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La saga de santo covid 19
1. La saga de Santo Covid-19
En ese revolquero ideológico en que se ha convertido el día a día de la pandemia, destaca
últimamente las voces y las acciones herederas del nervio que revela, en lo cultural social un
engendro parecido al ornitorrinco en zoología. Con el mismo libreto del Covid-19 que ha
permitido todo tipo de expresiones políticas, económicas, culturales, etc. Desde modificaciones
en términos relacionales hasta el desvertebramiento de la lógica económica en el contexto del
capitalismo; hasta la vulneración de derechos individuales y colectivos, con la modificación
transitoria de contratos de trabajo que impone rebajar salarios. Pero lo que sí constituye la
“tapa” son los énfasis liderados por la ideología casera de los neo cruzados. A la manera de
quienes mataron, en indefensión a una mujer en el municipio de Santa Bárbara (2012), acusada
de brujería. Y de quienes mataron, por la vìa burda del linchamiento al interior del Metro en
Medellín (2013) a un joven que fuera denunciado por una mujer porque la estaba
“manoseando”. En fin que somos una especie de caja de pandora vulgar. Porque se nos ha
metido en la cabeza el cuento ramplón que los colombianos y las colombianas somos chéveres
y buena gente al momento de vivir lo cotidiano. Que somos algo asì como “la reserva moral de
la humanidad”. Pura versión manida reinventada por Álvaro Uribe Vélez. Y sus secuaces de
antes (versión 2002-2010) y su “Partido de Unidad Nacional” y de ahora (versión 2010…) con
logotipo “Centro Democrático”. Y su idiota pupilo que funge como presidente.
Pero, además de lo anterior, la cultura se ha ido erosionando cada vez màs. Por lo bajo. Resulta
que, ahora, vivimos el periodo asociado al Covid-19. Y se ha ensanchado el piso vidrioso que
soporta el quehacer cotidiano. Diría que se ha entronizado la era de la beatificación de todo
pensamiento y obra asociados a las rutinas universales y las caseras que se han ido exhibiendo
en el día a día. Algo asì como la extensión de esa visión macabra y bochornosa que he descrito
y que, además, incluye la cultura del “se busca” como en el oeste made in usa. Para todo
asesinato que se considera “de sentimiento nacional”, la policía el ejército, la fiscalía, etc.,
etc…etc. Inmediatamente le ponen precio, convocando a delatar….Valga decir, eso sí, que es
“el viejo truco” del poder judicial que no tiene bitácora propia. Y que, por lo mismo, es
irrespetado por quien quiera y se sienta con algo de respaldo por parte del antro en que
se ha convertido el quehacer gubernamental. Ni màs ni menos la cultura judicial que se la
monta a un ciudadano o ciudadana que, por ejemplo, se atreve a demandar acciones como la
del juego vicioso y fraudulento de los fondos privados de pensiones y cesantías….y,
el juez o la juez, extiende su manto protector. Con permisividad para que los
apoderados(as) de los Fondos manipulen todo tipo de pruebas. Pero, de otro lado,
dejan vencer términos en procesos de los considerados “gordos”….y procede la
preclusión infame. O casos de puro novelón barato como el de la fuga de Aida
Merlano y todo el tejido insano que ha girado alrededor. O el caso del pistolero que
matara en Bogotá D.C. a tres personas, argumentando que “…me iban a robar” . O la
manera burda, infame e inhumana que ha prevalecido para avocar la situación de las personas
hacinadas en las URI. Cuando la alcaldesa distrital, Claudia López Hernández dirigiera carta a la
ministra de justicia Margarita Leonor Cabello Blanco, solicitando una acción coordinada que
permita un tratamiento digno; con opciones precisas y concretas para la adopción de medidas
adecuadas y de corresponsabilidad, según normas al respecto; la señora ministra, al mejor
estilo de la ideología malsana del presidente y su partido Centro Democrático; arremete contra
la señora alcaldesa”… que ni el ministerio ni el Inpec tienen porque resolver un caso que …es
de competencia de la alcaldía distrital…”. Y cuando el secretario de seguridad del Distrito
Capital, Hugo Acero Velásquez, informa que ya se ha adquirido una bodega a la cual se le
harían las adecuaciones pertinentes para descongestionar la URI; la Dirección de la Policía,
decide no asumir su obligación de brindar los respectivos servicios de vigilancia y seguridad,
como debiera ser su obligación.
2. Ahora, en tiempo de “santo covid-19, se han ido engarzando novedosas expresiones de neo
cruzados y neo cruzadas. La alegría se ha convertido en brujería que es necesario
extirpar. Un delito creado por febriles “ciudadanos y ciudadanas de bien”. Basta que un
“buen” vecino o una “buena” vecina escuche que, en la casa de al lado o al frente le suben el
volumen a la musiquita “, pronto llegará el día de mi suerte, la esperanza de mi muerte,
pronto llegará”….o “…el cuerpo de esa muchacha tiene forma de guitarra…” o “…no
puedo verte triste porque me mata, tu carita de pena mi dulce amor…”.
Y lo comunican al Cuadrante….y viene el allanamiento y se decomisan botellas de guaro y se
coloca el comparendo (claro que ya los del cuadrante son avezados defensores de “la moral
pública”. O si no, para que ha servido la Ley 1801 de 2016 (Código Nacional de Policía). Santo
covid-19 autoriza hasta un salario mínimo legal mensual vigente. Y se graban imágenes de los y
las infractores de la doctrina Covid-19…y ¡hágale pues mijo!
Y en las calles. Soplones y soplonas al vuelo. “En la casa de enfrente están jugando dominó y
jartando cerveza”. “En la casa de la vuelta entraron unos hombres y están enrumbados…y
llegan los que sabemos del cuadrante. Y entrevistan al alcalde Jorge Iván Ospina del sacrosanto
Coivid-19 “….hum son gays que estaban en relaciones contranatura….”. Y, en Copacabana. En
una manga, dicen los y las vecinos(as) están de paseo de olla…”En Sardinata, vecinos y
vecinas, denunciaron que una familia iba de paseo, también de olla….llegarían los del
cuadrante. Decomisaron sancochos, arroz con pollo, tres litros de limonada….màs comparendos
por cabeza….En Bogotá D.C., policías atacan y golpean, a un señor de setenta años, en
absoluta indefensión por violar la disposición que obliga la reclusión forzada a quienes tenemos
esa edad o màs…en tiempo de santo covid-19 (de por sí, este mandato es, por lo menos,
incoherente y discriminatorio. Algo asì como una de esas “rutinas” que se imponen, con
justificación soporte de dudoso rigor científico),…y dirían los neo cruzados y neo
cruzadas…”esos sí que son héroes de la patria…haciendo cumplir las sagradas normas…”
Y, los vecinos y vecinas detectan médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, etc. Y llega el
aspaviento “están contaminando, están contaminando. ¡Fuera, fuera!...” Y, mientras
el imbécil, demagógicamente, los y las llama “héroes” y “heroínas” . Pero lo cierto es
que no se les proporcionan insumos mínimos necesarios para que puedan realizar su
trabajo de manera digna y segura.
…Y en el Departamento del Amazonas, tienen que renunciar médicos, médicas…porque en el
Hospital San Rafael de Leticia no se dan mínimas condiciones para realizar su trabajo.
Tampoco en Puerto Nariño. Y ni qué decir de los corregimientos departamentales “La Pedrera”,
El Encanto”, “La Chorrera”, “Paraná”, “La Victoria”, “Miriti”, “Puerto Arica”, “Santander”.
Gobernador inepto, Alcalde de Leticia, indolente. Todo el departamento al garete. Ninguna
política pública de salud, coherente, digna, eficiente. Ministro de Salud que, al menos por su
dicción entrecortada, pareciera que ni sabía lo que allí estaba pasando. Y, ahora, pasa que la
“esforzada” Directora del Instituto Nacional de Salud, Martha Lucìa Ospina (a quien referí en mi
escrito “… ¿Cuál es el papel de las universidades en tiempos de covid-19, por lo mismo de sus
estrambóticas declaraciones acerca de la expansión de la pandemia) ha sido requerida, por
parte de la Procuraduría General de la Nación, para que presente explicaciones, por el manejo
y el análisis de muestras de Covid-19 en el Departamento del Amazonas.
Y, santo covid-19 y los templarios modernos, en puro vuelo aventajado. Ya son màs de cien
dirigentes sociales y comunitarios(as) y desmovilizados asesinados y asesinadas. Y santo covid-
19 conoce como Iván Duque Márquez sigue metiéndole la mano y todo el cuerpo a la campaña
liderada por Trump y los gobernantes tramposos del Grupo de Lima en contra del gobierno de
Nicolás Maduro Moros. Con auspicio de grupos de mercenarios liderados por Juan Guaidò y el
otrora asesor de imagen de Juan Manuel Santos y ahora garante del contrato con Silvercorp(
toda una empresa de mercenarios, con sede en Miami) para la incursión en Venezuela, Juan
José Rendón (Operación Gedeón) con centro de entrenamiento en el departamento de la
Guajira. Como cuando, por allá en 1989-1990, se vieran imágenes del adoctrinamiento politico
y el entrenamiento militar, a cargo del grupo de mercenarios liderados por el israelí Yair Klein a
grupos paramilitares colombianos en el Magdalena Medio.
3. En verdad sí que “los buenos vecinos y las buenas vecinas” a imagen y semejanza de la huella
doctrinaria de Álvaro Uribe Vélez y su grupo politico Centro Democrático (un verdadero antro de
la perversión política). Con el imbécil presidente Iván Duque Márquez. Dando palos de ciego.
Han convertido en embeleco ordinario el Covid-19. Desde ahí se està justificando cuanto
propósito perverso se les ocurre.