías
latinoamericanas o aquellas que tienen relevancia para los negocios
realizados en el continente. Por delante de la capital paranaense
están sólo São Paulo, Santiago, primer lugar, en Chile; Monterrey,
en México; y Miami, en los Estados Unidos.
3. Una ciudad que adopta como objetivo ser ecológica: ésta es la nueva
referencia que aporta Curitiba, capital del estado brasileño de Paraná,
en un contexto de crisis mundial de modelos urbanos.
Curitiba es una ciudad pionera en el desarrollo urbano sostenible.
Desde hace cuatro décadas viene viendo descender su índice de
criminalidad, sus ciudadanos gozan de un comparativo mejor nivel de
vida y ha frenado la contaminación. Las claves de este eco desarrollo
urbano radican fundamentalmente en la voluntad política municipal,
que se ha mantenido invariable en abordar la problemática urbanística
de una forma coherente y radical.
En este reportaje, entonces, se pretende mostrar en qué ha consistido
la estrategia que llevó a cabo el Municipio de Curitiba para transformar
esta ciudad en un modelo de integración de medio ambiente,
urbanización y desarrollo sostenible. Para esto, se abordan
tres grandes áreas: desarrollo sostenible, medio ambiente y transporte,
intentando mostrar cómo el terreno de lo utópico o deseable puede
llevarse a la práctica y de cómo otra forma de entender la ciudad es
posible.
4. La región de Curitiba inicialmente llamada Campos de Curitiba comenzó a poblarse alrededor de 1630 (de
media, mucho después que otras capitales pioneras), por habitantes venidos de Paranaguá, donde se había
descubierto oro de aluvión, formando el poblado de Nossa Senhora da Luz e Bom Jesus dos Pinhais, que fue
elevado a villa en 1693. Sin muchos recursos minerales, la región hizo que muchos de los habitantes se
desplazaran a Minas Gerais. Durante mucho tiempo, la villa no fue más que una etapa en la célebre Ruta del
ganado del que un pasaje del transporte de vacunos y equinos desde los campos de Viamão, en Río Grande
del Sur, a Sorocaba, en el Estado de São Paulo. El desarrollo efectivo de Curitiba empezó a partir de
comienzos del siglo XIX, con la explotación y exportación de la yerba mate, y la elevación al estatuto de ciudad,
en 1842. En 1853, el sur y suroeste de la provincia de São Paulo se separan de esta, formando la nueva
provincia del Paraná, de la cual pasó a ser capital Curitiba.
Desde 1867, Curitiba comienza a recibir oleadas de inmigrantes, en su mayoría polacos e italianos. Durante
el siglo XX, especialmente en la segunda mitad, la ciudad pasa por un gran incremento demográfico y se
consolida como núcleo regional de comercio y servicios, convirtiéndose en una de las ciudades más ricas
de Brasil y pionera en soluciones urbanísticas.